Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

viernes, 30 de mayo de 2014

Charlas entre Sócrates y Xantipa

Primera

Xantipa vuelve de dar clases en la escuela.

Sócrates (imitando a un coro de alumnos): ¡Hoolaa Xantiipa! ¡Có-mo te va!
Xantipa (a los gritos, enojada): ¡¡¡Sócrates!!! ¡¡Ya te dije que no dejes las sandalias tiradas por la casa!!
Sócrates (con voz pachucha): ¡Xantipaa! ¡No me gusta guardar siempre las sandalias!


Segunda

Sócrates (cubierto con una sábana, con vos de fantasma): ¡¡Bhúúúúú!! ¡¡¡Xantipaaaaaa!!!! ¡¡¡Soy el fantasma comemonas!!!
Xantipa (enojada pero sonríe): ¡¡Sócrates!! ¡¡Andá a guardar las sandalias!!
Sócrates (pachucho): ¡Ufa Xantipa!

jueves, 29 de mayo de 2014

La divinidad de la dialéctica

Al tener en cuenta que theo, término presente en tesis, quiere decir “dios” en latín, la traducción de la famosa tríada hegeliana vendría a ser aquella en que a la diosis se contrapone la antídiosis, y ambas se reúnen en la síndiosis. Es claro que semejante ridículo no da cuenta de que en la discusión de ideas y en la confrontación de fuerzas opuestas no se dan choques entre dioses, ni entre ideas o posiciones de los dioses, los cuales son inventos de la imaginación humana, sino entre fuerzas vivas, que no son dos sino muchas, y que la solución de las tensiones entre ellas es según sea, y no necesariamente para mejor ni para bien. Eso depende de la acción de los seres vivos, y de los humanos entre ellos, en los que prima la fetichización. Tampoco da cuenta de que las relaciones entre los seres vivos muchas veces no son de oposición, sino de encuentro o de otros tipos. Para que los choques entre acciones se solucionen bien los seres deben basarse en saberes ciertos, no en creencias, y aún así es imposible la resolución feliz en todos los casos. Los seres vivos nos comemos los unos a los otros para vivir, aunque los humanos podamos controlar la relación que hacemos entre nosotros y con los demás, a los que también transformamos, por necesidad y frívolamente. A diferencia de nosotros los humanos, los demás toman poco más que lo necesario.

A la dialéctica hay que reemplazarla por la charla, e inteligente, lo que es el chusmerío bueno, no cualquier chusmerío porque mucho del chusmerío es sanata, pero el chusmerío es mejor porque es social y plebeyo, y la charla es superior y no académica sino mundana. Y por la coacción en el sentido de acción conjunta, en que varias se encuentran o entrechocan, etc. La contradicción es discursiva, es dicharachera, dicente. Es del plano educativo, como la producción. El concepto central de estos términos es el de la dicción, la dicha, el decir. Las prácticas a las que analiza la filosofía de la práctica son las prácticas humanas, pero las de los restantes vivientes también lo son, pero prácticas ordenadas mediante la dicencia, el habla, pero también el discurso callado, que es el pensado sin hablar.

También hay que tener en cuenta que el afán de superación llevó a complejizar mal a las sofisticaciones, siendo que lo que es necesario es la simpleza, simplificar, aunque no del todo. En ese sentido, es preciso inferiar, para hacer fácil las cosas. Lo inferior es la base para lo superior, y por lo tanto es condición para él. Es más importante porque lo hace posible, aparte de que muchas veces lo superior está mal hecho, por mal sofisticado, y entonces se lo debe deshacer. Cuando la superación es bien hecha y es hecha sobre buena base, vale. Si no, hay que deshacerla y deshacer la base mal hecha.


Anexo

Más allá de la broma, el término “tesis” quiere decir “proposición”, según el diccionario de latín que consulté, lo que no quita que tal vez derive de “theo”, pero a eso no lo sé.