Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

sábado, 30 de junio de 2018

En conclusión...

El socialismo está dividido en cinco grandes líneas, que son las de las cuatro internacionales, la anarquista, la socialdemócrata, la comunista leninista y la trotskista, y la del maoísmo. En tanto que las cinco se contraríen entre sí, a lo que se le suman las contradicciones internas a cada cual, que son muchas, y mientras que el proletariado favorezca en gran medida al reformismo liberal, el paso al sistema socialista es imposible. Además, cada cual de las tendencias tiene defectos graves, que requerirán correcciones, para lo que será necesario que sus miembros los admitan, y esto no dice nada de la cuestión teística, que es otro gran escollo para la liberación humana.

Es fácil advertirlo.

martes, 26 de junio de 2018

¿Cuál es el verdadero significado de la palabra “legitimidadˮ?

Antes, en uno de los primeros posteos de este blogspot, dije que la legitimidad es la ley íntima, es decir, la ley que la gente, en su fuero íntimo, toma por buena, pero esa es una definición cuestionable. En aquel entonces supuse que el morfema “itimidadˮ remitía a la intimidad, pero ahora lo dudo. Es más probable que se refiera a lo verdadero, que en griego antiguo se decía “étumonˮ.

Anexo del 22 de febrero de 2021

 En las Etimologías de Chile dice que "legitimus" se compone de "legis", que remite a la "ley", "itus", un sufijo que indica la recepción de una acción, e "imus", que es una expresión superlativante. Entonces, la palabra "legítimo" querría decir "legisladísimo", lo que no implica que se haya legislado bien a lo que se la aplique.

Tipo de pensamiento y tipo de práctica

Cuando el pensamiento es creyente la práctica tiende a fallar, se experimenta para averiguar y mientras se fracasa, y cuando es sapiente se suele acertar más de lo que se equivoca. El primero es más intuitivo y el segundo más inteligente, pero la intuición puede ser buena tanto como la inteligencia mala.

Sobre la socialización de los medios productivos durante la legalidad capitalista

La ley capitalista, plasmada en las constituciones burguesas, implica que el capitalismo se mantenga durante su vigencia, pero no define del todo al modo de apropiarse los medios productivos. El gobierno electo a votos incide tanto en la propiedad laboral, la de la llamada economía real, como en la financiera, tomada por ficticia, la superior. En la laboral porque si es más proteccionista favorece al crecimiento del empresariado común, que en su cúspide es capitalista, y con él al del asalariaje simple, y si es más trasnacional al del empresariado mayor, que es casi todo capitalista, lo que aumenta la desocupación. La política del gobierno incide en la propiedad financiera porque según se la oriente estimula la transferencia de valores abstractos hacia abajo o hacia arriba, pero siempre en el marco de la ley capitalista, ya que los poderes ejecutivos y legislativos deben obediencia a la constitución, que es sostenida por el ejército, la policía y el poder judicial. De allí que los gobiernos populistas hayan enriquecido desmedidamente a los capitalistas sin empobrecer tanto a sus sujetos sociales como lo hicieran los privatizadores. En tanto que en las naciones predomine la disposición social a la ley capitalista la socialización de los medios de producción deberá sometérsele. Para una socialización mayor se debe cambiar la ley suprema, lo que requiere que el interés mayoritario se oriente en ese sentido, que el proletariado exija concientemente que el socialismo se plasme en la ley y que los partidos pro-socialistas lo impongan en el parlamento. Entonces, hasta que no haya esa predisposición, debe primar la socialización entre leve e intermedia, porque una mayor no se puede concretar, ya que la concreción no puede ser operada sólo desde arriba, porque debiera ser hecha por los trabajadores, que deben responder a su propio interés y a su conciencia, pero además porque el ejército y la policía la impedirían en alianza con los grandes empresarios y la aristocracia judicial. No obstante, hay autonomía partidaria, por lo que el accionar de los partidos progresistas puede acelerar los tiempos de la base, o mismo hacer fracasar la evolución, cosa que beneficia al conservadurismo y al retroceso. Es por eso que el progresismo fidente debe admitir el problema del capitalismo, para cuya asunción debe reconocer el cuestionamiento a la fe y al credo. Si no, se llevará por pareceres mal orientados, de lo que su éxito se tornará azaroso, y ya de por sí será acechado por el capital mayor. La asunción social del cuestionamiento al fideísmo beneficiaría al socialismo porque facilitaría el esclarecimiento de la conciencia de los individuos.

El fideísmo pietista del proletariado es un factor procapitalista, y eleva al superior, que en parte es autónomo, por lo que su atención será prioritaria.

sábado, 23 de junio de 2018

De la dimisión de Daniel Ortega a la presidencia nicaragüense

Habida cuenta de las más de 200 muertes ocasionadas por la represión del gobierno orteguista a las manifestaciones contra el ajuste el presidente debiera llamar a elecciones. Esto es así. Lo que está mal del pedido de renuncia es que no es parejo, ya que hay muchos presidentes a los que se puede responsabilizar por números semejantes, y hasta mucho mayores, de humanos muertos, y sin embargo no se exige su deposición. Entre ellos figuran todos los presidentes de las potencias imperiales, como Trump, May, Merkel y Macron, o mismo Putin, inmiscuidos en la guerra en Medio Oriente, o mismo en la crisis de la economía africana, que tantos muertos y refugiados tiene, y la acusación es muy ampliable. A Xi Jinping o Kim Jong-un se les debe poder achacar algo semejante. Con otros argumentos, como el del fraude impugnativo, o el del engaño proselitista, por citar a unos pocos de los que podrían sostenerse, cabría reclamar la deposición de Temer y de Macri. A fin de cuentas muchos de los presidentes, sino todos, cometieron faltas que justificarían que se los separe de sus cargos, por lo que el tema tiene que ser abordado mediante la comparación histórica, y sin omitir las maldades de la base social, para poner en perspectiva a las de la superestructura. En el caso nicaragüense hay una reclamo social importante por la convocatoria a elecciones, que incita a que se las realice. El tema es importante para la izquierda porque ésta debe entender que cabe que se la deponga cuando falla mucho, pero a mí me falta conocimiento para concluir bien el tema de Nicaragua.

lunes, 4 de junio de 2018

Del pago de sobornos al kirchnerismo

Por las declaraciones del caso Odebrecht se sabe que la empresa le pagó al gobierno kirchnerista como 35 millones de dólares en coimas. En verdad, esos 35 millones habrán sido repartidos entre algunos de los gobernantes y funcionarios, nacionales, provinciales y municipales, del período en que el kirchnerismo gobernó a este país, en especial a los del Ministerio de Planificación Federal, personal que fuera no sólo del Frente para la Victoria, sino también del PRO, la UCR y los demás partidos ganadores de cargos ejecutivos. El pago de coimas en la obra financiada por el gobierno estatal es un delito que es sabido se comete en los países desde hace tiempo, no sé exactamente cuánto, pero ya debía haber algo así en la Roma antigua. Entonces, que llame la atención éste, da qué dudar. Cabe exigir que se reconozca, por un lado, la aceptación de los sobornos de los gobiernos estatales, pero por otro a los autores de los pagos. Sin el enjuiciamiento de ambos no se puede entender bien el tema, y por ende poner en perspectiva a los del gobierno argentino previo. Las empresas privadas asociadas a las obras de infraestructura gubernamental, la llamada patria contratista, pagaron sobornos para obtener los contratos con los gobiernos desde la última dictadura por lo menos, lo que ya debía venir de mucho antes acá, cuestión que se replicó durante el alfonsinismo y el menemismo, por lo que no es raro que en el kirchnerismo se haya repetido y que se repita ahora en el macrismo, así como no lo será que sea en los mandatos próximos. Por eso es que estos asuntos fueron incorregibles, suscitaron una negativa absoluta de las autoridades, algunas de las cuales cobraron mal. La obra pública hace al mal desarrollo, porque al basarse en la coima el plan se ejecuta sin ningún tipo de consenso social. La falta de atención a los reclamos comunes indica la posibilidad de que haya la compra de favor político. Por eso es que una nueva ley debiera incluir algún mecanismo de participación social que la impida. La reforma constitucional podría contener, entre las formas socializantes del gobierno, la cogestión de la obra pública, aunque eso espantara inversores, porque los que huyeran de aquélla no serían buenos, pero para que se la aceptara los habitantes de las naciones tendrían que permitir que las obras tardaran más tiempo en concretarse, lo que en verdad no es tanto problema y terminó pasando muchas veces. No es necesario empezar por la socialización económica para después seguir con la gubernativa, sino que ambas pueden ir juntas, pero con prioridad de la primera. La socialización debe ser conjunta pero con prioridad de la base sobre la meso y la superestructura.

El yo negado en la enunciación

La mala recusación al egoísmo causó que a la gente se le prohibiese adoptar a su propio yo como lugar enunciativo, lo que la condujo a presentarse con tipologías (como Maradona cuando, para nombrarse a sí mismo, dijo su nombre -en vez de decir "yo hice tal cosa", dijo "Maradona hizo tal cosa"-), o a expresarse adjudicándole al interlocutor las acciones que le ocurrieron al narrador (como cuando se dice "vas al cine y te estafan", para referirse que a quien habla se le hizo cara la entrada, siendo que quien oye la frase capaz que ni va al cine: la frase correcta sería la de "fui al cine y me estafaron"). Es necesario, para hacer justicia, legitimar que cada quien pueda expresarse usando al yo como posición enunciativa, si corresponde, cosa que debe hacerse de buen modo. El nosotros y el ellos no perderían por esto. Uno de los objetivos del socialismo científico debe ser el de certificar la gramática necesaria para la subsistencia. La poética más libre es secundaria a ésta, porque para jugar liviano hay que vivir. En la subsistencia se juega, porque cada actividad implica conjugar cosas, pero es un juego menos grato porque su margen de error es menor, dado que su éxito es necesario para vivir y su fracaso peligroso, aparte de porque el trabajo está mal organizado. En una sociedad bien ordenada, el ludismo más libre se integraría bien a las tareas básicas.

Marx bufón

La foto más famosa de Marx, la publicada en El Capital de FCE, es una en la que imitó a Napoleón, porque puso su mano en el saco tal como hacía Napoleón, es decir, que Marx actuó de Napoleón para burlarlo, una expresión artística de comedia. No intentó asesinarlo, sino que lo burló. Esto da cuenta del carácter artístico de la obra de Marx, palpable en los trazos literarios de su discernimiento, que acaso confundieron para mal a la conciencia de sus seguidores, como la idea de que la historia humana primero es tragedia y después comedia, lo que es una lógica inadecuada a su objeto, porque la historia no es una obra de teatro: pensarla así es suponer que la historia es teatral, en vez que el teatro histórico. Traspasó la determinación téica que postulara Hegel a este arte, una profanación del determinismo, porque el arte burlesco no es de sacralidad alta, pero no estuvo exento de fetichismo.

sábado, 2 de junio de 2018

La oligarquía merece un juicio justo

Como la oligarquía participó del engrandecimiento humano, para el cual hizo algún aporte, en particular porque al haberse sofisticado detentó un saber que permitió el desarrollo de las fuerzas productivas, debe ser bien juzgada: es más, que sea bien juzgada es necesario para superar los problemas aparejados por sus faltas. Con su buen enjuiciamiento se la podrá superar bien.

Fidencia y prejuicio

Los prejuicios son los juicios primerizos, las primeras ideas que nos hacemos de algo y que no siempre están equivocadas. En sí mismo, prejuzgar no es malo. Lo malo es cuando los prejuicios están equivocados, más aún si no lo reconocemos, en lo que la fidencia tiene algo que ver, porque la costumbre de creer para evaluar habilita a tomar por verdaderas a ideas que no sabemos que lo sean. Entonces, por medio de la creencia, se puede convalidar prejuicios equivocados, con las malas consecuencias que eso tiene a futuro.

viernes, 1 de junio de 2018

La política no es privativa de la humanidad

La política, entendida como la práctica para ordenar la vida entre muchos seres de la misma especie, no se da sólo en la humanidad, sino que en las otras especies muy gregarias también sucede, como en las hormigas o las abejas, que se comunican para pautar su existencia asociada en colectivos grandes. Los hormigueros y las colmenas son las polis de estos insectos, y asimismo sucede con otros géneros vivientes, como algunos peces.