Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

lunes, 31 de mayo de 2021

Ajusticiar mal hace fracasar a las revoluciones

 Así como le ocurriera a la revolución soviética, que sus errores la hicieron decaer, le pasó lo mismo a la francesa, que tuvo sus crímenes horrendos, que redundaron en que la democracia instaurada fuera perdedora, pero aún así preferible a la monarquía. Todas las revoluciones son injustas en algunas cosas, pero también hacen avances. El tema es que, cuanto mejor sean, mejor operarán, y si se falsean involucionarán. Entonces, hará falta definir un método suficiente para hacerla, que es necesario para que sea exitosa. De lo contrario, el revolucionarismo será falso. Es algo muy difícil de lograr, pero es la única forma de revolucionar bien, lo cual es obligatorio para la liberación humana. Fallar al respecto la impide, o la torna ingrata, por lo que no se debe permitir el yerro.

domingo, 30 de mayo de 2021

A favor del posibilismo y el oportunismo honrados. Para la manipulación libertaria

 En la izquierda trotskista hubo una expresión en contra del oportunismo, que la hizo Jorge Altamira, pero, en sí mismo, el oportunismo no es malo. Es aprovechar la oportunidad. A las oportunidades se las crea, aunque también dependen de factores externos, de los que no controlamos tanto. Que el oportunismo sea aceptable para la izquierda tiene que depender de cómo sea, lo mismo que le sucede al posibilismo. El posibilismo es muy necesario porque trata del poder y de su ejercicio, y debe ser bien ordenado por su importancia histórica. Entonces, hace falta que se defina un posibilismo suficiente, igual que para el oportunismo. Con la manipulación pasa igual. Primero, hay que ver qué es en sí misma, entenderle bien la etimología, y después, si corresponde, hacerla de buena calidad, para lo cual tendría que ser explícita, al menos las más de las veces, para no ser encubierta, pero eso si cabe. También, el manejo secreto, si no se lo pudiera evitar para conseguir una meta que lo fuerce, debiera durar lo menos posible, porque es abusivo, ya que divide a un grupo que maneja y a otro que es manejado sin saber que se lo opera. Es algo a lo que hay que evitar dentro de lo posible, pero, si hace falta para la evolución que lo justifique, se tiene que dar. Tampoco es algo tan raro, ni que el pueblo no cometa.

viernes, 28 de mayo de 2021

Una causa poco conciente de queja contra el sistema humano

 Al sistema humano se le reprochan muchas cosas, sobre todo de política y economía, pero un factor de pesadumbre que queda poco concientizado es la prohibición del matrimonio compartido, sea más o menos formal, que impide concretar algunos deseos amatorios legítimos, y entonces se reclama de sobra por las otras cuestiones. La libertad para amar está muy influida por la economía porque la economía define gran parte del uso del tiempo.

jueves, 27 de mayo de 2021

El género es de nacimiento, pero también mudable

 Al nacer se es macho, hembra o intersexual, lo cual determina la capacidad para actuar por la forma que adquiere el cuerpo, y por ende el sexo con que se nace influye en el género que se adopte, pero, durante el transcurso de la vida, se lo puede modificar, aunque entonces haya que hacerlo bien, lo mismo que si no se lo cambia. Al nacer, a las personas se les asigna el género laboral de acuerdo a su sexo genital, es decir, que la primer identidad de género es externa al sujeto al que se le asigna, lo que no necesariamente implica que sea mala, pero al crecer se la examina y se puede optar por cambiarla.

En cierto sentido, casi toda la humanidad es burguesa

 Si se considera como burgués a lo fortalecido con la carpintería, la técnica de los burgos germanos medievales, que eran pueblos fortificados de pocas personas, muchos hombres son burgueses, en el sentido de que tienen casas construidas con madera, pero, por un lado, esa es una definición discutible, y por otro hay diferentes formas de vivir en sedentarismo, así como que las viviendas nómades también protegen. Falta definir bien a lo burgués, porque como es un término muy importante para las luchas sociales, se lo tiene que entender bien. Si se define a lo burgués a partir de la escala de las ciudades alemanas del medioevo, gran parte de la humanidad entra en el concepto, porque hoy en día mucha gente vive en ciudades mayores a esas, de villeros a ejecutivos, pero entonces la noción no distingue entre clases económicas, sino geográficas, que tienen cierta ligazón con las económicas porque las casas hacen a las ciudades, pero deja afuera a los estancieros más dueños, quienes viven fuera de las concentraciones urbanas y son de clase alta. Si se entiende por burgués a lo fuerte, es otro tema, pero entonces hasta las plantas son burguesas, porque tienen su fuerza, e incluso lo muerto la tiene. Para referirse a la clase multimillonaria, la de Federico Engels, habría que usar un término más exacto, porque la inexactitud con que se la caracteriza impide algunas conquistas emancipatorias al pervertir los debates, pero, además, habría que identificarla de una forma suficiente, porque, como la revolución es un tema delicado, un error chico en eso, así como en otros tantos temas, la haría fracasar, o le desgraciaría las victorias. Otro tema es el de la admisión de la condición de clase de la militancia de izquierda, que es algo burguesa, y de clase media, sin que se lo haya expresado bien por los prejuicios contra la clase media que hay en la izquierda, incluso menores a los que hay contra la alta. En eso, la izquierda todavía no tiene un clasismo suficiente, algo que le perjudica la vida a la militancia y que dificulta los logros libertarios, porque le impide asumirse de lleno a sí misma y le distorsiona la verbalización de los planteos. A parte de la izquierda el socialismo le conviene por la descapitalización que le traería, lo cual sería una liberación de la sobrealtura social y de las obligaciones sobre muchas propiedades.

martes, 25 de mayo de 2021

El alma de lo muerto

 Se supone que lo muerto no tiene alma, y que está desarmado, pero, si se toma al alma como soplido, por venir de "neumos", que se refiere al aire, lo muerto tiene su alma, porque es algo soplado, aunque no respire adrede, porque no es algo vivo. Tampoco es que a lo muerto le entre siempre el aire, pero tal vez lo hagan sus partículas ínfimas, y sí le entra a algunos cuerpos, como los huecos, donde hace ruido sin intención.

Fotos


Medir la libertad

La libertad, mal medida, es dañina




Entonces, hay que medirla bien.






Esta foto baja línea



Esta no.




Mentira. Sí que baja línea.



Todas las fotos tienen ideología política.

Falta la de la fámili chugueder.

Cada fotógrafo tiene ideología política.


Entonces, cada foto es tomada por alguien que es político.
Leyeron esto.

 La libertad es tanto individual como social, porque la sociedad es un grupo de individuos, que, como tales, existen en relación. La fotografía es política por ser urbana, aunque no toda. Los juegos de sombras que se hicieran en las cavernas fueron gráficos sin ser urbanos, lo mismo que los que se hagan en la selva. La fotografía de cámaras es urbana porque se la hace con cámaras de fotos, que son aparatos metálicos, o de plástico, que graban la luz, para lo cual se les tiene que fabricar, lo que implica la metalurgia, sucesora del arado. Además, es política por ser de muchedumbres, por tratar temas políticos y por hacerlo desde perspectivas políticas, pero a veces se dedica a lo pequeño.

lunes, 24 de mayo de 2021

El "munis" de comunidad

 Cuando Santiago Segura Munguía describió al "munis" que le da significado a la palabra "comunidad" se refirió a actividades manuales, como los oficios, las excavaciones y el trabajo, a los que se trata de menesteres, como tareas a mano, una cuestión presente en los ministerios que depende de que el cuerpo se yerga y se agarren cosas con las manos. Él no remitió "munis" a las manos, ni al manejo, pero son cuestiones vinculables. La comunidad sería el manejo conjunto, pero también se la puede entender como unidad compuesta, con el mismo término, aunque la etimología no lo admita, porque es un significado creable que se corresponde bien con la palabra.

La religión como supraeconomía

 Si se entiende a la economía como razón de casa, porque "eco-" remite al hogar y "-nomía" a la denominación, se puede pensar a la religión como económica, no sólo por su relación con las viviendas menores sino también porque las iglesias son habitaciones, lugares edificados en los que se vive, pero de mayor elaboración que las casas más construidas, que tienen menor tamaño. De igual modo pasa con las demás instituciones, que tienen sedes, esto es, ambientes cerrados de construcciones techadas, que a su modo son viviendas.

martes, 18 de mayo de 2021

De que la humanidad no sabe ser buena lo debido

 La brutalidad humana es bastante grave, lo que da cuenta de que la especie no actúa lo bien que debe para existir de manera justa, y eso responde a la ideología con que decidimos lo que hacemos. Entonces, para que la especie sea justa, debe entender la realidad de una forma más verdadera, que contemple de verdad la cuestión del inicio de todo, y que admita lo que no se sepa. Por ahora, ante la ignorancia, se sostienen creencias con la fe, lo que no es un modo tan verdadero como hace falta para definir bien el asunto. El mito sobre el origen del cosmos es decisivo para el orden propietario, porque según él se definen los lugares de las personas en el mundo, así como el de sus relaciones y con las propiedades, por lo que se tiene que establecer el mito de verdad, es decir, un relato sobre el tema que lo describa tal como fuera, de acuerdo a lo que se sepa con certeza, y que señale bien lo que no comprende.

lunes, 17 de mayo de 2021

Imposible no juzgarnos

 Hoy en día está muy de moda el argumento de que no hay que juzgarse, como si juzgar al otro fuese malo, lo que no siempre se da, porque a veces se juzga bien a los demás, incluso aunque el juicio sea reprobatorio, que tampoco lo es siempre. Para que se componga bien el orden social, los hombres, tanto intergenéricos como mujeres y varones, tienen que juzgarse bien entre sí, y para eso entender la historia más de veras. Juzgar bien al otro es necesario para establecer bien las relaciones sociales. Para acompañarse bien hay que juzgarse bien.

Para la buena conformación partidaria de la izquierda

 Los partidos de izquierda están mal compuestos. En principio, todos son socialistas, o sea, que debieran estar en un mismo partido. Luego, dentro suyo, estarían las subdivisiones, entre las socialdemócratas, comunistas, anarquistas y ecologistas, que en verdad se dan atravesadas, entre sí y con el feminismo, pero se nuclean en vertientes de las primeras cuatro, ya que el feminismo no tiene partido formal, sino encuentros como movimiento, sin una sede fija reconocida por el estado, parecido al movimiento bizarro. Mientras que la izquierda no componga bien sus organizaciones, sean partidos o movimientos, la revolución perderá empuje, volviéndose imposible en determinados períodos históricos, en los que transcurre latente, sin darse de manera abierta, y hasta en in o pervoluciones medianas y plenas, con su combinación con impulsos benignos. Para que la revolución sea bien abierta necesita de una composición organizacional cercana a suficiente, o al menos mayoritaria, pero, si lo es por poco, tampoco puede transformar tanto, y además está la calidad de la acumulación, que también incide en el resultado de la lucha entre los grupos políticos, pudiendo hacer que la minoría se mantenga en el liderazgo social y que la mayoría se le someta, aunque se le complica si pierde mucho crédito entre los obreros más pobres y los modestos, una cuestión derivada del fracaso del modelo social en curso, cuya salida es eventual, dependiendo de la crítica de la realidad que haga la humanidad y de su puesta en práctica objetiva, las cuales son sociales, de la especie entera.

 Este esquema coorganizacional casi siempre es imposible de concretar, pero se le puede acercar, aunque sea desde lejos, y se completa con el frentismo progresista, muy contradictorio y caótico por la violencia histórica y la falsedad humana, que hace que las cuestiones a resolver sean mal entendidas, por lo que se dificulta hacerlo. Hay que tener en cuenta la magnitud y la calidad exactas de los conglomerados políticos, que se expresa en general en los sufragios, pero también la economía y varios otros temas, y a nivel internacional, es decir, que es muy duro de sacar, pero se lo hace en colectivo. La articulación entre las organizaciones de izquierda puede definir que el frente progresista sea o no de revolucionariedad expresa, o que concrete la revolución de lleno en vez que de a poco o de a intermedios, según cómo madure, algo ligado a la teología y al transcurso de la crisis.

viernes, 14 de mayo de 2021

Para que la democracia funcione bien el pueblo debe ser más verdadero

 Como la democracia es el gobierno del pueblo, del que participa la élite desde el lugar más privado, una posición muy encumbrada, la veracidad del pueblo es un factor muy importante para la calidad del funcionamiento de la democracia, por lo que el pueblo deberá enmendar sus faltas, pero tampoco alcanzaría sólo con eso, porque además se tendría que operar la transformación socialista, y encima de buen modo, con su recapitalización, que tendría que ser la suficiente.

 Si se toma la definición del pueblo referida a la pubertad, popular quiere decir "pubertero", vinculado a las y los púberes, algo a lo que toda la sociedad hace de una manera u otra, y en diferentes cantidades. Entonces, toda la sociedad es popular, pero una parte lo es más que otra.

 El gobierno, como factor de poder, suele ser superior al pueblo que le es externo, pero éste es mucho más grande, por lo que es más potente, aunque cada quién allí casi siempre tiene menos poder que los gobernantes, quienes lo concentran pero en una cantidad colectiva menor: el pueblo simple tiene más poder, pero menos en proporción cada cual de sus miembros. El poder se intensifica en el gobierno y se dispersa en su pueblo inferior, pero la mayor parte del poder social es externa al gobierno, y se divide en dos: una es la clase asalariada, y la otra, donde el poder se concentra más todavía que en el gobierno, con el que se intersecta, es la clase más alta, que tiene más poder en proporción y menos en cantidad total, porque se compone de poca gente. Lidera con menos poder pero con uno más calificado, dada la sofisticación de las instituciones y su carácter exclusivo, de grupo selecto pervertido, que apela al ejército y a la prensa, entre otras instancias, para perpetuarse, pero que no puede satisfacer bien a la sociedad porque se fundamenta en principios mal demostrados, los que, aunque fueran verdaderos, están mal sostenidos, lo que da cuenta de la falta en el discernimiento, y puede pasar que no sean verdaderos, o que no lo sean del todo. Es un poder menor en cantidad pero de posición superior por su técnica política. En este caso, superar no implica ser mejor.

 En esta explicación me olvidé del empresariado mediano, que está bajo el gobierno y por encima de la clase asalariada.

Quienes aumentan los precios son los vendedores

 Quienes deciden el precio de los productos que se venden son sus vendedores, pero lo hacen de acuerdo a algunas causas, en particular la demanda que perciban de los bienes que ofrecen. Lo que hay que impedir es la ganancia neta excesiva, el lucro abusivo, pero eso no se puede hacer sólo desde el gobierno, porque, como los vendedores sobreacumulantes son muchos, el gobierno no puede controlarles, dado que no le alcanzaría el personal de fiscalización. Entonces, necesita la participación de los consumidores, en especial la de sus asociaciones, así como podrían intervenir los sindicatos mediante presentaciones judiciales. El gobierno debiera evaluar si las ganancias netas de las empresas denunciadas por sobreprecios exceden el límite de lo que sea sano para la sociedad y, de hacerlo, disponer la rebaja de los precios. Habría que establecer el principio de la ganancia justa como regla legal superior. Si las empresas se socializaran, el problema persistiría pero con cogestión obrera horizontalista, o sea, que con el socialismo la inflación debiera tender a bajar, ya que el afán de lucro de los trabajadores asalariados no suele ser grande, salvo que tuvieran las ambiciones gananciales mal medidas, lo que podría darse si los partidos socialistas rigieran los países.

 El tema es que las personas midan bien su usura. La usura, en sí misma, es la cualidad del uso, es decir, que en sí no es mala, sino que ello depende de cómo sea, lo que se relaciona con la concepción del mundo que se tenga, aunque no sólo con eso, porque la definición del uso individual es social.

Sobre la concentración en el cliente como método de lucha contra la explotación sexual

 La idea de apuntar al cliente para atacar al negocio de la prostitución copulativa tiene la contra de que, a la vez que persigue a algunos de los grandes capitalistas del rubro, agrede a las trabajadoras por cuenta propia, que necesitan clientela para vivir. Es una estrategia marcada por la debilidad para confrontar con la mafia prostibularia, dado su alto poder para atentar contra la vida de las activistas y su amparo legal, conseguido con sobornos y extorsiones a jueces y con la contratación de estudios jurídicos de alto nivel. Es una debilidad a la que el feminismo tendrá que reconocer para optimizar la estrategia contra el abuso fornicatorio, ya que, para que se aborde bien el problema, la sociedad tiene que reconocerlo tal como es. El cliente que contrata servicios sexuales prostituye a quien contrata, la hace exponerse, y de un modo sexual, pero eso no es necesariamente malo, aunque sí suele serlo en las empresas desmedidas, pero el tema principal no es el de la clientela, sino el de los grandes ganadores del negocio, que son los regentes de la trata de mujeres y varones para el trabajo pago en que se cogen genitales.

Propiedad y crimen

 Todas las propiedades son crímenes, porque los crímenes son las cosas criticables. La parte de "cri" se refiere a la crítica, y la de "men" a lo analizado. Los crímenes son cosas criticables por su naturaleza conflictiva, pero, en verdad, todas las cosas son criticables, es decir, que todas las cosas son crímenes, pero no todas son injustas. Entonces, hay que distinguir la calidad de los crímenes. Cf. "crimen" en Et. de Ch., ob. cit.

Vanguardia y retaguardia

 La vanguardia es revolucionaria, no del todo bien, y se forma en las instituciones universitarias, las que, como son constitucionales, se subordinan a las leyes estatales, por lo que adoptan varias formas mal evolutivas, pero los yerros de la vanguardia tienen su correspondencia en la retaguardia, con mucha adhesión popular a credos falsos, opción por candidaturas de derecha y distintas formas de violencia excesiva poco reconocidas, así como posturas y actitudes retrógradas, que coexisten con su progresismo, que dista de ser del todo bien revolucionario, y encima, en la vanguardia de izquierda, prima el disenso y las peleas internas, coexistentes con una intervención militar hegemónica poco admitida y con los golpes recurrentes de la crisis. Cuando la vanguardia no entiende bien a la retaguardia, yerra la práctica, por lo que tiene que tener buena crítica de la base, pero además necesita que su base sea buena, lo cual se imposibilita bastante por la pobreza de este momento histórico, que lleva a las sociedades al declive, con la mayoría pobre, una medianía modesta y un sector chico mal enriquecido. Entonces, la vanguardia, así como debe honrarse a sí misma, porque no es exitosa, necesita, para hacerlo, honrar a la base, así como la base necesita ambas cuestiones para salir bien de la crisis, algo para lo que no alcanza con la economía y la política, porque son integrales, es decir, que dependen del funcionamiento de todas las instancias de la sociedad.

miércoles, 12 de mayo de 2021

La generización humana en neutro es usada de más

 Con el destape de lo raro se impuso en Argentina el uso del neutro para los géneros humanos, hasta demasiado, por lo que se generiza mucho con la e, a veces hasta más que en masculino, y casi siempre más que en femenino. El uso del género tiene que corresponderse bien con los géneros de las personas de quienes se hable, no sólo los autoasignados, sino también los de asignación externa, que tampoco son siempre bien definidos, por lo que cabe que se lo haga más en femenino y menos en neutro, así como un tanto en masculino, de acuerdo a los géneros de la sociedad, que se corresponden con sus cuerpos, también híbridos y cambiantes, cuyo placer depende de cómo se organice la sociedad, por lo que de su conciencia. La generización en neutro se combina más con intersexuales, porque tienen el cuerpo con el sexo entremezclado, siendo a veces transgéneros, así como va con lo transgénero masculino y femenino, pero el transgenerismo no modifica casi nunca la forma de los miembros sexuales con que nacemos, aunque sí con las operaciones e ingestión de hormonas, ambas debatibles porque tuvieron, o pueden tener, malos resultados. Si la mayoría de las personas a que se refiere son mujeres, salvo excepciones, se debiera subjetivar en femenino, lo mismo que si fuera mixta con e y si varonil con o. El género se define por la actividad de quien sea, llendo de lo bélico a lo gastronómico porque lo varonil es la guerra y lo mujeril la molienda, de acuerdo a la etimología de cada cual, pero ambas son prácticas corporales, por lo que el cuerpo propio les determina mucho, así como la mente, que es una parte del cuerpo y que no siempre obra bien, ya que puede tener mal juicio, al que se reconoce por sus consecuencias, a las que se siente. El sentimiento nos permite evaluar las consecuencias de nuestros actos, y por ende con él juzgamos nuestras ideas y nuestras otras prácticas. A la vez, las ideas son sentimientos, son los sentimientos que tenemos en la mente, son sensaciones del cerebro, con su forma particular. A su veracidad se la evalúa comparándolas con sus objetos, los temas de que tratan, ni siempre del todo bien ni siempre del todo mal. Después, su implementación, es otro tema complejo, que además es social y contradictorio.

 El neutro aplica bien para la gente intergénero, la que tiene un género intermedio entre femenino y masculino, pero para varones y mujeres no va tan bien, por lo que se debe corregirle el uso. Ni a las ni a los travestis les reconoce bien, porque les trata en neutro, ni a mujeres y varones cisgéneros. Un problema con la generización es que suele referirse al género, que es de identidad social, pero también remite al sexo, por lo que es un tema confuso, arduo para definirlo bien. Por un lado, se supone que trata de la identidad asumida, pero se define por el cuerpo, como masculino, intersexual o femenino. Como género define según la identidad asumida, individual o socialmente, pero la segunda es directamente corporal, porque se la pone al reconocerse el sexo de nacimiento. La primera, la de la identidad autoasignada, es posterior a la de nacimiento, se da con los años, cuando las personas deciden cambiar el género que se les puso de bebés, que es el de su sexo porque se pone el primer género de acuerdo al sexo, mirando el cuerpo parido, a lo que se piensa como nacer, cuando, en verdad, se nace cuando el esperma fecunda al óvulo, porque recién entonces se forma el ser humano que puede crecer mucho. El nacimiento es el inicio de algo, o sea, que el humano se da al formarse el embrión, no obstante espermatozoides y óvulos también sean seres de nuestra especie, que no pueden crecer mucho si no se entrecruzan y que mueren casi siempre sin fecundarse. Lo que inicia el parto es la vida afuera del vientre materno, la extrauterina. A lo que le decimos nacimiento es al nacimiento extrauterino, que es un nacimiento, pero no el principio del ser parido.

 El género tiene que ser puesto de acuerdo a lo que se quiera destacar, más que según la mayoría del grupo al que se mencione, pero entonces la intención expresiva tiene que ser justa, ya que, si se destacara desde malos deseos, la generización sería agresiva.

martes, 11 de mayo de 2021

Pagar es un laburo

 Todas las prácticas son elaboraciones. El tema es su calidad. Si son buenas o malas en total, qué bondades y maldades tienen, y para quiénes cada una. El pago es un acto que maneja propiedades finas, las monedas y billetes, o las tarjetas que les representan, y demás medios de pago, los cuales suelen ser objetos livianos aunque no siempre lo sean. Es una elaboración financiera. Las finanzas se llaman así por el fin, en tanto que sus bienes más propios son obras perfeccionadas, que demandan varias tareas previas, y representan al resto de la producción de alguna mala forma.

¿Cuáles inversiones?

 Hoy en día se le obedece mucho al capital más alto porque se teme que, de no hacérselo, respondería como clase quitando sus inversiones en grandes cantidades, pero hay que evaluar bien las consecuencias de las inversiones del gran capital, porque así como le traen grandes beneficios a las naciones también le traen grandes perjuicios, en particular el de la concentración extrema de las ganancias, que les apareja diferentes formas de pobreza, y siendo que a la clase más pobre casi siempre le pega más fuerte. El tema de las inversiones es que tienen una orientación crédica que no es del todo cierta, por lo que terminan por causar una decadencia que hace a la miseria humana, no sólo, pero también, por la acumulación de la riqueza en dinero. Para que las inversiones den buen resultado la concepción que las guíe tiene que ser lo suficientemente verdadera, y tendrían que corregirse seguido, porque a veces se les descubren las fallas durante su ejecución, pero, sin que se dilucide bien la cuestión teológica, no se podrá optimizar la producción tanto como hace falta para que la humanidad sea justa, para consigo misma y para con nuestra naturaleza, lo que tampoco tiene que ser absoluto, ya que alguna injusticia hay que cometer para vivir.

domingo, 9 de mayo de 2021

La hiperprivatización es una enfermedad sobre todo de la clase alta

 No se da sólo en ella, aunque en las más populares tampoco es tan frecuente, porque privatizarse requiere propiedades, en particular las viviendas, que están en todas las clases, pero de distintos modos y completándose con varias otras clases de bienes. En esta época, de auge del liberalismo ortodoxo, la privatización de la sociedad está mal dirigida por los errores conceptuales del orden predominante y, así como mucho del producto se acumula en pocas personas, ese sector social se aparta mucho del resto, lo cual es patético, o sea, que es una enfermedad, que trastorna los vínculos interhumanos, volviéndolos ingratos, incluso para los supuestos ganadores del sistema, que no suelen ser felices de verdad, aún cuando lo parezcan y ostenten el mayor poder de la especie.

viernes, 7 de mayo de 2021

El espíritu, cosa liviana

 La idea del espíritu viene del soplido, y a lo espiritual se lo piensa como a algo muy poco denso, como algo puro, como es el aire limpio, pero, si bien el aire y el espíritu son muy poco pesados, son cuerpos: el aire es un gas y el espíritu es nuestro alma y las ideas sobre el alma ajena que tenemos en la cabeza, que a veces pensamos que están afuera nuestro. Los espíritus no son tanto seres objetivos, que estén a nuestro alrededor, salvo aquellos que se dan adentro de los seres vivos que nos rodean, cada cual con su alma, y las emanaciones que nos los recuerdan. Los espíritus, como representantes del ser vivo ajeno a sí mismo, existen dentro y fuera de los seres vivos. Son nuestras almas, las ideas que nos hacemos de las ajenas y las partículas que las representan, como el olor que nos recuerda a otros vivientes, aunque no es tanto espirado, sino que también es una emanación de diferente índole, y las hay de más tipos, como los dibujos, y algunos son de mentira: hay espíritus ficticios, espíritus proclamados como pertenecientes a alguien, o liberados de todo cuerpo viscoso, que no son de verdad. Los espíritus verdaderos son las almas de los seres vivos, quienes tenemos respiración, pero lo espiritual no se acota al respirar, sino que se completa con cuestiones mentales, del pensamiento y la reflexión sobre la propia vida. El espíritu es algo muy abstracto y que se hace de oxígeno, pero no es sólo de eso, porque las ideas involucran a todo el cuerpo que las tiene, con lo líquido, lo sólido y los otros gases.

 Hay espíritus en el aire, formas de los seres vivos que se desprenden de nosotros. Provienen de nosotros, proyectando nuestro recuerdo cuando llegan a quien nos recuerda, y se les piensa algo de verdad y algo de mentira. El espíritu, como soplido, se nos sale al espirar, con nuestra información contenida en los restos respiratorios, como la saliva, pero las hormonas también son cosas que remiten a quienes las emanan, como el olor, y no son de expulsión respiratoria, al menos las de la piel. También hay recuerdos de quienes ya murieron, y de lo muerto, pero sólo quienes vivimos los tenemos. Cuando nos recordamos, recordamos nuestra historia, con sus propiedades y crímenes, por lo que el mero recuerdo de alguien implica una pregunta moral sobre sí mismo y lo ajeno. Queda por dilucidar el tema de las ondas cerebrales, las telepáticas, que explicaría ciertas cosas, aunque tenga sus errores.

 Esta explicación es muy rebuscada, siendo poco clara, e hipotética al final, así que falta rehacerla.

O criticamos bien al capital o perdemos

 La izquierda, para superar bien al capital vigente, que se da mal concentrado, muy denso en la cima social y muy disperso en la base, tiene que criticar bien al capital, que no es sólo la clase dirigente, sino toda la captura humana, que se acumula mucho en ella. La crítica justa al empresariado más alto, el de multimillonarios, por más amarga que sea, es necesaria para superar bien su orden, es decir, que es imprescindible para la liberación social, lo mismo que la condena justa de sus malos crímenes, que exige la admisión verdadera de los del pueblo. De eso no vamos a salvarnos, y nos convendrá bien hacerlo, ya que nuestra felicidad dependerá de que lo hagamos.