jueves, 27 de diciembre de 2018

¿Podría haber un buen teísmo?

Si se calificara como divina a la materia previa al big bang podría plantearse un buen teísmo, es decir, una especulación buena sobre lo anterior al inicio de nuestro universo y lo que le es externo, pero ella tendría que expresar bien que no sabe lo que no sabe. Tal vez correspondiera cambiarle el nombre, si se descubriera que la voz "theo" no va bien con su objeto.

El movimiento gnoseológico agnóstico implica cuestionar a la creencia para restarle prestigio, en tanto que está mal entendida, al confundírsela a veces con la verdad, lo que redundó en que se actuara siguiendo creencias falsas. Bien entendida valdría, ya que entre otras cosas sirvió para indagar. La experimentación, que es el método para la comprobación de la creencia, acierta algo de casualidad, es muy accidental, por lo que aparejó mucha explotación, a la vez que tuvo grandes logros por su buen discernimiento; pero la creencia requiere de prudencia mayor, porque puede hacer suponer realidades equivocadas, lo que en el saber pasa menos, ya que hay saberes falsos, esto es, ideas a las que se toma como ciertas sin que lo sean en verdad. Mejor dicho, hay tres grupos de ideas de las más complejas. El de las creencias, que contiene a algunas ciertas y otras no, el de los saberes aparentes, que no son saberes en verdad. Los saberes tampoco son del todo buenos, ni están completos lo suficiente para la buena vida social, porque para estarlo el buen saber debe ser detentado por toda la sociedad, o acercarse a eso por lo menos.

Un rasgo de la teidad capitalista, la deificación del fetichismo mercantil, es su hombrismo, ya que a dios se lo imagina como hombre en las religiones abrahámicas, que son las predominantes desde la modernidad, cuyo modelo económico tardara como 250 años para masificarse, e imponerse a partir de la revolución industrial, cuestión conexa a la del patriarcado, que es el orden de los padres, proveniente del derecho latino. El patriarcado es anterior a la Roma antigua, al que adoptara ésta. En la edad media Europa perdió trascendencia bajo Arabia, que lo superara con la ciencia griega, lo que se revirtió con la expulsión de los árabes de España a décadas del imperialismo español, el de la colonización europea del mundo, persistente incluso hoy en día bajo el mando estadounidense. El renacimiento europeo permitido por la ciencia hizo que el cristianismo superara al islamismo en términos geopolíticos, al principio con el auge del capitalismo inglés, antes que el europeo, y luego estadounidense y del resto americano, lo mismo que del oceánico, que sometieron al islamismo, al animismo africano y el de las islas desde Asia a Oceanía, e igual a las dhármicas, al sintoísmo y a las otras. El comunismo se formó como bloque con la revolución rusa, y persiste en pugna desde China, Vietnam, Corea del Norte, Cuba y los países gobernados por la socialdemocracia pluripartidaria, que son los subordinados a la ley liberal, en alianza quebrada. El comunismo debe aceptar bien los argumentos válidos de sus contrapartes, a veces mal expresados, porque eso es preciso para superarles. Un tema serio del comunismo es el del reconocimiento de su propia maldad, algo tergiversado por los liberales, que lo difamaron para restarle cabida, no siempre sin buena razón. Cuando los comunistas hayan asumido bien su propia maldad al comunismo se le hará más fácil imponerse, a lo que deberá hacer de buena manera, lo que no es poco problema.

Sobre lo eterno

La idea de lo eterno se parece a la del éter, que los griegos antiguos usaron para entender al espacio exterior suponiendo que su ligereza emanaba de que era el aliento de los dioses. A la vez, el éter era una sustancia percibida como fija e inmutable, que son atributos de lo eterno, así como ambos son oscuros. La dicotomía entre lo oscuro y lo claro es falsa porque ambos son partes de la realidad.

Conocimiento más objetivo y conocimiento más subjetivo

El primero es el más motivado por la materia exterior al cuerpo cognoscente, como cuando los fotones de la luz llegan a las células de los ojos, que los reciben y procesan permitiendo la creación cerebral de las imágenes visuales, o las vibraciones de las moléculas del aire hechas por las fuentes de sonido, que llegan a estimular a células del oído interno generando las audiciones. El segundo depende más de la materia propia del cuerpo vivo, como en el pensamiento, que se da más por la actividad cerebral, aunque indirectamente requiere de los sentidos primarios, que retoman materia externa. Ambas formas de saber son sensitivas porque el conocimiento viene de notar, a lo que se hace con los sentidos, pero nada garantiza que el conocimiento sea verdadero, a lo que se evalúa durante su ejercicio de acuerdo a sus consecuencias, sin que el éxito de la evaluación sea bueno siempre.

Creer causa dislexia

Es decir, mala o anulada ligazón entre las ideas y sus objetos, lo que da cuenta de la locura social actual, más tematizada como irracionalismo, o crisis.

Lo civil es lo sitiado. Especulación heurística

La palabra "ciudad", si no es una reformulación de la imaginaria de "sitiedad", al menos tendría el mismo significado, ya que la residencia es sedentaria y ambas se ligan a la estatización. Es posible que de la idea de "sitiedad" se haya pasado a la de lo ciudadano, por medio de "ciudedad". Lo cierto es que lo civil comenzó en la época lítica, aunque antes hubiera habido tiempos de reposo, ya que la migración no habrá sido absoluta, y en condiciones de inferioridad, o superioridad menor, con los demás depredadores. Es datable hasta hace como 10 mil años, pero en verdad hablamos de la civilidad humana lítica, ya que antes la hubo de otro modo y porque hay otras especies que también residen en ambientes transformados por sus miembros, alojando incluso a miles, como las hormigas y las abejas. El alojamiento en carpas permitido por el manejo de la piedra como cuchillo inició una forma nueva de habitar los continentes, pero antes se hubo detenido de otras maneras, es decir, que hay antecedentes de la residencia humana en la etapa más migrante.

El bolsonarismo como ultraconservador

El ultraconservadurismo es la derecha extrema, que no llega a ser reaccionaria, esto es, a promover como meta principal el retorno a la servidumbre tributaria, de sometimiento social asalariado. Aún así puede evolucionar hacia esa u otras formas de deceso histórico, a lo que lleva la agudización de la crisis del capital.

El trumpismo es de conservadurismo extremo, de existencia crítica también por el declive del predominio estadounidense, que persiste como eje mayor del liberalismo internacional, a la vez que su rival principal dista de no tener injusticias semejantes a las de los liberales, que incluso pueden ser peores, aunque habría que estimarlas en comparación para dirimir bien el asunto.

miércoles, 26 de diciembre de 2018

De la reducción económica

La reducción económica necesaria para la ecología, relativa tanto a la explotación ambiental como a la obrera, podría implicar la persistencia de la fabricación de electrodomésticos, que tendría que ser sin la obsolescencia programada por lo menos, además de con mucha racionalización del uso, ya que la población mundial es enorme. En los últimos doce mil años se multiplicó por en torno de 7 mil, y desde el inicio del capitalismo casi que por 10: de 791 millones a 7 mil millones y tanto. A su vez, está próxima a triplicarse desde el fin de la segunda guerra mundial. De no aplicarse un buen modelo económico la crisis humana aumentará, pudiendo desatarse una catástrofe mundial, que quizás no implicara la extinción de la especie, por lo que su predominio podría persistir, así como sobrevivió a las dos guerras mundiales previas, en la última de las cuales se aplicaron armas atómicas, ahora esparcidas en varios países y en cantidad copiosa, lo que no implica necesariamente que vayan a usarlas a todas pero seguirá siendo un peligro grave mientras que existan. Un tema que requerirá medidas urgentes es el de la disminución drástica del uso de combustibles fósiles, lo que no se resolvería bien con las llamadas energías limpias, ya que usadas en gran escala causarían trastornos grandes, aunque no sean notorios al principio. Ya de por sí la fabricación de los equipos requeriría de metalurgia sofisticada, por lo que de mucha extracción minera, así como transporte de primera gama y electricidad. La solución deberá priorizar el método ecologista, que es el de los pueblos primitivos, con el uso de las técnicas sofisticadas en medida menor.

De la inexistencia de los dioses, con nota extra importante

La inexistencia de los dioses sólo puede probarse de manera deductiva, ya que no podemos recoger pruebas suficientes sobre el caso debido a que no podemos atravesar los límites del universo para averiguar qué hay ahí, así como no podemos viajar en el tiempo hasta antes del gran estallido y mirar lo que era entonces. Lo que es seguro es que la idea de los dioses con forma humana proviene de nuestra soberbia como especie, que nos lleva a imaginar que los creadores del universo tienen nuestra forma. Encima masculina en predominio, lo que sucede junto a la masculinización de los dioses, con hegemonía de los dioses hombres sobre las diosas y conflicto al interior de cada grupo. La existencia de los dioses es incomprobable lo suficiente, pero es refutable que lo que haya habido antes del inicio del tiempo estipulado por la física no teísta tenga la forma que se les asignó desde ideologías humanas, así como sus dotes morales y mandamientos. Algo hubo antes del big bang, aunque no sepamos qué fue, así como no sabemos lo que hay por fuera de los límites del universo abarcado por esta teoría. Lo que corresponde ante la ignorancia, o ante la duda, es admitirlas, para que se le busque una salida sensata al asunto. La admisión de la propia ignorancia es parte de la asunción necesaria para la revolución social humana, en particular en materia de dioses. De haber allí nuestros creadores intencionales, de ser buenos, no debieran enojarse de que dudemos de ellos al no haber comprobado bien su existencia, y de ser malos lo serían de todas formas, aunque tendrían una actitud ambivalente, más o menos buena y mala, también según nos comportáramos en relación a sus preceptos, a los que tendríamos que conocer bien para adoptarlos bien. De otra manera saldría mal, pero no sabemos que haya seres puros concientes allá afuera, que igual serían de materia, porque para ser algo hay que tener cierta masa, aunque sea livianísima. Es materia cósmica. Así como el ateísmo tiene que admitir que no tiene pruebas empíricas de la inexistencia de los dioses, también el teísmo debe reconocer que carece de las necesarias, ya que las pruebas teístas sobre la existencia de los dioses no tuvieron una buena metodología crítica, sino que más bien intentaban imponer sus postulados: les importó más el éxito de su propia ideología que hacer una más exacta, de mayor responsabilidad científica, lo que tuvo consecuencias nefastas para la naturaleza por su vinculación con la economía y la guerra entre otras cosas.

La concordancia del buen orden humano en todo el planeta es el objetivo principal del socialismo, aunque haya provocado desastres inmensos, así como lo es en las ideologías teístas. Como el orden internacional depende del comportamiento de sus partes, éstas deben tener buena guía para la práctica, que sólo puede ser con ideología verdadera, lo que se traba por la cuestión téica entre otros grandes problemas. Existe el socialismo teísta, pero es una fracción menor dentro del espectro, así como en el capitalismo puede que haya una minoría atea.

El socialismo yerra al ser anticapitalista, ya que debe reivindicar al capitalismo críticamente, porque es parte fundante de su propia historia, es decir, que el socialismo debiera adoptar una pro-capitalidad revolucionaria, que sería la que postulara la transformación socialista. El carácter anticapitalista lo retrograda mal porque lo opone a la gran parte del proletariado que sostiene al sistema, lo que se nota en las elecciones, en el consumo y en las opiniones políticas proletarias respecto a la vida. Gran parte de las dificultades para gobernar que tiene el socialismo está dada por su renuencia al capital, lo que lo torna errático respecto al gobierno; pero cuando gana en las elecciones le toca asumir subordinado, lejos del poder para cambiar la ley mayor, que es la que sostiene al capital porque dispone al ejército, que se financia desde el gobierno, la policía igual. Otro grupo de pérdida de fuerzas se da por su rechazo al gobierno, dado en la ultraizquierda, que impide al reformismo, incluso al constitucional, porque éste precisa de su preparación con las políticas públicas, ya que la reforma constitucional precisa de cerca de dos tercios del electorado y de una movilización social intensa.

La pregunta es qué favorecimiento al capitalismo debiera operar el socialismo gobernante para pasar a una etapa de socialización productiva plena. En tanto que no pueda derribarlo, mientras que el capital sea hegemónico, el socialismo deberá tener cierta política para con el capitalismo, en lo que cabría definir distintos modos según las propiedades de la clase superior. El agente mayor de la revolución debe ser el proletariado en su conjunto, con el empresariado popular en segundo lugar, así que las organizaciones partidarias no lo pueden concretar si la mayoría proletaria no lo exige, por lo que el socialismo deberá demostrarle al proletariado que puede gobernar bien, a lo que tendrá que hacer bajo leyes capitalistas, al menos a corto plazo, y buscando ser justo en la condena al empresariado que merezca la pena sin olvidar lo inverso, o sea, que fracasará hasta que haya la conciencia social necesaria para que triunfe, en el caso de darse, así como triunfará mal. El objetivo socialista no es el de ganar, sino el de ganar bien, por lo que puede llevar mucho tiempo, quizás milenios, y eso si sucede.

En términos teológicos ateos, el teísmo principal es el protestante, expresado en los billetes del dólar, seguido del católico, dominante en el sur de Europa y América Latina, y terciado por el cristianismo ortodoxo, que son el eje central del liberalismo, acompañado en crisis por el islamismo, que también tiene varias ramificaciones internas, las religiones dhármicas y las animistas, más mezcladas en África, continente también de la periferia liberal. El liberalismo se prefiguró en la burguesía florentina, a los inicios de la edad moderna, pero recién empezó a imponerse con las revoluciones burguesas de Inglaterra, Estados Unidos, Francia y las que le siguieron hasta después de la segunda guerra mundial, casi tres siglos después, sin que haya dejado de haber restos del régimen feudal, así como los hay del esclavista. Las dinastías del bloque comunista, o mismo las actitudes de quedarse en el gobierno por lapsos más grandes que los del liberalismo ordinario, son equiparables a las monoteocracias del bloque liberal, o a las monarquías absolutas, algunas de las cuales se moderaron para plegarse al capitalismo, como las de Suecia, Noruega, Gran Bretaña, España y Holanda. La revolución rusa tuvo de bueno que acabó con gran parte de la nobleza en Europa del este, aunque quepa cuestionarle cómo, o sea, que desempeñó las funciones históricas del empresariado liberal, con una modernización capitalista alternativa quizás no tan cruel como la liberal, o tal vez más cruel, pero en el bloque liberal los mandos despóticos persisten en las empresas porque su titularidad es perpetua y hasta hereditaria, si no transable, así como sucedió en las empresas comunistas, administradas por funcionarios del gobierno provenientes de los partidos. El sometimiento a un patrón inescogido se da en el bloque de derecha a nivel empresarial, en tanto que en el comunista sucede en el gobierno, porque el capital es más gubernamental en él. En las empresas se dan relaciones de mando y obediencia de carácter no democrático, ya que no se decide su posesión y señorío con el voto de los trabajadores, pero la imposibilidad de elegir bien democráticamente a los gobernantes comunistas también es un problema de solución obligatoria. El bloque comunista no es que no sea democrático en ningún sentido, ya que tiene elecciones masivas, pero son de carácter unipartidario, así como el polipartidismo liberal tiene otros factores defraudantes, como la rigidez constitucional, la primacía del capitalismo, el salariazgo y la fe, que se replican en su opuesto de forma algo tergiversada. Más que a la democracia se debe aspirar a la democracia buena, ya que la democracia no es buena necesariamente.

domingo, 23 de diciembre de 2018

Tipología de clases de acuerdo al ingreso

Primero está el lumpenproletariado, es decir, el proletariado andrajoso, los indigentes. Luego, el precario, el del asalariaje ilegal y el empresariado menor, en cierta medida de trabajadores cuentapropistas. Por eso se inclina a la ultraizquierda. A él sigue el formal, que tiene obra social y aportes jubilatorios regulares. Este proletariado, más presente entre la izquierda y el centroderecha, abarca hasta a algunos de los gerentes ejecutivos de las grandes empresas, pero esta parte excepcional de la clase asalariada ya conforma la capitalista, aunque no acumula sumas como las de los grandes propietarios, que son los que dirigen a la clase. Hacen una acumulación grande pero simple, de conservadurismo blando. La clase capitalista se compone no sólo de super millonarios sino también millonarios menores, entre los cuales los altos ejecutivos, algunos en los gobiernos como funcionarios, pero éstos son subordinados suyos. Es una clase que llega a ser liminar, en el límite entre el pueblo y el capital, muy sensible a la lucha de clases por situarse entre ambas del lado superior. El empresariado mediano es parte del pueblo aunque acumule salarialmente porque su enriquecimiento es menor que el de la dirigencia del sistema. Es un empresariado más bien grosero, aunque no siempre, en gran parte compuesto por laicos religiosos y liberales. Es de la parte más procapitalista del pueblo. A la vez que existe la división entre proletarios y empresarios, mediada por el salario y la venta compleja, hay una parte de la sociedad que es procapitalista sin ser parte de la clase dirigente, los defensores del sistema que no son capitalistas, entre los cuales hay tanto empresarios como asalariados. El asunto se complejiza al añadirle la variable religiosa, también con subtipos que se corresponden conflictivamente, asimismo de facto, con la estratificación y la ideología política. La concepciones de mundo se corresponden casi siempre con las ideologías políticas, en una relación algo caótica y algo coherente, ambas con su mal y su bien.

Entonces, la política socialista tiene que atender primero al lumpenproletariado, después al proletariado precario, antes que al formal y que al empresariado medio, que preceden al capitalista, que es la parte media y alta de la cima social, pero la atención debe ser simultánea, ya que las demandas justas de las clases altas pueden requerir de transformaciones sociales inmediatas y su atención incide directa o indirectamente en la vida de las más pobres. El socialismo no podrá resolver bien la crisis humana en tanto que la solución no sea encontrada por toda la sociedad, y más se acerca cuanto más se lo adopta, y con sus atrocidades, pero puede aproximarse a ello y plantearlo para continuarlo a futuro.

miércoles, 19 de diciembre de 2018

Salariazgo y sobreproducción

El sistema salarial hace que las y los trabajadores deban recrear su producción mes a mes, sin poder detener sus tareas remuneradas, lo que generó muchas propiedades sobrantes, con la concomitante contaminación.

El capital más alto, superior a la ley

Una porción del capital se somete a la constitución burguesa, constitución presidida desde el gobierno republicano, a veces monárquico, entrelazado en la ley internacional, con los tratados mundiales, regionales y de pocas naciones, que ordenan mal la economía. Otra es supralegal, la del tráfico ilegal de capitales. El monto del capital salarial y especulativo que circula ilegalmente es inmenso, es decir, que en algún punto el capital superó a su propia ley, lo que ya venía pasando desde antes, al haberse puesto a los dioses por encima de ella y a los mandos mayores como representantes más directos de los dioses, quienes fueron los grandes propietarios. En ciertos momentos las civilizaciones religiosas estiman más a las cuestiones divinas que a los capitales, por lo que pueden autorizar una conducta ilegal en nombre de los dioses, cosa que puede haber incidido en la clase conservadora, que varias veces se autorizó a cometer crímenes basándose en la fe popular. Así como se justificaron guerras en nombre de los dioses, se puede promover mala práctica política y económica para sostener al orden que los entroniza.

La clase capitalista es una casta constitucional, es decir, que atraviesa a los órdenes religioso, político, económico y a los demás, en su cima, y es liderada por la economía, por el capital bancario en particular, que es superado por algunos supermillonarios de la industria, y quizás por los capitalistas del narcotráfico y el comercio sexual, entre otros. Todos los rubros del capital salarial ponen inversiones en la especulación, tanto la bursátil como la de deudas, el crédito popular, el privado y el estatal, así como especularon con el capital más concreto. La especulación es autista, automirante, a lo que se llama narcisista desde el mito. Deriva del espejo, de mirarse al espejo, como Narciso en el lago, es decir, de prestarse atención exclusiva a sí mismo, lo que causa mala atención a lo social. La especulación económica implica la ideación de movimientos de capital desligados de su entorno social, lo que lo lastima. La idea de la especulación intenta hacerle entender a las personas que actúan como si tuvieran un espejo enfrente, esto es, que consideran mal a lo que los rodea, y esto sucede con las ideologías que entienden mal la realidad. Todas las ideologías entienden algo mal a la realidad, así como algo bien, y todas deben hacerlo bien lo suficiente para que sea buena la actividad humana.

La discusión sobre las ideologías está algo mal planteada porque las críticas religiosas supusieron que las religiones no eran ideológicas, condenando a la presunta única ideología por demostrar su política y desde otra concepción, que se presentó como no ideológica, como si las religiones no fuesen ideológicas. Las religiones son ideológicas porque en parte se componen de conjuntos de ideas. Lo que pasa es que tienen a las creencias en los dioses como ejes centrales de su ideación, que es moral, política y económica, atravesando a todas las instancias de la sociedad, ideación que existe en crisis y confrontación constante con su realidad, sea objetiva o subjetiva.

viernes, 14 de diciembre de 2018

La concepción del mundo y el método de comportamiento

La concepción del mundo hace al método con que los humanos decidimos nuestro comportamiento, aunque lo haga con defectos y en forma inconstante. La concepción del mundo se plasma en la moral y en las leyes, por lo que incide en el desempeño social del que es parte, a la vez que es determinada por su entorno. Hace a la técnica para obrar e influyó en las habilidades, al habérselas desplegado con fines concientes, que hubieron sido pensados desde ellas. La concepción del mundo es afín al idioma, tomado éste como el conjunto de las ideas, las sensaciones más formales, de creación cerebral en el reino animal. Es de práctica mental. Luego, le deriva la motriz, sus consecuencias, el balance, la práctica más activa, la reflexión sobre sus consecuencias, el reordenamiento, su vigencia y deposición, y así. Esa es la lógica de la creencia.

La idea gramcsciana de la concepción como ideología con prácticas motrices es forzada, ya que los conceptos son mentales: no son prácticas de mover mucho el cuerpo. Implican la actividad neuronal, pero luego influyen en la práctica muscular. Entonces, a la concepción hay que distinguirla como subtipo abstracto de la práctica, la dedicada a entender la realidad y a plantear qué se debe hacer con ella. En tanto que práctica abstracta, la concepción proviene de las prácticas más concretas y de la realidad objetiva, pero asimismo incide en ellas.

Lo de la especie y la clase

Les, las y los humanos somos iguales en especie, pero nos diferenciamos en clases según el orden vigente. De ahí que seamos semejantes, aún con diferencias enormes, que hacen al modo de supervivencia de cada quien.

jueves, 13 de diciembre de 2018

Eso de no juzgar

En las discusiones actuales está la idea esa de que "no hay que juzgar", o de que "nadie es quien para juzgar a nadie", actitudes relativistas absolutas, para contenerse, por no poder decidir bien qué hacer ante un asunto difícil. Hay que juzgar bien y en común, para lo que hay que tener buen juicio. El buen juicio es aquel que entiende bien a la realidad y que dispone un orden social que es bueno para la naturaleza, y debe ser social para realizarse lo deseado, ya que el orden social es social.

Las urbes son rurales

En verdad la dicotomía entre el campo y la ciudad es falsa, porque las ciudades se emplazan en la tierra. Son agro compuesto.

Al final hizo bien...

Antes de morirse Foucault admitió haberse equivocado al condenar a la ilustración, cosa con la que los foucaultianos siguen fastidiando hasta ahora, al no percatarse de que en el segundo "¿Qué es la ilustración?", editado por La Piqueta, dijo confiar en la ciencia, esto es, que se arrepintió de su antimodernismo previo, incluso valorando a Kant, cosa que debe hacerse en buenos términos, que son los socialistas entre otras por la cuestión de la igualdad de clases, aunque el socialismo vaya a fallar, ya que no podrá triunfar bien por mucho tiempo, si es que alguna vez, debido a que el buen triunfo requiere que su concreción sea efectuada socialmente.

Una de las distopías negras del posmodernismo es la del sadomasoquismo que a él le costara la vida, por meterlo en prácticas peligrosas, pero eso es común a la izquierda, que se arriesgó mal varias veces, con resultados deplorables.

miércoles, 12 de diciembre de 2018

Idea sobre la comunicación telepática

A nivel físico hípermicro puede concebirse que el cerebro emita una vibración al pensar que atraviese la atmósfera hasta llegar al cerebro de quien es recordado por el del primero, o mismo que emita partículas subatómicas de ínfimo tamaño, que vendrían a llamarse "telepatones". Ambas son conjeturas poco probables.

Cantidad y calidad

Se los entiende como contrapuestos, pero existen entremezclados, ya que la cantidad puede hacer a la calidad y a la inversa. En el ejemplo del agua la cantidad de temperatura hace a su estado, pero dentro de un mismo estado cualitativo caben diferentes cantidades de calor, que pueden incidir en él de forma menos notoria, como en el agua a temperatura normal: entre que se congela y se hierve, es decir, en estado líquido, pasa de 0 a 100 grados, entre los cuales la calidad le cambia en lo que hace a como la sentimos, lo que tiene que corresponderse con variaciones menores en su composición química. Es probable que la combustión desprenda partículas elementales hacia arriba, que pueden depositarse en los objetos más sólidos que ellas, así como el fuego desperdiga fotones a su alrededor, que impactan en los cuerpos circundantes más macizos que ellos y que son los que estimulan a las células sensibles a la luz. Los fotones son partículas subatómicas.

El periodismo como militancia rentada

El periodismo es una actividad empresarial, por lo que a los periodistas en general se los contrata. Entonces, se da un sistema en el que los dueños de los medios, que son los que deciden las contrataciones de obreros, influencian en la ideología de sus prensas. Aunque esto sea relativo, es de relatividad menor. En el discurso periodístico pesa más la ideología de los dueños de los medios que la de sus críticos, pero eso evoluciona en la historia.

lunes, 10 de diciembre de 2018

De la esencia

 Bien entendida la esencia es lo que algo es, el ser histórico de un ente, no sus cualidades abstractas. En la filosofía, y por ende en las ciencias particulares, se la entendió más en el segundo sentido, porque la filosofía fue muy teísta, de lo que priorizó a lo abstracto por sobre lo más concreto, generando a las tipologías que pretendieron mal que los casos obedecieran a las ideas con que se los representara, acordes con las morales religiosas, cuyos partidarios supusieron mandar en nombre de los agentes creadores del universo, de estimada pura condición. Para hablar de la esencia abstracta de las cosas habría que inventar una palabra como la de "abstrancia", que sería una reformulación de "abstraencia".

 Según Ferrater Mora la doctrina de Santo Tomás expuso que la esencia era la forma de las cosas, forma que al unirse a la materia la determina, tal como el cristianismo supuso que su dios, un ser puro autogenerado, creó al universo a partir de sus propias formas.


Lectura

Vocablo "quiddidad" en el Diccionario de filosofía de Ferrater Mora, obra citada.

viernes, 7 de diciembre de 2018

¿Qué es la crisis?

La crisis puede ser la rotura del orden o bien su análisis. Algunas de sus acepciones remiten a la criba, usada para separar el grano de la paja, y otras al caos. Las crisis implican cambios, siempre insuficientes hasta ahora para ordenar bien a la sociedad, pero la crisis humana ha sido permanente, ya que la vida es necesariamente crítica, porque se debe criticar para sobrevivir y porque la existencia muta. En el marco de una existencia crítica la humanidad civil experimentó varias crisis grandes, que causaron cambios sociales más cualitativos, entre los cuales la crisis persistió en medida menor, con modificaciones más cuantitativas. La crisis actual es mundial porque la sociedad es global. La mundialización del capital totalizó la crisis sobre la superficie continental del planeta entero, con las consecuencias que tiene en los océanos y en lo profundo de la Tierra, pero antes también hubieron crisis, porque la competencia vital es cruel e incesante y porque siempre los órdenes sociales fueron algo precarios y perimibles. A las especies vivientes sometidas por la humanidad la supervivencia les cuesta, y se las mata mucho para la economía capitalista, mientras que a la vez compiten entre ellas, ahora con deterioro climático.

El sufragio como ruego

La etimología del sufragio es incierta: se conoce el origen latino de la palabra pero no su morfología. En la justicia está la subrogancia, que es un modo de la representación entre personas jurídicas. En el voto sucede lo mismo, ya que votantes y votados son entes jurídicos, con roles definidos en la ley escrita. La ley escrita es burguesa porque a los libros sólo se los puede fabricar y mantener en las ciudades, al igual que al resto de los soportes gráficos. En el campo urbanizado también. Su uso en la selva extraurbana es excepcional. Lo urbano es el ambiente apropiado por la humanidad para su uso. No abarca sólo a las ciudades. Es de sitio, o sea, que precisa del sedentarismo, se trate de casas aisladas en el campo y la selva o de grandes ciudades, o mismo de los medios de transporte, que son fabricaciones humanas en que se reside mientras se desplazan. Puede que la etimología de lo urbano remita a la del orden, o a la de arriba, ya que las urbes implicaron el levantamiento de materia en el espacio.

La noción central de subrogar es la del ruego, que tiene tradición religiosa, incluso vertida en la ley sedentaria escrita.

jueves, 6 de diciembre de 2018

De la reacción en Nietzsche

En Nietzsche la reacción política se dio a la par que la religiosa, ya que a la vez que defendió a la alta nobleza europea, la que más se enriqueciera mediante la colonia y la servidumbre feudal, cayó en una postura religiosa pre-cristiana, la del zoroastrismo, un monoteísmo que inspiró la idea del cielo y el infierno y la del castigo de dios, que adora a Ahura Mazda y rechaza a Angra Mainyu como espíritu del mal, del que se cree que surgió en la zona irania entre el 1300 y el 1200 antes de Cristo. Tiene al Avesta por libro sagrado, una compilación de escritos del imperio sasánida, el segundo imperio persa, entre el 226 y el 651 d.C., en el que algunos de los reyes adoptaron el nombre de su dios principal, ya que "Ormuz" fue tanto el nombre de los reyes Ormuz I, II y III como la segunda expresión para hablar de Ahura Mazda. El zoroastrismo se inició en la era esclavista y atravesó la etapa feudal, llegando al salariazgo actual sobre todo en Irán y parte de la India. Lo reaccionario de Nietzsche se reflejó en el asco que tuvo por el pueblo y el socialismo, a los que condenó en La voluntad de poder, y no se entiende cómo desde parte de la izquierda se lo tenga de figura destacada. La indiferencia ante el salariazgo y la condescendencia tácita con la servidumbre de la gleba son sus rasgos económicos. La adscripción anarcocomunista al nihilismo reactivo de Nietzsche falseó a la izquierda porque lo tornó algo pro-oligarca y suicida, de manera subconciente, cuestión que se expresa en el mal ludismo que adoptara, inspirado en los gestos de la dilapidación feudal, como celebración de la explotación, en línea con la fascinación por el sacrificio ritual del Bataille místico, que se replica en su política general, ya que este nihilismo por un lado es absoluto y, además, es por otro negativo, y de materialismo aparente, lo que a sus seguidores les perdió el juicio, desde su misma pretensión moral, que se presenta como anti-moral, o amoral, e inmoral, cuando en verdad defiende una moral extraña, de rareza traidora por celebrar la sumisión humana y la crueldad como fin en sí mismo: como un pasatiempo de patrones altos y aburridos.

Como Foucault fue nietzscheano todo el foucaultismo está pervertido por la prédica de Nietzsche, a lo que no puede asumir sin cuestionarse a sí mismo. Lo mismo le pasa al anarquismo con Heidegger, Mircea Eliade y Carl Schmitt, todos de simpatía reaccionaria, y con literatos como Michelle Houellebecq.

Al haber propuesto Nietzsche que se fuera truhan, con su apología de la vileza, sus seguidores cometieron turradas.

El sincretismo religioso de este autor es único, ya que a la deificación de Zaratustra la combinó con la mitología de los dioses griegos, la olímpica, con el culto a Dionisios en particular. Hizo un escapismo reaccionario bizarro ante el cristianismo dominante de su época, la del ascenso de la burguesía liberal en el territorio germano, el protestantismo de la Confederación Germánica (1815-1866) liderada por el Reino de Prusia, de monarquía parlamentaria, que terminó en la unificación alemana (1871) a partir del príncipe y duque Otto von Bismarck. Nietzsche vivió así en el período del imperio alemán, el de Guillermo I y II, también monárquico pero colonialista, de la conquista alemana de África Oriental Alemana, África del Sudoeste Alemana, Camerún y Togolandia, las que permanecerían bajo su dominio hasta la primera guerra mundial. El derroche de la aristocracia que él elogió fue el de estas explotaciones alemanas. Habría que saber qué opinó sobre el imperio alemán y de von Bismarck, esto es, cuál fue su ideología política, poco expresada por él, y más por la negativa por derecha al socialismo y al democratismo protestante que por una afirmación abierta. Catorce años después de que muriera el imperialismo europeo desembocaría en la primera guerra mundial, la cual fuera eurocéntrica, de la que el empresariado capitalista emergería superando a la nobleza, que se le plegaría como capital aristocrático, por medio de matrimonios entre nobles y herederos de empresarios prósperos, más proclives a la especulación financiera por su alto refinamiento. El proceso de fusión entre el empresariado capitalista y los restos de la oligarquía feudal es el que explica la permanencia de títulos nobiliarios hasta hoy, así como la subsistencia de reinos en modos de república democrática de voto empadronado.

Revalorizar el instinto

Hay una corriente humanista que al desconocer el carácter animal de la humanidad llevó a pensar al instinto como al ansia que preformatea en absoluto la práctica animal, excepto la humana, que como es más versátil se la supone promovida por un instinto más refinado, que ya no sería instinto sino pulsión. La llamada pulsión es el instinto humano, ya que la humanidad es instintiva, aunque su instinto pueda diferir en algunas cosas con el de la otras especies animales, y de las vegetales habría que ver. El instinto es lo tenido hacia dentro de sí mismo por los seres vivos, pero no en el sentido de los tejidos celulares, sino en el de lo percibido por el alma propia. Son los anhelos primarios, los más ligados a la subsistencia y la reproducción, pero los deseos innecesarios para vivir también son instintivos, de menor importancia psíquica y rigor pero existentes. No se debe entender al instinto como algo totalmente rígido y de determinación absoluta, para ningún ser vivo, y quizás en el humano sea más mudable que en los demás del reino, pero tal vez no. A eso habría que estudiarlo lo debido para postularlo bien. El instinto es un interés primigenio que antecede al deseo, cuya base es de transmisión genética y que quizás sea modificable por la cultura, algo que podría comprobarse a largo plazo. En lo referido a la aclimatación, la alimentación y los afectos, es motivado por las células del sistema nervioso que estimulan al cerebro para que piense en los objetos que satisfacen a su necesidad, lo que si bien es relativo tiende a ser absoluto y varía. Los otros animales también son pulsionales porque tienen impulsos que los llevan a actuar. Entonces, puede que el instinto anteceda al deseo y éste a la pulsión.

miércoles, 5 de diciembre de 2018

El leninismo y la revolución pasiva

La estrategia insurreccional de tomar el gobierno mediante guerrillas proletarias para desde ahí dirigir la concreción del socialismo genera revolución pasiva en el caso de que las masas no lo estén exigiendo. Sucedió así en el bloque comunista, en el que el proletariado no es muy socialista y menos aún gestiona las empresas con asambleas de trabajadores. El gobierno puede ser un actor estimulante para la revolución, pero para triunfar bien tiene que empalmar bien con las aspiraciones explícitas de la base. En la URSS el estalinismo vetó al consejismo obrero, pero luego de la caída de la unión éste no resurgió con fuerza. El gobierno podría responder bien a las exigencias obreras en pos de la socialización si la ley mayor lo habilitara. De ese modo habría una interacción entre el gobierno y los obreros organizados, que no requeriría una socialización absoluta a corto plazo y que permitiría la coexistencia de distintos modelos propietarios en la transición al socialismo.

Para sostener al constitucionalismo socialista el ejército tendría que estar más o menos dispuesto a hacerlo, lo que requiere de preparación anticipada, es decir, de políticas bélicas progresivas. Habría que aplicar una política militar exitosa antes, durante y después de la reforma constitucional, cuestión nada fácil.

¿En qué es liberal el bloque comunista?

Como esta es una etapa histórica capitalista, se da el predominio liberal, presente en lo profundo del bloque comunista, no sólo porque ahí prima el capitalismo, sino también por la existencia del gobierno republicano, con presidente, parlamento y tribunales. Este modelo es el liberal, aunque en el capitalismo alterno adopta la forma del unicato partidario: restringe la participación democrática a votar por candidatos de un sólo partido, cuestión que en el mundo ortodoxo se da de maneras más sofisticadas. En el bloque comunista también hay cierta tolerancia religiosa.

martes, 4 de diciembre de 2018

El capital de las altas finanzas

El capital máximo es el de las altas finanzas, porque es el más refinado y representa a los capitales menos abstractos que sí mismo, los de servicios no financieros, industria y agricultura. Los flujos mundiales del capital financiero se dan por medio del traslado de billetes así como con las transferencias magnéticas e internéticas, las que intercambian valores monetarios más ficticios que el billete, sin monedas concretas pero con su equivalente informático. El nivel del capital es este, que sucede de acuerdo y en violación a la ley sancionada. La cúspide del gran capital laboral participa de esto por la adquisición enorme de capitales que realiza con la venta de los productos que ofrece en el mercado, pero este capital se compone más de la especulación bursátil y crediticia, la de los bonos gubernamentales en particular. También es el del lavado de las actividades ilegales, el del narcotráfico, la explotación sexual y el tráfico de armas y esclavos.

Materialismo y cristianismo

El materialismo debe destruir al cristianismo, porque el cristianismo personaliza en Jesús, así como tampoco debiera ser marxista para no sobrenfatizar en Marx, pero a la vez tiene que reivindicar la bondad cristiana y marxiana, ya que si no podría recaer en posturas previas. El cristianismo tiene de rescatable lo libertario, de lo que el liberalismo es su forma refinada, emergida quince siglos después del cuestionamiento al esclavismo por medio del iluminismo, que impugnara al sistema feudal, y ahora se encuentra falseada por su propia perversión, que en el marxismo también la hubo de otro modo. El materialismo, como concepción libertaria, no puede permitir la perversión, ni siquiera la bizarra, al menos en general, como tampoco debe tolerar su propia maldad. La perversión cristiana deriva de la fidelidad, porque la fe causa versiones de la realidad que confunden lo cierto con lo supuesto. La fe, como criterio para justificar la práctica, es bastante equívoca y acierta algo a tientas.

De la pasión

Tampoco la pasión es siempre buena. Cabe tanto la crítica de la pasión como el buen racionalismo.

El conservadurismo nos aleja de la solución a la crisis

Más allá de que el progresismo tampoco la resuelve bien, el progresismo permite el crecimiento de las fuerzas materialistas, que son las que quieren resolver bien la crisis porque buscan la calidad de vida. Entonces, el apoyo de la izquierda al progresismo gobernante debiera ser constante a la vez que crítico, ya que el pueblo no es siempre muy revolucionario, pudiendo ser de moderado a conservador y reaccionario. De darse la tercera guerra mundial, que sería atómica, la humanidad tendría que revaluar su lugar histórico al costo de muchas vidas, en cientos y miles de millones, y de una devastación ecológica inmensa, siendo que quizás eso no fuere suficiente para que entrara en buenas razones, como no lo fueron las dos primeras guerras mundiales.

La propiedad, la piedad y el bien

La propiedad es el bien que cada viviente toma para sí mismo, aunque no siempre esa toma es buena para quien la realiza. La piedad es un modo de ser humano en que a la propia conducta se la ordena según una ideología teísta, que a su vez define al bien en términos téicos y creedores, lo que hace a la existencia crítica, ya que sin entender bien al mundo no se puede vivir bien. La buena comprensión social de la realidad es necesaria para la buena existencia de nuestra especie.

La religión hace a la jerarquía política

Que la política sea jerárquica significa que su orden es sagrado, lo que se vincula a la verticalidad porque la doctrina clerical entiende al valor de la gente según la idea que tiene del pecado, a la que pone en relación con su comportamiento, idea fundada en la mitología, que atraviesa a las ciencias como corriente seudoriginaria. La mitología ocupa un mal lugar en la historia humana, aunque su existencia sea rescatable, para lo que debe ser entendida bien. La mitología hace a los fundamentos mágicos de la ciencia, presentes en las ordinarias y en las críticas, como las satánicas, o las de hadas y duendes, que hicieron a nuestro pasado. En política la mitología se replica con el sistema de la fetichización del gobierno, con eje en el voto y en la confianza, ya que la política capitalista responde al conocimiento crédico, que contiene cierto materialismo, pero subordinado a una ley mayor, que impide la asunción social de los problemas señalados por el materialismo que no concuerdan con la doctrina principal del momento, que es la del liberalismo clásico superior. El monoteísmo es el teísmo rector del capitalismo, pero no todo, sino su parte cristiana, la protestante en particular. Como producto religioso el capitalismo es el régimen del cristianismo protestante, ya que es éste el que lidera las relaciones internacionales, secundado del católico y el ortodoxo, entre otros cristianismos, y las ramas islamistas, que forman la parte menor, la más atrasada a veces, de la clase capitalista mundial, que se completa con el capital hinduista, el sintoísta, el del materialismo socialista, en todas sus vertientes, desde la socialdemócrata al izquierdismo más extremo, dentro de lo cual el comunista adquirió preponderancia mundial, aunque sea segundo. El producto bruto del bloque comunista es menor que el del bloque liberal entero, pero el capital detentado por el materialismo también incluye al de los miembros de las demás corrientes de la izquierda, tenencia menor a la propiamente capitalista, a la que la socialdemocracia mantuvo cuando gestionara a las empresas estatales, de manejo gobernante. El bloque liberal abarca a los países de constituciones liberales, tanto en Europa y América del Norte como en Oceanía, de capitalismo protestante principal; en África, donde el capital es más sincrético, dado entre el islamismo, el animismo y el cristianismo de la colonización moderna, aunque también en África hubo gobiernos de materialismo socialista; también sucede en la Rusia asiática, en América Central, en el Caribe y en la del sur, mayormente católicas, aunque tuvieron gobiernos socialistas, bajo mandato capitalista legal o de facto, lo de Cuba, que tiene legislación de ideología socialista pero hace a un capitalismo mixto con predominio estatal sobre el sector privado, en la que los dirigentes del partido gobernante manejan a muchas de las mayores empresas del país, ya que se las maneja como un oligopolio concentrado, con la ficción jurídica de la propiedad popular y los saberes complejos de la producción empresaria, a los que acceden pocas personas del total. Tampoco el gobierno cubano puede por sí sólo operar la socialización de los medios de producción en su propio país, incluso aunque la haya proclamado en la ley, ya que la constitucionalización del socialismo es necesaria pero no alcanza por sí sola para concretarlo, porque su efectuación debe ser social. En el bloque comunista la jerarquización religiosa se repite de facto, sin la justificación divina liberal pero con sucedáneos, como la idolatría a las autoridades, o los resabios del sistema dinástico, el fanatismo político e ideológico, los rituales cívicos, el patriotismo ordinario, el mal hombrismo, también en línea con la idea de que dios es hombre y con el patriarcado. Tampoco en él los proletarios saben mucho de qué es el socialismo ni lo reclaman tanto, aunque sí le exigen formas superiores a las vigentes, a algunas de las cuales pueden dar incluso sin el traspaso a la socialización económica abierta a nivel internacional, que requiere de la transformación legal porque la ley es un modo de asunción social de la realidad, o sea, que pauta qué es lo que la sociedad reconoce de la realidad en un momento, aunque esa pauta esté distorsionada, admita modificaciones cuantitativas y pueda estallar en formas nuevas, lo que no es necesariamente bueno, por lo que cabe la crítica de la transformación. Un aspecto que debe aceptar el pueblo es el del carácter hipotético de la creencia, condición básica para que sepa comportarse bien, o mismo la crítica al teísmo. El socialismo no podría suceder bien sin ambas. Como la economía se lleva con la religión los defectos de una repercuten en la otra y viceversa, eso en medio de los otros vínculos, también conflictivos y cambiantes. Reemplazar a las prácticas de adoración a los dioses, y a sus sucedáneas, por las de la convivencia bien comandada, de concordia social, es necesario para que se ordene bien la economía. La buena resolución del fetichismo de la mercancía precisa el reconocimiento social del problema de la fe y del credo.

lunes, 3 de diciembre de 2018

De un método para la expropiación a bajo costo de la gran propiedad privada económica

La asamblea constituyente pro-socialista podría legalizar la expropiación barata, y hasta gratuita si cupiere, de las empresas, cuando se demostrara debidamente la corrupción empresarial, es decir, que se podría habilitar el cambio en la titularidad de las empresas al probarse bien que la dirigencia de sus sociedades accionarias hubiere incurrido en delitos flagrantes. Esto permitiría la expropiación, que sería en pos del gobierno, lo que estaría bien pero sería insuficiente, ya que no implicaría el traspaso de la tenencia a sus trabajadores. En el caso de las grandes empresas la expropiación quizás deba adoptar un carácter mixto, con cogestión gubernamental y obrera, seguida de la posibilidad de que participen en su administración los usuarios y consumidores, o los demás afectados por éstas. La empresas del gobierno debieran tener mecanismos cogestivos, y las privadas admitir la posibilidad de que se las cuestione y reordene con paciencia si su desempeño lo ameritara, cosa que tendría que ser justa también con los empresarios. Otra modalidad intermedia podría ser la de la cogestión entre trabajadores y empresarios, a lo que habría que terminar de decidir en concreto, según las características particulares de la expropiación que fuera.

La ley pro-socialista debiera relativizar el predominio de la propiedad privada, para permitir distintos modos de transformación propietaria, que tendrían que ser más pro-obreros que pro-patronales.

Del caso Odebrecht

El caso Odebrecht demuestra la hipocresía social vigente respecto al pago de sobornos de los empresarios al gobierno. El pago de sobornos para la contratación de obras del gobierno es frecuente, por lo que escandalizarse por lo de Odebrecht es propio de presumidos. La motorización del juicio a la empresa debe tener origen en los servicios de inteligencia, ya que hace a la manipulación de la trama política y económica con fines del imperialismo estadounidense. Se da como parte del combate entre los imperios mundiales, pero en eso combina la delación de delitos que se cometieron. Es como una tarea de delación selectiva con propósitos imperialistas aliados a los de las oligarquías inferiores. En su contradicción se lo puede entender como una tarea de clase para deponer a los gobiernos pro-socialistas, o cercanos a la defensa del socialismo, que hasta pueden haber cobrado las coimas. Lo raro es que, siendo el pago de sobornos algo tan frecuente, se lo haya perseguido tan poco.

jueves, 29 de noviembre de 2018

miércoles, 28 de noviembre de 2018

La transexualidad humana es leve pero existe

La identidad asumida por sí mismo tiene incidencia corporal, que debe ser por medio de la generación hormonal, o al menos sucede en la ideación sináptica, ya que el cerebro comanda a las glándulas, o incide de alguna manera en su actividad, así como a la ingestión se la decide pensando; el comportamiento individual, evaluado socialmente desde la ideología dominante, hace a la actividad neuronal. Entonces, hay un cambio sexual, de nivel orgánico, en la humanidad, aunque éste no baste para cambiar el vientre gestante, a lo que pueden hacer algunas plantas y animales chicos, como ciertas ranas, serpientes y peces. Hasta a la hiena se la considera pasible de transexualidad. La transexualidad humana es más leve que la del cambio genital y reproductivo, en la que machos se convierten en hembras o viceversa, pero es tanto conductual como corpórea. Debe ser propia de cada especie viviente, aunque de distintas maneras. Cada especie admite algunas formas transexuales y no otras, y no todas son buenas, por lo que se las debe criticar bien.

La concentración en lo sagrado

Marx predijo que el capitalismo se iba a concentrar en oligopolios, la tendencia a la concentración del capital, lo que se agudizó tanto como para llevar a que una parte mínima de los humanos detente la amplia mayoría del capital producido por la especie. Esto se replica en el orden político con la oligarquización del gobierno, favorecida por la constitución burguesa liberal, así como el sacerdocio también concentra la predilección de la supuesta gracia divina en pocos servidores de dios canonizados por el clero, cuestión que se abre y se cierra al resto de la sociedad según los vaivenes de la asunción humana referida a la verdad histórica y a su relación con la doctrina clerical, que en el gobierno se reitera de acuerdo al sufragio, sin traspasar el marco capitalista porque la ley mayor es liberal y sin hacerlo con el voto porque el contrato social liberal es confiante en materia política. La ley da cuenta del estado de la conciencia social de la especie, y aunque sea heterogénea y mudable contiene un marco de saber cuya doctrina ordena la práctica internacional, con la crisis y faltas habidas. El global es como un promedio, evolutivo y dominado por el monoteísmo cristiano, creador del liberalismo, seguido del ateísmo socialista y del teísmo alterno en tercer lugar, cuya economía es capitalista, por lo que su política también lo es, así como es algo fetichista en todos sus aspectos. El capitalismo es un subtipo del orden jerárquico urbano, sucesor del esclavismo y del feudalismo. En las sociedades migrantes se dió una jerarquización menor, la de los brujos, porque el nomadismo es de sociedades chicas y con poca apropiación, que al civilizarse aumentó a la potencia, que se descubriera en las matemáticas griegas y árabes y que ocurrió a la vez que la desigualación social en estamentos, la cual empezó a complejizarse en las ciudades y se extendió mucho desde la revolución industrial.

La concentración de capitales se da por medio de la acumulación salarial y de sus derivados, la bursátil y la debitaria, que coexisten con la del fraude gobernante, cuya parte legal son los subsidios y rescates, de fondos obtenidos con los impuestos, todo lo cual está cruzado por la especulación diosera, que es la fetichista y que se plasmara mucho en la ley, explícitamente en los regímenes monárquicos, ya que se creía que el rey lo era por encargo de dios, y en algunas de las repúblicas, aquéllas cuyas constituciones expresan fidelidad a los dioses, que en otras sucede por medio de la promoción de una moral crédica que definió a las buenas costumbres de acuerdo con los libros considerados sagrados.

lunes, 26 de noviembre de 2018

¿Qué globalización hubo hasta ahora?

La interconexión humana existe desde que comenzara la especie, por lo que, aunque sucediera inconcientemente, ya se daba, pero desde el civismo se la empezó a establecer de manera más planeada, generándose relaciones económicas internacionales de a bloques, como el de la ruta de la seda, los del mar Mediterráneo y los demás, entre los cuales los africanos, oceánicos y americanos. Entonces, ya desde la antigüedad civil se empezó a conformar una correlación económica internacional, adelantada en la edad media con las expediciones marítimas y expandida en conjunto desde la globalización, en la que el mercado mundial se compuso como un todo organizado para las finanzas. Ya desde antes la economía humana era internacional de algún modo, pero no tenía una correlación bancaria que la ordenase planificadamente. De todos modos, el orden capitalista no es una abstracción cualquiera, en que las naciones están equiparadas, sino que sucede con la forma de las relaciones internacionales, lideradas por Estados Unidos y Europa, el liberalismo cristiano principal, en la que, luego de la segunda guerra mundial y a partir de la caída de la URSS, los capitales de los imperios mayores fueron exportados al mundo periférico en mayor medida de lo que hubo sido antes, a la vez que la extracción de las ganancias llenó de riquezas ficticias a las ciudades del primer mundo, en las que se multiplicaron con la especulación bursátil, debital y bancaria de manera mayor a lo que ocurriera en las de la periferia, también divididas entre principales y secundarias. La globalización implicó el ascenso de China en el concierto mundial, que recibió grandes aportes del capital privado desde la apertura de Deng Xiaoping, y la creación de la OMC y la ONU como instancias de gobierno intercontinental. Si bien China está superando a los EEUU, el bloque liberal es mayor que el comunista porque además de Estados Unidos lo componen Europa, Canadá, América Latina, Japón, Oceanía, partes de Asia y África. El comunista contiene, aparte de a China, a Vietnam y Corea del Norte, y a Cuba, así como entre ambos figura el liberalismo alterno y la socialdemocracia. Son bloques abiertos y cambiantes, el comunista presto al capital privado y el liberal a los gobiernos socialistas subordinados al orden principal, que es el del capital superior. El capital privado sigue liderando el orden mundial, y el público es detentado por los gobernantes, más variables en el liberalismo que en el gobierno de los países con constituciones comunistas, que no tienen un gobierno comunista porque el socialismo es una precondición para el comunismo, ya que la economía es un nivel inferior al de la política. Los gobiernos comunistas en verdad son gobiernos privados y unipartidarios cuya ideología es comunista y cuya economía es de capitalismo heterodoxo, más propensa al capital público que al privado, ya que el liberalismo sigue siendo el dirigente mundial, pero eso no implica que no deban corregir sus errores, por lo que deben aceptar que se los señale bien. El hecho de que la concepción dominante sea la cristiana está indicado en que el billete de mayor distribución mundial expresa confianza en el dios cristiano.

El capital privado también tiene niveles. El capitalista es el nivel superior, ya que el empresariado popular o bien no acumula excedentes o bien practica una acumulación subordinada: hace acumulación menor de capitales, que no se corresponde con la de la clase capitalista, que abarca a un porcentaje chico de la humanidad, no sé si el 4% o el uno, o cual sea, pero además la clase capitalista se compone del capital detentado por los gobiernos estatales, lo que hace que los miembros de los poderes ejecutivos se conviertan en capitalistas del sector público durante su tiempo de gestión, de lo que el excedente del capital público puede ser reinvertido o robado, lo que es frecuente en el empresariado gobernante. La clase capitalista tiene una compulsión a la acumulación de capitales abstractos, de manera legal e ilegal, a la que debiera desentrañar la psicología, ya que como meta existencial es pobre. Una conjetura es que se deposita en el capital abstracto una carga semántica religiosa que los equipara a las divinidades desde una posición social laica, como sucedáneos laicos de los valores sacros, al menos en sentido disléxico y por medio de la castración productiva, muy presente en el empresariado alto a la par del fideísmo. Al menos para los protestantes sucede que la moneda que representa a las propiedades mercantiles es tomada como obediente al creador del universo, como si los fieles la hubiesen fabricado en su veneración, como si la economía capitalista fuese una respuesta humana al mandato divino y como si la apropiación humana debiera efectuarse según los cánones de las iglesias principales, que no son sólo las protestantes sino también las otras que adhirieran al ecumenismo liberal. El capitalismo nació dentro de la doctrina cristiana de la reforma y se expandió porque el liberalismo, que era la ideología filosófica de la burguesía liberal, fue tolerante en materia religiosa así como universalista en términos comerciales. El socialismo es propio de la doctrina atea, aunque está algo presente en el catolicismo moderado, el del socialcristianismo, dado tanto en el peronismo como en el radicalismo, porque el cristianismo surgió de reivindicaciones de sometidos, más de forma meso-conciente, ya que las religiones, al ser creyentes, disciernen sobre todo de acuerdo a pareceres puestos en experimentación.

Para medir la conciencia política proletaria

Un tema básico en la estrategia socialista es el de la conciencia política proletaria, que es determinante porque la política proletaria obedece a su conciencia, que si bien es influida por la ideología dominante no es del todo definida por ella. Un indicador de los más importantes se da en las elecciones, en que los votantes optan entre partidos de diferentes concepciones, que van del capitalismo al socialismo así como de la religión al ateísmo, con extremos, moderaciones, excepciones y variantes. Tampoco el voto representa del todo el interés del votante, pero la conciencia proletaria abarca a una parte del total de votos, ya que hay electores no proletarios, y es mucho más amplia, ya que contiene a las ideas del proletariado en toda su extensión, inclusive la abstencionista y la que no está empadronada. Conocerla bien es imprescindible para definir bien la estrategia, por lo que es una condición para el éxito político del socialismo, aunque no sea la única, ya que para ello se debe entender bien el funcionamiento social en su conjunto y concordar una política de alianzas grandes, que tendría enormes fallas, incoherencias y contradicciones, sacudidas traumáticas, y que sería atacada por la clase dominante y sus aliados subalternos, así como debería atender bien las exigencias de la buena supervivencia humana a la vez que promover el desarrollo de las condiciones de existencia obreras, más que el de las empresarias, que también tendrían que transformarse, todo eso a la vez y en un contexto de crisis mundial, lo que es común en los gobiernos pero no tanto, al ser abrupta la revolución. Sería una conciliación pro-obrera, que debiera ser justa dentro de lo posible con la patronal y buscar la sanción de la ley socialista, algunos de cuyos puntos caben dentro del marco constitucional vigente y otros de los cuales requieren la modificación de la ley suprema. El pasaje a una etapa histórica propulsora del socialismo necesita de su habilitación legal. La ley socialista sería burguesa en el sentido de urbana, pero no sería capitalista y debiera contemplar bien al agro, ya que regularía su actividad humana. La ley escrita es necesariamente burguesa porque la escritura requiere de la urbanización del espacio rural, porque para crear y mantener a sus elementos gráficos se precisa de instrumentos civiles.

sábado, 24 de noviembre de 2018

Incoherencia grave de la izquierda radical

Tanto el anarquismo como el trotskismo tienen una prédica antirreformista, casi absoluta en el primer caso, descalificando de cuajo al progreso sancionado desde el gobierno, o acotándole el apoyo a las medidas más revolucionarias en el segundo, subestimando a las reformas intermedias y menores, pero ahora, cuando por el ajuste están perdiendo las conquistas populares, como las jubilaciones, la educación y la salud financiadas por el gobierno, o la jornada laboral de 8 horas y el poder adquisitivo del sueldo, sí las salen a defender, y sin honrar a los partidos que ayudaron a concretarlas. Van a tener que ponerse de acuerdo, porque con semejantes incoherencias no se puede establecer una política consistente para ganarle al capital. Las faltas ajenas no justifican las propias, y los pueblos y proletariados también las tienen.

viernes, 23 de noviembre de 2018

El capitalismo es liderado por creyentes terciarios

El traspaso del feudalismo monárquico al capitalismo republicano implicó que la nobleza, que ya había superado al orden teocrático antiguo, fuera desplazada de la conducción social por el empresariado burgués, que es fiel en gran medida, ya que la capitalesía comunista es secundaria dentro del orden mundial.

Así, el capitalismo implica una modificación de tercer nivel dentro del orden teísta civilizado. En primer lugar estuvo la teocracia, propia de la antigüedad, en que el sacerdote principal era el rey y el principal acaudalado. En segundo, la monarquía, en que el rey era considerado como la encarnación del dios y el más rico, pero ya no era el primer sacerdote, en tanto que la monarquía separó al gobierno de la iglesia. En tercer lugar está la democracia capitalista, en que a la iglesia y a la monarquía reducida se le interpuso la república, con sus tres poderes. Tiene un gobierno más abierto pero sigue siendo tanto teísta como creyente, por lo que su economía y su política son fetichistas, de mercantilismo y voto. El capitalismo es el sistema en que el empresariado ocupa el liderazgo de la clase dominante, antes detentada por el gobierno feudal, que reemplazara al clero antiguo. Los terratenientes de la gleba le cedieron el puesto a los industriales, que se convirtieron en el capital mayor antes de ser desplazados por los bancos.

martes, 20 de noviembre de 2018

Socialismo populista con liderazgo obrero, la política socialista

El socialismo busca que al orden social lo conduzca el proletariado, por lo que planteó su dictadura, secundada por el empresariado popular y terciada por el capitalista. El socialismo contempló mal a la burguesía alta, lo que culminó en los campos de concentración del empresariado urbano hechos por los soviéticos, a los que llamaron de reeducación, un proyecto que le puede haber simpatizado al anarquismo, de tipo castigador para con la clase de mando, porque responde al populismo, que es bastante religioso porque los pueblos son bastantes religiosos. De allí que la política populista reciba mucha influencia del clero bajo. El socialismo debe contemplar bien a todas las clases sociales, para ser de un universalismo superior al clerical, pero entonces tiene que ordenar bien sus prioridades clasistas, lo que requiere de buen trato hacia la clase dominante. ¿Qué sería ese buen trato? Habría que definirlo, y debiera tener sanciones justas, ya que tenerlas injustas sería de mal cientificismo. El problema de la justicia revolucionaria para con la clase alta se vincula al de la violencia contra el capital, que no debe ser cualquier violencia para ser efectiva, es decir, que debe tener violencia buena, a lo que deben evaluar sus propios protagonistas, para lo que tienen que tener buena razón; o sea, que los revolucionarios deben tener buena razón, para lo que deben querer tenerla, ya que si no la quieren no la pueden tener, e incluso quererla no basta para alcanzarla, y menos aún para que sea social lo suficiente. En tanto que la transformación revolucionaria es social, debe ser ejecutada por la sociedad, lo que depende de cómo sea su conciencia, que se nutre de los discursos sociales y de su cotejo con el resto de la realidad, la que significa sin intención de hacerlo.

¿Qué política para el gobierno progresista?

Habida cuenta de que sin una reforma constitucional que permita iniciar una fase de transición al socialismo, esto es, sin una que facilitara la socialización de los grandes medios de producción económica, no se puede superar al orden capitalista, y de que dicha reforma requiere de un consenso social y parlamentario muy amplio, cabe postular que es preciso determinar una política preparatoria para ésta modificación legal, es decir, que en tanto que el capitalismo permanezca asegurado por la ley hace falta definir qué política de gobierno debiera adoptar el progresismo, ya que gobernará cuando gane las elecciones, a lo que no tiene asegurado por el conservadurismo popular, que puede aumentar tanto como para otorgarle el mando a los partidos de derecha. Mientras que los pueblos adscriban en masa a políticas entre de derecha y de centro lo más de izquierda que puede ser el gobierno es de progresismo centrista, cuestión reforzada por la prohibición constitucional a la socialización de la propiedad privada mayor. Entonces, es preciso definir una política de centro, con todos los ítems que le corresponden, cada uno de los cuales merece debates profundos y divulgados. Sin ello los partidos progresistas arribarían a los gobiernos con programas provisorios, proclives a repetir las alianzas con el gran capital sin las modificaciones necesarias al programa de transición. Es imposible desempeñar una política que no sea capitalista mientras que rija el constitucionalismo liberal, por lo que hay que definir qué capitalismo heterodoxo debe ser impulsado por el socialismo en pos de mejorar las condiciones de vida popular en lo inmediato y con un sentido pro-socialista a mediano plazo, cuya concreción precisa del apoyo mayoritario y de plasmarse en la ley suprema.

lunes, 19 de noviembre de 2018

Lo crédico de votar

Las naciones religiosas que votan ejercen una elección fundada en la confianza, porque el voto es una opción intuitiva, cosa que lo hace errático y da cuenta de la falta de asunción humana sobre el problema de la creencia. Al escogerse la preferencia política creyendo no se reconoce que creer equivoca mucho, de lo que se mantiene al sistema de crédito, extendido en la economía con los préstamos, dados a crédito y endeudantes, y en la representación fetichista del valor.

viernes, 16 de noviembre de 2018

La prostitución como fornicación

La prostitución es estatal, porque antes del estado no la hubo, aunque sí debe haber habido sobornos follativos, como el intercambio de piedras por sexo, así como la concatenación de la competencia sexual con la propietaria: desde el inicio de la construcción de prostíbulos hubo tanto la competencia por las propiedades económicas como la sexual, entendida en términos divinos, de acuerdo a mitos fetichistas, muy atravesados por el satanismo en materia sexual porque el satanismo es una mistificación que responde al orden dominante al plantearse como su opuesto binario. Plantea la oposición al teísmo principal en términos místicos, también divinizantes, de deificación baja. No obstante, a la putez se le asocia con la fornicación, por lo que en torno a ella hay los campos semánticos del estatismo y lo prostibulario, así como el de la promiscuidad y la sexualidad alterna. 

El orden dominante se nota en la sexualidad en el modo en que son consideradas las conductas sexuales y su relación con el estatus social de cada quien. En lo alto del régimen social se requiere mantener la apariencia de una relación matrimonial fiel, monogámica y heterosexual, lo que se repliega de forma menos rígida en las clases populares. El mito de los cuernos funciona en ese ámbito, el de la fidelidad sexual de los matrimonios, así como la categorización a las promiscuas y a los homosexuales como putos, en el sentido fornicante y estatizado, a la par que se les trata de cornudos, como pasa en la aristocracia al conocerse las infidelidades altas, catalogadas como cuerneras y puteras. Con el sedentarismo comenzó la adoración de objetos fetiches pesados, que no eran trasladables durante la emigración, es decir, que al comenzar el sedentarismo ya había una creencia previa, dado que la creencia guía al reino viviente, a la que se relaborara según la apropiación urbana propia de la agricultura. Las especies vivas nos manejamos de acuerdo a lo que pensamos que es, cosa que podemos confundir con lo que nos parece, de lo que, si no lo notamos la diferencia, practicamos a tientas, con las consecuencias perjudiciales que eso puede tener. Entonces, habrá que entender bien la diferencia entre creer y saber, y la calidad de cada uno, porque si no la humanidad no puede proceder lo bien que debe.

martes, 13 de noviembre de 2018

Puede que haya sobrepoblación humana. Nota autocorrectiva

En el caso de que se anulara o redujera mucho la producción de la especie, llevándola al punto de lo necesario, y tal vez un poco más, quedaría el problema de la magnitud de nuestra sociedad, que requiere de ciertos productos para mantenerse y que en los últimos siglos creció muchísimo: a los inicios del capitalismo era cercana a los 791 millones y hoy está por los 7 mil 722, es decir, que casi se decuplicó en torno de 270 años. Entonces, es probable que el equilibrio entre las especies requiera de nuestra reducción poblacional, que debiera implementarse de manera consensuada, o con autoritarismo moderado si hiciera falta. El autoritarismo no es absolutamente malo, aunque existe el riesgo de que sea perjudicial, así que habría que evaluarlo mejor, de acuerdo a las circunstancias y obligaciones del momento. En sí mismo el autoritarismo es lo propio de las autoridades, es decir, de quienes toman la iniciativa para abordar los asuntos de interés común. El problema es cuando las autoridades se contraponen a los subalternos, que tampoco tienen siempre buena razón.


Lectura

Expresión "población mundial" en Wikipedia.

sábado, 10 de noviembre de 2018

El socialismo como univeralismo positivo

Un logro importante del liberalismo es su universalidad, aunque haya sido contrariada por sus faltas, en particular las de cuño sagrado. El socialismo aspira a superarlas, pero para hacerlo bien, entre otras cosas, tiene que corregir su tendencia a la sobreproducción, así como controlar sus inclinaciones autoritarias, para lo cual debe ser capaz de discutir bien los asuntos religiosos, que son difíciles de abordar porque se fundan en mitos y creencias cuyos inconvenientes fueron poco asumidos.

miércoles, 7 de noviembre de 2018

El genocidio es frecuente

A lo largo de la historia de la naturaleza hubo muchos genocidios, que es cuando mueren muchos miembros de las especies vivientes, entre las cuales la humana. El genocidio no es sólo humano porque la humanidad no es la única especie genital: la genitalidad, que es a lo que se refiere el término "génos", es propia de vivientes, esto es, que cada cual de las especies vivas puede sufrirlo. El ecocidio implica además la polución de la tierra, el aire y el agua, el ambiente inerte que nos da sustento. La naturaleza es genocida y cruel, y hasta ecocida, ya que el asteroide que exterminó a los dinosaurios mediante la contaminación del aire fue natural, pero de ahí a tolerar el ecocidio capitalista hay distancia. El ecocidio es el deterioro grave de la vida y de su entorno.

El capitalismo ya tuvo dos guerras mundiales y un posterior período de guerra mesurada, que fuera durísima y persiste hasta hoy, cuando no se le encuentra respuesta a una crisis de acumulación prolongada, cosa que hace preocuparse por la recesión y va parejo al incremento exponencial de lo ficticio, que puede terminar en una guerra atómica porque la humanidad puede ser así de frívola. La fe derivó en lo ficticio, en la confianza y en lo profesional, cosa que impulsa al modo de producción del capital al combinarse con el afán de usura desmedida y con gobiernos jerárquicos, a lo que se sancionó en la ley burguesa vigente.

Los accionistas corruptos debieran ser expropiados mucho

A los capitalistas se les expropiaron pocas pertenencias porque se los investigó poco, ya que si fuera por los delitos que cometieron tendrían que haber ido casi todos presos. Una forma medida de promover al socialismo desde el republicanismo polipartidario podría ser la de legislar que se facilitara expropiar a los capitalistas a quienes se les probara fraudulencia, en una expropiación que tendría que ser relativa para permitirles vivir bien a ellos y a sus allegados directos.

Como el capital es muy corrupto, dado que la acumulación excesiva es inmoral, se les quitaría las propiedades sobrantes de buen y fácil modo, uno que sería muy resistido y al que podrían aceptar si los contemplara bien.

martes, 6 de noviembre de 2018

Las pantallas televisivas emiten rayos catódicos

La luz son partículas que salen de una fuente de fusión, la fisión lumínica, y que se desplazan hacia sus costados en tanto que no haya un objeto más macizo que ella en que se fije, como lo son planetas y asteroides. La luz de las estrellas se cruza entre sí, ya que los electrones emanados transcurren entre galaxias, pero aún así los electrones continúan su camino. Las luces eléctricas también emiten estos electrones, que rebotan en sus alrededores y de ahí llegan a los ojos que los reciben. Los rayos de las pantallas televisivas y de computadora se llaman "catódicos", y se componen de electrones, es decir, que los y las humanas que los miramos recibimos a esos electrones permanentemente, lo que es dañino de algún modo. La contaminación ambiental opera mediante la sumatoria de daños, entre graves y leves, que coexisten a la vez, dados por lo malo de nuestra tecnificación. El manejo humano de la materia es vergonzoso para cosas serias. El orden principal de la técnica humana es el capitalista, que es fideico y somete mediante el salariazgo... Así que el salariazgo debe ser abolido en la ley, para pasar a un orden mejor, que no será bueno lo suficiente en tanto que no se encare en serio el problema del credo.

El populismo fiene una falla esencial inasumida

El populismo en sí es la doctrina política favorable al pueblo, lo que no dice su signo. Hay populismo de derecha y de izquierda, pero todo es malo con la clase privada porque su asociación no es completa, de lo que entiende algo mal a la clase superior. La clase capitalista es superior porque es universalista, entre otras razones, por lo que es preciso que la ética materialista sea universalista, y encima buena. El materialismo agnóstico puede tener ética buena, pero no la tuvo siempre, así como no siempre la hubo en los materialismos fieles, que más son los crédicos, plasmados en la legislación internacional.

Conjetura sobre la etimología de la palabra "necesidad"

Puede que sea una modificación del morfema "siosidad", ya que lo necesario es lo que ocurre sí o sí.

lunes, 5 de noviembre de 2018

Bien y mal

El bien vivifica y el mal mortifica, lo que pasa en competencia y colaboración. Lo que vivifica es bueno y lo que mortifica malo, con sus mezclas y relatividades.

¿Vendremos de los cefalópodos?

Los cefalópodos, animales como el calamar, tienen cabeza con dos ojos, brazos más o menos desarrollados y torso, así como algunos una columna ósea invertebrada. Los ratones más chicos se parecen a los sapos y las lagartijas, pero ya habiendo desarrollado dientes, pelaje y uñas a la vez que los otros cambios corporales.

Los recitales como plegaria pública

La comunicación humana es muy equívoca. El uso del discurso para ordenar la conducta social es bastante deficiente: muchas veces se habla en vano, o no se entienden los dichos, o se los entiende mal, u olvida. Otras veces la gente los recuerda equivocada, por lo que piensa que sucedieron de una forma distinta a la que fue. En la poesía ocurre la dislocación parlante, porque las poesías son obras prefabricadas a las que se recita, cosa que implica que al decírselas no se estime a los presentes de la manera debida, al concentrarse en la ejecución del plan enunciativo. De allí que las canciones de los recitales tengan su gramática algo desconectada de lo que las rodea, que esté mal pronominada, a lo que a veces se supera con jodas, celebradas por los asistentes; pero algunos de los recitales son como plegarias públicas, de canto común, cuya índole es más mitológica que clerical, porque muchos de sus partícipes son creyentes laicos. Esto pasa con frecuencia en los de metal suave, un género rockero cuya temática es a veces entre clerical y mística, con idealizaciones amorosas, a las que se cantó en conjunto dentro de los estadios, como una súplica de enamorados idílicos, que cantan para concretar su deseo prolífico, cosa que sucedió después en ocasiones.

El proletariado es heterogéneo

Conocer bien al proletariado es indispensable para la estrategia socialista, y el proletariado no sólo que es muy grande sino que también es muy heterogéneo. En él transcurren las corrientes políticas de la época, volcándose más hacia unas u otras según el momento, con inclinación hacia el centro derecha por la vigencia del clero y por su oposición a la acumulación patronal. La política alentada por las iglesias incide en el voto social por medio de los creyentes laicos, a la vez que obedece las necesidades que tienen de mantener la adhesión de sus seguidores. Entremedio están los partidos religiosos, las entidades de gobierno y las demás organizaciones sociales, así como los medios de comunicación y el ejército. De la articulación de estos núcleos, conjunta al resto del desenvolvimiento histórico, surge el orden social, en el que la política es uno de sus sub-órdenes mayores.

Se puede pensar a la sociedad humana como un conjunto compuesto por individuos organizados en subgrupos intersectados que muta en el tiempo y que existe en interacción con las otras especies físicas. Están, así, dentro de la sociedad los órdenes económico, político, religioso, bélico, científico y artístico, entre otros, como el doméstico, órdenes fijos pero relativos que interactúan entre sí y con sus ramificaciones sucedáneas, que a su vez también se entrecruzan.

A la unidad progresiva la debe haber obstaculizado la policía secreta

La unidad del progresismo, necesaria para la reforma constitucional prosocialista, es imposible por varias causas, como ser la diferencia de concepciones del mundo que hay entre sus corrientes, las incoherencias entre el discurso y la práctica, las malas exigencias derivadas de morales crédicas y tantas otras, como su participación en la reproducción del capital, pero además existe la infiltración de sus partidos por los agentes de la seguridad de los poderes ejecutivos, que depende de los ministerios del interior, y afines, quienes desplegaron una estrategia desintegradora, generando estragos mediante caracterizaciones mal intencionadas, discursos que bajo radicalidad aparente habrán perseguido atomizar a los partidos socialistas, que representaron tanto a mayorías como a minorías proletarias. Esto se debe haber replicado en el anti-progresismo de ultraizquierda.

Para solucionar el problema tiene que haber un buen diagnóstico referido al presente histórico, cuanto más amplio mejor, correlativo a la divulgación del materialismo, como etapa simultánea a la de las reformas legal y económica, entre otras. El frente partidario abierto y crítico es necesario para no confrontar con los ejércitos, que son muy superiores en recursos bélicos a las milicias populares, pero entonces se debe adecuar los partidos a las pretensiones populares, priorizando a las proletarias y criticándolas bien, ya que pueden ser malas, lo que precisa de buena razón. La estrategia proletaria debe responder bien a la política de los proletarios, expresada en sus opiniones, votos, manifestaciones callejeras y demás.

La forma y el contenido son lo mismo

En términos integrales esto sucede porque cada cosa se compone de partículas atómicas, cuyo modo de asociación hace a su forma. Cada cosa es materia aunada. En términos relativos se puede distinguir entre forma y contenido, a los fines didácticos, pero eso queda como una diferenciación con reservas, que es cuestionable.

El proteccionismo capitalista y la ecología

El proteccionismo capitalista es antiecológico porque al buscar la recuperación de la cantidad de puestos de trabajo mediante el crecimiento de la economía causa mucha contaminación, así como malos empleos, que se tornan en el anverso de la acumulación ficticia.

El PSUV es socialdemócrata

Padece la corrupción de todos los partidos socialdemócratas, agravada porque ejerce el gobierno de un país saboteado por la clase capitalista y liberal de Venezuela y los Estados Unidos, en primer lugar, y por parte de la de los países vecinos en segundo. La socialización pretendida por el PSUV está detenida por el conflicto de clases, intensificado por la confrontación política abierta, la crisis económica y la emigración, que suceden a la par del enriquecimiento de algunos de sus líderes, que es de capitalismo menor, ya que el monto de las fortunas que detentan es menor que el de los grandes capitalistas. Es un enriquecimiento algo ilegal y de montos menores que el de los capitalistas líderes, que suele ser más legal porque la ley lo ampara.

El mito de Edipo y la perdición del psicoanálisis

El psicoanálisis así como tiene grandes aciertos, por ser un materialismo psicológico, también tiene grandes faltas. Una de ellas es la de tipificar las relaciones familiares de acuerdo al mito de Edipo, que lo instaló como símbolo del conflicto originario entre hijos y padres y entre madres e hijas, al planteársela como atravesada por el deseo latente del matri y del parricidio, que no registran antecedentes en los primates. Si los hijos humanos quisieran siempre matar a sus padres para quedarse con sus otros progenitores tendría que haber una conducta parecida en las especies que más se nos parecen. En todo caso cabe cuestionar la universalidad del asunto.

Del bolsonarismo

Al bolsonarismo se lo debe definir en sus propios términos. Denominarlo fascista impide que se lo entienda bien, porque hay que hacer la comparación con el fascismo verdadero, el de Benito Mussolini, un tema muy pesado en sí mismo, controversial y plagado de equivocaciones y puntos difíciles de entender. El bolsonarismo si no es de ultraderecha es filo-ultraderechista, de la derecha dura, y puede cambiar con el tiempo. Las condiciones históricas del fascismo son algo distintas que las del bolsonarismo. Ambos son reaccionarios. Hasta ahora, la reversión conservadora continental es regresiva, lo que es una reacción de leve a media, o poco profunda, cosa que puede profundizarse o cambiar de signo, pero incluso si lo hiciera y no reordenara la ley en forma socialista, la crisis capitalista persistiría aminorada, generando falsos intentos de superación, que podrían llegar hasta la guerra atómica, o a una serie más o menos permanente de guerras moderadas. El socialismo sería insuficiente debido a la vigencia de la religión y la fe, pero implicaría una transformación importante, a la que le trabarían el establecimiento de un orden social bueno en general, porque éste debe ser ejecutado por el conjunto social y mediante un acuerdo explícito para la buena convivencia internacional, para lo que hay antecedentes así como enconos, entre los cuales está la propia maldad socialista, cuyo materialismo no es suficiente, es decir, cuya comprensión está algo errada, al ser el objetivo del materialismo la comprensión de la realidad para el ordenamiento bueno de la propia existencia. Al hacer mal denota que piensa mal, cosa que no sólo depende de sí mismo. Tanto el pensamiento como el ánimo propio son sociales, igual que la conducta, por lo que los comportamientos individuales y grupales se retroalimentan entre sí.

El bolsonarismo es ultraconservador, lo que es protofacista, con el capitalismo en crisis y el armamento atómico.

domingo, 4 de noviembre de 2018

Macho y hembra, hombre y mujer y coito homo y hetero, con cruces trans

La etimología de "hembra" remite a lo embrionario y la de "macho" a la esperma, y eso es lo que tienen de común los machos y las hembras de las distintas especies vivas, que no son los únicos sexos que hay.

Luego, hombre y mujer son los machos y las hembras de la especie humana, habiendo casos de machos femeninos y de hembras masculinas, que cambian los roles sociales pero vinculándolos con su capacidad fecundante, sea para desarrollarla o anularla. La orientación sexual se realiza según el sexo de nacimiento: homosexuales son quienes se relacionan con miembros del mismo sexo natal y heterosexuales quienes lo hacen con miembros del opuesto. Como entre estos dos registros está el genérico sucede que algunas relaciones de coito entre seres de sexos opuestos son de enamoramiento homo, el de entre humanos de género coincidente, así como en las de coito homosexual se dan enamoramientos heterogenéricos, y a la inversa, eso relativo y variable. También está la cojenda de intersexuales, esparcida entre las formas mayores.

Tres dimensiones de la sexualidad

En el debate sobre la sexualidad hay confundidas tres dimensiones, lo que hace que la cuestión no esté bien entendida, también por errores en la comprensión de cada cual. La sexualidad es viviente, ya que los primeros seres sexuales fueron seres vivos. Es objeto de la biología. El sexo es natural, está en las especies vivientes, que se diferencian mucho entre machos y hembras, habiendo híbridos también, cosa que en la humana se replica, pero esta hibridez es de índole corporal: son humanos cuyos miembros sexuales mezclan formas de los masculinos y de los femeninos, que suceden muy excepcionalmente, los intersexuales. La intersexualidad es diferente del transgenerismo, ya que éste, si bien también es corporal, se refiere mucho más al sistema nervioso, que es la sede de la psiquis y donde se decide la identidad social, que hace al modo de ser en sociedad, y tiene dos grandes polos, semejantes a los de la identidad de nacimiento, y figuras intermedias, que son las de los géneros más mezclados, lo que no se correlaciona del todo directo con la identidad biológica. Ser macho y hembra de la especie humana no determina del todo la identidad social de cada quien, pero le incide mucho. Se da una correspondencia lineal relativa y algo cambiante porque nuestra forma material determina las actividades que podemos realizar.

Entonces está el nivel biológico, que es el del sexo propiamente dicho, seguido del psicológico, que es un subconjunto dentro de aquél porque la psiquis es corporal. En tercer lugar está la fornicación, que no es el sexo mismo, el de los miembros genitales, sino la práctica que los prioriza. Así se dan varias combinaciones entre sexos, géneros y orientaciones sexuales, que también evolucionan. El sexo se corresponde con la condición de nacimiento, el género con el rol social y la orientación sexual con el interés del coito.

El contractualismo político y económico como forma del imperialismo moderno

La tesitura decolonial está mal definida porque el imperialismo moderno no se efectúa mediante la instalación de colonias en el territorio conquistado, que se diera en la modernidad, con la conquista de África y partes de Asia a partir de las expediciones de Vasco da Gama y con la de América, descubierta por Cristóbal Colón, entre otros navegantes, conquista que hicieran sobre todo los reinos de Holanda, Gran Bretaña, Francia y Portugal. Esta colonización, que sucediera en la era moderna, se basó en el sistema feudal y monárquico, por lo que se corresponde con el medioevo aunque haya sucedido luego del Renacimiento, así como el modo de producción capitalista, que es el de la economía moderna, recién comenzara dos siglos y medio después del inicio de la modernidad. Entonces, denominar al imperialismo moderno como colonialista es equívoco, ya que no describe bien a su objeto, por lo que dificulta pensar en cómo abordarlo. El modo en que los países imperiales de hoy en día someten a sus periferias no se da con la instalación de colonias, sino por medio de contratos políticos y económicos entre los gobiernos, por lo que es de contractualismo gubernativo. Es un imperialismo contractual, en primer lugar de tratados de librecomercio, al que suceden los políticos y los comunicativos, entre otros, como los de asistencia a los muy damnificados.

viernes, 2 de noviembre de 2018

El bloque socialista es prosocialista

 Hay una confusión en el debate político, debida a la mala denominación adoptada por el socialismo gobernante, que responde a que se supone que es el gobierno el que instala al orden social. Los países de gobiernos socialistas no son socialistas, sino capitalismos heterodoxos, con mayor presencia del gobierno en la economía que en el liberalismo principal. Aspiran al socialismo, pero éste no puede suceder del todo en un bloque, sino que debe ser internacional.

 La URSS no fue socialista, ya que desempeñó el rol histórico del capitalismo liberal, es decir, el de superar al feudalismo mediante el capitalismo, pero fue pro-socialista, por lo que incidió en la historia en favor del socialismo, aún con las brutalidades que tuviera, que también las hubo en el liberalismo, que combatió a la monarquía. Algo parecido pasa con el comunismo chino, con sus aliados internacionales y con la socialdemocracia gobernante. El anarquismo tiene una rudeza semejante pero no la aplica desde el gobierno, al igual que la socialdemocracia perdedora, ambos con menores faltas, pero con menos aciertos también.

La guerra en Siria como conflicto imperial

En los estudios sobre la guerra en Siria se mencionó poco, si es que algo, de que el presidente sirio es socialdemócrata. El gobierno sirio es un gobierno que fue votado en elecciones, aún con lo degradadas hayan sido, en las que se impuso un gobierno de ideología socialista. Por eso el gobierno estadounidense lo marcó para su intervención militar. El llamado choque de civilizaciones terminó siendo un ataque militar a Siria, país de la región con gobierno socialista, que debe haber sido muy malo en muchas cosas pero al que habría que conocer bien para evaluarlo bien. En torno de Siria juegan varios intereses imperiales: el de Rusia, aliada del Al-Asad, el de Arabia Saudita, el israelí, del lado estadounidense y europeo, que tienen concordancia crítica; también el de potencias menores como Irán y Afganistán. El lugar de Rusia es llamativo, porque a pesar de ser un país liberal está vinculado con China y la India, en una relación conflictiva con ambas que le sirve para confrontar con Europa y los Estados Unidos. Las grandes potencias actuales son los imperios modernos. Los imperios no son sistemas caducos, rezagos de la edad media y del imperialismo colonial, sino que luego de las independencias se transformaron en imperios modernos, cuyo modo de sometimiento no es el del establecimiento de colonias sino el de la extracción de capitales de acuerdo a contratos de negocios con los estados periféricos. El imperialismo actual es multipolar, con centros en Estados Unidos, Bélgica para la Unión Europea, donde priman Alemania y Francia, en Gran Bretaña, Rusia, India, Japón, China, Brasil y Sudáfrica, una escala asimétrica, con núcleos sometidos de rango medio y bajo cuyo orden cambia de estructura de acuerdo a la evolución histórica.

La intervención militar estadounidense llegó a Siria así como se entrometió en Venezuela, Argentina, Brasil, Paraguay y Honduras, así como su diplomacia se extiende en cada país, en una competencia con el comunismo que persiste, lo que es claro en el conflicto con China. Es una competencia entre concepciones que se da en el plano internacional, en la que el materialismo socialista se escindió en dos grandes ramas proárquicas, es decir, favorables a la instauración de un orden, que es gobernante: la pluri y la unipartidaria, una promotora de la competencia electoral entre muchos partidos y la otra manuntensora de uno en el gobierno. Las dos tienen gobierno privado, es decir, un gobierno de pocas personas que decide en nombre de la sociedad en un espacio apartado, en edificios grandes a los que no se puede entrar fácil. El capitalismo prima en el mundo, por la hegemonía financiera, por lo que el socialismo gobernante es procapitalista, lo que no es tan malo, ya que el capitalismo fue revolucionario en su momento. Lo que pasa es que mientras haya una hegemonía mundial liberal no se puede deponer al liderazgo de los financistas, que son los mayores detentadores de capital abstracto, o sea, que a los bloques gobernantes socialdemócrata y comunista no se les debe exigir que concreten el socialismo en sus países, ya que son potencias sometidas en el orden internacional: para ese traspaso el socialismo tiene que ganar la competencia internacional, e incluso a partir de entonces su concreción llevaría mucho tiempo. Podría llevar siglos o milenios, o no darse nunca.

El gobierno de Bashar al-Ásad es el del Partido Baaz Árabe Socialista Sirio, es decir, de un partido socialista de nacionalismo árabe, que es religioso. Es un socialismo del islam alauita, cuyo reformismo no superó tanto al modelo dinástico, ya que Bashar al-Ásad sucedió en la presidencia a su progenitor, que gobernó durante 29 años. El socialismo asadista fue unipartidario desde 1970 hasta 2012, cuando a raíz de las protestas de la Primavera Árabe se modificó la constitución siria para aceptar el multipartidismo. La actual socialdemocracia asadista es contraria a la alternancia, por lo que reprime mucho a sus opositores, y es procapitalista: es un protosocialismo religioso, tanto retrógrado como progresista, cuyo despliegue está retenido no sólo por la guerra y por su propia malignidad sino también por el islamismo conservador, el del Reino de Arabia Saudita, la monarquía absoluta de Salmán bin Abdulaziz. El gobierno de Arabia Saudita está a la derecha de Bashar al-Ásad y es una potencia mayor que la de Siria, aliada a las mayores del mundo, porque Israel es socio de los Estados Unidos, pero el bloque de Siria e Irak, otro país de protosocialismo islámico, ni deja de ser capitalista ni de gobierno privado, ni tampoco está exento de imperialismo porque se relaciona con Rusia, que fuera una potencia socialista hasta hace cerca de tres décadas. En Medio Oriente el bloque más retrasado es el monárquico, y el otro tiene unas barbaridades tremendas.

En la región asiática entre los mares Mediterráneo, Negro, Caspio y Rojo, y el Golfo Pérsico, el liberalismo se plasmó en estados republicanos sin monarcas y en otros que los tienen. Esta región es la del islamismo asiático, la que diera origen a la expansión islámica en África del norte. En su vértice occidental está Jerusalén, la cuna judaica que diera al abrahamismo, que abarca a la mayor parte del globo, ya que antecede al cristianismo y al islam. Habiendo transcurrido cinco siglos desde el Renacimiento, cerca de la mitad de los países de la región son monarquías, como España, Gran Bretaña y Holanda, y hay hasta teocracias, las de Irán, Afganistán y Arabia Saudita, en que el rey es el sacerdote máximo del país: son monarquías modernas, de carácter republicano, absoluto e islámico, con determinancia esencial del clero en el gobierno porque el emir, equivalente al rey, es el sacerdote principal. El liberalismo las supera en diferenciación institucional, ya que sacó a los sacerdotes del gobierno e instauró gobiernos tripartitos, cuyos mandos son o no monárquicos pero tienen a estos últimos más impugnados, ya que el liberalismo critica a la monarquía, aunque no tanto desde que ésta acogiese a la acumulación de capital. Las otras monarquías de esta zona son las de Omán, los Emiratos Árabes Unidos, Catar, Bahrein, Kuwait y Jordania. Luego están las repúblicas puras, que no tienen monarcas, todas islámicas, de gobiernos privados y capitalistas, algunas con gobiernos progresistas terribles y otras con conservadores que pueden ser aún peores: son las de Yemen, Irak, Líbano, Israel, Siria, Turquía, Armenia, Azerbaiyán, Georgia, Turkmenistán, Uzbekistán y Kazajstán. Algunas de ellas tuvieron gobiernos pro-socialistas, tan aberrantes como los de Saddam Hussein y al-Ásad, y la de Kazajstán está hegemonizada por su Partido Comunista, pero así y tan malas como fueron son las que cuestionan al liberalismo, por lo que son las revolucionarias, en tanto que apuestan por un modelo económico superior, aunque no lo concreten en sus propios países. La región todavía está superando a la edad antigua, cuyo modo gobernante fuera el teocrático, así que dista de poder concretar bien al socialismo, lo que redunda en que los partidos socialistas que gobiernan apelen al desarrollo capitalista, ya que sus proletariados no están preparados para una transformación mayor, ni pueden prepararse debido a la guerra. Ahí el problema es el abuso de la industria bélica, que promueve la guerra para reponer el armamento. El interés de los industriales de la fabricación militar es un factor constante de incidencia en pro de la guerra, que ya se concretara varias veces. Están sobre todo los capitales estadounidenses y rusos, seguidos de los israelitas y no sé si de los chinos, ni qué pasa con los otros países que fabrican armas de este tipo. Mediante distintas formas de seducción, incluyendo el soborno, los capitalistas del rubro armamentístico deben haber promocionado los conflictos bélicos internacionales, para así hacer consumir sus productos y reiniciar el ciclo fabril. De hecho, el capital bélico es una de las partes más importantes de la clase capitalista, de alto nivel aristocrático, superior a sus capitales inferiores, los de los rubros de valor agregado menor, que son los de la industria mediana y simple, y los de la agricultura. Por eso los registros del ejército son tan pesados en el presupuesto de los gobiernos.

A medida que el capital se complejiza se hace más alto y más poderoso en la escala social. Al liderazgo lo tienen las finanzas, es decir, el capital bancario, que existe fusionado con el militar, el del narcotráfico y la prostitución, los otros industriales, el agropecuario y el de servicios, porque es el capital más abstracto, el que los resume a todos en equivalencia monetaria, la de los billetes y tarjetas magnéticas, un capital liviano de peso, lo que lo hace fácil de cargar para los viajantes. La correlación entre la sofisticación del rubro y la altura del ramo capitalista no es absoluta sino tendiente. El capital agrícola antecede al industrial y éste al de servicios, incluidos los financieros. Tener en cuenta la división al interior de la clase capitalista es necesario para comprenderla, es decir, que el traspaso al socialismo precisa que se la conozca bien.