Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

jueves, 28 de julio de 2022

Tan claro como el sol de la mañana...

 Gjgljf jfkkkkk jhvcj,l   bhl,, 

 Lo más importante está en la tercera frase (Que es la que dice que lo más importante es lo que está en la tercera frase). La primera frase es la del título, la segunda es el contenido del argumento, y la tercera es esta misma (aunque, teniendo más de una oración, capaz que es la tercera, la cuarta, la quinta y la sexta). Si quieren les escribo más largo (séptima y octava frases), pero mientras tanto se nos empobrece la prole (¿novena frase?).

***

 Me fui hasta el almacén a comprar un encendedor y cuando volví me acordé de que no tengo yerba. No voy a volver ahora. Así que, café obligado (no tengo té porque no consigo en hebras).

*** 

También me contraté al cordobés de Olmedo. Le pago en activos dolarizados del Contado con Liqui, os cór (of course). Los de Wall Street. El del Mercado Electrónico de Pago, llamado "dólar MEC", es de la bolsa de Buenos Aires, y tampoco son dólares lo que se transan (perdón), sino títulos en dólares. El único mercado extraoficial de billetes es el del "dólar blue", que capaz que le dicen así porque empezó cuando perdió el macrismo y es más caro que el oficial. No debe ser por el azul, sino por lo triste, pero no lo sé. Si es por lo triste, hay gente que cree que el dólar la alegra bien, por lo que se arrepentirán, pero un poco para eso sirve, por la necesidad para vivir.

martes, 26 de julio de 2022

Inscripciones con pelusa

A propósito de "Imágenes, palimpsestos y figuración", de Margarita Martínez, publicado por Academia.edu en Oxford y en 2019. 

 El simulacro tiene mala fama, como de engaño, estafa o trampa, pero no siempre es para mal. Entonces, hay que criticarlo en concreto, para hacerle bien la justicia. Como ejemplo está el Krosty de Homero Simpson, cuando fue a su escuela de payasos y fingió ser Krosty. En el caso de la edición digital de texto en papel, hay un cambio de soporte, no una pulverización, pero la tecnología nueva requiere de más insumos y más trabajo, por su grado de sofisticación, y por ende contamina mucho más y nos priva de la socialidad que no podemos tener por estar trabajando en tareas tan complejas, lo que antes también pasaba por distintos motivos, cuestión que no quita la necesidad de reordenar bien el tema. Por otro lado, no habríamos accedido a muchos textos si no se les hubiera copiado, aunque a veces hubiera sido mejor, por la saturación discursiva en curso. El libro no está en crisis, o por lo menos en una grave. Si es verdad lo que escuché de una de mis hermanas, la industria editorial del libro es más grande que nunca. Las computadoras pesan, y la luz que emanan requiere de un ensamblaje de piezas plásticas y metálicas, así como de baterías de litio (que cuando se gasten van a contaminar el suelo y el agua) y electricidad (cuya fabricación también contamina y explota), a lo que se suma la "toxicidad" de los escritos opresivos, que nos ponen nerviosos y enojan. En el sentido extractivo, la complementación entre libros y computadoras combina el corte de árboles con la minería de gran escala (léase la etimología de "libro" en el DECEL). El volumen textual en prensa digital siempre será finito, aunque se lo pueda ampliar, pero también es excesivo en términos eco y eudemonológicos, y el enciclopedismo es actual, sea en soporte de papel o computadorizado. No digo "excesivo" en el sentido liberador de Bataille, el de exceder límites ingratos, sino en el de la exageración productiva que nos amarga la vida porque nos impide concretar buenos deseos. Intelectuales somos todos quienes pensamos, pero no todos se especializan mucho en eso. Lo de la espera es bueno pero no debe opacar la necesidad de intervenir, a veces, con urgencia, porque las decisiones políticas se toman a diario y, si se las deja pasar, pueden perjudicarnos, más que si se les responde a tiempo. El espacio público tiene de todo, barbaridades, celebraciones y consuelos. Es duro pero reformable, aunque la lucha tendrá las decepciones a las que estamos acostumbrados, sobre todo en esta época de crisis tan áspera, en que las ilusiones del estado de bienestar despiertan poco entusiasmo, por la ya consabida falsedad de su modelo, que no obstante puede permitir buscar una salida plena, aunque con sus baches, en términos no tan hirientes como los del liberalismo ortodoxo. Lo del panoptismo del mundo virtual no es absoluto. Ya en las cárceles los guardias se pudrieron y quedaron dormitando, u otras cosas de esas que le dieron lugar a las reyertas presidiarias. Las cárceles, a veces, son un quilombo hasta peor que el de afuera, aún con panópticos, cerrojos, videovigilancia, custodios entrenados y armas de ingeniería industrial. En el mundo de la internet, es tanto lo que se publica, que cada quien que lo usa lee casi nada del total, pero, aún así, hay una vigilancia social, que tampoco es del todo mala. El uso de la tecnología por parte de intelectuales muy expertos ya existía desde antes de la internet: la escritura y la prensa en papel son tecnologías, y eran de las más refinadas cuando surgieron, así como hoy siguen en auge, aunque no de forma exclusiva dentro del universo de la retórica gráfica, y los grandes intelectuales forjaron su imagen pública con sus intervenciones, pero sin usar computadoras hasta hace unas décadas. Ahora publican como las estudiantes pero gozan de más prestigio y llegada, porque tienen más fama y años de estudiar y criticar, lo que en muchos casos no redunda en opiniones sensatas. La instantaneidad es un problema, que antes se daba en opiniones rápidas, que eran verbalizadas ante poca gente o silenciadas, pero hoy pocos leen las posteadas por la gente poco conocida, así que no cambió tanto la cosa, salvo en la profusión de aparatos electrónicos y en su uso a veces compulsivo y otras zarpado aunque calmo. La verticalidad no se desfigura tanto: para escribir, salvo rudimentos, hay que haber ido a la escuela, aunque no se llegue a la universidad, y, si bien hoy la posibilidad de publicar escritos se amplía, la cantidad de veces que se los lee depende, en parte, de la promoción institucional. La imprenta causó una revolución que no terminó con la jerarquía mal verticalizada, pero fue bueno que ocurriera. Un problema es que no se habla tanto, porque se comunica por escrito más que antes. Algunas de estas publicaciones digitales son privadas, acotadas a grupos pequeños. Otro es el costo de los aparatos y el de su uso, que en países como Argentina implican déficits comerciales que amplían las deudas públicas y privadas, o merman poder adquisitivo para comprar en rubros más amigables, por lo que perjudican a la economía popular. Escritores somos todos quienes escribimos, pero, que seamos buenos o no, es otro tema. La cuestión de la memoria y de la distracción por la recurrencia constante de mensajes nuevos es grave y habrá que resolverla. También pasa que recordamos cosas creyendo que fueron de tal modo y que resulta que no fueron tan así, y encima, cuando nos informamos para dilucidarlas, los datos que leemos tampoco son del todo ciertos, y por eso tanto hartazgo con el periodismo, o tanta búsqueda de castigar a la ligera, y votos enervantes. La pérdida de espacio de los grandes intelectuales es relativa: ya Carlos Marx escribió su mayor obra en manuscrito y en una especie de exilio, y eso no impidió que se la conociera después, ni el ruido que hizo hasta ahora. Habría que ver cómo fue la escritura de los otros grandes pensadores, de lo que sé poco, quienes no fueron personajes, salvo quizás en privado, y poco en público, sino que opinaron más en serio, y sus ideas todavía están en debate, mientras que las frívolas son poco recordadas, porque se les vence pronto su tiempo de interés. La imagen importa, o sea, que hay que cuidarla bien, lo que no suelen hacer quienes la usan para obtener malos beneficios, que perjudican a nuestros semejantes, aunque es verdad que se les da más cabida inmediata y que eso se reproduce mes a mes. De todas formas, ganar la competencia por la imagen no es tan importante como disfrutar bien de la vida (y es mejor empatarla bien), lo que no se da tanto cuando se es muy supérfluo. El papel también emite luz, la que refracta de sus fuentes externas, pero son luces distintas y tienen consecuencias distintas para la salud. Cada quien que escribe es autor de lo que escribe y tiene estilo, aunque sea malo. El pastiche no es siempre fatuo, ni lo fatuo carece de toda gracia. Hay pastiches espléndidos, como los collages de Hanna Hoch, y las grabaciones digitales hacen alguna preservación, en tanto que no se las borre o deterioren. Su destructividad no es absoluta, como perduran los escritos de los libros, a los que no habríamos leído si no se les hubiera impreso, pero es verdad que se puede leer de sobra, y que eso no hace bien. 

La celiaquía como panza enferma

 Cuando Areteo de Capadocia recibió a padecientes de enfermedades abdominales, entre el siglo I y II d.C., las calificó como relativas al vientre. Por eso el término empieza con "celia-", un núcleo semántico derivado del vocablo griego "koilia", que quiere decir panza, barriga, estómago, intestino, vientre y abdomen. Al sufijo "-quía" le correspondería el significado de "enfermedad", como si fuera una reformulación del de "-patía", aunque a esto haya que investigarlo, porque, si no, la palabra queda incompleta, cosa que puede suceder porque no siempre se las define bien. Puede que el término omita referirse a la insalubridad, al darla por supuesta. Si tomamos al nombre "celiaquía" como "enfermedad de la panza", hay varios tipos, no todos los cuales se vinculan a la incapacidad para digerir bien el gluten. Entonces, habría que distinguir entre sus distintos tipos, siendo el del gluten uno disglutémico, dentro del cual habría dos subgrupos, uno sin perturbación del sistema inmunitario y otro con ella (quizás el primero preceda al segundo, al menos a veces), y, dentro de este último, hay otros subgrupos según el daño que el mal funcionamiento inmunitario le haga al cuerpo, con diferentes secuelas en las relaciones humanas para cada cual.

 Si el sufijo "-quía" no designa a la patología, sino a la relación, como el castellano de "-aco", la palabra está mal definida, porque todos los seres de vientre nos relacionamos con él, sin importar si le estamos sanos o no. Quizás también haya que precisar el significado de "koilia", porque no es lo mismo la panza que la barriga, ni ambas que el estómago, ni los tres que el intestino, ni los cuatro que el vientre, ni los cinco que el abdomen. Todos tienen en común que remiten a la cavidad que está entre los pulmones y la pelvis, aunque de modos diferentes, y "koilos", del que deriva "koilia", significa "hueco" y "hendidura".

Cf. "celíaco" en DECEL, "celiaquía" en Wikipedia, obs. cit., y "koilia" en el Diccionario Manual Griego clásico - Español de José M. Pabón S. de Urbina, Barcelona, Vox, 2007, vigésima edición.


Anexos

1. Acabo de leer que hace tiempo dije que el daño inmunitario de la disglutemia, comúnmente llamada "celiaquía" e "intolerancia al gluten", se da porque los glóbulos blancos atacan al propio cuerpo, pero lo que pasa es que los anticuerpos, producidos en exceso a consecuencia de la mala digestión del gluten, le golpean. Si pasa algo por los glóbulos blancos no lo sé.

2. 15/7/23. En "manía" el sufijo "ía" se puede referir a lo enfermo, si es que el vocablo no es inexacto, y entonces en "celiaquía" puede pasar igual. La palabra "manía" se usa para nombrar a las enfermedades mentales y la raíz "man" remite a la mente.

3. 2 al 7 de septiembre de 2023 - Los helenos pensaron en filamentos con la palabra koléos, como lo son los cilios intestinales -"cilio" viene del latín "cilium" (cf. DECEL)-, que con la celiaquía se mueren, así que hay una relación significante, de parecido idiomático, entre la celiaquía como enfermedad intestinal y su significado de muerte ciliar. A la celiaquía la identificaron como mal abdominal, y tal vez como lesión del intestino interno, que causa desnutrición porque al morirse esa flora se absorven menos nutrientes a la sangre, lo que implica a veces sobreingesta con desnutrición y gordura, y la culpa asociada a la gula, muy tenida como dependiente de decisión individual bien librada, como si el pecado comensal dependiera sólo de sí, sin ser social, y como si social e individualmente se fuera bien concientizado, en tanto que la práctica individual es coercionada, desde una ley muy virtuosa que ordena al modelo alimentario y que no alertó bien de esta enfermedad conocida desde después de la segunda guerra mundial, hace como tres cuartos de siglo, y todavía la gente que digiere mal al gluten y no lo sabe es la gran mayoría, porque su intolerancia es poco reconocida, aunque las empresas del rubro son concientes del asunto, vendiendo así productos que saben que va a enfermar a un porcentaje de la población estimado en por el 9%. No es la única epidemia que hay: son muchas y combinadas, como las de las heridas de guerra, los accidentes de tránsito y los de trabajo.

 Si la celiaquía fue nombrada así por la muerte ciliar, su predicado, el de "-aquía", debiera designar a la muerte, la enfermedad habría sido descrita como ausencia ciliar, pero no se sabe si los médicos griegos revisaron intestinos de celíacos muertos para ver si los filamentos no estaban en sus cádáveres.

 Las raíces griegas de "celiaquía" y de "cilio" remiten a huecos, hendiduras, coberturas, estuches y vainas, pero las vainas, que son huecas y cubren semillas, tienen forma de filamento. Puede haber pasado que en la antigua Grecia se identificara a este mal como enfermedad abdominal y luego se la definiera por la falta de cilios intestinales, pero hay que averiguarlo.

4. 29/11/23 - Quizás la enfermedad por alergia al gluten deba ser nombrada como "perglutemia", si el prefijo "per" designa bien al mal.

Cada bolsa es única e irrepetible

 Con la producción en serie hubo el debate sobre la pérdida de la originalidad de las obras, que, en verdad, ya pudo darse desde el principio de la agricultura, y desde antes, cuando lo que era silvestre se empezó a cultivar a voluntad, en espacios delimitados por la razón, de lo que surgieron figuraciones sobre la rectitud, el régimen y el reinado, inspiradas en los trazos lineales de la siembra, el surco para el agua y la tenencia de la tierra, en combinación con malas ideas que legitimaran las desigualdades y tiranías, o mismo los cálculos respecto a los terrenos, con mediciones de áreas resguardadas por ejércitos. La geometría y las matemáticas se desarrollaron, entre otras cosas, para cultivar tierra arada y contar sus frutos, como los granos de la cosecha, que se manejaron de a miles. Es verdad que manipular la vida de los vegetales pierde el encanto de lo salvaje, pero también nos permite alimentarnos. El problema con eso es otro, el de que, a pesar de mejorar nuestras condiciones de vida, nuestra vida es a veces triste por causas absurdas, pero eso no es culpa de la agricultura misma, sino del modo en que nos concebimos y en que ordenamos nuestros vínculos. Si fuera por despreciar las copias, tendríamos que despreciar a las gallinas de criadero, a las que podemos querer aunque las tengamos encerradas y planiemos comerlas, lo mismo que si nos despierta ternura una lechuga en la heladera, que está viva aunque desenraizada, y no sentiríamos ningún aprecio por los maíces transgénicos, como tampoco nos debiéramos compadecer jamás de los ejecutivos, cosa que no nos sale siempre, por ejemplo, cuando les descubrimos en pena. Es verdad que los originales nos suscitan una admiración inigualable, y con razón, que no se la atribuimos a sus copias, pero eso no se da siempre, y, cuando accedemos por primera vez a las copias, sin saber que lo son, nuestro encuentro con ellas es sorprendente, como cuando escuchamos canciones trilladas a las que no conocíamos, que están "quemadas" para quienes ya las oyeron pero son nuevas para nosotros. En algunos casos, pocos, las copias son mejores que el original. Hay cantantes, como Mercedes Sosa, o Luis Miguel, que no escribieron las canciones que cantaron, pero aún así sus obras son originales, por todo lo que originaron, más allá de lo que se les pueda reprochar. Se puede regrabar una canción al por mayor, pero cada grabación suya, si bien es igual a las otras, no es la misma que cada cual de ellas. Tienen distintas historias, pero tampoco eso las justifica de por sí, de igual modo que debiéramos medir bien nuestra ingesta. La saga de Chespirito no sería amable sin sus clichés, y cada cual puede entretenernos, aunque sea el mismo de antes, o hayamos visto varias veces el mismo capítulo. Cuando nos hartamos los dejamos, y después los vimos de nuevo, incluso aunque supiéramos cómo terminan.

 Con la estadística pasa igual, que detrás de los números fríos están nuestras historias, pero igual se merece algún repudio, sobre todo cuando nos va mal por ella.

martes, 19 de julio de 2022

La teoría, espontánea y voluntaria

 La teoría no es siempre una práctica, porque para ser una práctica tiene que haber sido a propósito, es decir, que se tiene que haber decidido pensar adrede, y no todo pensar surgió de una planificación previa para hacerlo, ya que, antes de que existieran los cerebros, no hubo pensamiento, o por lo menos no lo hubo antes de que hubiera algún órgano pensante, si es que las plantas pensaran. Antes de iniciarse la vida, no hubo pensamiento alguno, o sea, que el primer pensamiento fue espontáneo, y puede haberlo sido por mucho tiempo antes de que se decidiera pensar a propósito, pero no tanto porque para vivir hay que pensar en cómo hacerlo, tomar decisiones a partir de la experiencia, en que se siente la realidad, que es pensada en la médula mayor.

jueves, 14 de julio de 2022

¿Cuándo empezó la humanidad?

 Hay una datación firme que la postula desde hace como 200 mil años y entre los lagos del oriente central africano, rebatida por unos restos óseos encontrados en Jebel Irhoud, Marruecos, que tampoco son una prueba del todo segura por las imprecisiones de la investigación, así como se insinúa que sus antecesores no eran sapientes (hay un problema serio con los nombres), pero a la vez se señalan homínidos desde hace como 4 millones de años, que salieron de África y poblaron Eurasia antes de extinguirse, si es que esta teoría es correcta, luego de lo cual hubo otra ola migratoria de África a Eurasia, cuyo comienzo se fecha hace entre 150 y 100 mil años, que luego llegó a Oceanía, América y los polos, el del norte antes que el del sur, para arribar al cual hicieron falta barcos medianos, sino grandes. Se data el inicio de la fabricación de instrumentos en hace como 2,59 millones de años, por lo que antes hubo un período homínido de cerca de 1,41 millones, como el 35% de la historia reconocida como homínida. El inicio de la fabricación de lascas no basta para ser considerado plenamente humano, ya que el consenso científico predominante ubica al hombre moderno en hace alrededor de 200 mil años, siendo que se las fabricó desde antes. Se medía al menos desde la existencia de las manos, extremidades necesarias para medir y presentes en la idea de la manera. La medida, no obstante, puede referirse al medio, algo manual porque se mide en pulgadas. Sin embargo, los roedores también miden sus prácticas, con lo que aprenden, como así peces, anfibios y vegetales de savia. Si el encendido intencional de fuego no marca el inicio de la especie humana, lo hizo la fabricación de filos, la cual chispeó mucho, es decir, que permitió tirar chispas en hojas secas, pero el fuego también se prende frotándolas con palos: la humanidad tendría una edad de palo, anterior a la de piedra, caracterizada por la técnica de encendido a fricción. También el chispeo es previo a la fabricación de filos. La figuración que se hace en Wikipedia de una australopiteco afarense la muestra con poco pelo en la cara, el pecho y el frente de las piernas, y define a la especie como extinta, como si los humanos actuales no hubiésemos evolucionado desde homínidos sudafricanos grandes, esto es, que hay que ver si se extinguió o si nosotros no somos sus continuadores actuales. Entonces, falta saber si hacía fuego, porque, si lo hacía, dió con un rasgo que nos diferencia de orangutanes, y que quema el pelo. Si el australopiteco hubiera hecho fuego, ¿sería justo calificarlo como no humano? Sabemos que definimos a la humanidad mediante la igualdad con nosotros mismos, pero no qué define a esa igualdad. No es la cascadura de piedras, porque hubo antepasados del hombre tomado como moderno a los que no se considera como tales, aunque midieran tanto como para fabricar arcos flechados y lanzas, con que se proveyeran de bienes que antecedieron a nuestra crianza, como así lo hicieron los monos y roedores que gestaron a ancestros nuestros. Para esclarecer el asunto hace falta descubrir el significado original de la raíz "homos", al que se hipotetiza no como humo sino como tierra, aunque la tierra negra es carbónica. 

 Si la humanidad empezara con la ignición del fuego, no sería un inicio absoluto, porque devendría de un pasado, sin el cual no hubiera llegado a ser, y lo mismo si tiene otro comienzo. Si lo que nos definiera como especie es la tierra, muchas otras, a las que no llamamos humanas, lo serían, así que no cierra bien esa raíz. Puede que la raíz original sea falsa, pero en ese caso habría que arreglarla.

 Hay algunos estudios sobre los restos óseos de homínidos que postulan que, entre sus distintos tipos, no había la posibilidad de fecundarse, por lo que se trataría de especies diferentes, pero, como sus fechas de existencia son muy distantes entre sí, no es seguro que se trate de especies distintas, sino que puede que sean de una misma especie en tiempos evolutivos muy alejados, por lo que sus miembros habrían adquirido características que les diferencian sin dejar de pertenecer al mismo género biológico. Es una hipótesis, o sea, que puede no ser cierta, pero alguna filogenicidad entre los grupos analizados ya fue descubierta. Si el mal llamado "homo sapiens" (que no fue el único sapiente) no proviniera del mal llamado "erectus" (que tampoco fue el único erguido), ni éste del "habilis" (que no fue el único hábil), ni el "habilis" del autralopiteco (que tampoco fue un mono cualquiera, sino un primate grande y carente de pelo frontal), ¿cómo se explica la aparición de cada cual? Es imposible que cada cual surgiera de la nada, o sea, que tienen que haberse dado a partir de la evolución de especímenes previos. El llamado "homo ergaster" tampoco fue el único en obrar.

 Los restos humanos encontrados hasta ahora fueron principalmente africanos, de 4 a 2 millones de años de antigüedad en forma exclusiva. No se hallaron fósiles en Eurasia enmarcables dentro de ese período, salvo que haya excepciones, pero sí de después, en Europa, China y Siberia antes que los recientes, de hasta como 315 mil años, también en ese continente de tres partes, compuesto por África, Asia y Europa, antes que en Oceanía y América. Hubo dos migraciones salidas de África para Eurasia, la segunda de las cuales habría barrido a los grupos homínidos distintos del nuestro, si es que no se les mestizara, y traspasado el continente tripartito. La primera tiene como 2 millones de años, mientras que la segunda como 125 mil.


Período y lugar de los hombres estudiados (en años):

- Australopiteco, sur y este de África, 4 a 1,4 millones.

- H. habilis, sur y este de África, 2,3 a entre 1,65 y 1,44 millones.

- H. ergaster, Kenia, 1,9 a 1,4 millones.

- H. erectus, Java y China, 1,9 millones a 117 mil. El de Java debe haber llegado hasta ahí usando barcazas.

- H. georgicus, Georgia, 1,7 millones.

- H. denisovano, Siberia, 1 millón.

- H. antecessor, España, Inglaterra e Italia, 800 mil. A éste se le puede haber puesto así por suponerlo como antecesor del hombre europeo, un nombre eurocéntrico, pero en Wikipedia se lo traduce como "explorador", lo que tiene poco sentido porque anteceder no es explorar. Sin embargo, esa traducción fue convalidada por Santiago Segura Munguía, así que hay que ver en qué se funda el nombre de este grupo humano.

H. heidelbergensis, Alemania, 600 a 200 mil.

- H. rhodesiensis, Zambia, 600 a 160 mil.

- Restos de Jebel Irhoud, Marruecos, 315 a 300 mil. Éstos son catalogados como de hombres modernos, pero son anteriores a los datados en la región del Cuerno de África.

- Restos de Florishad, Sudáfrica, 259 mil. 

- H. neanderthalensis, Alemania, 230, o 202, a 42 mil.

- Restos de Kibish, Etiopía, 195 o 140 mil. Éstos deben ser los identificados como pertenecientes a los primeros hombres modernos.

- H. sapiens idaltu, Herto, Etiopía, 158 mil. "Idaltu" significa "anciano", una cualidad que no es privativa de esta especie.

- Restos de Klasier, Sudáfrica, 125 mil.

- Restos de Skhul y Gazfeh, Israel, 100 mil.

- H. floresiensis, Indonesia, 74 a 12 mil. Lugar al que pertenece Java.

- Hombre de Cromagnon, Francia, 42 a 25 mil.

- Hombre de la cueva del ciervo rojo, Longlin, China, 14 mil 500 a 11 mil 500.

 Aunque se reconozcan homínidos de 4 millones de antigüedad, resta precisar si cabe bien clasificarles o no como humanos, una tarea que me supera. Hay definiciones antropológicas que sí lo categorizan, pero el tema está en debate porque no hay consenso suficiente al respecto. 

martes, 12 de julio de 2022

La posmodernidad y los imperios

 ¿Qué es la posmodernidad? Hay un debate sobre si estamos o no en la era posmoderna, para saber lo cual hace falta definir bien qué es la posmodernidad en sí, porque, de ignorárselo, se le pueden dar significados falsos, que mientras que no se los reconozca como tales trabarán la salida de la discusión, y por eso su consecuencia objetiva, que es la de las prácticas que intentan solucionar la crisis histórica de la sociedad humana. La modernidad es una era caracterizada por la medida, pero en las anteriores al Renacimiento también se midió, así que el tema no es tan fácil de sortear. Primero, la que llamamos "modernidad", ya se daba antes, pero de forma como oculta, porque no se le daba tanta atención al método, aunque sí para cuestiones clericales se lo perfeccionara mucho, mientras que persistían la agricultura y la industria, la primera de las cuales llevaba como 7 mil 500 años de urbanismo, y las dos tuvieron medidas primitivas, meso y paleolíticas, así como cálculos previos a la humanidad. Sin embargo, si bien se mide desde hace mucho, con la modernidad florentina del medioevo metalúrgico se le dió a la medida más valor. Hubo un cambio en cómo se tomó a la medida, que eclosionó en la revolución industrial y se recontrapotenció hasta ahora, pero nunca con una que satisfaga los buenos deseos de la especie como que del todo. A partir de los ´60 del siglo pasado, cuando más o menos se fecha el inicio de la posmodernidad, no es que se haya dejado de medir, sino al contrario, se mide más que nunca, y con una sofisticación nunca antes vista, pero con mala dirección, un medir perverso, que hace que el sistema sea tan potente como catastrófico. Si la posmodernidad es una era posterior a la medida, no la vivimos, porque hoy se da una hípermodernidad, en que al plusvalor se lo mide de a trillones, hasta con moneda de internet, ya no sólo en billete, ni en bonos y acciones, ni en transferencias por computadora. Entonces, ¿en qué era vivimos? La modernidad nos decepcionó porque fracasaron sus promesas, era obvio que iban a fallar, porque se les buscó concretar sin la razón requerida para hacerlo bien, creyendo que se la tenía, como hoy la humanidad cree en falso tener una idea del todo bien acabada de la historia, con lo que se manda la producción, que por eso es tan desastrosa. Ya la modernidad no se interrogó del todo bien por la calidad de la medida, proponiéndose como una era de medir, sin admitir que el modo, en sí, no es bueno ni malo, por lo que hay que ver de cuál se trata, y corregirlo si es malo, para lo cual se debe tener una idea cierta sobre el pasado, ya que, si se lo entiende mal, la práctica a futuro pierde. 

 Después de que cayera el imperio romano hubo una época de dominio del clero vaticano por sobre el laicado occidental a Jerusalem, algo que en la Grecia precristiana fuera interrumpido por el auge de la ciencia y las artes concentradas en la academia, un espacio laico, que también fue pagano y de esclavitud, lo que entrada la modernidad laica del siglo XV d.C. se repitió como monoteísmo salarial, una forma mejorada de aquélla pero todavía insuficiente, en tanto que la verdad del universo no se asume como corresponde, lo que es una condición necesaria para que la humanidad se comporte como cabe al buen trato y a la buena decencia. Para honrar la producción y alcanzar la buena dicha, se debe resolver bien el dilema religioso, que es económico porque la economía es religiosa y porque las iglesias son edificaciones habitadas por hombres, como las casas, pero más grandes.

 Hay una serie de características que se le atribuyen a la posmodernidad, como lo fragmentario, que, por ejemplo, fue propia de los manuscritos de Karl Marx, y de muchas obras de arte modernas; otra es la desmesura, en lo que no se diferencia del liberalismo, atroz para algunas cuentas, y una tercera la ebriedad, que existe desde mucho antes, aparte de que estos rasgos no caben por sí mismos dentro de lo ajeno al medir. La explotación es muy quebrantadora, y existió desde antes de la esclavitud, aunque no sabemos mucho de cómo fue, es decir, que se nos complica comparar las explotaciones primitiva y urbana, pero la salvaje también fue dura, y la urbana es reformable. En la era más nómade, anterior al arado, también hubo sentadas, o sea, un civismo, en los recesos de la caza y la recolección migrante, mucho menos tecnificado que éste, sin metalurgia ni arado, y también con mistificaciones mentirosas, con los desaciertos de los brujos, especialistas en el fuego, quienes ya padecieron la división del trabajo tribal, con animismos encantadores pero igual equivocados, lo que les fregó a sus pueblos la libertad para decidir cómo vivir tanto como las tiranías patriarcales y los grandes imperios, en que vivieron algunos de nuestros antepasados, o sea, que sin los imperios no hubiéramos nacido, de lo que les debemos la vida, aunque no nos guste y sean para mal. Sin reconocerlos como antecesores nuestros, no se los puede juzgar bien, y sin juzgarlos bien no se los puede derrocar bien. Por otro lado, derrocarles mal no tendría sentido, porque nos mataría y saldría mal. Con la brujería y el patriarcado se da lo mismo: que sólo se les puede reconstruir bien con una crítica justa, que señale tanto sus males como sus bondades.

El saber como apertura bucal

 El saber se vincula al sabor. Entonces, es bucal. La idea del saber es porque se inspeccionó a los alimentos con el gusto, y no sólo a ellos. Al saborear, la boca se abre y se le meten cosas con gusto, que se recuerda y liga a sus consecuencias no del todo bien. A la vez, el sonido de la ese, que diferencia al fonema del saber con el del abrir, sólo se hace con la boca, ya que los otros orificios humanos no lo copian del todo exacto, y hay más letras distintas entre "saber" y "abrir". La idea que tenemos del saber se inspira en el conocimiento degustante de la realidad, pero se le da una idea mental, como la de la reflexión sobre lo degustado. ¿Será que el cerebro tiene sentido del gusto, como el de la boca? Eso explicaría que se hable de verdad de un saber mental, que, si no, sería un notar no lingual.


Agregado posterior

 Esta nota me suena mal. La dejo publicada por las dudas.

jueves, 7 de julio de 2022

Un botón de muestra...

 La renuncia de Boris Johnson nos permite analizar la credibilidad británica. Johnson lideró un período en que el capitalismo actual persistió, con sus particularidades, pero, lo que le hizo perder credibilidad tanto como para forzar su renuncia, fueron escándalos sexuales y festivos, o sea, que la conciencia del pueblo británico deja qué desear...

Dos trampas del cigarrillo industrial

 No sé si de todas las marcas. Una es que le ponen aditivos que causan mayor dependencia, a los que se les dice "pichicata", y la otra es el sistema de quemado contínuo, que fuerza a consumir los cigarrillos enteros, en vez de apagarlos, sacarles lo quemado y seguir fumándoselos después, lo que reduciría la cantidad consumida y que puede hacerse, aunque se lo haga poco por la efectividad de este sistema. Encima, la campaña antitabaco se centra en advertir a los consumidores del riesgo y el daño sin eliminar estas trampas, con mensajes terroríficos, y en reprenderles después por las consecuencias. Se castiga a consumidores trampeados y no a las empresas tramposas, y no se impiden las trampas.

¿Como se conforma el precio?

 El precio de los bienes comprables se compone de su costo de producción y de su ganancia neta, pero el costo incluye la ganancia neta de los proveedores de insumos. Entonces, la ganancia neta acrecienta el precio de estos bienes también por el lado del costo. A la vez, no es del todo ilegítima, ya que los vendedores necesitan tomar parte suya para vivir, mantener a su familia directa y reinvertir. El problema es la ganancia neta desmedida, que se ahorra a niveles superiores a los del resguardo sensato, que terminan por perjudicar a sus dueños porque la pobreza ajena que causa les apareja el repudio de los pobres, entre otros temas, como el de los daños acarreados por la sobrepropietarización, que implica obligaciones y deberes respecto de muchos bienes, que así se tornan en desgracias.

miércoles, 6 de julio de 2022

El ajusticiamiento de clase como castigo histórico

 El ajusticiamiento se clase se propone como castigo microsocial alto, por lo que es una obra muy delicada, que cuando falla tiene consecuencias evolutivas de gran escala para la humanidad y nuestra naturaleza. Entonces, se lo debe definir sin tachas. Es un tipo de sanción, que si se ejecuta bien abre un período de prosperidad verdadera, de positivismo firme y oscurantismo grato, en que se pueden concretar los buenos sueños de la izquierda, que son los de una comunidad bien copulatoria y bien amante, para los cuales la derecha tiene prejuicios subsanables, que necesitan ser bien curados para que se concrete el fin principal de la revolución socialista. Sin estos prejuicios, que no son del todo equívocos, la derecha se beneficiaría porque, para alcanzar los objetivos de máxima del socialismo, es precisa una moderación de las pasiones como las que postulan los credos, aunque no del todo igual, pero también una economía bien medida, que no implique tanto abuso propietario ni tanta violencia. Un problema es que el sostenimiento de creencias erradas lo impide, por lo que se deberá criticar la creencia. Un sistema orgiástico bien organizado tanto mediría bien las relaciones sexuales como la convivencia civil y la economía, pero para eso la humanidad tiene que entender bien algunos asuntos sujetos a tabúes. Tampoco bastaría que se reforme bien la clase accionaria, la que es dueña de las acciones de las empresas, sin la reforma de su pueblo, porque el modelo de producción para la buena convivencia humana exige buena participación a todos su miembros, en tanto que la existencia es conjunta, y una revolución sin los cambios suficientes en cada clase arrastraría contras que le restarían éxito, debiendo resolvérselas después, o sea, que es mejor tratarlas desde antes.

 El castigo a los crímenes de la clase dominante es necesario, como el de cada crimen, pero, si se los sanciona mal, se le agrega un crimen los anteriores, lo que falsea el despliegue histórico, por lo que hace falta delimitarlo bien, para lo cual se les deben entender bien las causas.

De una regla de la potencia

 Una regla de la multiplicación potencial es que el número principal debe multiplicarse por sí mismo para potenciarse, lo que lleva a los números a crecer mucho, hasta cifras inimaginables en pocas cuentas. Así planteada, el despliegue de la multiplicación es únicamente ascendente, siendo imposible sacar la potencia y la raíz de los números negativos, a los que se llega si se levanta el veto a la multiplicación y a la división con signos diferentes. El número que empieza la multiplicación sería el mismo, pero se le aplicaría una potencia con cargas opuestas, que tenderían a cero en la raíz. Así, el número se potenciaría pero cambiando de signo en algunas cuentas. Los números negativos, al sacárseles la raíz inversa, ¿cambiarían de signo en cada despotenciación? Si tenemos el número 3, y lo multiplicamos por sí mismo cambiándole el sentido al número central, pasa a ser -9 en la primera cuenta, porque 3 por -3 da -9, y, si lo remultiplicamos de forma inversa a la última, con un 3 positivo, da -27, porque un número negativo multiplicado por un positivo da otro negativo, pero, ya en 3 a la cuarta potencia, se pasa a positivo, porque un número negativo multiplicado por otro negativo da un positivo, el de 81 en este ejemplo. 

 Una potenciación más grande es la de multiplicar al número inicial primero por sí mismo y después, en vez de multiplicar al resultado final por el número inicial, hacerlo por sí mismo, como en "2 por 2, cuatro, por cuatro, 16, por 16, tanto", y la raíz igual.

martes, 5 de julio de 2022

Pregunta por la piedad y la santidad

 ¿Es posible una buena piedad, o habría que descartarla del todo? ¿En sí, qué es la piedad? Es una forma superior de la fe, un modo latino del credo, de fidelidad romana, con antecedentes de los que no tenemos registro. La idea de lo pío viene del vocablo latino "pius", y se define por la devoción a los dioses, o sea, que la piedad es religiosa, lo que en la Roma antigua tuvo iglesias, que fueron antecedidas por los templos, y éstos por el credo primitivo, por lo que es probable que de la escucha y la adoración por los pájaros surgiera la de los dioses, ya que, aunque entre otras cosas, la relación de hombres con aves existió desde antes del culto en las iglesias neolíticas. De todos modos, no se debe sobrestimar a los pájaros, que son un grupo de animales sanguíneos entre tantos de los vivos y muertos. Es más importante la devoción a los dioses, por la obediencia internacional que suscita. Entonces, es preciso que haya una idea exacta de los dioses, para que la piedad obtenga los buenos objetivos que se propone, así como se requiere que se le reprueben los malos.

 La piedad, si no es una fe de templo, es una de iglesia, que es un templo perfeccionado.

 Con la santidad ocurre parecido, que hay que pensar si puede darse de una forma del todo, o en general, veraz, pero que sirva para que se concrete un modelo de convivencia poco pecador (concibiendo al pecado de una manera algo diferente a la actual, con el criterio de la justicia histórica adecuada). La etimología no la vincula directo a la salud, pero algunas de sus definiciones la toman como un estado de inviolabilidad, en que el cuerpo humano está entero y seguro. La santidad le agrega a la salud la participación en el clero, que implica un resguardo habitacional, y la canonización.

Cf. "piedad" en los citados DECEL y diccionario de Segura Munguía, "santidad" en el primero y "sancio" en el segundo.

De la terminación ortodoxa del peronismo

 Mientras que el liderazgo del sistema social argentino sea ortodoxo, es decir, de catolicismo ultraliberal, su funcionamiento traccionará a los partidos gobernantes a derechizarse, porque la hegemonía inclina a los gobiernos para su lado, y tiene garantías constituidas, que son defendidas por el ejército bajo mandato del poder judicial. Entonces, la reforma constitucional es necesaria para la instauración del socialismo, pero no suficiente, porque el capital superior se sostiene de facto, para lo que su derecho es un refuerzo. El peronismo tiene una tendencia a derechizarse porque el gran capital, en el que participa de forma subordinada, se le relaciona desde arriba, por lo que le afecta constantemente desde un lugar ventajoso, con negociaciones y golpes de tipo económico, periodístico y político cuando no militar, que coexisten con las pugnas clericales y sus vinculaciones gubernamentales y obreras. Además, hay un sector del peronismo que es ortodoxo, de catolicismo reaccionario, que está en el peronismo desde hace mucho, si no desde su inicio.

sábado, 2 de julio de 2022

Un modo de combinar la guerrilla con el electoralismo

 Las vías guerrera y pacífica al socialismo no sólo que no son excluyentes, sino que deben ser bien compuestas, priorizándose la pacífica si el ejército de derecha no estuviera destruido y si hubiera sufragio abierto, salvo grandes sorpresas, aunque la pacífica no alcance siempre para iniciar un proceso denso y ampliable de socialización de empresas privadas, cuestión que ocurre cuando el triunfo de los partidos socialistas no basta para reformar las constituciones de modo tal que se lo autorice desde la ley superior. El método guerrillero serviría bien, a veces, para combatir tiranías largas y con poco apoyo que no permitieran otra salida, y para tomar el gobierno si quedara fácil, lo que sería arduo de sostener por la puja internacional. A la oposición se la podría mitigar con un pluralismo gubernamental que habilitase a las presidencias a concretar de buena forma la socialización empresarial, si el pueblo votara por ella, pero así faltaría socializar bien el gobierno y el clero, lo cual también depende de la voluntad del pueblo. Si los sindicatos se involucraran bien en el control de las ganancias, podría haber un período de socialización incipiente, que sirviera de ejemplo, en el que se redujera la desigualdad mediante la corrección distributiva oficial, que estaría sujeto a conflictos a los que habría que atender. Para una menor resistencia al socialismo, el empresariado tendría que entender que el socialismo le conviene para vivir mejor, pero para eso debe ser bien implementado, lo que se relaciona con los imperativos clericales y con el método de la lucha de clases. Entonces, falta definir bien el método para la revolución. Una revolución mal hecha, fracasa, aunque progrese, pero es mejor que se desarrolle fracasando poco, si no nada, por lo que determinar el buen revolucionarismo se hace preciso. ¿Qué revolución hacer? ¿Y cómo hacerla? Primero hay que responder bien a eso, antes de intentar concretarla. Hasta tanto, se requiere de una fase de progresismo, para facilitar la preparación para la revolución, la cual tiene que contar con la predisposición de la mayoría del pueblo, y con otras condiciones, algo duro y criticable por las barbaridades del progreso, que tampoco son del todo malas. Hacer la revolución sin un buen método es imprudente, o sea, que habría que evitarlo, salvo en una disyuntiva extrema.

viernes, 1 de julio de 2022

Del idioma indoeuropeo y el esperanto

 La lingüística hipotetiza del idioma indoeuropeo, el de entre Europa y el río Indo, del que hay registro como subdividido desde el neolítico, con las inscripciones en piedra y papiro de toda esa región. La etimología supone una raíz común, llamada protoindoeuropeo, que existió, porque hubo un idioma en esa región y en ese entonces, previo a la escritura, pero no fue un idioma del todo homogéneo, ni existió solo, ya que coexistió con los idiomas de las otras zonas pobladas por la humanidad, que le influyeron y fueron determinados por aquél. A la vez, puede haber sido un idioma compuesto por varios sub-idiomas, hablados en lenguajes con alguna coincidencia y diferencias entre sí, que obstaculizaran la comunicación, así como ahora hay un lenguaje de la especie, en el sentido del habla y la escritura humanos, compuesto desde idiomas que no se entienden del todo bien, ni hacia adentro de cada cual. El idioma indoeuropeo viene del africano, y antecede al del resto de Asia, al de Oceanía y al de América, como al polar, pero salió de pensamientos anteriores, de nuestros antepasados primates que no prendieron fuego a propósito, que no sabemos tanto de por dónde anduvieron, aunque sí que sus predecesores salieron del agua, donde pensaron, y después de empezarse a escribir en papiro nuestro idioma se recombinó mucho, sobre todo a partir del renacentismo de la burguesía de Florencia, que luego redundó en los barcos a vela, que cruzaron los océanos antes de los de motor a vapor. Ya en la Babilonia antigua la humanidad se entendía bastante mal, pero antes también lo habrá hecho, lo que no implica que nunca vaya a haber un idioma que funcione bien para nuestra comunicación. El que hay a veces lo hace, aunque no tanto como debiera. La buena comunicación humana también depende de la asunción que hagamos de la historia, por lo que de la verdad, porque el idioma responde a la ideología. Entonces, se le debe examinar la veracidad, que no es buena de por sí, o sea, que no toda veracidad es buena, aunque suela serlo.