Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

viernes, 30 de junio de 2017

Para la radicalización bien ordenada

Un problema serio del vanguardismo es cuando se enaltece mal, por considerarse superior al común de las personas de mala manera, al adscribir a ideas refinadas sin comprender que la concreción del proyecto que éstas suponen requiere de su socialización honesta. La vanguardia tiene cierta superioridad respecto al común de las personas, porque su conocimiento es más elaborado, pero incluso así puede ser falso, y siempre tiene elementos que no son verdaderos, e incompletudes, por lo que éste debe ser debatido en público, y aunque adoptara una doctrina buena puede equivocarse, porque los miembros de la vanguardia, al saberse superiores en cierto saber, se escinden de la gente común, y pueden tramar e implementar su estrategia de mala forma, con toda esa serie de secretos, artimañas y complots que tuvo a lo largo de su historia, que influyeron en que fracasaran sus proyectos y en que quedara desacreditada. La vanguardia socialista tiene que ser honesta, y para eso tiene que explicitar y concordar debidamente sus planteos, intereses y proyectos: es la única manera de que sea bien adoptada por las masas y de que se articulen bien sus distintas partes.

De lo que es la propiedad

La propiedad, en sí misma, es el bien apartado para su utilización. “Pro” es “bien”, y “piedad” es “apartado”, viene de “parte”, lo que se nota mejor en el vocablo inglés “property”. Entonces, no es sólo la cosa fabricada, el producto de la transformación de la materia mediante el trabajo, porque hay apropiaciones que no se obtienen del trabajo, como la de simpatizar al sonreír, en que se apropia de la estima ajena, o el aire al respirar. Al respirar, los seres vivientes nos apropiamos del aire, aunque eso no sea un trabajo, y además, los miembros de todas las especies vivientes nos apropiamos de materia: la apropiación no es únicamente humana, como tampoco lo es la fabricación, ya que existe la de los otros animales, que hicieron nidos, cuevas, túneles y tantas otras cosas fabricadas. Lo exclusivo de la humanidad es la mercantilización, que supuso la intromisión de una abstracción diosera, fetichista, en el intercambio de propiedades. La religión y la mercantilización de las propiedades sí son rasgos exclusivamente humanos, como lo es la monetarización, que implica la simbolización en moneda del valor de cambio.

La propiedad se obtiene con la transformación de la materia mediante la práctica, no sólo la laboral. Es más, también existe la apropiación hecha no mediante la práctica, sino mediante actividades involuntarias, como la digestión, en la que el cuerpo se apropia de elementos orgánicos para nutrirse. El caso de la respiración es ambiguo, porque ésta es involuntaria pero se la puede efectuar a conciencia. La propiedad cuya hechura requiere del trabajo es la económica, pero esta descripción debe ser complejizada, porque hay trabajos que no son económicos, como las tareas domésticas no remuneradas, y porque es provisoria.

Las especies vivientes que no son humanas también se apropian de agua, luz, vegetales, animales, tierra y demás: tienen actividad económica, como las de la recolección, la pesca y la caza, e incluso algunas cultivan, como lo hacen las hormigas con algunos hongos. Esto es más fácil de admitir para los animales, ya que es raro adjudicarles economía a los vegetales, pero es innegable que éstos desempeñan actividades de apropiación de materia para subsistir.

miércoles, 28 de junio de 2017

Dudo que los peronistas aprendan la lección

Ahora los kirchneristas, a los que mejor habría que decirles “fernandezistas”, para despatriarcalizar la caracterización, andan como locos denunciando la toma de deuda estatal hecha por el macrismo, pero son tan cabezas duras que son recontra timoratos a la hora de exigir que se deje de pagarla. ¿¡Están pensando en volver a pagarla si retoman el gobierno!? Pedirles que esclarezcan su postura al respecto es mucha pretensión, pero después la van de que son el hecho maldito del país burgués. Pues bien, debo decirles que atarear a toda una nación para pagar una deuda fraudulenta no tiene nada de maldito para la clase capitalista, al contrario, los macristas están especulando con que los peronistas harán eso en sus próximos gobiernos, y basados en la experiencia de la restructuración de deuda kirchnerista, y en la serie de impunidades de que gozaron los estafadores de la deuda del estado argentino desde la dictadura, y más en general en la de los especuladores de la deuda mundial. También los macristas conocen el caso de la deuda con la banca Baring Brothers, que les sirve de antecedente defraudatorio: la impunidad que tuvieron los casos previos les sirve para sostener la estafa actual, porque les señala que quedarán a salvo de ser castigados. El problema no es sólo la deficiencia legal, que faculta a la acometida de esta sociopatía, sino también la cultura legalista, que supone que algo es bueno si está autorizado por la ley.

lunes, 26 de junio de 2017

Otro más para la lista de reprobables eventuales...

Osvaldo Lamborghini. Quienes quieran leerlo que lo lean, y que lo analicen, y que le disfruten lo que puedan, aunque no podrán evitar su morbosidad, que convierte a su obra en terrorífica. Muchos fuegos artificiales de retórica hipervanguardista conjugada con el oscurantismo. Debió ser como esos reaccionarios que desean en secreto aniquilar a la gente bonita. No lo sé, y será motivo de estudio. Lo que sí sé es que estuvo en el peronismo ortodoxo entre 1973 y 1976, antes de exiliarse en Barcelona. Obviamente, mi reprobación es debatible, porque no sé lo suficiente sobre la vida de este hombre, pero pienso que sería como saltar a defender a un asesino serial. En todo caso, mi postura es superable y el tema continuará. Lo que es indiscutible es que tuvo la perversión de deleitarse con el descuartizamiento de sus personajes. No le veo a su serie de martirios un sentido denunciante de los crímenes dictatoriales, pero tal vez me equivoque. Habría que saber qué opinó de López Rega cuando fue peronista ortodoxo, y otras tantas cosas. Que haya sido homosexual no implica que fuera una buena persona, pero seguro que tuvo su bondad. Entonces, se lo tendrá que evaluar.


Anexo del 29 de septiembre de 2020

Esta nota está algo mal, igual que la de los otros escritores malditos. De lo que pude averiguar, parece que Osvaldo Lamborghini fue un buen tipo, lo mismo que Bataille tuvo su bondad, y quizás pase lo mismo con Sade, quien puede haber sido difamado mal. Para clarificar bien la cuestión habría que estudiar sus biografías enteras, y discernir los detalles verdaderos de los falsos, un tema trabajoso para gente tan ficticia.

Escena onírica del urbanismo peruca ideal

Viene una en su automóvil y frena para preguntarle a otro cómo llegar a un lugar cercano. El otro responde:

˗ Andá por Perón hasta la plaza Perón. Ahí agarrá por diagonal Perón, unas cuadras, doblá en Perón y dale derecho hasta Perón entre Perón y Perón.

***

Sé que hay quienes se lo van a tomar a mal, pero es un chiste nomás.

¿Qué es el peronismo?

Es la política referenciada en Perón. Fue difícil categorizarla porque no se la vio como un hecho histórico, sino que se la quiso encasillar dentro de alguna tipología, en las que nunca encajaron algunos de sus aspectos. Cuando gobernó Menem no fue proteccionista, sino aperturista. Fue conciliador y confrontador de las clases sociales estráticas. Fue antioligárquico pero también sostén del latifundismo, y así. Es un democristianismo, aunque no lo sea absolutamente, porque en general es cristiano y sufragista, e intenta la conciliación de clases porque sigue al humanismo católico, que es conciliatorio, pero no la podrá lograr porque la busca de mala manera, porque es católico y capitalista: su orden social siempre tendrá descontentos. A lo largo de su historia tuvo oscilaciones y contracciones, más o menos como todas las corrientes políticas, que hacen que siempre existan contraejemplos para argumentar en desmedro de los análisis que se le quieran hacer, pero es catalogable históricamente.

De los desastres de Sócrates y del problema geográfico de la ciudadanía jurídica

Como Sócrates anduvo decidiendo su conducta de acuerdo a la fantasía que tuvo de que había un demonio en su interior que le aconsejaba, debe haberse mandado unas cuantas macanas, por no acordar sus acciones debidamente, cosa que tampoco podría haber hecho muy bien porque los griegos no estaban predispuestos para el consensualismo, pero sus maldades han de haber sido menos que las del resto de los ciudadanos dirigentes de la Grecia antigua. Tendría que averiguarlo. Algunas de las mujeres y esclavos de la antigua Grecia también eran ciudadanos, en el sentido de que eran habitantes de las ciudades, pero no tenían el derecho de participar en el gobierno: fueron ciudadanos desgubernativizados. El problema geográfico de la ciudadanía jurídica es que confunde la adscripción geográfica con la identidad nacional, lo que redunda en que a los campesinos se los trata de ciudadanos, cuando en verdad son residentes rurales aceptados legalmente como integrantes de un estado.

Sobreintoxicación y maltrato

La sobreintoxicación es la intoxicación que supera a lo médicamente aceptable. Es verdad que la medicina tiene sus faltas y que su cientificidad encubrió su carácter religioso, con la pretensión que tiene la religión de ordenar a la conducta humana píamente, cosa que aparejó el interés de algunos médicos de que sus pacientes se comportaran según lo estipulado por los cánones eclesiales, o de acuerdo a su reformulación consecuente con el liberalismo, pero, aún así, hay un nivel de intoxicación que es malo para la salud, del que algo sabemos y que puede reformularse: el liberalismo es superable, pero para hacerlo hay que rescatarle sus bondades. Cuando el cuerpo tiene muchas más toxinas de las que puede procesar normalmente, puede alegrarse mucho y para bien, pero si la sobreintoxicación persiste en el tiempo, a lo largo de semanas, meses o años, con variantes de facto para cada caso, redunda en el mal humor de las personas drogadas en exceso, que se potencia con el generado por la injusticia social, lo que suele concluir en diversas formas de maltrato. Parte de la violencia política izquierdista se debe al exceso de tabaquismo, alcoholismo, marihuanismo y cocainismo, entre otras sustancias psicoactivas.

Del fetichismo moral

A la gente se la trató de cornuda no sólo cuando sufriera infidelidades sexuales, sino que, alusivamente, se la demonizó por desobedecer a los preceptos religiosos, porque la doctrina del vicio y de la virtud equiparó al primero con lo diabólico y al segundo con lo diosero, por lo que los religiosos, hayan sido de uno u otro bando, al aceptar los términos sacerdotales del debate, juzgaron al comportamiento humano según sus preceptos, lo que aparejó al fetichismo moral. El vicio y la virtud están mal entendidos, pero las doctrinas que los tematizan tienen elementos verdaderos y falsos, por lo que les cabe un análisis que las sintetice depurándolas de sus errores.

De los malos pensamientos y la eudemonología

¿Qué son los malos pensamientos? Hay un debate sobre el tema, cuyas diferentes posturas responden a la adscripción doctrinaria de los disertantes, por lo que es difícil responder a la pregunta, lo que tiene a las personas cavilando razonamientos mentales en procura de saber cómo juzgar a sus propias ideas, o siendo consecuentes con una mezcla de ideas malas y buenas. El problema es el componente irracional de las doctrinas, que en las religiosas suele estar más dado por el fideísmo y en las materialistas por la rudeza. Me imagino que malos pensamientos tenemos todos los humanos, y todos los días, y si no es así debe ser algo parecido. Los malos pensamientos son los pensamientos que hacen mal, los que nos hacen sentir mal y los que inducen a la acometida de malas acciones, aquéllas que hacen un daño que no es necesario para la obtención de la felicidad humana, que requiere del bienestar relativo del entorno. Esos son, si no todos, algunos de los malos pensamientos. Puede que haya otros de otras clases. A la práctica humana se la debe juzgar desde la eudemonología, que es la ciencia abocada a la felicidad. La religiosidad es seudoeudemonológica, porque al pretender componer a la dicha con los cánones sagrados la corrompió, lo mismo que hizo el materialismo fallido a consecuencia de su productivismo competitivo y militarista, pero ambos, al incorporarla malamente, también ayudaron a cumplirla, en forma mesograta y con grandes faltas y aciertos.

“Mí” con acento

Como pronombre personal, a diferencia del posesivo, “mí” debiera escribirse acentuado, para replicar bien la sonoridad de su expresión hablada. Además, es posible que los ortógrafos que decidieran quitarle la tilde se hayan propuesto atenuar con ello los males del egoísmo, lo que hubiera sido insensato, pero capaz que eso no sucedió de ese modo.

Devoción religiosa y fanatismo político

El fanatismo político es sucesor de la devoción religiosa, porque implica la acriticidad, o sea, la negación de la crítica, hacia sí mismo. Los políticos fanáticos no son autocríticos, lo que deriva de la devoción religiosa porque ésta estableció una lógica parecida, la de la llamada “fe ciega”, que en verdad es una adscripción incuestionante, que toma a la doctrina adoptada como una verdad absoluta.

sábado, 24 de junio de 2017

De que el egoísmo es natural, de su relación con lo social y de cómo abordar las sociopatías

Al egoísmo se lo definió de muchas maneras según qué juicio quisiera aplicársele, tanto como un interés desmedido por sí mismo como un modo de autoafirmación individual. Esencialmente, es el interés por sí mismo, y es natural, ya que la conformación orgánica de los seres vivientes nos predispone a priorizarnos y nos permite conocer la realidad desde nuestra perspectiva particular: la sensibilidad, la razón y el deseo de supervivencia pertenecen a cuerpos vivientes individuales. Entonces, el egoísmo debe ser aceptado, porque nos es dado por la naturaleza. Renegar del egoísmo lleva a una mala conducta contraria a la naturaleza, pero también hay que ordenarlo bien, porque existe el egoísmo patológico. Al egoísmo patológico lo tenemos, más o menos, todos los humanos, y es aquél egoísmo que perjudica al individuo que lo tiene o a sus allegados. Responde al maltrato histórico, es consecuencia de los traumas recibidos y de la mala educación, por lo que no se debe reprender mal a quienes lo ejerzan: se le tiene que encontrar una solución positiva, que es de índole individual y social, porque la individualidad es social. Es una psicopatía muy ligada a las sociopatías: ambas se interrelacionan. El egoísmo enfermante es sociopático, porque enferma a la sociedad, pero a su vez es causado por las sociopatías, y por las psicopatías de los individuos relacionados con aquél de quien se trate el caso.

Por sociopatías me refiero a los males sociales usualmente tematizados por la crítica social: la pobreza, la desocupación, la explotación, la manipulación, la mentira, la desigualdad y demás. La humanidad debe asumir que atender bien a las sociopatías es un problema sanitario: se les debe asignar tanta importancia como a las enfermedades corporales, y se debe exigir a las personas que se responsabilicen ante ellas tanto como lo hacen con aquéllas otras, pero de una manera asequible a las posibilidades de cada quien. El atendimiento de la salud social requiere que se prescinda de algunas de las actividades dispensables.

viernes, 23 de junio de 2017

Porqué es necesario el gradualismo

Porque los proletarios más pobres, para luchar por la justicia máxima, esa que terminaría a la mala propiedad privada, a la extracción del plusvalor, y demás, necesitan tener más o menos garantizada su supervivencia. En tanto que no la tengan, concentrarán sus fuerzas en reclamos inmediatos, a los que satisfacerán del modo que sea, aunque éste fuera truhán, porque si no algunos se morirían, o pasarían mucho frío, o hambre, y así, lo que le restará fuerza a la lucha por las reivindicaciones más adelantadas. La lucha social tiene que atender bien a la toda la sociedad, priorizando las urgencias. El socialismo apresurado, al confundir esto, terminó efectuando un planteo cruel con el lumpenproletariado y, a veces, con el proletariado más precarizado, a los que sobreexigió y acusó por traicionar a la revolución, lo que fue bastante delirante, porque no se fijó en qué era lo que aquéllos estaban dispuestos a demandar, sin que hasta ahora hayan socializado su autocrítica: le importó más la revolución en abstracto que las circunstancias materiales del proletariado. El proletariado bajo es más masivo que el intermedio, por lo que es un actor clave para la política, pero además merece ayuda por una cuestión humanitaria. Que tenga su degresividad y su barbarismo es un tema importante, pero también los tienen las otras clases, así que habrá que pensar en cómo resolverlo bien.

jueves, 22 de junio de 2017

Ni ratas, ni topos...

Es una obviedad que lo diga, pero habrá que superar estas identificaciones descalificatorias, porque hacen al sometimiento de las doctrinas obreras, y nos apesadumbran. ¡Lectores!.. ¡Lectoras!.. Acabo de decirles una obviedad de la que no se habían dado cuenta, ¡así que son tontos! ¡Bienvenidos al club! Tienen que complejizar más sus análisis.

Por si acaso...

Cuando escribí sobre el hedonismo socialista me olvidé de decir que el socialismo debe apuntar a la buena moderación de los placeres, incluso aunque no la logre él mismo, cosa que muchas veces omitió referir, pero además quiero aclarar que esa moderación es una aspiración a alcanzar socialmente y a la que las personas cumplimos a veces y otras veces no, por nuestros éxitos y faltas. Los objetivos políticos y económicos del socialismo en sí mismos valdrían poco si no consiguieran la felicidad de la gente.

Comentario breve sobre la corrupción de menores en la filosofía

Entiendo a la corrupción de menores no como lo hace la ley, sino como la referida a jóvenes en general, hayan pasado los 18 años o no, y se enmarque o no en la tipificación jurídica: la entiendo como sinónimo de rompimiento. Una parte de la filosofía posmoderna favorece la corrupción de menores, porque es sadomasoquista, o, más en general, horrorosa, por lo que induce a sus seguidores a ejecutar prácticas sentimentalmente perversas, que acabaron por arruinarlos, al facultarlos a tener una socialidad traumática. En el anarquismo inmoralista esto se replica respecto de los jóvenes de la clase alta, y a veces de la media, ya que este anarquismo se propuso estropearlos, como modo de lucha falso contra el sistema sociohumano, y eso habiendo sido Nietzsche un hombre aristocrático. El socialismo marxista tuvo mucho de esto, porque al proponerse destruir a la burguesía le importó poco la salud de los jóvenes hijos de empresarios, a los que extorsionaron con la idea de que debían abandonar a sus familias y entregarse a la causa revolucionaria para ser aceptados por sus miembros. De ese modo los forzaron a recluirse o a politizarse abnegadamente, atendiendo poco a sus intereses, porque suponían que los nacidos en la clase capitalista no tenían nada serio de qué quejarse. Hasta que las posturas revolucionarias sean suficientes, el planteo libertario adolecerá de muchas malas prácticas graves, que retrasarán la conquista de nuestros objetivos, por postular formas de lucha poco gratas, que, por ser así, son abandonadas por la gente que no quiere ser perjudicada por ellas, lo que hace que la lucha decaiga. El disfrute de la vida es un deseo natural, que no es dificultado sólo por la clase capitalista, sino por la mala predisposición humana, que es transclasista, aunque la desigualdad social y la opresión dominante sean temas ineludibles.

Este comentario está incompleto, porque habla de pocos jóvenes, y no dice nada de niños, adultos y ancianos, hombres, mujeres y transexuales, a los que los socialistas maltrataron al someterlos al ideario revolucionario, y aunque al maltrato se lo ejercieran sobre sí mismos, haciendo que la revolución importara más que los revolucionarios: subordinaron las personas a la causa. En esas condiciones mucha gente rehuyó de la lucha, y otra murió, o quedó herida.


Anexo

El uso de la categoría de la transexualidad debiera acotarse a las personas cuya sexualidad biológica es intermedia entre masculina y femenina. Son los casos excepcionales de quienes tienen cromosomas XXY. Los casos de travestismo y de transgeneridad quirúrgica son algunas de las clases de transgenerismo, de las que hay otras que son leves, y hasta esporádicas, y no son transexuales porque la sexualidad orgánica permanece siendo la misma, aunque se le modifiquen algunos aspectos. La modificación de la identidad social apareja un cambio en las costumbres que tiene incidencia orgánica, pero ésta no altera estructuralmente la condición sexual del organismo.

martes, 20 de junio de 2017

Mi postura ante la pena de muerte

Yo no estoy del todo en contra de la pena de muerte, pero tampoco pretendo que me hagan caso. Lo que pienso es que para casos extremos y comprobados, en que un delincuente de delitos graves se negara a comportarse, persistiendo en la acometida de maldades, se podría evaluar si cupiera matarlo, para que los malvados no se abusen de la garantía de vivir, o por otras cuestiones que habría que evaluar en concreto. Es un tema debatible para el que hay que saber mucho, pero, en particular, tendrían que opinar los carceleros, que son los que tienen que lidiar con los maleantes, y los demás afectados directos por los criminales. El hecho de que los delincuentes tienen razones que deben ser atendidas por el resto de la sociedad no quita que hacen mal al maltratar, y que en casos muy graves podrían implicar que dejaran de merecer que se los mantuviera con vida. Cuando Foucault dijo que la cárcel surgió junto con el reclamo de su reforma hizo una crítica del sistema carcelario algo fraudulenta, porque apuntó a boicotearlo en vez que a solucionar la cuestión: fue una crítica destructiva y sin propuesta superadora, que aportó a la persistencia degradada del sistema carcelario. El problema de la delincuencia requiere de la justicia social preventiva, que a su vez precisa de la transformación social, pero también requiere que se sancione a los malhechores. El asunto será debatido mucho tiempo porque la humanidad no está preparada para resolverlo más o menos suficientemente, a consecuencia del idealismo capitalista. En particular cabe que se defina bien a la ley, ya que hoy en día responde a ideologías que merecen ser modificadas más o menos.

El tema de la pena de muerte es bastante polémico, y mi postura puede que esté equivocada, así que no es conclusiva.

El hombrismo y el mujerismo

Así como estaría mal calificar de hembrismo a lo referido a las mujeres, porque existen hembras de otras especies vivientes, también está mal calificar de machismo a lo atinente a los hombres, y por un motivo similar. De igual modo, el feminismo no es todo bueno, como no es todo malo el hombrismo, pero al feminismo le pasa lo mismo que al machismo, porque su etimología remite al hembrismo. De allí que cabría renombrarlo como mujerismo, pero mientras tanto se lo denominará como viene siendo.

viernes, 16 de junio de 2017

Otro problema del anarquismo

Es que los anarquistas suelen pensar que el delito es bueno en sí mismo, por considerarlo contrario al sistema, por lo que delinquieron mal, ya que no lo necesitaban: lo hicieron para divertirse, lo que no tiene sentido. Ese problema deriva de que sostienen juicios impostados, derivados de una ideología que no atiende bien a las cosas de las que juzga: a sus adeptos les importan más sus ideas que las cosas a las que representan. El mal juzgamiento al gobierno los arruina, porque les dificulta participar en la sociedad, lo que los priva a veces de obtener ayuda de la gente normal.

La delincuencia es parte del sistema, primero porque el sistema social abarca a toda la práctica humana, le sea funcional o no, pero además porque la clase dominante es tremendamente delictiva, de una delictividad más importante que la de los malhechores menores, que también impacta mucho por su masividad. La delincuencia es una práctica contraria a la ley, pero el sistema no se corresponde del todo con la ley, ni la ley es toda mala, por lo que aquélla es criticable. La pretensión de combatir al sistema violando la ley es hipócrita, porque supone que la clase dominante es legal, como si siempre cumpliera con las normas: confunde a la bondad aparente declamada por la clase dirigente con la bondad verdadera exigida por la gente sensata. De allí que los anarquistas se hayan metido en problemas innecesarios muchas veces, lo que les hizo daño, y a otras personas también: en ocasiones fueron criminómanos, o sea, delincuentes principistas, basados en excusas, con razones válidas pero insuficientes.

jueves, 15 de junio de 2017

Los videoclips son romances

Los videoclips son filmaciones de poesías cantadas y populares, por lo que son romances contemporáneos. Su estética fragmentaria proviene del teatro de variedades, el varieté, y de las demás artes circenses. Que sean posmodernos o no depende de la ideología de sus productores, que suele permanecer velada, pero en gran medida no lo son. La apelación a la estética del fragmento, de la instantaneidad, a la saturación cromática, al sensualismo sonoro, que los tornan en súper sensoriales, no les quita su unicidad: como los collages, son obras unicistas compuestas de restos, de mayor calidad a veces que el arte solemne, y más dados a la exposición de la sexualidad. En ocasiones son obras de pornografía liviana, como los bailes de cabaret. Ahora bien, que sean romances no implica que sean buenos. De hecho, tienen males tremendos, como el acercamiento acrítico a la prostitución, o al narcotráfico, o la despolitización, la morbosidad, u otras aberraciones estéticas, eso junto a sus lindezas. Tienen las contrariedades de la cultura popular.

El programa socialista es “wishful thinking”

No lo digo para que se lo abandone, sino para que se reconozca que la ilusoriedad puede ser aceptable, pero para eso tiene que amoldársela a la coyuntura, planteando a futuro las reivindicaciones que no puedan ser satisfechas en lo inmediato. Las críticas al realismo, o al pragmatismo, deben ser buenas, porque ambos son necesarios para concretar las utopías, pero también cabe reprobarles a éstos los males que tengan.

La inserción económica latinoamericana en el planeta

Es agropecuaria y extractivista, con una industrialización predominantemente mercadointernista y más desarrollada para los rubros livianos e intermedios que para los pesados: un agropecuarismo extractivista con industrialización entre intermedia y leve. Si toda la periferia alcanzase el nivel industrial del centro el planeta colapsaría en poco tiempo, además de que ello requeriría un esfuerzo internacional malgresivo. A esto lo digo después de haber leído la nota de Maristella Svampa en la revista Nueva Sociedad número 268, titulada “Cuatro claves para leer América Latina”. La nota tiene bastantes aciertos, a los que no me da la capacidad, ahora cuando escribo esto, para recontar. Así que le pido disculpas por la injusticia que cometo al centrarme en algunos de sus errores. Además de omitir en parte que el eje económico mayor del continente es el agropecuario, al diluirlo mal en el extractivismo, lo que impide plantear la reforma agraria, que debe ser la política principal del progresismo, le achacó a los gobiernos del ciclo progresista declinado que no cambiaron la matriz productiva mediante la industrialización, pero a la vez les reprochó su mal desarrollismo, lo que es incoherente, porque el modelo industrialista es mal desarrollante, porque tiene una idea de la industria que es antiecologista, no se propone una industria sostenible, que generaría poco valor agregado. El debate está trabado por los malos preconceptos del desarrollismo cepalino, que lo orientan en sentido capitalista y contaminante, y sin cuestionar al pietismo ni lo debido a la irracionalidad. El desarrollo debe tender al socialismo naturista, aunque eso no resuelva el déficit comercial, que se debiera tratar mediante el cierre de la importación de los productos sofisticados que sean prescindibles, como lo son tantos electrodomésticos y automotores, o parte de la maquinaria electrónica, como las máquinas tragamonedas de los colectivos, o las expendedoras de boletos de ferrocarril, que costaron mucho dinero y a los dos o tres años ya las abandonaron por el sistema de la tarjeta electrónica, o sea, que el déficit de la balanza de pagos de los estados periféricos se podría solucionar atendiendo a la histeria consumista de las naciones y de sus gobiernos, cuya economía tiene una gran cuota de mala frivolidad, además de resolviendo bien la estafa de la deuda estatal, entre otras cuestiones.

Que la cuestión agropecuaria sea la principal para la reforma económica latinoamericana no le debe restar importancia a la extractiva ni a la industrial, ni a las demás. La transformación productiva debiera responder a las demandas de los movimientos sociales, pero también a otras iniciativas, como las provenientes del gobierno.

martes, 13 de junio de 2017

La reproducción es modificatoria

Hay un debate sobre el reproductivismo, como el de Bourdieu, que está tarado por el extremismo conceptual, porque éste supone que la reproducción mantiene completamente al orden social al que pertenece, pero la reproducción no opera así, aunque tienda a eso durante los períodos de conservadurismo, porque el orden, al reproducirse, se va modificando, con mayor o menor intensidad según sea la evolución histórica. El carácter conservador del modo bourdieano de entender a la reproducción se debe a que la formulación que él le hizo sucedió durante el gaullismo, aunque ese no sea el único factor determinante del tema.

Cabe distinguir, entonces, entre la reproducción degresiva, la conservadora y la progresiva, que es revolucionaria, pero que está acotada: es de una revolucionaridad entre leve e intermedia, ya que si fuera mayor sería difícil categorizarla como reproductiva; pero, no obstante, el tema es discutible, porque las revoluciones habidas hasta ahora, como la francesa, la rusa o las descolonizadoras, ni terminaron con el sistema de estratificación social ni depusieron al fideísmo, o sea que a la vez que modificaron algunas cosas mantuvieron otras, aunque variándolas. Más bien cabría hablar de una reproducción social evolutiva, con las transformaciones históricas que tenga. Es más, la reproducción es contractiva, por lo que contiene en sí misma impulsos de las distintas clases, desde los reaccionarios a los revolucionarios, que coexisten conflictivamente y que en conjunto hacen al sentido que aquélla adquiere.

Empresariado menor, capitalesía y sociocapitopatía

El empresariado menor, el de las empresas pequeñas y medianas, o no acumula ningún capital, cuando es subsistente, o acumula un capital referido al mejoramiento de sus condiciones de vida, cuando lo utiliza en sus viviendas y sus bienes de consumo, o lo reinvierte en su empresa, o lo ahorra y hasta puede especular un poco en las finanzas, pero ese capitalismo, aunque es corregible en algunos aspectos, no es socialmente capitópata, o sea, no hunde en la miseria a grandes contingentes de personas para favorecer la acumulación de capitales que los empresarios no necesitan. La clase capitalista sí es capitópata. Así como los ludópatas pueden arruinar las finanzas de sus familias por la compulsión a apostar su dinero en el casino, los sociocapitópatas estropean a las naciones por su compulsión a acumular capitales. El capitalismo es un problema de salud pública, pero a los capitópatas hay que atenderlos bien, porque padecen una enfermedad social que deriva de sociopatías que le subyacen de las que no tienen la culpa, y en algunos casos el buen atendimiento puede requerir que se los encarcele, pero para eso la legislación debe prohibir la acumulación dañina de capital, más si el perjuicio es social, pero el familiar también debe ser bien tratado.

lunes, 12 de junio de 2017

Cliteridectomía, circuncisión y religión

La cliteridectomía es la amputación del clítoris, y es efectuada por algunos musulmanes extremistas. La circuncisión, de índole judía, es la del prepucio, pero no es casi criticada por el feminismo, porque se la hicieron a varones.

viernes, 9 de junio de 2017

Demostrar debilidad

En política hay muchas estupideces, una de las cuales es la de negarle entidad a los adversarios parecidos a uno, que, como las distintas partes la reproducen, las organizaciones progresistas terminan desfavoreciéndose entre sí, al menospreciarse recíprocamente, pero quiero hablar de otra taradez, que es la de impostar fortaleza cuando no se la tiene, por el mal prejuicio contrario a demostrar la propia flaqueza. Cuando una fuerza es débil, cabe que lo dé a conocer, salvo excepciones, a no ser que se escondan malos propósitos, u otra cosa, porque eso convoca a la solidaridad ajena y le permite entender la situación a los que ignoran las cuestiones en curso, los representados, que si no la entienden concluyen pretendiendo que la organización les satisfaga reclamos que ésta no está en condiciones de hacer cumplir. Los representados tienen que conocer la correlación de fuerzas que influye en el atendimiento de sus demandas, porque participan en la transformación de esa correlación y porque tienen que adecuar sus pretensiones a las circunstancias para que el democratismo progresivo se mantenga en el gobierno, aunque sea subordinadamente, si es que no puede imponerse más.

jueves, 8 de junio de 2017

Breve análisis de la democracia cristiana argentina

La democracia cristiana argentina excede al peronismo, abarcando tanto a Propuesta Republicana como a la Unión Cívica Radical, además de al Partido Justicialista, el Frente Renovador y a otros partidos menores, y se caracteriza por obedecer a la constitución: todos estos partidos adoptaron a la democracia representativa como método del ejercicio de la soberanía nacional. Que el método sea más o menos falso es otro tema, que es importante pero que no les quita su carácter democrático sufragista. Dentro de estos cuatro partidos políticos hay sectores privatistas, que predominan más en el PRO pero que en los otros tienen espacios de dirigencia altos, porque el privatismo es hegemónico en el mundo. La UCR, el PJ y el FR tienen más integrantes populistas, pero deben someterse al privatismo, que lidera socialmente por la posesión de los medios productivos económicos y comunicativos mayores, por estabilizarse con la legalidad vigente y las fuerzas militares y por coexistir en una alianza conflictiva con la iglesia católica, cuya dirigencia suele ser privatista por inclinarse a la privacidad. En general, estos cuatro partidos democristianos ejercen una política más favorable al privatismo, porque son capitalistas, pero los más propensos al populismo intentan componer el favorecimiento al capital concentrado con la promoción de las empresas medianas y pequeñas y con los derechos proletarios compatibles con este esquema productivo. En términos morales y laboristas, que hacen a los derechos civiles y sociales, los sectores privatistas que hay en los cuatro tienden a ser conservadores, o degresivos, o malprogresantes, y albergan a algunos pocos elementos de carácter reaccionario, en tanto que los populares oscilan entre formas conservadoras y progresistas de mínimas a intensas, acotadas al constitucionalismo, las últimas de las cuales suceden más en las tendencias místicas o ateas del PJ, que son marginales pero importantes, y estos sectores tampoco están exentos de mala progresividad. La conflictividad social, entendiendo por ésta también a la que no se manifiesta en los términos usualmente reconocidos por el socialismo, los de las medidas de fuerza proletarias, como lo son las campañas informativas, las juntadas de firmas, los foros y así, tiende a inclinar al democristianismo a posiciones progresivas de leves a intermedias.

Asimismo, la democracia cristiana se completa con la extrapartidaria, que es tanto empresarial como movimientista. La primera abarca a las organizaciones patronales: la Sociedad Rural Argentina, la Unión Industrial Argentina, las Confederaciones Rurales Argentinas, la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa, la Confederación General Económica de la República Argentina, la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios y otras tantas. La segunda incluye a la Confederación General del Trabajo, a las dos entidades llamadas Central de Trabajadores Argentinos y a varias organizaciones menores, incluyendo a las estudiantiles, que suelen orbitar en torno de la UCR, el PJ y la CGT, pero en ellas el socialismo ateo tiene más presencia. Este recuento requiere ser completado, y no incluye a las asociaciones pertenecientes a la iglesia oficial.

En resumen, el catolicismo capitalista constitucional es el eje del bloque histórico argentino, con sus grietas, contracciones y transformaciones, y lo atravesó de distintas maneras desde la conformación del país, aunque la etapa previa a la del modelo agroexportador no fuera capitalista, pero sí preparatoria para ello, atravesamiento que ocurrió también en respuesta a la inserción internacional argentina, con los modelos socioeconómicos conocidos.

A este análisis habría que agregarle las instituciones católicas de índole eclesiástico, estatal y privado, y aún así le faltarían cosas, porque esta religión no es la única del país y porque todas se explayan también en la cotidianeidad. Igualmente, es general, por lo que no da cuenta de la participación de los ateos en las organizaciones de liderazgo histórico cristiano, más allá de la mencionada en el estudiantado.

Un problema de la competencia política electoral

Es que los candidatos se pelean entre sí, y sin importarles a veces la bondad de su desempeño ni las razones de sus oponentes. Es un problema que habrá que resolver. Estas peleas, que se agudizan durante el período de campaña, prosiguen luego, tornándose más o menos frecuentes, lo que obstaculiza la atención conjunta, por parte de los representantes políticos, de los problemas sociales, porque al haberse agredido entre sí quedan enemistados, o sea, mal predispuestos para relacionarse. Es una de las fallas del sistema político representativo.

De la prohibición a “yoar”

Ya traté el tema antes, pero ahora lo reformulo. “Yoar” es hablar en primera persona, e implica decir “yo” muchas veces. Desde la cultura religiosa se prohibió yoar, como una forma de reprimir los impulsos egoístas para encauzarlos dentro de lo establecido por los cánones, prohibición que fue relativa, como un desfavorecimiento, que redundó en formas incorrectas de personalizar la dicción, como cuando alguien dice, hablando de sí mismo, “el salario no te alcanza”, o cuando se usa la expresión “quien suscribe” en la jerga profesional, o cuando se asume la perspectiva del nosotros siendo que el que afirma es uno solo, lo que sucedió en algunos escritos académicos. En vez que decir “yo pienso”, “yo opino”, “yo” lo que fuere, “a mí me pasa” tal cosa, u asá, se apeló a formas incorrectas de personalizar las expresiones, porque hacerlo correctamente queda mal visto ante la cultura dominante, pero se debe decir “yo” cuando quepa, aunque sea egoísta, porque el egoísmo no es malo en sí mismo. Vetar al egoísmo, a veces, fue una manera de manipular a la gente, que nos hizo daño, pero el egoísmo debe ser bueno, porque si es malo hace mal.

Esto que plantié para la cultura religiosa no sé cómo fue, y es, en los países con gobiernos socialistas ateos, tanto los del sistema de partido único como los socialdemócratas, pero seguro que algo de antiegoísmo tuvieron, bien y mal, porque a veces buscaron que las personas reprimieran sus intereses buenos en pos de que cumplieran con los mandatos de las doctrinas oficiales. Las doctrinas tampoco son malas en sí mismas, pero tienen males a los que se debe corregir. El problema es que la elaboración doctrinaria tiene que ser social, y su aplicación debe ser modificable durante su funcionamiento, pero para eso la gente tiene que tener buena razón. La solución de este tema precisa del autogobierno social bueno.

Un escrito apócrifo de Dante Alighieri

Original desgastado, polvoriento, borroneado y con faltas de ortografía.

Poema 16 bis. En este poema se narran las excelentes cualidades y virtudes morales de Beatriz sin mencionar sus atributos físicos y corporales.

¡Oh excelsa Beatriz, cuyas cualidades y virtudes morales causan el asentimiento agradecido de tus conciudadanos y conciudadanas, sin que se refieran a tus atributos físicos y corporales! ¡Y sin que varios de tus conciudadanos, y hasta algunas de tus conciudadanas, expresen suficientemente lo que hacen con tales galardones! ¡Y sin que lo haga el autor de este poema tampoco!

***

Lo escribió alguien que no era yo. Aclaro por las dudas. Ni lo encontró Borges en un depósito clausurado de una biblioteca perdida de los países árabes. Diremos cómo fue hallado después de la tanda publicitaria.

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miércoles, 7 de junio de 2017

La mala poetización degrada a la política democrática

La poetización no es mala en sí misma, más bien al contrario: la poesía es celebrable; pero cuando se trata de interpretar la realidad para transformarla para bien trae problemas, porque hay que estar haciendo la tarea de traducir la jerga poética en términos analíticos, antes que ponerse a pensar estratégicamente en el asunto, lo que dificulta la composición de la política democrática. Esto se nota bastante en los escritos del peronismo de izquierda.

El lenguaje analítico contiene lazos inciertos entre los significantes y los significados, no puede haber un lenguaje de correspondencia absoluta entre unos y otros, pero está mejor preparado para facilitar la comprensión de su objeto, y se lo puede relaborar. Además, la ciencia también es una poetización, en el sentido de ser una creación. En verdad que el asunto está mal entendido, porque los griegos antiguos definieron a la poiesis como todo tipo de hacer, o de producción, pero luego se le cercenó su significado al de la poesía, o al de las prácticas lúdicas artísticas. La poesía es una creación literaria que enfatiza en la métrica y en la consonancia verbal, y que tematiza más sobre las pasiones personales. La política democrática requiere componer las prácticas de los actores sociales democráticos, para lo cual éstos tienen que entender bien la realidad, lo que precisa que su explicación sea fácil de entender. El tratamiento político de las pasiones personales no debe apelar mucho a las figuras retóricas, y más a la explicatividad, porque eso permite ordenar mejor a las relaciones interpersonales relativas a las pasiones.

La explicatividad de las relaciones interpersonales referidas a las pasiones es el chusmerío, que es criticable y debe ser bueno.

lunes, 5 de junio de 2017

De la relación entre la incomprobabilidad del relato religioso y el pecado

La pienso para el catolicismo, que es la religión a la que conozco de cerca, pero debe aplicar también para las otras. Los fieles, tanto los clericales como los laicos, se enseñan un relato mítico que postula un orden para la conducta a lo largo de la vida, pero, como la justificación planteada para esa obediencia es mítica, los adeptos a veces no encuentran pruebas objetivas que la avalen, por lo que desconfían en las órdenes, y más si no quieren efectuarlas. De allí los recurrentes pecados y las crisis de fe. ¿Cómo habrían de obedecer a los mandatos tal como lo establece el cánon si no pueden comprobar que las almas vayan al infierno, al purgatorio o al paraíso después de la muerte? A esto lo digo como un ejemplo del modo en que aplica esta cuestión.

domingo, 4 de junio de 2017

Breve comentario sobre el VI Congreso del PT brasilero

Conozco poco del tema. Apenas leí la nota de Dario Pignotti en Página 12, pero quiero señalar un problema, que es el de equiparar la autocrítica con la flagelación pública. Son dos cosas distintas, y si no reconocen la diferencia que hay entre ambas se les va a dificultar la expresión abierta de sus errores, que es necesaria para que los corrijan pronto, además de que ha de ser requerida por quienes fueron perjudicados por ellos, a modo de resarcimiento y para que los vuelvan a apoyar.

La autocrítica y la aceptación de la crítica externa buenas tienen que ser constantes, y más si se gobierna, porque si no se reproducen malas prácticas hasta que el proyecto colapsa, por haber ido acumulando fallas que a mediano plazo se hacen irremontables. Al proyecto gubernamental se lo debe corregir durante su efectuación, porque siempre tendrá deficiencias.

De la metáfora de la guerra de posiciones y la proscripción comunista a la socialdemocracia

Cuando Gramsci formuló su idea de la guerra de posiciones se acercaba a planteos socialdemócratas, ya que ésta se refiere al despliegue articulado de las fuerzas progresivas en la cultura, que tendrían un correlato sindical y partidario, porque la política es cultural, pero la tesitura predominante en la internacional comunista, luego de la de la toma insurreccional del gobierno, la de la revolución rusa, fue la del socialismo en un sólo país, que después sería obstaculizada por la segunda guerra mundial y contrariada por la revolución china y la guerra fría. Entonces, al momento de formular la de la guerra de posiciones, Gramsci no podía plantear un cotidianismo movimientista y partidario, una política de unidad democrática contractiva y crítica, porque hubiera sido acusado de centrista, por lo que apeló a la metáfora bélica, que era más próxima a la política soviética, pero era una metáfora: no pudo explicitar su planteo.

La política revolucionaria tiene que ser complementaria y grata para que se la pueda mantener a lo largo del tiempo y masivamente, y debiera ser legal, pero además requiere que el proletariado la acepte, lo que demanda una combinación de progreso amoldado a las circunstancias con educación social preparatoria de avances futuros. La humanidad no puede evolucionar más rápido de lo que pretenda hacerlo. La idea básica es la de acoplar el socialismo a lo que tenga de bueno la progresividad reclamada por el democratismo, no sólo el proletario, y apresurar los avances lo más posible pero dentro de las posibilidades dadas por la coyuntura, lo que implica establecer relaciones críticas y explícitas con las fuerzas conservadoras, y hasta con las reaccionarias si cabe. El socialismo tiene que relacionarse bien con el conservadurismo no sólo porque los conservadores son seres humanos y porque ocasionalmente tienen razón, sino también porque muchos proletarios son conservadores, pero la bondad de esa relación debe ser una bondad crítica.

Una crítica que cabe hacerle al movimientismo es la de su disociación ocasional con los partidos, porque a veces sostuvo reclamos sin que le importara que los gobiernos estuvieran ocupados por partidos democráticos dispuestos a satisfacerlos, lo que impidió o dificultó que se los atendiera.


Anexo

Esta idea de que Gramsci se acercó a posiciones socialdemócratas fue contestada por Christian Castillo en la presentación de El marxismo de Gramsci, de Juan Dal Maso, con el argumento de que en Gramsci está el momento de la violencia militar revolucionaria. La verdad es que yo ignoro de esto último, pero aún así le pongo reparos al planteo de la toma militar del gobierno, porque le falta el análisis de la correlación de las fuerzas militares, sin el cual la insurrección se torna aventurada. El uso de la fuerza militar procomunista es importante, pero la cuestión es cómo implementarlo de modo tal de que sea exitoso, y como último recurso. Un enfrentamiento entre civiles armados y un ejército profesional desgastaría inevitablemente a las fuerzas revolucionarias, que perderían la contienda las más de las veces, y en caso de ganar quedarían exhaustas para proseguir la lucha. Además, a la estrategia de toma del gobierno habría que acordarla entre las fuerzas revolucionarias, porque si no se torna manipuladora y traicionera.

sábado, 3 de junio de 2017

Del progreso social humano en el fideísmo

Hubo un progreso social humano. La cantidad de humanos vivientes y el tiempo de duración de la vida de nuestra especie dan cuenta de eso, aunque la calidad deje mucho qué desear, porque incluso en las malas circunstancias actuales las gran mayor parte de las personas opta por seguir viviendo. En las guerras modernas murió y fue torturada más gente que nunca antes, pero la población era mayor que antes también. Al sufrimiento pre y extracivilizatorio habría que compararlo con el civilizatorio, pero ¿cómo mediríamos al no civilizado? No lo podemos ir a investigar tanto, y el sufrimiento, por ser subjetivo, requiere de un abordaje cualitativo que se nos dificulta porque algunas de esas poblaciones ya murieron y otras hablan lenguas que ignoramos, y sus miembros no nos explicarían su pesar fácilmente, en caso de que accedieran a hacerlo. Aún así, el sufrimiento humano es humano, por lo que no hay tanta diferencia entre el civilizatorio y el que no lo es. Tanto uno como el otro están permeados por la creencia, por el establecimiento de mitos originarios que dan cuenta en falso del sentido de la existencia, por lo que inducen a la acometida de prácticas violatorias, al priorizarse las malas ideas por sobre los intereses buenos de las personas: a éstas se las somete a aquéllas, con la secuela del dolor; y no obstante esto, la humanidad, siendo fideísta, algo progresó, pero su progreso tiene fallas, transcurre fusionado con el seudoprogreso, causando una reacción antiprogresista que tiene razones particulares pero en el marco de una equivocación mayor, porque confunde al seudoprogreso con el progreso verdadero, al suceder ambos juntos y al ser considerados como un todo por el orden dominante. En tanto que el orden dominante sea fideísta, el progreso será ordenado en términos religiosos, por lo que sucederá fallido, y en términos veristas también tendría insuficiencias, pero que serían menores que las actuales. Mientras que prime el fideísmo por sobre el verismo, los gobiernos progresistas no podrán ser tan exitosos como se lo deseará desde la perspectiva hedonista, por lo que parecerán ser fraudulentos, y en cierto modo lo serán, pero en otro ayudarán a sobrevivir a muchas personas, lo que es placentero y no es poco. Además, la crítica al gobierno tiene que reconocer el orden social en el que está inserto y la calidad del proletariado, porque el gobierno es un actor social importante pero que debe responder a los demás.

viernes, 2 de junio de 2017

Daría lo que fuera por tener un corazón...

˗ ¿Qué le dijo un pibe chorro al mago de Oz?

˗ Tal vez el mago pueda darme algo de valor.

˗ ¿Qué dijo el espantapájaros zombi?

˗ Lo que más desearía en la vida es tener un cerebro.

˗ ¿Y qué dijo el señor Wilson en la porno?

˗ ¡No!... ¡No hagan eso!... ¡No me jalen la colita!

jueves, 1 de junio de 2017

De la mala complejización

En la ciencia hay una idea común que señala que la complejización es buena, a consecuencia de los buenos resultados que produjo y por el prestigio que éstos le dieron a la sofisticación, pero la complejización tiene malos aspectos, porque no está del todo bien planteada, que aparejan malos resultados, por lo que cabe el análisis de la complejidad. Más en particular está la cuestión de la sobretecnificación, con su secuela de extractivismo, desempleo, descarte anticipado de maquinaria útil, obsolescencia programada, incapacidad y negativa a adaptarse a las nuevas tecnologías, sobrexigencias de aprendizaje operativo, déficit fiscal en la periferia, contaminación por el electromagnetismo, los ruidos y los desechos, exceso en la necesidad y en el consumo energético y demás. Esto está apuntalado por la tendencia descendiente de la tasa de ganancia, o sea que responde a la compulsión acumulativa de capitales, entre otros factores.