Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

miércoles, 29 de noviembre de 2023

Del demonio, el diablo y satanás

 Se supone que la palabra "demonio" viene de una raíz llamada "da", que se traduce mucho como "dividir" pero que también se usó como "compartir" y "distribuir", es decir, como "dar". Entonces, la pregunta es qué da el demonio. En el sentido del politeísmo universal, en que no hay un dios que creara a todo lo demás, aunque sí rey de dioses, como Zeus, la idea del demonio no era peyorativa: su descalificación fue hecha por el judaísmo, la cristiandad y el islam, y los seres calificados como demonios, como las ninfas y los sátiros, eran considerados como dadores de vida, proveedores de bienes para la fertilidad, o sea, que se creía que daban bienes para que la naturaleza exista y se expanda. No fueron seres externos a la mente humana, sino ideas subjetivas que se pensó que existían en la realidad exterior a nuestro pensar, a las que luego se identificó a veces con varones y mujeres, es decir, que se creyó que algunas mujeres y varones eran ninfas y sátiros, en el sentido del espiritismo equivocado, que les atribuyó mal la ascendencia porque, a diferencia de lo que se postuló, no eran hijos de Zeus y su progenie supuesta, sino de hombres evolucionados a partir de nuestras especies antecesoras. Las ninfas y sátiros mitológicos tampoco existieron por fuera de la imaginación humana, como Zeus y su Olimpo, aunque sí las objetivaciones artísticas de sus mitos. La cultura judía padeció la dominación griega durante el imperio macedonio, por lo que puede que los judíos odiaran la deificación de Zeus y despreciaran a sus figuras mitológicas, con lo que la comprensión de lo demoníaco habría adquirido la connotación reprobatoria actual.

 El núcleo "monio" quizás denotara a la unidad, porque en su sentido original los demonios eran imaginados como dadores de unidades promotoras del crecimiento natural y porque el prefijo "mono" se refiere a unidades.

 Con la idea del diablo es parecido, porque en sí se refiere a lo que balea, lo cual no es siempre malo, pero se la connota como si siempre lo fuera.

 "Satanás" viene del vocablo hebreo "stn", que es definido como "adversario", "hostil", "enemigo", "opositor" y "distante", ésta acepción en el sentido de quien está en contra, que me parece que es la original porque "distante" contiene a las letras ese, te y ene. Tampoco lo distante es malo en sí, así que hubo abuso terminológico.

Cf. "demonio", "diablo" y "satanás" en el DECEL, "satanás" en Wikipedia y "demon" en el Online Etimology Dictionary (OED).

miércoles, 15 de noviembre de 2023

De la venta de órganos

 La donación de órganos es un tipo de venta, en el sentido no comercial de dar un bien (un sentido no recogido por la etimología aunque creable de forma adecuada), pero incluso la comercial podría ser bien aprobada si se la manejara bien, por ejemplo, con un fondo gubernamental que recibiera aportes públicos y privados y que se desempeñe por orden de llegada, salvo urgencias. Tendría que ser honrado y no siempre lo sería, por lo que habría que sancionarle bien la depravación.

jueves, 9 de noviembre de 2023

Barato y caro

 En sí, "caro" es "querido". De "barato" no está claro, porque se lo define como "trocar" y como a lo que es de bajo precio. El precio viene del aprecio, el que se le pone a los bienes que se intercambian por dinero, medido en pesos, en unidades numerarias que representan a bienes elaborados y puestos en venta por hombres, bienes que tanto pesan como valen en pesos, lo que da cuenta de que hay una relación entre el peso de la gravedad y el precio comercial, que se da porque los bienes son cosas pesadas, incluso los más livianos: en algún momento, con la balanza se midió el peso de algunas cosas para ponerles precio de venta en moneda. Se aprecia a los bienes que se ofrecen a cambio de dinero con un número, que representa su valor en moneda. No se sabe de qué viene "baratar": se cree que puede ser de la palabra griega "prattein", que significa al logro y al afecto, pero se señala que esa no es más que una hipótesis (cf. DECEL). En cambio, en el Online Etimology Dictionary se apunta a que "cheap", que es "barato" en inglés, es la venta cuyo precio es más decidido por el comprador que por quien vende, o sea, que su precio es de rango bajo. Lo barato, en comercio, es un bien que se vende a precio bajo. "Baratar" en las compras sería darle rango bajo al precio de un bien ofrecido por dinero, por medio del desprecio de ese bien, pero lo caro es mal entendido, porque lo barato es algo querido, aunque sea poco, lo suficiente como para pagarlo. Cuando se habla de lo caro no se refiere a lo de precio bajo, que es algo querido, sino a lo más caro, nombrándolo sólo como caro.

 En el precio se juega el querer entre humanos, se decide el precio según cómo se busca que sean las finanzas propias y ajenas, esto combinado con la calidad de los bienes intercambiados, lo que se vincula a la religión por el modo en que las religiones pautan la fabricación de los bienes y condicionan el juicio de cada quién a su prójimo, y de acuerdo a la guerra porque la guerra determina la capacidad productiva de los hombres y su fuerza para pelear los precios, que además son políticos, muchos factores los afectan. Entonces, para honrar la puja de precios los hombres deben conocer bien su historia, ya que, si se conciben mal, se maltratan y obran mal, entre lo cual en la puesta del precio. La asunción social de la verdad del pasado es necesaria para que la humanidad forme bien al precio mientras que se lo mantenga, cosa prescindible porque el sistema de pago con dinero es muy pesado en sí mismo, por lo que le demanda mucho esfuerzo a la humanidad, restándoselo para actividades urgentes, que quedan desatendidas, causando penas perdurables y enconos profundos, y para las placenteras, que merman en provecho de tareas vacías de buen amor, pero tampoco la lascivia es buena de por sí.

 Quizás el vocablo "prattein" sea del grupo del aprecio, porque el afecto es un aprecio, pero también se lo traduce como "práctica", cuya palabra se le parece, y como "logro", "conducta", "acto", "realización" y "obra" porque así como el de aquélla tiene a estos sentidos. El morfema "ba" puede ser una reformulación de la pe de "prattein", y entonces prattein habría significado "apreciado" en el sentido de llevar precio, sin referir a su poca monta, lo que se le habría connotado después, al agregársele el prefijo "ba" al verbo griego. A la vez, se apreció a las prácticas, obras, logros, actos, conductas y realizaciones, de distintas maneras, así que no son tan fáciles de discernir. Como sea, esto es hipotético, así que no hay que darlo por bien concluido. También ocurre que lo llamado barato es menos elaborado que lo definido como caro, por el perfeccionamiento productivo habido hasta ahora, pero ni lo más caro es del todo bueno, de hecho perjudica bastante, ni lo barato es malo tal como se lo cree. En términos esquemáticos, lo agrícola es barato respecto a lo industrial, y éste a los servicios, en la cúspide las finanzas, aunque esa división no sea del todo exacta, y hay obras muy importantes de la historia humana que no se cambiaron por dinero. El dinero, incluso como piedras preciosas, es muy reciente en la historia humana, de creación neolítica o de metalurgia antigua, de como a 10 mil años, por un quinceavo suyo. La cultura del dinero le debe su existencia al intercambio no remunerado, porque no se hubiera dado sin él, y debe servirle bien para su propio beneficio, ya que no saldrá bien de su crisis hasta que su modo de ser salde bien sus deudas. Sin unas monas toscas y grasientas la humanidad no hubiera existido, así que insultarlas mal le hizo mal al hombre que lo hiciera, porque despreció a seres que le dieron descendencia directa, aunque muy distanciada en el tiempo, por centenas de miles de años, y ese es sólo un ejemplo de cómo la humanidad despreció a sus ancestros endógenos. Al no reconocer bien su pasado, la humanidad injurió a quienes la generaron, y entonces se dañó a sí misma, a la vez que puede que algunos de los primates actuales estén en condiciones de crear una especie humana alguna vez, o lo puedan estar en milenios, si es que nuestra especie no se extingue para siempre, como los dinosaurios pero por causas quizás distintas... De todos modos, tampoco es seguro que los dinosaurios grandes no puedan resurgir en miles de años, así como quedan algunos lagartos que nos atemorizan, es decir, que los dinosaurios no se extinguieron del todo. Parecido, no del todo igual, pasa entre la humanidad y las otras especies vivas, que son hermanas en términos de germinadas, siendo que la matanza entre especies orgánicas existe desde su creación, aunque nunca fuera como ahora.

 A las practicas, obras y actos se los apreció desde antes de ponerles precio, y cuando se les puso se lo midió, en parte, por la cantidad de trabajo que insumieron, después trasladada a los costos de producción, pero en esa medida también intervino la estimación de sí mismo del vendedor, algo dependiente de la ajena y de sus poder para cobrar. El precio se midió como una tasa de venta, que se calculó ponderando el obrar demandado por la fabricación del bien, pero no sólo eso.