Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

viernes, 29 de septiembre de 2017

Modalidad danzística para el candombe

Es un sistema de turnos para bailar, en el que las bailarinas entran al centro del lugar de baile de a una, mientras que las otras la acompañan haciendo un paso quedo. Mientras que el coro de las bailarinas hace un paso de acompañamiento, la bailarina que entra al lugar de improvisación hace un solo de baile, que debe ser seguido y respondido por el repicador principal, en segundo lugar por los repicadores subsiguientes y en tercero por el cuerpo de pianistas, mientras que los chicos acompañan de fondo. Luego el solo de baile concluye, a lo que terminan de señalar los pianistas, y después entra la siguiente bailarina al centro de la escena, pudiendo ser seguida en primer lugar por el mismo repicador de antes o por otro, e incluso por varios a la vez, según se lo acorde.

jueves, 28 de septiembre de 2017

Qué hacer con la base social falseada

La izquierda tiene el problema de que intenta representar al proletariado sin que éste le responda bien, porque es bastante religioso y procapitalista, al faltarle conciencia científica, y política en particular. La hegemonía internacional es de derecha, o sea, de una religiosidad capitalista y de liberalismo ortodoxo, mientras que el proletariado suele adoptar una postura entre el centro y el centroderecha, al ser pietista, procapitalista y liberal proteccionista, esto con una variante para las naciones gobernadas por los partidos comunistas, que ejercen un capitalismo de izquierda, con males enormes también, postura aquélla que llegó hasta el centroizquierda cuando eligió a gobiernos socialdemócratas intervencionistas, durante el estado de bienestar, aún con las fallas productivas que éstos tuvieron. Semejante predominio religioso y procapitalista traccionó a la socialdemocracia a adoptar posturas centristas, lo que es necesario por la correlación de fuerzas, pero incluso así ésta cometió errores fatales, como la adscripción al socioliberalismo, que tal vez podría no haber cometido, aunque habría que hacer el balance del conjunto de las sociedades que aceptaron al liberalismo privatizador del Consenso de Washington, porque dicha aceptación fue más social que socialdemócrata: los electores, salvo excepciones, optaron por el socioliberalismo cuando no lo hicieron por opciones peores. La izquierda debiera prepararse para su articulación conjunta en el marco de políticas centristas, y en alianza crítica con el progresismo fideísta y procapitalista, el del liberalismo heterodoxo, porque la radicalización del proletariado requeriría que éste adoptara posturas ateas y socialistas, de las que dista bastante en la actualidad. Se tendría que operar un radicalismo centrista presto a izquierdizarse según lo aceptara la cultura proletaria, a la que además se debe criticar bien, y mientras tanto avanzar en lo que se pueda. Los triunfos menores también son importantes, y son necesarios para preparar los mayores, cuyo logro no estará garantizado.

miércoles, 27 de septiembre de 2017

Tarea para el hogar

Observar cuánto las personas fundamentan sus asertos en lo que creen, en lo que confían y en lo que les parece. Casi siempre, tras haberse basado así las opiniones, el debate prosigue como si nada, sin que a los que procedieron de este modo se les exija que averigüen qué hay de cierto en lo que dieron por sentado, cosa que da cuenta de que la humanidad no asumió bien al problema.

Este es un tema muy importante para la retórica política y para el periodismo, y el progresismo debiera empezar a reclamarse a sí mismo y a sus opositores que se averigüe en vez de creer, lo mismo que a la audiencia se le debiera solicitar que no tome por verdaderos a los discursos, que los cotejen. Así se podría reducir a la manipulación y a la accidentalidad comunicativa. Su incidencia es general. Está presente en las relaciones familiares, en las amistosas, en las amorosas, en las estudiantiles, en las laborales, las jurídicas y así.

La confusión entre la creencia y la verdad generó a una serie de expresiones que dan cuenta de una actitud dubitativa del enunciador respecto de la veracidad de su discurso, como las de “tipo como qué”, “ponéle qué”, “se me hace que”, “me suena a” y así, lo que se replica en las otras lenguas.

lunes, 25 de septiembre de 2017

La deuda estatal es una trampa perfecta. Teísmo y maldad

Como trampa financiera del privatismo moderno actual, la lógica del endeudamiento internacional es perfecta para la capitalesía, ya que así endeuda a los proletariados nacionales y se capitaliza al máximo. El truco es que quienes manejan el grueso del dinero son los capitalistas, tanto los que se endeudan como quienes lo prestan, sean del país que sean: es una transferencia internacional de capitales que endeuda a los proletariados de cada nación por medio del gobierno, que se supone que los representa, pero en la que a la plata se la quedan los capitalistas. Unos capitalistas piden los préstamos desde el gobierno, otros los brindan desde las instituciones financieras, algunos de esos se quedan con la plata prestada, sea por comisiones, por robo o por ser remunerados al ejecutar las obras financiadas con el endeudamiento, y luego, con la transferencia de los títulos de la deuda, esos y otros la cobran con intereses, para lo cual los estados recaudan impuestos a las naciones y aplican planes de ajuste. Como al gobierno piero lo elige cada nación mediante el voto, se lo asume como representante suyo, lo mismo que para los ateos comunistas pero sin sufragio, y por eso a los de ambos grupos se los toma por facultados para administrar las finanzas estatales: la capitalesía se autoasignó, por la fuerza de las armas, en conjunto con las otras potencias, la capacidad para administrar las finanzas nacionales, generadas con el esfuerzo creador de valor de cambio, tanto el laborista como el empresarial, que se complementa con las otras prácticas intervinientes en su producción, como lo son las bursátiles, las diplomáticas, las militares y las comunicativas, que incidieron en la apropiación de capital. El valor de cambio no es sólo una creación económica, sino que es histórica. El capital ficticio requiere de un esfuerzo social, lo que hace que las personas debamos dedicar nuestro tiempo a la producción financiera, que es transclasista, ya que tanto la privesía como el pueblo fabricaron y administraron plata, cosa que trabó al relacionamiento social hedonista bien concordado, y sometió a las personas a ingratitudes, que explotaron en general en los peores casos, acordes al sacrificio exigido por las iglesias, a la accidentalidad fidente y a nuestra tosquedad animal. El financiero es un atareamiento social generador de valores abstractos, los del capital financiero, que es un sucedáneo de la idea de dios: son parecidos y comparten la lógica absoluta, la de los principios máximos, que están mal planteados. Habría que saber si primero existieron las ideas sobre los dioses o la representación cambiaria de los valores de uso, y cómo fue la historia de su coexistencia. Es más probable que la representación económica haya precedido a la teísta, porque la economía es más simple que la religión, pero no sé si está comprobado. Así como el clero alto entronizó a las formas puras, porque son afines a lo que se piensa de los dioses, el capital abstracto es una forma subjetiva, que no existe objetivamente, en la realidad exterior al cuerpo humano que la piensa: es una forma imaginaria abstraída de las formas naturales, a la que se concretó en objetos financieros, como lo son los títulos de deuda, las acciones, los billetes y las monedas, pero también en objetos fabriles, artesanales y agrícolas, y en tantas otras cosas a las que se les puso valor cambiario. Tanto la deificación como la valorización abstracta son mal representantes.

La filosofía teológica cristiana le dedicó mucho tiempo a entender cómo es la relación entre la objetividad y la subjetividad, con el problema del lugar de su dios en el asunto. Sus teólogos necesitaron saber cómo era que este dios, luego de crear al universo, a la Tierra y a los humanos, les permitía conocerlo, lo que les complicó los razonamientos, ya que le atribuyeron existencia objetiva y omnipotencia a un ser en el que creyeron, sin saber que existiera por sí mismo. La existencia objetiva de los dioses es hipotética, pero que se la dé por cierta mediante la fe falsea la indagación sobre el modo humano de conocer la realidad, que ya de por sí es un tema complejo, y su incidencia excede a lo epistemológico, porque la influencia social del pietismo es general, con el hábito de creer para actuar. Existe contrariando a la sapiencia. El humano actual no es tan sapiente, sino que sabe y cree a la vez, por lo que la actual es una etapa histórica en que la humanidad basa su práctica en una mezcla de creencias y saberes, confundiendo a veces a las primeras con los segundos. Entremedio de eso están los nacionalismos, que instalan identidades falsas en los grupos humanos que llevan a peleas internacionales, atravesadas de eventuales disensos interclasistas, por la supremacía planetaria, que hace al imperialismo y a la guerra tanto como a la puja capitalista entre las naciones. Además, hay diferencias idiomáticas, que dificultan la comunicación, seudofamiliarismo, y así otras tantas taras, como las de la irracionalidad fabérica, la de todas las clases de fabricación, que hacen que la gente trabaje algo en vano y algo de mala forma. A la mala práctica humana se deberá dejar de cometerla, pero para eso la gente tiene que ser consciente de su maldad, de modo tal que quiera abstenerse de ejecutarla, y eso precisa de que se entienda bien a la realidad y al sentido de la existencia. La reforma conceptiva que requiere la humanidad es muy grande, por lo que la aproximación a ella conllevaría mucho tiempo, pero es fundamental que los humanos respondan bien a la cuestión téica. Si no, no habrá revolución que alcance. La cuestión teísta es científica, por lo que debe ser abordada científicamente, de acuerdo a lo reconocido con certeza. Atender responsablemente a la exigencia atea es un deber humano, porque hace a la calidad de nuestra existencia como especie, porque el teísmo incidió mucho en nuestra práctica histórica y porque lo seguirá haciendo, en tanto que las concepciones del mundo, sean teístas o no, hacen a los órdenes sociales, que entonces son muy críticos. El ordenamiento sociohumano es muy crítico porque su práctica responde a ideaciones de sapiencia insuficiente, al trabarse la comprensión de la realidad con hipótesis tomadas por verdades, a cuyas conclusiones falsas le sucedieron las prácticas malas. Es el viejo tema de la falsa conciencia como causante de malas prácticas motrices.

Porque las concepciones predominantes desde el pensamiento griego antiguo fueron teístas es probable que la idea de la tesis se funde etimológicamente en el teísmo, pero a eso habría que evaluarlo debidamente. Las proposiciones seudocientíficas serían tomadas como proclamaciones de origen divino, o compatibles con la divinización, en tanto que la seudociencia, que ordena a la práctica social, en el fondo es téica, pero también la ciencia atea tiene sus falsedades. Que sea atea no implica que baste para ordenar bien a la especie, porque para hacerlo además debe ser buena y más o menos completa, cosa que exige que sea social, ya que cada individuo dirige a su propia práctica, también en respuesta a las coerciones y a las ideas que tenga, y según sus circunstancias, que en algo se componen de las prácticas individuales de cada quien, porque la sociedad humana es un conjunto de individuos relacionados.

De la cuestión urbana

¿Qué habría que hacer con la urbanidad? ¿Dejar de vivir en las urbes? Y si no, ¿qué urbanidad debiera ser? Es una pregunta a la que afrontarán las generaciones futuras y que tiene historia desde antes. La urbanidad deberá ser ecológica aunque no lo sea.

Algunas de las minas queer flayearon ser arpías

Con eso de las mitologías alternas y la drogadicción, las mujeres queer, en ocasiones, terminaron dándoselas de arpías, cosa que no podían ser porque las arpías son seres mitológicos, fantasiosos y de forma distinta a la del cuerpo humano, pero entonces se divirtieron, aunque no tanto como querían, y a sus víctimas les hicieron daño. Después les devolvieron los golpes, pero la gente es tan idiota que sostendrá por mucho tiempo a lógicas lesivas como ésta, aunque van a ir entrando en razones a fuerza de padecimientos. El negacionismo humano puede ser bastante grande, y a él es propenso el escepticismo pesimista, pero no les va a salir bien esa idea masoquista de convertir al dolor en placer, porque es una idea falsa. Es como intentar curarse la gripe con plegarias a Afrodita.


Rezo a Afrodita:

¡Oh, Afrodita!
¡Novia de Mázinyer!
¡Curame la gripe con tus misiles téticos!

Del privatismo esclavista, feudal y capitalista, y de la servidumbre azteca, maya e inca

La servidumbre americana precolombina implicó un sometimiento social similar al del esclavismo, al feudal y al capitalista, pero no sabría decir si se enmarca mejor en el primero o en el segundo. Es un tema poco explorado por las ciencias sociales. Los imperios mongólicos pre-americanos fueron teocráticos, erigieron a sus gobiernos en base a la divinización de sus monarcas, parecido a las monarquías absolutas previas a la revolución francesa, lo que se correspondió a la fetichización ejercida por cada cual de los imperios indígenas, y a la de sus sociedades coledañas, a las que a veces sometieron imperialmente, mediante el pago de tributos, así como tenían subsumidos a sus propios vasallos. Aquéllos y éstas también fueron creyentes, en divinidades naturales, inventaron varios mitos de la naturaleza con los que se explicaron sus realidades, bastante en falso, y en eso con rendimientos tributarios en bienes tangibles otorgados a los imperios por las naciones menores, a las que vencieron mediante la guerra, a la vez que éstos establecieron sistemas políticos mistificados. Falta mucho conocimiento sobre las naciones precolombinas de la periferia europea, e incluso de las naciones sometidas dentro de Europa. Lo que se sabe en las ciencias sociales de lenguas latinas, ánglicas y germánicas acerca de las naciones de las lenguas periféricas es poco. No se sabe mucho de la historia de los indígenas oceánicos, africanos y de muchos de los asiáticos, de los asiáticos extra arábigos, y también se sabe poco de la historia arábiga. La humanidad, para convivir bien entre sí, tiene que conocer bien su historia, pero para eso tiene que superar al fideísmo, porque si no, las naciones, en tanto que se guían según distintos credos, a veces se mal consideran entre sí, al tomarse mutuamente como infieles, como naciones que siguen ideas equivocadas a las que se debe convertir en el credo tenido por verdadero, que tampoco lo es, al darse por cierta a la creencia diósica, y además, coincidan en sus credos o no, se pelean según sus identidades nacionales. El internacionalismo no puede existir bien porque el nacionalismo es falso, pero también porque lo son las religiones de las naciones, por lo que a las metas del socialismo no se las puede concretar bien durante el predominio religioso, por la competencia entre las iglesias por conseguir adeptos, por el esfuerzo vano requerido por los cultos, por la falencia de la práctica causada por la creencia, el capitalismo y así.

El tema de las religiones es muy importante porque las guerras son bastante impulsadas por la religión, aunque la economía y la política también les incidan. La intervención estadounidense en Medio Oriente y las guerras entre los islamistas son vividas por muchos de sus mismos protagonistas como combates religiosos, varias veces se pelearon porque creían que sus dioses lo querían así, el teísmo incide en la moralidad, y en eso también estuvo el interés capitalista. Son cuestiones interpuestas, y todas materiales, siendo la religión superior a la economía, pero la economía es más importante porque es la base de la primera, y en eso está el imperialismo, que hace a la dominación internacional, a la evolución de la religiosidad y a la extracción de capitales entre los países, que tampoco es homogénea: los que más se seudobenefician de la exacción capitalista son los de los países centrales, que son los imperialistas, pero los capitalistas de los países periféricos también acumulan más capital del que debieran, lo que aporta bastante a la reproducción del mercantilismo, a la monetarización de las cosas con valor de uso, en conjunto al mercantilismo del proletariado. El cientificismo socialista debe entender bien porqué los capitalistas acumulan más de lo que deben, como debe hacerlo con la mala práctica humana en general, porque eso es necesario para acertar a la crítica social que la corrija con la lucha política. La mala acumulación les perjudica a ellos mismos, así que responde a una lógica deponible, quitable, así como toda mala práctica responde a malas ideas y debe ser suprimida, de lo que es responsable cada quien de los humanos.

sábado, 23 de septiembre de 2017

De este invierno en el barrio marplatense Stella Maris


                                                                                                              Amanecer en plástico rugoso


                                                                                                            Mosaico de baño


                                                                                                               Yampáin en vaso prestado



Caracoles juntados en la playa sobre la alfombra


  Vista desde el 12 A del edificio Torre Centenario

jueves, 21 de septiembre de 2017

Pietismo y corrupción

Para esta entrada trabajo con la acepción de la corrupción que se refiere a la transgresión de lo que se considera como conducta honesta, la del rompimiento del mandato moral dominante. El pietismo, entonces, es una fuente general de corrupción porque postula mandatos incumplibles, al basarse en una ideología que contiene falsedades que no son reconocidas como tales y que implican exigencias insensatas, por lo que sucede fallado, y combinado desde la revolución industrial con la acumulación de capital. El pietismo es la parte religiosa del idealismo capitalista, cuya contraparte es la del ateísmo socialista, más dado al materialismo pero también proclive a la creencia, y que también reprodujo al fetichismo de la mercancía, ateísmo que a su vez se divide en el gobernante, que es capitalista, de una cualidad diferente que la del capitalismo religioso, a la que hay que analizar, y en otra parte que no gobierna, que no suele ser capitalista, pero que contiene a miembros que de gobernar serían procapitalistas, por su afán de incrementar la generación de valor abstracto, que se mide en capitales. El idealismo capitalista es el sistema ideológico de la producción vigente. La noción de “productividad capitalista” contiene tanto a las ideologías propulsoras del capitalismo como a las prácticas no ideológicas, sean las económicas o las que les son colindantes. Entonces, el concepto de “producción”, remite a toda la práctica social, sea generadora o no de valor de cambio. La clase capitalista ordena a la producción de valor abstracto, que es una forma pura acumulada y que la diviniza, ya que al ascender en la escala social los capitalistas adoptan una estética purista, de formalización privada, con motivos perfectos, concordantes con el ascetismo estricto de la religión privada, la alta. Es una estética fina y austera, como la de los trajes, que son la vestimenta primordial de los capitalistas, despojada de colores alegres, con trazos bien medidos, confeccionada por sastres expertos y con hilados ligeros. En los trajes se refleja la estética capitalista, más bien austera y penosa, lo que se replica en la pesadumbre que causan a las sociedades los planes de ajuste, pero también, aunque en menor medida, el progreso mal direccionado del capitalismo populista. Son grises, o negros, mayormente, o azulados y acelestados, con camisas blancas y zapatos lustrados, de cuero encharolado, relucientes, a la moda del iluminismo capitalista, que es fidente en su mayoría. El iluminismo siempre fue, en general, capitalista, o al menos precursor del capitalismo, y también fue fidente, pero el oscurantismo también fue fiero, aunque no fuera capitalista. Aquél fue un motivo originador de la ideología dominante actual, cuya esencia abstracta se reformuló en términos positivistas y estructural-funcionalistas, en los liberales en general, y el motivo al que replican es incierto, porque su materialismo es insuficiente, está subordinado al idealismo capitalista. En torno de él están las ideologías alternativas, que son inciertas también. Las hay de extrema derecha, y hasta heterodoxia liberal, y de izquierda, desde el centro al extremo, y todas con fallas y entrecruzamientos, que las hacen erráticas, por lo que malas cuando yerran sus miembros, y están atravesadas en general por formas del culto divino, hasta las ateas, con la mística diablera que tuvieron. El misticismo nietzscheano, tanto en su etapa zoroástrica como en la dionisíaca, fue teísta, como lo son las religiones, las alternas y las oficiales. La mística alternativa buscó reemplazar al terrorismo de las iglesias oficiales, con el carácter castigador que tiene, por cultos simpáticos, o amenos, pero ese intentó fracasó porque condujo a pretender concretar las aspiraciones personales de forma excusativa, sin asumir a la realidad verdaderamente. De allí la excusatividad de algunas personas, que buscaron argumentos de ocasión para hacer lo que querían, en vez que fundar su práctica en su buen querer. Como los varones rastafaris, que sedujeron a las mujeres con el relato de Jah mientras que pretendían garchárselas, a la vez que ellas aceptaron los términos de esa relación, cosa que sucede de otros modos en las demás creencias, en las que las personas pactan su convivencia, incluso la sexual, que tiene sus normas de cortejo, en que las intenciones suelen deber quedar implícitas, en relación con el orden dominante, que impera algo desobedecido y en crisis, porque no se basa en un saber suficiente. Las personas, al no poder hablar fácil de lo que les sucede, porque hacerlo les exigiría confrontar con el orden vigente, cuyos adeptos, de las distintas clases, las reprenderían, buscan excusas para concretar sus deseos prohibidos, y hablan para hacerlo con los permitidos, o los efectúan ilegítimamente cuando los deseos son en verdad malos. La concreción plena de los buenos deseos requiere de que hayan sido socialmente autorizados, lo que depende del acierto de la conciencia del género humano.

La corrupción es como las enfermedades del cuerpo: todos las tuvimos más o menos, las tenemos, así sea en forma latente, y las volveremos a tener, pero hay mucha diferencia según cuántas y cuáles tengamos, y es mejor no tenerlas, lo que depende de la práctica social, y por eso de la conciencia de la especie. Es una enfermedad de carácter moral, pero para diagnosticarla bien hay que tener un sentido moral verdadero, que debe ser eudemonológico.

Pares de disimetrías derivados de la lógica de la creencia. Creencia y perversión

La creencia responde a una lógica que confunde a lo que se piensa que es cierto con lo que en verdad lo es, por lo que lleva a equivocaciones. Existe la realidad objetiva por un lado, y su representación subjetiva por otro. Las ideas, en general, son representaciones subjetivas de la realidad objetiva, algo inexactas y creadas por los individuos, pero el hecho de que el modo de representarse a la realidad sea creyente habilita a que se sostengan como verdaderas a ideas que no lo son, lo que si bien a veces es aceptable, otras no lo debe ser. La creencia falsea la comprensión de la realidad, porque permite pensar que las ideas que se tienen son verdades, sin que lo sean siempre, y habilita a la hipocresía porque permite sostener razonamientos sin el discernimiento suficiente, lo que hace mal cuando deriva en la acometida de prácticas injustas. Esta lógica, de mala representatividad, que hace a la perversión social, se replica en varias instancias históricas, como las de la siguiente enumeración:

1. En la economía, en la que está la falsa representación del valor abstracto, que por una convención representa al valor de uso, lo que hace a una economía algo ingrata.

2. El gobierno, con esa idea de que los representantes representan bien a los ciudadanos, cosa que no sucede lo que debiera ser.

3. En la familia, que contiene a un modo forzado de filiación social y que no se corresponde del todo con las aspiraciones sociales buenas de las personas.

4. En la retórica, a veces mal intencionada, cuando los comunicadores mal predispuestos intentan engañar a sus receptores, haciéndoles tomar por ciertas a ideas que no lo son, o que omiten a propósito cuestiones importantes, de lo que da cuenta el auge actual de la posverdad. La creencia da lugar a la fraudulencia comunicativa, porque, al manejarnos mediante creencias, las personas no adquirimos bien el hábito de analizar los mensajes que recibimos, lo que nos predispuso a aceptar mentiras.

5. En el derecho, que toma por justa a la ley. La justicia a veces pretende el disfrute social, pero la ley no siempre lo permite, y hasta lo impidió, porque no se criticó al derecho lo suficiente como para hacerlo plenamente bueno, lo que requeriría además de la deposición de la religión y del capitalismo, que lo predispusieron a ser castigador de algunas de las faltas y represivo de algunas de las luchas sociales, así como a ser omisivo con los crímenes de los más poderosos.

6. En la psiquis, ya que a las personas se nos dificulta hacer conscientes a aquellas cuestiones que son prohibidas por la moralidad dominante, basada en creencias acordes al capitalismo, por lo que quedan relegadas a lo sub o a lo inconsciente, o a la consciencia individual, o grupal, sin socializarse tanto como se lo quiere, y también por los impedimentos prácticos ocasionados por lo malo de la productividad en que estamos insertos.

7. En la meta existencial, que confunde al éxito con la felicidad, cuando en verdad el éxito, tal como se lo entiende usualmente, según la ideología dominante, no es tan feliz, sino que más bien es bastante ingrato, debido a lo mucho que cuesta mantenerlo y a que es competitivo.

8. En la significancia, en la que la relación entre los significantes y los significados está atravesada por la convención, lo que causa que haya que aprenderse muchas definiciones arbitrarias para entenderse. Esto a veces no es malo, y hasta es inevitable, pero hay ocasiones en que la convención falla, por estar mal establecida, como cuando la etimología no se corresponde bien con el significado. Esta disimetría me parece forzada, así que cabe repensarla.

La mala representatividad ocasiona perversión porque la perversión es una mala práctica, o una mala actitud, derivadas de una mala versión, de un mal entendimiento, de la realidad. La preposición “per”, en este caso, se refiere a la maldad, como en la palabra “perjuicio”. La perversión en ocasiones fue entendida como la conducta desviada de la norma, porque se tomó a la norma como buena, pero no siempre lo fue, lo que condujo a actitudes psiquiátricas mal represivas y mal correctivas.

miércoles, 20 de septiembre de 2017

Elogio corto de las faltas

Fallar no sólo es inevitable, sino que hasta fue bueno a veces, ya que hubo fallas gratas, como esas equivocaciones chistosas que nos hicieron reír. Además, indagamos la realidad a prueba y error, por lo que aprendimos de nuestras faltas. Se las debe evaluar en concreto, y de manera justa.

martes, 19 de septiembre de 2017

De la desaparición de Santiago Maldonado

Como con los demás desaparecidos, no hay que reclamar su aparición con vida, ya que no sabemos que no haya muerto. Hay que exigir el esclarecimiento de su secuestro, porque eso direcciona mejor a la lucha, ya que permite entender mejor al tema, bastante tergiversado por la manipulación ejecutiva, judicial y comunicativa del macrismo. Hay que tener en cuenta que a mucha gente se le dificulta asumir la posibilidad de que haya sido asesinado, lo que a esta altura es casi seguro, pero deben hacerlo porque es muy probable que sea cierto, lo mismo que cayeron una y otra vez en las maniobras distractivas del gobierno y los grandes medios de comunicación.

Otra cuestión es la de que se debe denunciar el accionar de los infiltrados en las manifestaciones del caso, cuya operatoria conjunta a la de los medios de comunicación oficialistas pretende difamar a la protesta, y lo están logrando bastante porque se los delató poco. El anarquismo es responsable de prenderse ingenuamente en los apedreos y demás actos vandálicos, pero en gran medida sus miembros se abstuvieron de participar en ellos, aunque sin explicitar en público una autocrítica a su violencia en las manifestaciones, lo que repercutirá en sus acciones futuras y en la operatoria policial. Deben tener en cuenta que los agentes de inteligencia del estado se aprovechan de la predisposición combativa del anarquismo, por lo que su táctica es la de infiltrar agentes disfrazados de anarquistas en las marchas para que provoquen los desmanes a los que después usan para justificar la represión policial y la condena periodística conservadora. Es probable que el grupo de infiltrados disfrazados de anarquistas que gritaron “¡Uno! ¡Uno!”, como señal identificatoria para la policía uniformada, al final del acto del 1 de septiembre, fuera el mismo que apedreó a la sede de la gendarmería en la calle Tacuarí a la altura de Venezuela, cuya filmación luego fue transmitida por los medios de comunicación oficialistas. Los vi pasar en bloque por Perú y Alsina. Era un grupo cerrado como de 20 personas vestidas de anarquistas, con banderas e insignias, a poco de haberse iniciado la represión policial en la Plaza de Mayo, que iba en la dirección de la mutual de la gendarmería, proveniente de cerca de la legislatura porteña, donde ocurrió el griterío de aquélla contraseña. Me llamó la atención que el grupo de supuestos anarquistas portara prendas de vestir y estandartes en gran cantidad nuevos, y bastante limpios en general, más de lo que lo suelen estar los pertrechos de los anarquistas.

Un último tema es el del silenciamiento del carácter anarquista de Santiago Maldonado. Santiago Maldonado fue estudiante de bellas artes en la Universidad de La Plata, adonde con un amigo pintó murales callejeros, cuyas fotografías fueron publicadas en La Izquierda Diario, en uno de los cuales firmaron con la A del anarquismo. Más allá de las fallas accesorias del anarquismo actual, como el relativismo nietzscheano, o el sadomasoquismo foucaultiano, que son bastante importantes, el anarquismo tiene el error fundamental de recusar al gobierno, que hace que sus aspiraciones legítimas no puedan ser atendidas debidamente, justamente porque muchas veces es el gobierno el que tiene que resolverlas. Entonces los anarquistas terminan en protestas sin un correlato partidario, ni gubernativo, bien planteados, por lo que sus reivindicaciones son poco satisfechas. El antiestatismo les falsea su interés por favorecer a los más pobres, y además los aproximó a luchas perversas y vanas en los peores casos, o prestas a riesgos innecesarios.


Agregado

Lo del apedreo a la mutual de la gendarmería fue como a las 19:30, así que el grupo que vi pasar, el de los supuestos anarquistas, como a las 21 hs., no fue el de ese atentado.

viernes, 15 de septiembre de 2017

El macrismo ejerce una democracia muy falsa y muy autoritaria

Hay un debate sobre la democraticidad del macrismo. El macrismo, en tanto que gobierno electo sufragisticamente, es seudodemocrático, ya que la democracia representativa es falsa, porque la sociedad de la que emana es fideica y procapitalista y porque el modo de representación política, además de esto último, es clerical, pero también es más falso y autoritario que el común de los gobiernos votados, por ser privatista.

Del homo sapiens credens y el fetichismo, con idea sobre el bonarquismo

El homo sapiens de la antropología, no es tan sapiente, es de una sapiencia en gran medida creyente. Hasta ahora, la humanidad, desde su inicio, hace como 195 mil años, no supo bien a la realidad, sino que se la explicó con una mezcla de verdades y mitos, es de una sapiencia creyente, que condujo mal y bien a la práctica humana, pero algunas de las maldades que padeció responden a sus fallas conceptivas, bastante más dadas por la creencia que por la verdad. La verdad tiende a generar buena práctica, aunque no lo haya hecho siempre. Entonces, la practicidad humana es crítica, por sus faltas, lo mismo que su fabricidad, y también es exitosa por sus aciertos. La sapiencia del homo sapiens, desde que surgiera en la historia zoológica terráquea, fue mítica. La humanidad mistifica a partir de haberse iniciado, aunque a veces no lo hiciera. La fetichización, como lógica operante en la vida social, viene al menos desde la época totémica, desde la deificación primitiva de la naturaleza, cuando el saber humano inició su misticismo, y hoy impera en el sistema social, de economía fetichista. El fetichismo, como derivación del fideísmo originario, atraviesa a las distintas instancias sociales de la humanidad. A la economía, a la política, de fetichismo representativo; a las artes, bastante fideicas; a las ciencias, liberales pías en general, o procapitalistas en gran parte, de reproducción del fetichismo capitalista; a la comunicación, muy religiosicada; al ejército, cuya dirigencia es sumamente clerical, y gubernamental, y casi siempre procapitalista. La humanidad, en general, es de sapiencia creyente, y fetichista en lo económico y en el gobierno, con la idea de la representación, que es fetichista porque las constituciones son casi todas fieras, y todas las leyes supremas de las naciones son procapitalistas, así como la legalidad trasnacional, aunque en los países socialistas el capitalismo esté más cuestionado, porque, al ser internacional la economía, éstos deben establecer relaciones económicas con los capitalistas, lo que los obligó a aceptar a la lógica predominante, a la que el socialismo chino adoptó muy eficientemente. El socialismo es fetichista también, porque la humanidad coexiste relacionándose y es preponderantemente feica, pero cuestiona a la fe. La exigencia del cientificismo ateo para el orden social es reciente: recomenzó a gestarse en la academia griega antigua, habiendo sido antecedida por cuestionamientos orales a los mitos diósicos, y se reinstauró en el Renacimiento, pero de forma marginal. Recién a partir de la conformación del socialismo científico se la formalizó como un reclamo acabado, corregible pero doctrinario, que sigue siendo minoritario, aunque impulsara a los avances modernos mediante la promoción del materialismo, en el que confluyó en disidencia con el liberalismo, que salvo excepciones es de un materialismo fidente. La internacionalización del capital da cuenta de la del fideísmo, porque el fetichismo de la mercancía se basa en la fe primitiva, la anterior a la instauración de las iglesias, la de los relatos míticos hórdicos, a los que la humanidad recreó sobre los continentes durante su larga migración entre que se gestara, en el África y tal vez en otros sitios, hasta que comenzara a civilizarse hace cerca de 9 mil años. Durante la etapa precivilizatoria humana, acontecida hace alrededor de entre 195 y 9 mil años, una época de cerca de 186 mil años, la humanidad fue creyente, construyó mitos originarios para explicarse a sí misma su lugar en el mundo, lógica que aún persiste. Habría que saber, dentro de esa etapa tan extensa, cuándo se creó a los primeros relatos míticos, para datar su inicio y estudiar su despliegue, pero seguro que ya existían al erigirse las primeras civilizaciones, que fueron todas míticas, así como persistieron a partir de entonces en las culturas nómadas y en las campesinas sedentarias, que se asentaron en torno a las ciudades. Entonces, con ese predominio feico, la representación política también es fetichista. La doctrina de la representación supone que los representantes representan bien a los representados, y también que los representados mandan bien al votar, lo que es claro que no es verdad. La falla representativa delata a su fetichismo, y es clerical porque el voto es una institución clerical, que responde a la idea de enviar a los dioses una mensaje privado, la lógica del rezo, para que ellos, desde arriba, satisfagan el pedido, cosa que por supuesto no hacen. El sistema sufragista supone que la nación es la fuente de la soberanía, en tanto que nación de un dios, se da en países monoteístas, tal vez con algunas excepciones, y que ésta, al votar, le encarga a los representantes que la conduzcan, con distintos partidos en pugna, pero dentro del marco constitucional, que es tanto pietista en los países liberales, en los que se vota, de legalidad suprema monoteística, como son todos fetichistas los métodos de elección de autoridades gubernamentales, en tanto que la representación ejercida por los partidos comunistas también reproduce al fetichismo mercantil, y es bastante injusta, habría que saber mejor cómo. El del socialismo gobernante es un fetichismo sin credo, generado por la fetichización del capital, que se corresponde a su ideología insuficiente, ya que la suficiencia del saber humano, para existir, debe ser internacional. Por ahora el saber humano es insuficiente para que la humanidad se ordene bien, por lo que ésta es muy crítica. Además, la nación china, así como la vietnamita y la norcoreana, o mismo la cubana, es bastante fidente, más o menos la mitad de los chinos son religiosos, lo mismo que hay muchos creyentes en los otros países. En el marco del internacionalismo creyente a los gobiernos hay que juzgarlos bien, con perspectiva histórica, porque así se le da el valor adecuado a sus faltas, lo que facilita corregirlas. Se les debe tener paciencia porque manejan ejércitos, que son superiores a la militancia común, lo mismo que mayores capitales y preponderancia social. Tras las crisis deberán atenderlas, y lo debido hasta que se las haya resuelto del todo. La crítica a los gobiernos tiene que entender a su criminalidad histórica no de modo punitivo, sino resolviente, así como la defensa anarquista a los delincuentes, pero sin absolverlos, sino exigiéndoles bondad. El planteo zapatista del buen gobierno no es exactamente anarquista, sino que es bonarquista, justamente porque se propone que el gobierno sea bueno, cosa que retoma del clericalismo popular. Sucede que los gobiernos coexisten en relación a sus sociedades y a la historia internacional.

jueves, 14 de septiembre de 2017

Austeridad y ascetismo religioso

Los conservadores son afines a los planes de ajuste porque su religiosidad es de un ascetismo sacrificatorio más estricto que el de los liberales progresistas, el que a su vez es superado por el socialista, aunque éste también tuvo, y tiene, faltas graves, a veces por sobreproductivo y a veces por pasarse de libertino. El libertinaje, si estuviera bien moderado, podría ser aceptable para la sociedad conservadora, pero para eso ésta tendría que rexaminar sus principios lo suficiente.

El capitalismo está en una fase altamente corrupta

Esto puede ser un factor determinante de su caída, pero tal vez no lo sea, y su deposición tampoco lo terminaría del todo, y sería sucedida por otro sistema falente, por ser creyero, aunque su falencia debiera ser menor.

martes, 12 de septiembre de 2017

Breve insistencia clasista y estratégica

La noción de “proletariado” debiera ser entendida como “familiariado”, para no abusar del término, pero entonces carecería del sentido que se le quiso dar hasta ahora, el referido al conjunto de las clases sometidas, el “sometariado”, aunque en verdad el significado que se le atribuyó más fue el de la clase asalariada: hubo una polivalencia semántica en torno suyo, que dificultó la composición de las fuerzas revolucionarias. Valdrá el abuso, aunque con la falta que tiene, y que es importante porque hasta ahora generó una tara en la estrategia libertaria, cuyo pensamiento tardó en esclarecer si el campesinado, indígena o no, el lumpenproletariado urbano o el empresariado menor podían ser revolucionarios, cuando lo eran en algunos aspectos y no en otros, lo mismo que hizo que se creyera que la capitalesía no podía ser revolucionaria en nada luego de haberse constituido en dominante, cosa que tampoco es cierta, como así lo es que la clase asalariada, el “asalariaje”, no es necesariamente revolucionaria, y hasta fue conservadora o reaccionaria. Que le roben el plusvalor no garantiza que luche por la justicia, así como la instauración de relatos míticos como concepciones ordenadoras del sentido existencial no implicó siempre que las personas perjudicadas por ellos les lucharan en contra, porque la humanidad tiene sus estupideces, sus actitudes autoperjudicantes.

El sujeto revolucionario debiera llamarse “comunariado”, o, exactamente, “revolucionariado”, y se compondría de todas las personas que adscribieran a la revolución social, lo que también debiera ser objeto de la crítica porque el revolucionarismo tiene sus faltas, que le otorgan provisoriamente la razón a los conservadores, y esa adscripción sería contradictoria y oscilaría entre constante y esporádica. También habrá que tener en cuenta que las faltas de la dirigencia revolucionaria le restan fuerza a la liberación porque expulsan del proceso a algunas personas y porque prohíben, o dificultan, el tratamiento de los cuestionamientos elevados por ellas, quienes deberán ser criticadas de buen modo en lo que deba ser. La evolución humana es la de toda la especie, y no es necesariamente buena, por lo que cabe la crítica de la revolución y la de los revolucionarios, pero esa crítica debe serles favorable: debe servir para mejorar su desarrollo.

Ya es trillado decirlo, pero igual reitero que la mayoría del marxismo previo a la caída del bloque soviético identificó erróneamente al proletariado con el asalariaje industrial, ya que así excluyó de su estrategia a las otras subclases sometidas y a las tendencias liberadoras dentro de la clase dominante, que no se compone sólo por los capitalistas, sino también por sus parientes y otros tantos allegados, quienes conviven en una concordia conflictiva y algo disgregatoria, además de haber omitido reconocer los impulsos retardatarios de aquél, que lo aproximaron al reformismo procapitalista y religioso, en particular por su afinidad con los partidos y sindicatos pietistas. El proletariado no sólo es el sujeto revolucionario, sino que también es un sujeto conservador, cuya orientación depende de muchos factores, entre los cuales está la propuesta de lucha que se le haga desde el socialismo, que tiene que adaptarse críticamente a su predisposición emancipatoria, para que sea aceptada, aunque eso implique posponer algunos avances, ya que de todos modos habrá que posponerlos si es que no hay la fuerza social suficiente para concretarlos, y además porque las estrategias socialistas llegaron a ser bastante delirantes, causando que mucha gente fuera a morir o a reventarse por la causa, cosa que no es honesta que se le exija a las personas.

domingo, 10 de septiembre de 2017

El progresismo suele ser “mesócrita”

Como la creencia es expande internacionalmente, incluso en los países de gobiernos ateos, donde persiste el hábito de basar la práctica en lo que se cree, el progresismo, aunque sea democrático, llega a niveles intermedios de criticismo, sin sobrepasarlos mucho en general, porque confiar le degrada el discernimiento y le frena el impulso a responsabilizar debidamente a las personas, a lo que se mal considera como ser pesado.

Porque falta esclarecer la cuestión de la creencia y la práctica humana es correlativa entre sí, en los países de gobiernos ateos, aunque las iglesias les interfieran menos que en las naciones de legalidad más directamente fideica, la creencia tiene un lugar importante como determinante de la práctica social e individual, incluso la de los ateos socialistas.

De que la programación televisiva es rebajante

La televisión podría ser usada de otro modo, aunque siempre habría que mantenerla en funcionamiento, pero, de hecho, es usada como es usada, o sea que, aún con los logros que tiene, es de mala calidad, o más bien mediocre, con elementos entre muy malos y muy buenos, de los que predominan los intermedios. Todos esos análisis populistas anticríticos, celebratorios del consumo cultural, obviaron señalar la pobreza comunicativa de la programación televisiva, que responde por un lado a la chatura de los contenidos, pero por otro al sistema de circulación de los mensajes aparejado por la tecnología, en el que unos pocos emisores le transmiten datos a muchos receptores sin que éstos puedan responderles ni comunicarse entre sí, lo que sucede entonces por fuera del sistema mediático, pero insuficientemente. Al haber sido, esos análisis, condescendientes con el pueblo, impidieron la crítica a los males de la cultura popular, que es representada en los medios comunicativos, en los cuales se da un populismo privado, una relación de la clase privada, que es la dueña de los grandes medios, con la popular, que trabaja en ellos, los consume e inspira a parte de los contenidos. La representación mediática comunicativa combina elementos de las dos clases, pero su dirección es privada, por lo que su funcionamiento primordial responde a los intereses del idealismo capitalista en curso. El democratismo poco predispuesto a la crítica a los medios comunicativos, que se acota a la operatoria privada sin cuestionar a la pública, tendrá que asumir el tema, porque la realización de sus aspiraciones, de las que a veces tiene poca conciencia, depende de la resolución de los malos aspectos de la comunicación mediática en general, y habrá que analizar a la fabricación y al manejo de los equipos, así como a su descarte, para evaluar si amerita que se los mantenga, y cómo debiera ser eso en el caso de que se lo merezcan, pero el reordenamiento social no será suficiente en tanto que la especie humana no haya asumido el cuestionamiento al fideísmo, porque éste incide en el modo de producción social en general, y en particular en su economía.

Para evaluar a la producción humana se le tiene que preguntar a los trabajadores, que son muchos de los que la hacen, y no basta con algunas preguntas como para evadir el tema, sino que tendrían que opinar todos, y libremente, y hasta bien, porque hubo casos en los que argumentaron en contra de sí mismos, como tantas veces lo hizo la gente, a veces por ignorancia, o por haber pensado mal, lo que les llevaría tiempo y no podrían hacer bajo amenazas. El ejército es otra de las causas de que la humanidad no asuma bien la realidad, porque reprimió a quienes se expresaron en contra de su ideología, que solió ser pietista y coincidente con la de los gobiernos, por lo cual ahora, a veces, las personas se reservan sus opiniones contrarias a la dominancia, o las tergiversan. Los trabajadores no deben ser los únicos evaluadores de la producción humana, porque todos los humanos debemos serlo, pero para que eso sea suficiente cada quien tiene que razonar más o menos bien.

Ahora bien, a este comentario le cabe un reparo, por lo menos, porque no representó bien a la lucha kirchnerista para democratizar la comunicación mediática argentina, incluso con las faltas que tuvo, que llevaron a que el intento fracasara hasta ahora. Le falta incorporar eso para que la crítica sea sintética, y bastante más amplitud internacional.

La programación televisiva es rebajante porque responde más que nada al privatismo, en tanto que el proletariado es propenso al progresismo religioso, que es demócrata. Es superior al común de la gente por ser aristocrática, pero es inferior en calidad por eso mismo, ya que su superioridad se acota a unos pocos y es políticamente conservadora.


Autocrítica

A lo de la ley de servicios de comunicación audiovisual lo traté sabiendo poco. Es un tema bastante amplio para cuyo abordaje no me alcanza la capacidad.

Chingona en vez que puta

Asumir la identidad de chingona en vez que la de puta permite ejercer la sexualidad más alegremente, sin atormentarse por haber aceptado un insulto, y que además remite al favorecimiento de las instituciones. Otras palabras para lo mismo son las de “cojedora”, “garchante” y “folladora”, con sus variantes masculinas.

viernes, 8 de septiembre de 2017

La interacción danzopercusiva

Es la sucedida durante ese juego entre los miembros de los grupos de baile y percusión. Contiene a la interacción entre las bailarinas y a la de ellas con los percusionistas, que además establecen un poliálogo entre sí, o sea, una conversación grupal. Implica un relacionamiento entre ambos grupos que su vez contiene a relaciones menores al interior de cada cual, y con traspasos, menores también, entre grupos o miembros particulares de los dos.

La cometa es una comisión ilegal

La palabra “cometa” es una versión degradada de la de “comisión”, porque la coima es una comisión ilegal. El error estriba en suponer que las comisiones legales son buenas por el hecho de ser legales, al haberse equiparado a la ley con la bondad.

martes, 5 de septiembre de 2017

“Ojalá que...” tal cosa

“Ojalá” quiere decir “así lo quiera Alá” en arábigo. “Oj” es “así lo quiera”, y “alá” es “Alá”. Lo leí en una nota al pie de página de una traductora de Las mil y una noches. Cuando la gente dice “ojalá” le encarga a Alá, inconscientemente o no, que satisfaga su querer, al que se debiera asumir personal y socialmente, con expresiones como “quisiera que...”, o “me gustaría...”, seguidas de lo que fuera, porque eso permitiría concordar con otras personas la concreción de ese deseo, si es que lo aceptaran luego de evaluarlo. En cambio, hoy en día lidiamos con una mezcla de asunción debida del querer junto al relego de su cumplimiento a los dioses, entre otras formas de tratarlo, como la de su represión, o la de su olvido.