Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

viernes, 13 de enero de 2023

¿Es bueno ser adepto a Nietzsche, que fue esclavista?

 La izquierda es algo nietzscheana, y Nietzsche fue esclavista, al promover el derroche de la nobleza germana, que se apropió de muchos bienes porque hizo un derroche muy alto, algunos de los cuales fueron producidos en sus colonias, y en las del resto de Europa, en que se esclavizó a trabajadores: les tuvieron al azote y a los tiros, y a terceros en la servidumbre de la hacienda y las instituciones y la construcción, entre otros rubros, como el servicio sacerdotal. La izquierda debe ser antiesclavista, así que tiene que resolver bien su nietzscheanismo, así como su postura respecto al salariazgo, que es imperfecta porque los errores de la izquierda llevan a contrataciones salariales equivocadas, que tienen mérito parcial y fueron muy nocivas.

 La crítica del goce, a la que Nietzsche trató como ciencia gaya, para ser buena, tiene que ser emancipatoria, porque la emancipación social es necesaria para el buen goce humano, que depende de toda la apropiación de la especie. El esclavismo es contrario al buen goce porque esclaviza hombres, del sexo y el género que sean, de lo que impide el goce entre los esclavos y sus semejantes, o sea, que es de mal gayismo, pero no es lo único que lo impide: sólo en un sentido lúdico, y muy particular, se lo puede aceptar bien. La producción es decisoria por sus consecuencias para el goce humano, por lo que se la debe ordenar muy bien, para lo cual es precisa una concepción justa de la historia, es decir, una teología verdadera, concluida por la especie entera, porque es toda la especie la que produce, y produce según lo que cree, combinado a la estructura de poder y a otros factores. Mientras que no la haya, habrá injusticias evitables que apenarán a la humanidad.

19/3/24. En verdad, más que esclavista, para América este Nietzsche fue partidario del salariazgo, un sistema parecido a la esclavitud pero no del todo igual, sino también a resabios de la encomienda y el yanaconazgo, y habría que ver cómo fue el colonialismo del que se benefició mal la aristocracia europea halagada por él en África, Asia y Oceanía. En todo caso, el derroche aristocrático que celebró se basó en la explotación de los más pobres.

El automovilismo es antichusma

 No del todo, sino que al chusmerío lo sujeta a las obras necesarias para fabricar automóviles y para venderlos, usarlos, descartarlos y reciclarlos, lo que se hace en parte: otra queda tirada por ahí, donde mata lo que mata. Además, aporta al calentamiento global y mata y hiere a muchos hombres, más o menos que el tabaco, por los accidentes, que a los sobrevivientes les dejan secuelas que a veces duran mucho, y duelos vitalicios, coexistentes con las tareas de denuncia del accidente, inspección policial, pocas veces con relevo periodístico, reparación de autos, limpieza de roturas y carga y depósito de restos inservibles. Entonces, tanto automovilismo no debe haber. También es un motivo pesado de charla, por lo que impide tematizar otras cuestiones.

El chusmerío es dirigente. La palabra griega "keleuo", de la que viene "chusma", remite al mando, orden, empuje, excite y puesta en movimiento. Comparte con la de "calar" una forma parecida y algunos significados.

Cf. "calar" y "chusma" en el DECEL, ob. cit.

lunes, 2 de enero de 2023

Del pluralismo liberal y su dictadura

 El liberalismo acusa al comunismo de gobierno unipartidario de dictatorial, no sin alguna buena razón, pero no admite su propia dictadura, ni en el sentido del dictado, ni en el gubernamental, ni en el presidencial. En el primero, dicta lo que dicta, no siempre mal, en lo que conlleva las faltas de suponer que la dictadura es necesariamente mala y la de ignorar la propia. En el segundo, hay un dictado constitucional, que en los países liberales es plural, pero de un pluralismo que, si bien permite participar al socialismo en el gobierno, lo hace de forma prohibitiva, relegando la socialización extensa de la gran propiedad privada a una reforma constitucional. Es un pluralismo restringido, que se reconoce poco como tal pero que se presenta a sí mismo como bueno sin admitir su maldad. En el tercero, hay un dictado presidencial republicano y con cambios regulares, pero que fue suplantado por dictaduras militares cuando el reformismo progresista creció medianamente y cuando el socialismo se acercó a concretar la revolución, perpetrando grandes masacres algunas veces, mucho mayores que las guerrilleras.

 A veces los liberales acusaron de dictadores a presidentes que fueron y van a elecciones abiertas reprobadas por ellos, en las que se negaron o niegan a participar, sin haber demostrado bien los fraudes que señalaron, pero tampoco del todo carentes de razones válidas. Acusan dictaduras uni y polipartidarias sin admitir que la suya también lo es.

 Para que una dictadura, en el sentido del dictado social, sea buena, la concepción del mundo de la sociedad tiene que ser muy verdadera. Luego, está el problema del gobierno republicano, de representación muy excluyente, para resolver bien el cual el pueblo debe ser conciente del asunto y saber cómo tratarlo. Mientras tanto, es inevitable la vía del gobierno cerrado, que es más o menos estrecho según quiénes lo ocupen y su contexto.

 Una dictadura, en sí, es un régimen en que hay quienes escriben lo que otros dicen. El concepto resume al decir y al escribir.

Producir como hacer un bien

 El núcleo semántico "ducir", de "producir", no se refiere al decir sino al acto, porque producir es crear un bien. El prefijo "pro" remite tanto al bien como al futuro, lo de adelante y el favor, y hay abuso terminológico.