Un blog total, cósmico, terráqueo, naturista, humanista, comunista, demócrata, feminista y libertario. Tiene errores, así que critíquenlo bien.
martes, 27 de agosto de 2019
Abuso propietario y pecado
Al pecado se lo entiende como falta en el sentido de tropiezo, asociándolo a los pies, pero, si es por especular, también se lo puede vincular a las piezas, que son apropiaciones. Cada pieza es un pedazo de algo que se toma para usar. Todas las especies vivas las tenemos, pero desde que la humanidad cobró predominio sobre las demás especies, a partir del uso del fuego y de las piedras, le ganó por mucho la competencia a las demás, e incluso, dentro de ella, se diferenció una clase que derrotó a la otra y que también se define por la apropiación híper-excesiva de los bienes. Quizás el judeocristianismo, con su doctrina del pecado y su propuesta de austeridad haya intentado dar repuesta al problema de la sobreapropiación humana, con el precepto de moderar los excesos, referidos a las cosas que tenemos, prohibiendo la gula, la lujuria, las ambiciones desenfrenadas y demás, pero la doctrina que eligió para eso no es verdadera lo suficiente, ni, de ser el caso, define el tema de manera explícita, lo que le permitiría a cada quien juzgar el asunto por sus propios medios, que es una mejor forma de buscar la moderación, si bien tampoco exenta de problemas.
lunes, 26 de agosto de 2019
La metalurgia y las clases sociales
Las clases sociales ya debieron conformarse en la edad de piedra, habría que saber si en sus finales, o cuándo, o por lo menos habrán tenido sus antecedentes durante ella, pero con la metalurgia, que permitió la fabricación de las armas metálicas, se consolidaron, porque se formaron ejércitos muy superiores en armamento a las milicias de agricultores, por lo que las clases dominantes se les impusieron con más facilidad. Esto ocurrió combinado con otras cuestiones, como la del endiosamiento de los gobernantes, sacerdotes y hacendados.
Quizás su origen se remonte al sonido que hace el martillo al golpear sobre las vainas metálicas al herrarse, que suena como "clash", pero puede que no. Las Etimologías de Chile remiten a otros orígenes, como el del verbo "convocar", o las clases militares romanas, estás sí pertrechadas con armas metálicas, cosa que no basta para demostrar bien la conjetura.
El hecho de que en la edad de piedra hubiera brujos, que fueron los primeros sacerdotes, ya da cuenta de una estratificación social primaria, ligada a la técnica para hacer fuego tanto como a los mitos, que debieron versar sobre los dioses, el origen del mundo, la realidad cercana y el orden social. En ese entonces las armas más sofisticadas eran de madera afilada o con puntas de piedra, como las lanzas, hachas y arcos con flechas.
Quizás su origen se remonte al sonido que hace el martillo al golpear sobre las vainas metálicas al herrarse, que suena como "clash", pero puede que no. Las Etimologías de Chile remiten a otros orígenes, como el del verbo "convocar", o las clases militares romanas, estás sí pertrechadas con armas metálicas, cosa que no basta para demostrar bien la conjetura.
El hecho de que en la edad de piedra hubiera brujos, que fueron los primeros sacerdotes, ya da cuenta de una estratificación social primaria, ligada a la técnica para hacer fuego tanto como a los mitos, que debieron versar sobre los dioses, el origen del mundo, la realidad cercana y el orden social. En ese entonces las armas más sofisticadas eran de madera afilada o con puntas de piedra, como las lanzas, hachas y arcos con flechas.
viernes, 23 de agosto de 2019
Sobre la idealización del proletariado y el acoso político en la izquierda
El acoso político es frecuente en la izquierda. Eso de "correr por izquierda" es prueba del acoso, ya que hay una vinculación etimológica entre "correr" y "acosar", que se da por medio de la palabra "curso". La izquierda apela demasiado al acoso político porque idealiza al proletariado, no admite sus faltas políticas, de grandes consecuencias debido a lo masivo del sujeto, por lo que se hace pretensiones desfasadas respecto de las posibilidades de concretarlas, lo que termina en discusiones muy embroncadas, de maltrato severo, entre los militantes, que no sirven para resolver bien los conflictos.
Lo mismo vale para las corrientes políticas que apelan al pueblo y a la multitud, aunque las populistas son más abiertas. Quizás sea porque el universalismo teísta es más flexible y tolerante, al menos en sus vertientes moderadas, que apelan al precepto del perdonar las faltas, si bien en exceso; o tal vez porque, al poseer muchos recursos universitarios, tienen una elaboración más compleja, aunque con el defecto del teísmo hipotético.
El acoso político no responde sólo a eso, sino que también ocurre por el fanatismo, que es una réplica en la izquierda del idealismo teísta. El purismo y el principismo se asemejan en que no abstraen del todo bien, generando aspiraciones exageradas. En el caso del socialismo, se trata de idealismos positivos, ya que apuntan a la liberación social en vez que a la supuesta salvación de las almas, asociada a la mortificación de cuerpo; pero, como no están bien correlacionados con el contexto histórico, sin dar cuenta bien del sujeto revolucionario, son poco efectivos.
El acoso, como acusación política, no sólo que no es necesariamente malo, sino que hace falta, porque las acusaciones políticas son imprescindibles para señalar las injusticias y elevar los reclamos, pero entonces tiene que ser bueno. Hay que evaluarle su calidad, entre bueno y malo, y con sus mezclas de buenos y malos componentes.
Lo mismo vale para las corrientes políticas que apelan al pueblo y a la multitud, aunque las populistas son más abiertas. Quizás sea porque el universalismo teísta es más flexible y tolerante, al menos en sus vertientes moderadas, que apelan al precepto del perdonar las faltas, si bien en exceso; o tal vez porque, al poseer muchos recursos universitarios, tienen una elaboración más compleja, aunque con el defecto del teísmo hipotético.
El acoso político no responde sólo a eso, sino que también ocurre por el fanatismo, que es una réplica en la izquierda del idealismo teísta. El purismo y el principismo se asemejan en que no abstraen del todo bien, generando aspiraciones exageradas. En el caso del socialismo, se trata de idealismos positivos, ya que apuntan a la liberación social en vez que a la supuesta salvación de las almas, asociada a la mortificación de cuerpo; pero, como no están bien correlacionados con el contexto histórico, sin dar cuenta bien del sujeto revolucionario, son poco efectivos.
El acoso, como acusación política, no sólo que no es necesariamente malo, sino que hace falta, porque las acusaciones políticas son imprescindibles para señalar las injusticias y elevar los reclamos, pero entonces tiene que ser bueno. Hay que evaluarle su calidad, entre bueno y malo, y con sus mezclas de buenos y malos componentes.
El soberano no es perfecto
El gran problema de la democracia es que el pueblo puede equivocarse, y entonces ser injusto. Entonces, si bien debe persistir como método político, también debe precaverse de la posibilidad de fallar, lo cual exige que el pueblo sea verdadero lo necesario para tal fin. El fideísmo societal es un gran escollo para que la democracia funcione bien, pero algo de fe tiene que haber, porque ella permite indagar la realidad. Basta con distinguir las intuiciones de los conocimientos probados. Las intuiciones son ideas probables, que a veces son ciertas y otras no, o que son algo ciertas y algo falsas.
Del trabajo como tortura
Hay una serie de acepciones para el trabajo que lo vinculan a lo tortuoso, y con justa razón, ya que el trabajo lo fue y lo es, pero éstas no admiten que en otras ocasiones el trabajo es gustoso. En la discusión etimológica sobre el trabajo se remite al tripallium, ese instrumento romano antiguo de tres palos, que no era sólo para torturar sino que también se usaba para sujetar a bueyes y caballos para herrarlos. Entonces, cabe corregir la práctica laboral, por lo que tiene de injusto, así como el uso de la palabra "trabajo", pero sin que la sociedad adopte una concepción más positiva del mundo eso no se puede, por lo cual es preciso que la doctrina sobre los dioses sea verdadera del todo, entre otros temas, como la admisión suficiente de los demás crímenes históricos, que tienen relación con la teología por las consecuencias de ésta en la filosofía que trata sobre el mundo comprobado, lo que incluye a la geología, la biología y la sociología, entre las otras ciencias. La ciencia influye en el orden y la práctica humanas, por lo que para obtener justicia social, y ambiental, aquélla debe ser buena.
miércoles, 21 de agosto de 2019
De la especie humana y sus clases
La especie humana es más importante que las clases porque la conformación de la humanidad como tal, descendiente de primates, es más antigua que su estratificación social: tiene entre 315 mil y 2 millones 500 mil años, según la datación que se adopte, en cuanto que las clases se diferenciaron hace en torno de 10 mil años, u otro plazo mucho menor que aquéllos. Lo que pasa es que lo menos importante también importa. Es necesario componer bien la superficie con el fondo, que además no se acota a lo humano, porque le antecede la naturaleza previa, así como le rodea la que le es externa.
martes, 20 de agosto de 2019
Al niño en su día...
Nena carasucia, mirándola:
- Evita, ¿porqué tenemos que levantarnos tan temprano cuando hace mucho frío?
Silencio, cara de circunstancia (¡gulp!), interrupción y cambio de tema.
¿No es un encanto la criatura? 💗💚💛💋
… Más de medio siglo después todavía tenemos el problema.
- Evita, ¿porqué tenemos que levantarnos tan temprano cuando hace mucho frío?
Silencio, cara de circunstancia (¡gulp!), interrupción y cambio de tema.
¿No es un encanto la criatura? 💗💚💛💋
… Más de medio siglo después todavía tenemos el problema.
lunes, 19 de agosto de 2019
De los problemas para definir a las dictaduras de gobierno
En la discusión de la ciencia política el tema de las dictaduras está sujeto a polémicas interminables porque a éstas se les dan diferentes definiciones, sin que se adopte una que fuera bien consensuada, por lo que los disertantes comparten una materia cuyo objeto no es siempre el mismo, de lo que se pelean mucho sin buen sentido. Las dictaduras, en sí mismas, son los dictados. Ese es su significado denotativo. Luego, existen las connotaciones, es decir, las acepciones secundarias, diversificadas y complejas. Hasta que no se ordene bien este asunto la crítica seguirá sin ser cierta lo suficiente para resolver bien el asunto. Los principales sistemas en pugna, el capitalismo y el socialismo, son dictatoriales en el sentido de que existen mediante discursos. Luego, de qué clase de discursos se trata, en ambos casos verticalizado y en exceso de arriba hacia abajo, es otro tema, también importante, pero no sería justo señalar las injusticias de la superestructura social sin compensarlo con las de la infraestructura, así como habría que reconocer los méritos de ambas. En el liberalismo se da una dictadura de clase, no sólo de los grandes empresarios, sino que se combina con el clero moderno y las concesiones a los asalariados obtenidas por la lucha, entre otros temas, pero en el comunismo esto se replica de forma distorsionada, ya que, por un lado, el gobierno terminó funcionando como clase empresaria, luego mixturada con el capital privado tras la apertura china y cubana, y demás, y por otro predomina el discurso científico de las universidades, muy influenciado por el marxismo, que compite con el cristianismo y el mahometismo, entre las otras grandes prédicas personalizadas, así como aquél también debe otorgar algunas respuestas a la crítica popular. En un caso la dictadura gubernamental es unipartidaria, pero en el otro, en que es plural, el pluralismo es liberal, por lo que le garantiza la prioridad al monoteísmo y al capital, o al politeísmo en el caso de la India, con cierta fusión animista sobre todo en África, y así, por lo que tampoco se trata de un pluralismo honesto. El problema tiene raíz en la base social, que se maneja mucho por creencias y sin asumir la necesidad de establecer un discurso que sea verdadero lo suficiente, en particular en materia de dioses, con las repercusiones que eso tiene en la política, la economía, la familia, el periodismo y demás instancias sociales.
En el liberalismo la dictadura de los presidentes es más rotativa y contrapesada que en el comunismo, en que se dan períodos presidenciales más largos y con parlamentos y justicias que les son más obsecuentes, pero también sucede que los presidentes se subordinan a las leyes supremas, por lo que prima el interés de las asambleas constituyentes, que establecen los grandes marcos legales y discursivos.
Entonces, ambos sistemas precisan modificaciones, pero también la base social, ya que la altura se sostiene desde la base, aunque de manera algo mal forzada, en particular por las armas de metal, pero no sólo por ellas.
Este asunto es más complejo, porque falta agregarle la cuestión de los medios de comunicación, de los mayores productores de discurso, que coexisten en concordancia crítica con gobiernos e iglesias, así como con los partidos, sindicatos y demás grandes actores sociales.
En el liberalismo la dictadura de los presidentes es más rotativa y contrapesada que en el comunismo, en que se dan períodos presidenciales más largos y con parlamentos y justicias que les son más obsecuentes, pero también sucede que los presidentes se subordinan a las leyes supremas, por lo que prima el interés de las asambleas constituyentes, que establecen los grandes marcos legales y discursivos.
Entonces, ambos sistemas precisan modificaciones, pero también la base social, ya que la altura se sostiene desde la base, aunque de manera algo mal forzada, en particular por las armas de metal, pero no sólo por ellas.
Este asunto es más complejo, porque falta agregarle la cuestión de los medios de comunicación, de los mayores productores de discurso, que coexisten en concordancia crítica con gobiernos e iglesias, así como con los partidos, sindicatos y demás grandes actores sociales.
sábado, 17 de agosto de 2019
La liberación de los conservadores, condición para la de los revolucionarios
Hasta que los conservadores no se hayan liberado, intentarán impedir la felicidad de los revolucionarios, mujeres e intersexuales inclusive, porque, al haberse frustrado por seguir ideologías apesadumbrantes, envidian la liviandad ajena, por lo que la reprimen cuando pueden.
jueves, 15 de agosto de 2019
Bolsonaro como de derecha extrema
Antes dije que Bolsonaro era de ultraderecha, pero ahora lo veo como de derecha extrema. En verdad, para ser reaccionario tendría que abogar por el retorno a las formas monárquicas, o anteriores, con bastante consistencia. Si bien el defiende a la última dictadura brasilera, con sus desapariciones y torturas, no las aplica en masa por sí mismo, al menos hasta ahora, cosa que no le quita sus propios crímenes. Es regresivo en vez que reaccionario, es decir, que el retroceso que busca se enmarca dentro del marco liberal, aunque en su forma más oligárquica.
martes, 13 de agosto de 2019
Enmienda
Antes dije que el liberalismo católico privatizador proviene de la corriente agustina y tomista, pero eso es incorrecto, porque el populista, como el de la democracia católica progresiva, también es agustino y tomista, o puede que lo sea, no estoy seguro, por lo que el tema debe ser relaborado. Luego de la contrarreforma se escindieron dos líneas dentro de la iglesia católica, una más estricta, que apeló más a la idea del dios castigador, la de la Inquisición, y otra más laxa, de piedad popular. La diferenciación posterior entre el catolicismo liberal privatista y el populista debe derivar de ahí, pero habría que investigarlo mucho para dirimirlo bien, así como a sus réplicas en el protestantismo y el islamismo, el hinduismo y demás. Las vertientes elitistas serían las de derecha y las populares las de centro, cosa que habría que ver cómo se da en el socialismo, también con sus ramificaciones. Para más información véase el vocablo "Contrarreforma" en Wikipedia.
miércoles, 7 de agosto de 2019
Precisiones denominativas sobre los capitalistas
El capitalismo, según su definición principal, es lo que hace el capital como actor social, es decir, la práctica económica y política de los grandes empresarios, a los que se les llama "capitalistas", una expresión ambigua, porque también puede remitir a los partidarios externos de este sujeto histórico, ya que "ista" significa "adherente", lo que redunda en que para hablar de quienes apoyan al capitalismo sin ser parte de la clase dominante se recurra al término "pro-capitalistas", que es un vocablo impreciso. A los miembros de la clase hegemónica habría que llamarlos "capitaleses", o, de modo más formal, "capitalesios", que son palabras más adecuadas a su objeto, en tanto que los capitalistas serían quienes apoyan al capital, pertenezcan o no a esa clase social.
La clase puede ser nombrada como "capitalesía", y a sus miembros como "capitalesianos", pero, dentro de este grupo, hay una parte que no se compone de quienes acumulan montos millonarios, la de las esposas e hijos de los dueños de las grandes empresas, con las variantes que haya, los que si bien son capitalesianos no son capitaleses. Luego, qué ideología tengan, es otro tema. La buena deconstrucción del capitalismo debe ser justa con los capitalistas, cuestión que será necesaria para que sea efectiva, ya que si la transformación al socialismo es mala se perjudica a sí misma, se deteriora, beneficiando al capital y ocasionando su ralentización, postergación o involución. Para ella es preciso entender que la práctica de los capitalistas está condicionada desde abajo, por lo que el pueblo, en gran medida proletario, tiene alguna responsabilidad por lo que sucede en la cúspide social, aunque no es el único factor que determina su existencia. Es preciso establecer bien las culpas de cada actor social. Como el capitalismo es un sistema fetichista está impulsado por el fideísmo internacional, es decir, por la fe humana, que se plasma en el sistema mercantil como la asignación intuitiva de los precios y que en la modernidad adoptó el modo salarial y de billetes, antes que el del dinero electrónico.
La clase puede ser nombrada como "capitalesía", y a sus miembros como "capitalesianos", pero, dentro de este grupo, hay una parte que no se compone de quienes acumulan montos millonarios, la de las esposas e hijos de los dueños de las grandes empresas, con las variantes que haya, los que si bien son capitalesianos no son capitaleses. Luego, qué ideología tengan, es otro tema. La buena deconstrucción del capitalismo debe ser justa con los capitalistas, cuestión que será necesaria para que sea efectiva, ya que si la transformación al socialismo es mala se perjudica a sí misma, se deteriora, beneficiando al capital y ocasionando su ralentización, postergación o involución. Para ella es preciso entender que la práctica de los capitalistas está condicionada desde abajo, por lo que el pueblo, en gran medida proletario, tiene alguna responsabilidad por lo que sucede en la cúspide social, aunque no es el único factor que determina su existencia. Es preciso establecer bien las culpas de cada actor social. Como el capitalismo es un sistema fetichista está impulsado por el fideísmo internacional, es decir, por la fe humana, que se plasma en el sistema mercantil como la asignación intuitiva de los precios y que en la modernidad adoptó el modo salarial y de billetes, antes que el del dinero electrónico.
martes, 6 de agosto de 2019
En defensa de los curas pedófilos
Hay algo en lo que disiento respecto de la condena que se les hace a los curas pedófilos. No es que acuerde con la acometida de relaciones sexuales con menores por parte de clérigos, ni con el manejo conexo a ellas, sino que encuentro que la reprobación que se les hace no asume del todo bien la cuestión amatoria en contexto eclesiástico, que está influida por los vicios sociales en lo atinente a la asunción verdadera de la realidad libidinal, que en las iglesias se exaspera por su carácter privado y por la agudización de la prédica mitológica, que hace a los impedimentos para aceptar las verdades que contradicen a los dogmas sagrados. La pedofilia sacerdotal es un delito que debe ser sancionado y erradicado, pero la condena a los culpables no basta para terminarla, porque mantiene a las causas que le dan impulso. Sentir amor por los semejantes es algo natural. No podemos evitarlo, así como a veces no podemos evitar el deseo sexual al enamorarnos, por lo que, dentro de las iglesias, se tienen ansias sexuales reprimidas, encausadas de distintas maneras, con la sublimación, y supongo que con la masturbación, pero a veces también mediante la transgresión de la abstinencia a fornicar en relación de contacto mutuo. Es un problema individual que está condicionado socialmente, en especial por el modo social de entender a la sexualidad y a las pasiones. Las y los menores puede que hayan seducido a las y los sacerdotes, ya que la seducción es normal entre seres que se aman. Aunque se trate de un amor perverso grave, los sentimientos libidinales existen y sus detentadores tienen el anhelo de plasmarlos sexualmente, a lo que no pueden sublimar siempre bien, cosa que además está condicionada por tabúes y condenas, que se exacerban en las iglesias y más aún entre sus autoridades, por lo que, cuando las y los sacerdotes se enamoran de menores sin poder vencer su deseo sexual, que se les confunde con sus otros deseos amatorios, tienen que establecer relaciones secretas y disimuladas, sin poder expresarse libremente, más bien al contrario, entre temores por la posibilidad de castigos severos, que pesan sobre sus conciencias de forma permanente mientras que pasan los días, durante los cuales conviven con sus amadas y amados en relaciones sugestivas y maltrechas. Eso no justifica las manipulaciones, sino que las explica, y darle una respuesta suficiente es necesario para enfrentar bien al problema, que es el único modo de resolverlo como se debe. Optar por la condena es una solución provisoria, que puede servir a las víctimas, quizás no todo lo esperado, pero puede ser algo injusto y no es una solución de fondo.
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