Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

miércoles, 30 de noviembre de 2016

La crítica y la ciencia

La crítica en realidad es la antecesora de ciencia, porque el análisis que aquélla supone apunta al reconocimiento de la realidad. El término griego logos, traducible como discurso, ciencia o razonamiento, también se usaba para el pensamiento lógico, cuyas operaciones son las de la crítica, aunque a ellas se añade su correspondencia con los objetos. Más que la ciencia, la crítica es el razonamiento que intenta construir al conocimiento científico, pero también el que pretende ordenar a la práctica humana.

De la hipocresía

La hipocresía usualmente es definida como el fingimiento o la apariencia, y popularmente como el caretaje, lo que tiene relación con el teatro porque en él las personas actúan de algo que no son, análogamente a lo que hacen quienes engañan, pero yo le agrego una acepción, que es la de la poca crítica, en tanto que el prefijo “hipo” quiere decir “poco” y “crecía” se corresponde a “crítica”. Se puede consultar la definición dada en Wikipedia, aunque ella no llegue a precisar este sentido, porque se le aproxima.

El diccionario de griego de Pabón de Urbina traduce a la primer palabra como “bajo” y a la segunda como separación, distinción, decisión, juicio e interpretación, los que son críticos en el sentido de analíticos.

La hipocresía no es mala en su sentido teatral, porque sus actores dan a conocer que lo que hacen es una ficción, pero sí lo es cuando apareja mentir.

Una mala de Pierre Bourdieu

Más allá de la simpatía que le tengo a su recuerdo, y reconozco que ignoro a gran parte de su obra, señalo que Bourdieu hizo un análisis deshistorizante cuando estudió la distinción y los campos sociales, porque los planteó en términos abstractos, que si bien son más o menos ciertos omiten algunas cuestiones que deben ser tenidas en cuenta, para que la crítica no culmine en el mal acoso a las clases superiores. El mal acoso tiene que ser reemplazado por la comprensión social de los males históricos y por una política que los resuelva, y algún acoso vale, pero habría que saber cuál.

martes, 29 de noviembre de 2016

El ajedrez es un juego monárquico

Las estrategias políticas que se basan en las metáforas ajedrecísticas tienen el problema de que se trastornan bélica y antidemocráticamente porque este juego representa a una confrontación entre reyes. Originalmente, los reyes del ajedrez no eran católicos, sino que eran jeques árabes, o sea que islámicos. Los jeques, llamados sheiks, puede que hayan dado origen a los jefes, o sea que el sistema de jefatura tal vez provenga del jequado, o viceversa. La estrategia socialista tiene que abandonar el sesgo guerrero y monárquico y adoptar uno democrático y pacifista, que combine a la política gubernamental con el movimientismo, porque la guerra no puede ser masivizada, a no ser que las poblaciones quieran suicidarse, lo que tampoco es apoyable aunque sea una intención mayoritaria.

En el ajedrez, que está planteado como un ataque mutuo entre reinos, van los soldados rasos en la vanguardia, y las torres representan a sus fortificaciones externas, porque son las más toscas. La caballería es simbolizada por los caballos, y los alfiles, que son torres más estilizadas, tienen la forma de las de los palacios árabes, morada de los reyes y las reinas.

Ascética purista y austeridad

Continuaré diciendo obviedades al señalar que el carácter sacrificante de la religiosidad conservadora es afín al liberalismo ortodoxo en lo atinente a las políticas de austeridad, y a las de ajuste en general, pero el liberalismo heterodoxo tampoco dejó de ser creyente ni explotador. El primero es un liberalismo privado, y el segundo es público, cuya conformación incorporó, dentro del marco general del liberalismo capitalista dado por las revoluciones burguesas y sancionado en las constituciones modernas, tanto al democratismo cristiano como al socialista, que se aliaron conflictivamente en la construcción del estado de bienestar, que es una solución mejor a la del estado privatista, pero insuficiente, por lo que se la debe aceptar críticamente, para preparar a las sociedades para su superación. Lo que pasa es que con adscripción masiva a la religión la evolución pierde empuje, o se detiene, o desvía, y hasta retrocede por períodos. Por eso es que es preciso que el diagnóstico materialista sea conocido socialmente, para acertar la evolución, que corre el riesgo no sólo de retroceder o detenerse, sino también el de adoptar malas formas, y en mayor o menor medida según sea históricamente. La evolución histórica humana depende de la práctica de cada cual de los humanos, por lo que la concientización de cada quien es importante.

De la “arquía” y el problema anárquico

Advertencia: lo siguiente es una hipótesis, ya que no pude comprobar concluyentemente la relación morfológica entre “origen”, “órgano” y “orden”.

La palabra “arquía”, presente en “jerarquía”, “anarquía” y en “oligarquía”, suele ser traducida como “gobierno”, pero tal equiparación es sinonímica: aunque sea valedera, no da cuenta de la relación morfológica. Es probable que aquélla quiera decir “orga”, o sea, que ambas compartan una cercanía lexical, y que haya generado a la de“organización”, en tanto que deriva de “arjé”, que es “origen”, dativo de “organismo”. El gobierno es la organización política de la sociedad. Los anarquistas ilustrados renegaron de su origen social, por las maldades cometidas por sus regímenes, pero aquél fue parte de su historia. Habría que encontrar una manera de que se lo acepte críticamente, y sin el acoso político malcomprensivo que se le hace a los miembros de órdenes malos. Además, habría que reconocer que los órdenes sociales humanos son correlativos entre sí.

“Orga” y sus derivados puede que sean relativos próximos a “orden”.

Los etimólogos José Pabón de Urbina y Santiago Segura Munguía difirieron al respecto. El primero asoció el término “arjé” al origen, el comienzo, el fundamento, el principio, el mando, el poder, la autoridad, el imperio, el reino, las dignidades, los cargos, los oficios y las potencias celestiales, y a “órganon” tanto a los órganos como a los instrumentos y herramientas. El segundo, asoció al de “organum” con las herramientas, los instrumentos y los órganos del cuerpo, y con el trabajo y la acción por medio del vocablo griego “érgon”. También relacionó a “órdo” con el orden militar, político, contable y escriturario, la urdimbre textil, el comienzo de algo, el equipamiento, la provisión y el ornato.

sábado, 26 de noviembre de 2016

Porqué son ortivas las viejas conservadoras

Porque son religiosas estrictas, de lo que se autoimpusieron una disciplina frustrante, a la que pretendieron que los demás cumplieran, y cuando no lo hicieron se enojaron, por lo que maltrataron a los relajados, y entonces tienen un complejo de culpa que les dificulta la socialidad, y eso junto a las fantasías fidentes apesadumbrantes y al malpropietarismo. El mal propietarismo está dado por una concepción del mundo que reprime a la socialidad, a propósito y accidentalmente también, y que de hecho induce a las personas que adscriben a ella a focalizar su práctica en las propiedades, lo que también es permitido por la legalidad en curso. El capitalismo es un caso de malpropietarismo extremo, y más aún el financista. No obstante, el propietarismo obedece a sus determinantes históricos, que no son sólo los religiosos: no bastaría con acertar a la religión para educar bien a la humanidad, sino que habría que abordar social y explícitamente a las cuestiones de cómo convivir y de qué propietarismo hacer, de qué producción de propiedades efectuar, entendida la producción como el proceso compuesto por la fabricación, el transporte, la comercialización, el uso, el descarte y sus demás actividades conexas.

El ateísmo no critica mucho a la religión públicamente

En sus distintas versiones, que son socialistas en general, las proclamas públicas del ateismo no enfrentan a la religiosidad de manera explícita, por lo que esa crítica queda relegada. El ateismo tiene que asumir que la crítica a la religión es necesaria, tanto que debe ser socializada, ya que hasta ahora quedó solapada por centrarse la atención en la economía, el estado, el medioambiente, la sexualidad, la identidad, el trabajo y tantos otros más, cuyo reconocimiento social puede mantenerse, ampliarse o precisarse, pero éstos ya tienen visibilidad pública. La cuestión religiosa permite entrelazar a mucho de las cuestiones sociales, y más todavía la cuestión conceptiva más abstracta, que debe ser definida bien, para lo que tiene que ser comprendida como la cuestión de la práctica social humana, ya que la de la práctica es la palabra que designa a todos los actos sociales humanos concientes, que son los abordados por la sociología y los que quiere ordenar el socialismo. La conceptividad es una práctica contemplativa que prefigura a las prácticas más activas y que se origina también en ellas, porque responde al análisis de los actos previos, y más en general al de la realidad conocida por el pensante.

Además, si la crítica a la religión es omitida, la política atea se torna agresiva para con los fieles, porque no se verbaliza a este nudo conflictivo, lo que tiene consecuencias para la práctica de las personas, que luego se ven haciendo cosas debido a la influencia religiosa.

De qué machistas se habla

Desde el feminismo se condena bastante a los machistas, sin precisar de qué machistas están hablando, cosa que las feministas deben hacer porque ser machista implica ser proclive a los hombres, lo que no es malo en sí mismo. Al acusar así al machismo el feminismo está aislando a los varones, no sólo entre sí sino también de las mujeres, lo que es inaceptable. Tal vez hagan la distinción de que están por un lado los varones machistas y por otro los varones bien educados, pero esa distinción es hipócrita, porque le falta reconocer el error que es el confundir al machismo en sí mismo con las maldades que tiene.

viernes, 25 de noviembre de 2016

La legalización del baile social

Las corrientes lúdicas libertarias hacen agua en la cuestión gubernativa, por lo cual el baile social no está promovido por los gobiernos, ni por los estados. La socialización del juego requiere de la política estatal, y por ende de los partidos políticos.

jueves, 24 de noviembre de 2016

La socialidad, el juego y el baile son necesidades básicas

Y están insatisfechas, o satisfechas insuficientemente. En el marco del desarrollismo capitalista, no se las puede satisfacer bien, al ser desdeñadas porque ninguna de ellas incrementa el producto bruto capitalista más que subsidiariamente. Hay producciones que no están registradas por los índices de este desarrollismo, que son las que no son mercantiles. La socialidad y los distintos tipos de juego son producciones, porque las personas las hacemos dicentemente, mediante el decir, pero no generan valor de cambio en sí mismas: son producciones comunes incomercializadas, aunque usen mercancías, y están en conflicto con el desarrollismo capitalista porque tienen objetivos opuestos, pero ahí el ludismo tiene una razón válida desatendida, porque para satisfacer a las necesidades básicas hay que deponer al capitalismo, que promete hacerlo seriamente, y justifica su represión en base a esa promesa, pero después no la cumple. Como los fieles que sufren creyendo que así salvarán sus almas pecadoras, el capitalismo apena prometiendo que satisfará las necesidades básicas de toda la población, pero ni una ni la otra sucederán. La solución pasa porque la sociedad humana reconozca la realidad verdaderamente y ordene su práctica de acuerdo con eso.

De las relaciones sexuales entre adultos e infantes

Tal vez, si se lo comprobara lo suficiente, cabría que fuese aceptado este tipo de relación, y según cómo fuere, pero eso requeriría de un estudio y de un aprendizaje social que se debiera hacer en conjunto, aparte de su legalización. Entretanto, está prohibido y se lo efectúa mal e ilegalmente, aunque puede que también haya sido bien hecho, pero intuitivamente y bajo proscripción. El asunto merece ser un tema de debate abierto porque así se favorecería la política para su ordenamiento, que aunque fuese prohibitivo tendría una mejor comprensión social, lo que facilitaría que se lo cumpla. Es una cuestión debatible porque su concientización social es necesaria para ordenar bien a su práctica, así sea la de la abstinencia, y para que los deseos sexuales puedan ser elaborados socialmente mediante su comunicación.

miércoles, 23 de noviembre de 2016

De la abnegación

Desde la ascética cristiana se impulsó a la abnegación como una forma de promover el altruismo, pero de mala manera, porque renunciar a los intereses propios no puede generar una conducta buena, ya que implica negarse a sí mismo, lo que apareja una conducta autoagresiva, que redunda en el altruismo falso. A los intereses propios, y al egoismo, no hay que reprimirlos, sino modelarlos para que sean buenos, y en eso tienen que ser buenos tanto para sí mismos como para los demás. En tanto que la vida humana es conjunta, el bienestar ajeno redunda en el propio, y viceversa, y lo mismo pasa con el malestar, por lo que el egoismo y altruismo deben ser acertados para la felicidad conjunta.

La religiosidad es psicópata y sociópata

No hay que hacerse mucho problema por eso, las psico y sociopatías son bastante frecuentes, pero sí hay que abordarlo asertivamente, porque es necesario para convivir bien. La religiosidad es psicópata porque al confundir la comprensión de la realidad trastorna al juicio moral sobre la práctica propia y ajena, lo que subsume a los creyentes en cavilaciones culposas y acusatorias, y que derivan en la acometida de maldades, las que, extendidas masivamente, redundan en mucha violencia generalizada, y reconocerlo no implica eximir de crítica a las maldades de los infieles, ni omitir las bondades de los religiosos. Me refiero por religiosos no sólo a los que asisten regularmente a las iglesias, sino a los creyentes en general. Las religiones son concepciones del mundo a las que las personas adoptan eclesial y laicamente.

Respecto del fideísmo, es psicológicamente incorrecto establecer una relación imaginaria con un ser incomprobado, como lo es la idea de dios, y, sociológicamente, esto, junto al resto de la conductividad religiosa, conllevan a una practicidad dañina.

La chantada legal, su remedio y la juridicidad común

Una de las maldades actuales es la de la chantada legal, que es cuando la gente se aprovecha de los vacíos jurídicos para efectuar atropellos, excusándose en que la ley no los prohíbe. Es la acometida de maldades permitidas por la ley. Por eso es que, aparte de las reformas que fueren pertinentes, la ley debiera ser adaptable a las circunstancias por las personas, lo que tendría que ser social, de buena manera y estaría sujeto a las críticas que se le hicieran a esas adaptaciones. El sistema jurídico actual prioriza el cumplimiento de las normas por sobre la buena convivencia, siendo que debe ser al revés.

Otro tema es que el sistema jurídico vigente reposa sobre una ficción, que es la de que todas las personas sujetas a él son concientes de las normas que contiene, lo que es obvio que no es verdad y que causa injusticias, como cuando a los delincuentes se los pena por cosas que no sabían. Más allá de las reformas legales que se implementen, y que se tendrán que implementar hasta tanto la humanidad no esté dispuesta a reemplazar ese sistema por uno mejor, la consecución de la justicia tendría que hacerse socialmente y de acuerdo al sentido común, que tiene, o podría tener, los criterios suficientes para dirimir los conflictos. La manera de abodar los casos concretos no puede ser prescrita, porque los casos luego no se corresponden con aquélla, y de allí algunos de los problemas del sistema actual. Se podría improvisar el método judicial, pero para eso la gente tendría que estar bien predispuesta, para lo que tendría que ser verdadera, lo que no puede ser cuando sus objetivos de vida son distintos de los del disfrute bueno, como pasa con la compulsión acumulativa y el interés de salvar el alma para el supuesto más allá, que además predisponen a los fieles, y a los capitalistas, a ordenar a los demás de acuerdo con sus pareceres, por lo que reprimen a quienes se comportan de manera distinta de la que ellos consideran debida.

martes, 22 de noviembre de 2016

Del “parasitismo rentista”

En la política democrática hay un argumento que condena al así llamado parasitismo rentista, que vendría a ser una especie de aprovechamiento hecho por la clase detentadora de medios productivos alquilables, de los que obtiene ingresos con poco esfuerzo, por lo que se la acusa de vivir a costa ajena, y se le condenan los placeres. Es un argumento francamente despreciable, no porque el rentismo no sea malo, sino porque no apunta a resolver el problema, del que entiende sólo una parte: nada más intenta agredir a esta clase. Son raros los casos de condena al rentismo que planteen la socialización de los medios productivos, que están en el marxismo, y menos en el anarquismo, y casi nada en el populismo, que se focalizaron en políticas violentas, y apenas redistributivas del ingreso. El rentismo es una desgracia no sólo para quienes tienen que pagar los alquileres, sino incluso para quienes los cobramos, porque padecemos la división social de las tareas, la opresión religiosa, la sujeción ajena y la propia, la violencia histórica y así, las que obturan el goce de la socialidad libre. Entonces, el democratismo tendrá que enfrentar al problema de buena manera, a menos que prefiera insistir en perder gracia. El democratismo también es responsable de la pobreza que crea cuando no enfrenta valientemente a las cuestiones sociales. Obviamente no toda la clase rentista está dispuesta a entregar sus propiedades sobrantes, pero quienes se resisten podrían aceptarlo si fueran concientes de lo que es la penosidad superpropietaria y si se les permitiera vivir felices sin aquéllas, aparte de que se les podría imponer la socialización por la fuerza legítima. Es un tema que persistirá por mucho tiempo, y nos quitarían varios problemas de encima.

El patriarcado es teísta

Al menos para las culturas cristiana e islámica, el patriarcado es teista porque sus estados y leyes replican a la idea eclesiástica de que el creador del universo es un ser masculino, lo que prioriza a los padres por sobre las madres en la jerarquía social. No por nada se le dice “dios padre”, o “padre nuestro”, y la idea de Alá representa a un varón, pero tampoco estaría bien reemplazarlos por diosas madres y hacer un matriarcado, lo que a veces ronda en el feminismo extremista.

La extracción de plusvalía es un delito legal

Cuando Marx escribió El capital, lo hizo para responder a la idea de los anarquistas de que la propiedad es el robo, porque él sabía que la propiedad es la cosa fabricada, porque su etimología ya estaba investigada: venía del derecho romano antiguo. Entonces, se habrá preguntado cómo era que se insertaba el robo patronal en la producción empresarial capitalista. La explicación marxiana da cuenta de ese robo permitido por la ley, porque como el derecho liberal faculta a lo que no está prohibido, autoriza a los empresarios a quedarse con el plusvalor resultante de su actividad. El capitalismo implica latrocinio no sólo por la extracción del plusvalor empresarial, sino por todas las actividades en que se acumula capital ilegítimamente, sean legales o no. La reforma constitucional progresista debiera contener la prohibición de acumular capital indebidamente, aparte de autorizar al enjuiciamiento social y razonable de las cuestiones que no estuvieran bien contempladas en la ley escrita. Los órdenes legales no debieran ser tenidos por absolutos, sino como reformulables de acuerdo a las circuntancias concretas, lo que requeriría que su análisis social fuese suficiente, pero para eso se tendría que relajar, sino abolir, a la especialización jurídica, que es parte de la división social de la práctica humana.

La excusatividad de la izquierda

La discusión política excusativa, la que se excusa, argumenta mediante provocaciones, es chicanera y agresiva, y tiene origen religioso, porque los sacerdotes tenían que componer sus prácticas con los órdenes sagrados, que son delirantes, por lo que terminaban cometiendo faltas que los degradaban entre sí y que aparejaban el debate de los pecadores penitentes y arrepentidos, que, como todos los eran, terminaba en relaciones de acusaciones cruzadas. La falta de certeza para comportarse dada por los credos lleva al excusativismo, que se replica de manera menor en la cultura de la izquierda. La excusatividad impide la concertación política democrática, porque como siempre le van a encontrar defectos a los políticos populares, al focalizarse en ellos sin enmarcarlos en la generalidad histórica, la condenación les rompe la articulación, lo que degrada a la política. La solución es la de acertar la crítica a la coyuntura histórica y a los objetivos emancipatorios, señalando las faltas que haya que señalar y exigiendo las correcciones pertinentes, pero sin pretender perfecciones absolutas, y enfrentando al acoso idealista, que lo habrá de todas maneras, y peor si se le da más importancia de la que tiene.

lunes, 21 de noviembre de 2016

El apoyo crítico al democratismo retrasado es necesario para la pedagogía de las masas

En tanto que las masas deciden electoralmente la conformación de los gobiernos, con manipulaciones, yerros, idioteces y demás, el cientificismo podría asentarse en la correlación de fuerzas sociales coyuntural y a partir de ahí plantear el apoyo crítico a las fuerzas progresistas mayoritarias, aunque sean retardatarias, porque eso permitiría por un lado mantener el nivel de vida popular en el mejor grado posible al momento, y a la vez desplegar una crítica que concientice a la sociedad sobre aquello que deba tener en cuenta para su progreso futuro. Eso permitiría que los partidos políticos socialistas ganasen simpatía popular, que criticasen al pueblo, y que la evolución humana pudiera hacerse a partir del sostenimiento de los gobiernos menos malos, en tanto que para que fueran buenos las sociedades tendrían que estar predispuestas para superar a la religiosidad y al capitalismo, y porque los gobiernos más malos obstaculizan más al desarrollo histórico humano necesario para esa mejoría.

La pedagogía crítica de las masas es vanguardista, y no está mal que lo sea, ya que el aprendizaje humano es recíproco, por lo que, a la vez que está la enseñanza de la retaguardia a la vanguardia, la cual es cuestionable, porque puede equivocarse, también debe estar la de sentido inverso, que asimismo lo es y por el mismo motivo.

Qué hacer con la modernidad. Conocimiento social y consensualismo político

A la modernidad hay que alterizarla. La modernidad, o sea, el sistema social humano inspirado en la ciencia renacentista y fundado en la medida, es falsa, porque su comprensión de la realidad es mala, al ser de un cientificismo creyente y ocultar malos propósitos, de lo que tiene una moderación algo errada, y manipulatoria, pero la gente en sus cabales seguirá queriendo que el orden social humano sea justo, lo que precisa que se conozca bien la realidad y se comporte de acuerdo con eso. Entonces, se seguirá buscando el modo de convivir bien. Este es un planteo altermodernista, y reclama que la moderación sea cierta, para lo que debe ser consensuada, porque en la búsqueda de consenso las personas averiguan lo necesario para ordenar su práctica conjunta, aunque eso no sea lo único a tener en cuenta, ya que el consensualismo puede fallar, al consensuarse prácticas ingratas, pero es necesario para que la toma de decisiones y sus consecuencias no lo sean: tiene que ser un consensualismo suficiente. En el consensualismo, las personas adquieren el conocimiento necesario para ordenarse la política al comunicarse entre sí: hace a una investigación a propósito de la toma de decisiones políticas que no se podría delegar en los expertos, y fusiona el método pesquisativo social sobre los temas de interés común con la forma de gobierno. El enaltecimiento de la experticia es afin al modo del gobierno representativo, porque los representantes tienen que basar sus decisiones en el discurso científico sin poder investigar lo suficiente sobre el parecer de los afectados por sus leyes, porque el modelo político no se los permite, de lo que se contrata a expertos que brindan un saber científico reprobable que sirve de retórica justificatoria para la toma de decisiones apresuradas.

El consensualismo aparejaría un modo de gobierno en el que éste se refusionaría con la ciencia social, y lo mismo debiera suceder con la economía y las demás prácticas sociales.


Lectura

José Guadalupe Gandarilla Salgado, Modernidad, crisis y crítica, Buenos Aires, La Cebra, Palinodia, PPEL˗UNAM, PPEA˗UMCE y ELAP˗UARCIS, 2014.

domingo, 20 de noviembre de 2016

Los poceros de Keynes

Una cosa en que se nota claro la miseria de Keynes, su carácter castigador, su antiplacismo, es en la famosa figura de los cavadores de pozos, en la que, según este economista, que no los hubiera hecho, los trabajadores tenían que hacer pozos y después taparlos, para que el estado les pagara un salario y así se reactivara la economía mediante el consumo de los obreros estatales. El planteo contiene un doble abuso, primero porque supone que los humanos tenemos que servir para mantener a una economía creciente, en vez que ser la economía la que sirva a la humanidad, y segundo porque prefiere hacer trabajar en vano a la gente, sin importarle el desánimo que eso conllevaría, en vez que directamente entregarles el dinero, como una renta de subsistencia, porque le subyace la idea de que, como las personas disciplinadas liberalmente se sacrifican para obtener sus objetivos, y sin criticar la cuestión, los demás también tienen que sufrir para sobrevivir. En eso se le nota el carácter pietista, pero los modelos materialistas también sometieron a los humanos a sus proyectos, y no obstante, ambos son parte de la evolución de la especie, con sus faltas y sus malos direccionamientos.

Es comprensible que las personas que se someten a ascéticas sacrificiales pretendan que los demás actúen como ellos, porque creen que eso es lo que debe hacerse, de lo cual habrá que rescatarlos de ellas mediante otras bien razonables.

John Maynard Keynes fue barón, un miembro de la nobleza, y estuvo a favor de la monarquía y del imperialismo británicos.

sábado, 19 de noviembre de 2016

La postura política revolucionaria más exitosa

Para plasmarse socialmente, la postura revolucionaria tiene que ser la de la coherencia crítica con la correlación de fuerzas sociales, en tanto que predomine el democratismo, y si no, la de la crítica superviviente hasta que la reacción caiga por su propia falsedad y por la lucha, pero esto debe ser reformulable según las circunstancias. Al desligarse de la correlación de fuerzas, la crítica mantiene cierta validez, y por eso es estimable, pero pierde incidencia gubernamental y masiva. El problema para la crítica es el retraso de las masas, por lo que tiene que situarse a su nivel y fomentar y acompañar su desarrollo, aún si esto implica soportar disgustos, porque de todas maneras habrá que soportarlos, y más si el avance histórico se enlentece de sobra, o si es revertido.

viernes, 18 de noviembre de 2016

Comentario sobre el desfasaje entre la realidad más concreta y el capitalismo

La disyunción conceptual entre la materia y la idea tiene su correlato en la atinente a la realidad más concreta y el capitalismo. Al estar mal planteado el idealismo, como un idealismo de formas puras, no es el idealismo materialista, sino fidente, y de valorización abstracta mal hecha, el modo de acumulación no responde bien a las necesidades sociales, lo que aporta a la crisis humana.

Crítica corta de la democracia representativa

La democracia representativa supuestamente es un sistema de gobierno en el que el pueblo ejerce la soberanía a través de sus representantes, que son electos mediante el sufragio. Es un sistema democrático, porque el anterior era monárquico, pero de mala calidad. Es una democracia trucha, porque por un lado los representantes se corrompen, y son capitalistas muchas veces, por lo que se dedican a acumular capital, lo que hacen hasta delictivamente, y por otro los representados también tienen sus faltas, por lo que se politizan mal, y en conjunto suelen ser religiosos, por lo que los males de las iglesias son difíciles de superar. La gente votó mal muchas veces, y no sólo los capitalistas y sus aliados más propietarios, sino hasta incluso los asalariados y demás obreros, y los andrajosos, o se abstuvieron mal y bien. La democracia representativa tiene que ser superada mediante la democracia directa, pero hasta tanto el democratismo tiene que encontrar una política, dentro de sus límites, que permita desfalsear a la humanidad lo mejor posible. La representación política no puede no fallar, fallará necesariamente, porque la humanidad es creyente, y entonces no sabe decidir bien qué hacer, y encima está la corrupción, así que, si aún la participativa fallaría, porque la gente decidiría mal a veces, más todavía lo hará la representante, a la que se intentará superar.

jueves, 17 de noviembre de 2016

El cinismo no es tan malo

Debo comenzar diciendo que no se debe ser cínico, porque si bien el cinismo no es tan malo igual es malo, pero dije que no es tan malo porque al cinismo se lo acusó injustamente desde posiciones pietistas, despreciándole su sinceridad cruel, sin reconocer que la solución ante ella no es la hipocresía que finge bondad, el aparente buen tratamiento, como lo es el religioso, sino la buena sinceridad, y la pretensión de bondad desde la que se lo acusó fue falsa porque lo descalificó sin reconocerle sus verdades, ni hacerlo con sus propias faltas. Las primeras posturas dominantes desde las que se acusó al cinismo fueron las de los ciudadanos griegos, que agredieron a Diógenes por razones válidas, porque Diógenes los maltrataba, pero también por falsos motivos, porque algo de lo que Diógenes les criticó era cierto, en tanto que los ciudadanos griegos vivían de someter a los esclavos y a las mujeres, aparte de haber saqueado y violado a los pueblos vecinos y de dárselas de favoritos de los dioses, mientras que se enaltecían mal de sus proezas atléticas, científicas y políticas, por haber creado al ágora, del que estaba excluida la mayoría de la población, y en el que andaban haciendo un montón de tramoyas retóricas para ganar los debates sin importárles las consecuencias perjudiciales para los demás de sus decisiones políticas conjuntas. Esto que digo es algo impreciso, y los historiadores de la antigua Grecia lo podrán corregir. Luego, más en el presente, al cinismo se lo culpó desde distintas posiciones, y algo con razón, pero no siempre aceptando lo que tuvo de cierto. Cabe decir que las críticas que se le hicieron desde la religiosidad no reconocen lo perniciosa que es la creencia, y el cinismo, al ser proclive al ateismo y al materialismo, en eso es verdadero. La creencia está causando más males que la crueldad cínica, y la impostación de bondad promovida por las iglesias es responsable de los males debidos a su hipocresía, aparte de que ejecuta la maniobra psicópata de atribuirse una bondad pretendida, que no es tal, aunque tenga algo de eso, y de endilgarle la maldad a sus rivales, que algo la tienen y algo no, y con sus bondades también, lo que justifica que se los maltrate después. Hacen una legitimación del maltrato que los deja impunes en apariencia, lo que no es una solución feliz.

martes, 15 de noviembre de 2016

Qué requiere el complemento político democrático, y qué la sociatría

El primero, que los miembros de las fuerzas que lo integran se comporten bien, porque si no, por una parte, se pelean entre sí, y por otra se corrompen, ambas cosas que lo fragmentan, de lo que la elite obtiene el gobierno, lo que luego perjudica a las naciones en general. La elite, al ser dominante, tiene la capacidad de unificarse y de interpelar en general a las naciones enteras, porque tiene partidos, medios comunicativos, empresas, bancos, organizaciones patronales y sociales, contactos con los dirigentes sindicales, alianzas con los sistemas de justicia, vínculos universitarios, latifundios, fuerzas paraestatales y paramilitares, conexiones familiares con los ejércitos, y muchos otros tantos, como el gobierno supranacional, por lo que, si el campo democrático se fragmenta, no le puede ganar el gobierno, o se lo gana debilitado, cosa que después le complica la política. De todas maneras, lo más importante es comprender porqué las personas, sean aristócratas o populares, se comportan mal, porque eso permitiría ubicarlas, que de últimas es lo que se pretende desde el paradigma emancipatorio, ya que los malos comportamientos perjudican a la humanidad. La elite capitalista es liberal, y tiene raigambre cristiana porque el liberalismo surgió siéndolo, aunque luego se mixturara con otros idealismos, religiosos y ateos. El comunismo chino es una concepción intermedia, entre el liberalismo y el comunismo bien hecho, y es liberal en algunos aspectos, como lo son el de la trasnacionalización del capital y el del comercio internacional, en los que China es potencia, el último de los cuales perjudica al empresariado popular de las naciones a las que exporta, y a sus trabajadores, a todos los cuales les dificulta la vida o los quiebra, a la vez que le permite a las personas adquirir sus productos, que algo los benefician, cosa que no es una solución perdurable. A su vez, las capitalizaciones chinas en territorios extranjeros, generan megaemprendimientos autoritarios, con su secuela de perjuicios sociales y con sus beneficios. Ninguno de ambos complementa a las economías nacionales consensuadamente.

A fin de cuentas, el problema es la sociopatía humana, a cuyas causas las personas tendrían que conocer, para que se la pueda resolver. La sociopatía humana puede ser abordada por expertos, pero que su tratamiento sea exitoso requiere de que todas las personas lo ejecuten bien, porque la sociopatía humana, y su reparación, son sociales: por eso es que la humanidad no podrá convivir bien bajo concepciones malas.

viernes, 11 de noviembre de 2016

En los medios masivos de comunicación casi que no hay notas de accidentes motociclísticos

En 1995 un profesor de periodismo de la escuela secundaria, llamado Andrés Linares, que se recibió de comunicólogo por la UBA, nos enseñó que las empresas motociclísticas coimeaban a los grandes medios comunicativos para que no publicaran noticias sobre los accidentes de estos vehículos, de los que hay muchos y todos los días, por lo que a partir de entonces me empecé a fijar en el tema, y es verdad que no hay casi notas al respecto. El asunto es fácil de deducir: como las motocicletas son vehículos muy peligrosos, tienen muchos accidentes, pero si la gente común lo supiera, no las compraría, por lo que los ejecutivos del sector idearon la estrategia comunicativa de crear un imaginario que asocie el motociclismo a la libertad y la ligereza, lo que requiere que masivamente se ignore la verdad al respecto, para lo cual las empresas tuvieron que sobornar a los medios comunicativos, que aceptaron los pagos. El tema de la corrupción entre éstas empresas y las informativas, y el de los accidentes motociclísticos, podrían ser abordados por la prensa alternativa.

Los modelos de desarrollo capitalista son responsables de los accidentes automovilísticos, porque omiten la política necesaria para la seguridad vial en provecho del crecimiento productivo de la industria del sector. En esto también son lesivos para la humanidad.

jueves, 10 de noviembre de 2016

Metodología socialista down

¿Cómo averiguar la cantidad de asalariados que hay en Estados Unidos?

Sumar la cantidad de votos abstenidos con la de los efectuados para los partidos de izquierda.

El laborismo y la contaminación sonora menor

Como el laborismo prioriza al trabajo por sobre el disfrute social, la legislación sobre la contaminación sonora es insuficiente, porque fue hecha para evitar que los trabajadores sufran lesiones acústicas en sus tareas, por lo que todas las otras molestias causadas por nuestro sistema productivo no son prohibidas por la ley, y son muchas.

martes, 8 de noviembre de 2016

Momento de reflexión

Marx fue un cheto... Lo escribo para que los populistas reconozcan el maltrato que le dieron al chetaje. Los populistas no pueden negar haber maltratado al chetaje, por haber sido antiaristocráticos, como el democratismo en general, pero la aristocracia es parte de la humanidad, por lo que maltratarla no sirve bien para resolver el conflicto de clases humanas, deja cuestiones pendientes, que persisten molestando al no haberse abordado bien el tema de la emancipación. Al maltrato, aunque esté mal, se lo cometerá, al ser violenta la humanidad, y por ende nuestra práctica, pero no da lo mismo cualquier conducta, por lo que la lucha conciente tiene que decidir bien a la práctica revolucionaria, y es responsable de sus errores, que son involucionarios, o malevolutivos, por lo que les cabe la crítica. La lucha tiene que ser legítima, aunque falle siempre, y cuando falla pierde valor, aunque algo le queda. La pregunta para las corrientes materialistas es cómo transformar la realidad humana, siendo que manda el idealismo capitalista, lo que implica enfrentar al capitalismo, pero también al idealismo, que se expande entre el pueblo por la religiosidad popular, sea eclesiástica, esotérica o supersticiosa. La clase materialista es una clase científica y bastante propietaria, de propietariedad necesaria, que atraviesa incoherentemente a la escala social, pero es minoritaria, y naif, porque ignora mucho de la violencia humana, de lo peor de su tramposeo, lo reconoce en general pero no en concreto, porque se lo oculta. El materialismo no tiene en cuenta cosas importantes para decidir su política conjunta, y aunque no la tuviera seguiría con el problema de cómo ordenar bien a la práctica humana, que requiere del gobierno aunque no baste con él, por la legalidad y el sistema social. El materialismo tiende a ser proletario porque la familiaridad es común, pero el idealismo lo impugna, por lo que vive en crisis, y el materialismo y el idealismo atraviesan a la humanidad, de lo que a la práctica la decidimos forzadamente, en tanto que el idealismo es propenso a la clase más fetichista, que es la alta, y pauta la ley y las coerciones de facto que rigen a la socialidad, aunque con influencia materialista también. Por eso las clases populares son cuestionables, menos por su mal propietarismo que por su idealismo, que sigue a relatos míticos, de lo que su práctica convivencial terráquea es violenta, porque la mistificación deforma la comprensión de la realidad: fue que los genocidas dijeran que su conciencia estaba tranquila con los dioses, lo que prueba que la religiosidad justificó su terrorismo, y la religiosidad alta se refuerza con las creencias populares. No toda la religiosidad es terrorífica, pero toda impide reconocer la realidad debidamente para la buena convivencia. El planteo amatorio que debe ser, debe ser el de la buena convivencia humana, aunque sea ingenuo, porque el proyecto socialista es ese, es que la humanidad haga en la Tierra la buena convivencia, lo que los fieles imaginaron en el paraíso celestial, pero humanamente, convivencia que es orgiástica pero que tiene que ordenar concientemente a la sexualidad. En comparación a lo que es la historia presente, eso es una historia bonita, pero es lo que desea la humanidad cuando es buena, y es la práctica proletaria, aunque esté contrariada.

La verdad es necesaria para la buena convivencia

El querer responde al sentir, y el sentir al estado del cuerpo: hay que atender al querer. La explotación responde a que la práctica humana no obedece bien al querer de los humanos, que en tanto que animales no nos comunicamos lo debido, y propietarizamos mal, porque los órdenes sociales, dables a ideaciones históricas, pautan mal al trabajo, de lo que la gente se lastima mientras que labura, más de lo que podría ser, y la explotación es general en la práctica humana, la humanidad entera es explotada, más o menos según es de facto. El materialismo histórico debe mandar. La humanidad debe ser mterialista histórica, en tanto que ser verdadero es un deber humano, y aunque haya sido insuficiente. Lo que pasa es que el materialismo histórico, como puede fallar, tiene que corregirse críticamente, como debemos hacer las personas en nuestra vida en general.

De la ludopatía financiera

Los financistas juegan en el mercado de capitales, tienen su ludopatía asociada a los negocios, igual que los otros empresarios, y de allí que la jerga financiera tenga figuras retóricas remisivas al juego, como la de la timba financiera y la de la bicicleta, a la vez que incorpora al léxico prostibulario y conventual, con el uso exagerado de diminutivos, como el de la tablita de Martínez de Hoz, el corralito de Cavallo, y así. Como le sucede a muchos trabajadores, a los financistas se les prohibió jugar, por lo que adaptaron su deseo lúdico a sus labores, lo que hace a una práctica lesiva porque mezcla cosas que deben estar separadas, desvía a la práctica financiera de lo que debiera ser y cercena a la lucha para que se juege libremente y con autorización social. El ludismo laboral es un juego de tapados, pero a veces está bien.

El feminismo tiene que ser machista

¿Qué machismo debe adoptar el feminismo? El feminismo debe ser machista, al ser el machismo el ser de los machos, lo que los machos humanos somos y hacemos. Para relacionarse las mujeres, del género que sean, a los hombres, tienen que ser machistas, dadas a los machos, en el sentido de proclives a nosotros, del género que seamos también, y lo mismo debe ser a la inversa. Quiero decir que más que machistas tendrían que ser hombristas, ya que el machismo remite incluso a los machos de las otras especies vivientes. Entonces, tiene que haber un hombrismo feminista, un relacionamiento de las mujeres a los hombres, así como de las personas entre sí en general, pero se tendría que saber cuál, lo que tiene que definirse socialmente. Aparte, el feminismo puede transformar a la práctica de los hombres concientemente mediante la crítica social, así que se le puede relacionar con inteligencia y con demandas de los cambios que requiera, que serían debatibles y aceptables, de igual modo que a la inversa, pero consensualmente y atentos al sometimiento sexual histórico, a la vez que a las maldades en general, que afectaron a toda la humanidad. A su vez, el hombrismo debe redefinir su relacionamiento con el mujerismo, en tanto que hasta ahora la relación entre los sexos estuvo mal y bien definida, e indefinida y subdefinida, y porque lo seguirá estando, más o menos, según sea, así como lo están las relaciones de entre los miembros de los mismos sexos. El feminismo es falso, decayó, pero el machismo también lo hizo, y desde el predominio mayoritario, a la vez que algo se enaltecieron. La animalidad humana no consigue comportarse concientemente y bien, por la mala conciencia, porque el discernimiento social no puede ser bueno creyentemente, siendo que los primates humanos, al seguir nuestras ideas, tenemos crisis nerviosas cuando su consecución hace mal, a lo que juzgamos, toscamente desde nuestra psiquis animal, y mientras tratamos de ordenar nuestra práctica, lo que nos es dificultado por la represión de la violencia dominante, a la que no se controla bien, una sociopatía derivada de las malas ideas, además de sus otras causas. Para que el hombrismo y el mujerismo sean buenos, las personas tenemos que saber bien la realidad, o sea que la violencia hombrista, y la mujerista, también responden a la hipocresía aparejada por la creencia, aunque esa no sea su única causa.

lunes, 7 de noviembre de 2016

El sexo y el género

En general la humanidad es sexualmente dimórfica, se divide en hombres y mujeres, pero están las excepciones de los intersexuales, los humanos que tienen rasgos sexuales de ambos grupos y que a su vez los diferencian de uno y de otro. Los hombres son machos y las mujeres hembras, y los intersexuales son híbridos de unos y otras según sean. Luego, históricamente a los hombres les corresponde el género masculino, y a las mujeres el femenino, de acuerdo a sus características corporales, que predisponen a las prácticas sociales, y también con variantes de hecho, por la transgeneridad. Los transexuales en realidad no cambian toda su sexualidad, porque la sexualidad está presente en todo el cuerpo, no sólo en la genitalidad, en las mamas y en las cuestiones modelables mediante el uso de hormonas: esa es una transexualidad protésica, que coexiste con la transexualidad transgenérica, que también modifica al cuerpo porque la adopción de otra identidad genérica apareja cambios corporales, tanto por el distinto uso del cuerpo que conlleva el cambio de las prácticas como por el correlato orgánico de la modificación identitaria, que afemina a los hombres y masculiniza a las mujeres, y demás, pero los transexualismos son limitados. No se puede transformar al cuerpo humano según cualquier capricho, y las operaciones quirúrgicas ocasionaron a las deformaciones penosas de las prótesis, aparte de que no sé qué malas consecuencias puede tener el uso artificial de hormonas para el usuario, cosa que coexiste con las relativas a su fabricación y demás, como por ejemplo que no haya médicos para cuestiones necesarias por atarearse algunos de ellos en otras superficiales.

Los sexos humanos tienen esencia, su ser en sí mismos, pero ella es histórica y cultural, a la vez que dada por sus características naturales, que responden a su conformación genética y evolutiva.

Este es el título de la nota

Con lo del fetichismo de la mercancía, Marx intuyó la relación entre el pietismo y el capital, sin adjudicarle carácter religioso explícitamente. El mercantilismo es teista porque Mercurio es considerado el dios del comercio, a la vez que a un planeta se le puso ese nombre. Los planetas del sistema solar tienen nombres de dioses. Júpiter fue un dios, como Saturno, Venus, Marte, Urano, Neptuno y Plutón, algunos de los cuales inspiraron nombres de los átomos, como el uranio y el plutonio. Están en la tabla periódica de los elementos. La historia religiosa atraviesa a la humana en general, y con sus subproductos, es una práctica interpuesta a la propietaria, que se confunden de hecho, y se diferencian también, articulándose en el gobierno y en la ley, como lo es históricamente, mucho de lo cual no se puede averiguar porque el privatismo es cerrado, pero se le puede dar a conocer. También hay un privatismo popular, que es cuando las personas del pueblo se apartan en sus propiedades, que es parte de la historia humana, privatismo que fue creyente, en mucho, pero no dominante, ni capitalista, al que se puede criticar. El privatismo tiene origen en los conventos, que fueron de las primeras instituciones en que los sacerdotes y sus aprendices se apartaron, e hicieron a la teología y a la filosofía, a la filosofía teológica, y en los pueblos hubo estudiantes que fueron a las universidades teológicas, así que estudiaron en sus casas durante los recesos, como lo hicieron los de las escuelas estatales, lo que fue un apartamiento menor de su lugar y de sus comunidades de nacimiento, pero el privatismo permitió a la comunicación entre personas nacidas distantes unas de las otras, porque los medios de transporte privados los facultaron para viajar lejos. El privatismo no es malo en sí, y el capitalismo supone un privatismo mayor al popular, que demanda mucha mano de obra, porque para apartarse a los lugares privados a éstos hay que construirlos y mantenerlos, así como hay que hacer con los medios de transporte para llegarles, y con los lugares públicos, apartados, en algo, de la naturaleza extrahumana, o puestos en relación con las otras especies desde la civilidad, o desde la ruralidad propietaria, ya no salvaje y más elaborada que la bárbara, que requiso la instalación de muchas propiedades, y por ende su fabricación, transporte, tributación, legislación y comercialización, todas esas prácticas para el civismo, a las que hicieron humanos, y les gustó, pero también reventaron, o fueron asesinados, o reprimidos, en las maniobras militares para la consecución de las materias primas y de la fuerza de trabajo requeridas por la industria, que al haber seguido la lógica imperial capitalista presionó a los gobiernos para que los ejércitos les aseguraran el acceso a los recursos terráqueos para su transformación en propiedades, porque el comercio se transa en moneda y el capital se mide en números monetarios, cuyo aumento requiere del intercambio propietario. El comercio es el relacionamiento mercantil, una relación teista sin credo, en tanto que no hay creyentes en Mercurio en el comercio, pero sí un intercambio propietario monetarizado, cuyo sostén requiere de esfuerzo sobrante. La práctica monetaria cansa. Sea la de la fabricación, la de la legalización, la del control fiscal, la de su intercambio, la que la delinque, la de su desecho o la de su enjuiciamiento, requiere de esfuerzo prescindible, así que los humanos no podemos considerarnos inteligentes para vivir bien, por la maldad humana, que no es inteligente, y el teismo mercantilista es un resabio de religiosidad depuesta, pero que replica el dualismo entre la idea y la materia en la propietarización humana, al haber separado al bien apropiado en valores de uso y de cambio. El dualismo del valor reprodujo al dualismo religioso, le metió un régimen de conceptividad abstracta a las propiedades fabricadas, pero el valor de cambio también es material, al hacerse los cálculos financieros de materia imaginaria mental y al requerir las finanzas de monedas, bancos, computadoras y así: es la materialidad abstracta, que es material aunque sea abstracta, una abstracción concreta, e histórica, pero que hace mal, porque está mal hecha, es de un sistema mal funcionante.

En realidad, es el dualismo religioso el que primero replicó al comercial, al ser la religión más refinada que el comercio, y luego lo reforzó, haciendo que el desarrollo del dualismo sea conjunto, pero con primacía determinante de la economía a la religión, porque la práctica para la subsistencia es previa a la idiomática, a la que ésta requiere: la religión es posterior a la creación de los idiomas. En el proceso evolutivo antecesor al humano, los primates anteriores a nosotros, tuvieron lenguaje e ideas, por exclamar sonidos con la boca y pensar, e hicieron prácticas económicas, la de la recolección y la caza, pero fueron preidiomáticos, tuvieron idiomas simples, no complejos, que suponen un lenguaje de ideación más abstracto, y antes de ese estadío los antecesores de los primates tuvieron una fisiología apta para nutrirse pero sin pensamiento lógico, porque las primeras células generadoras de la animalidad no tuvieron cerebro, ni lengua.

domingo, 6 de noviembre de 2016

El chupete, ¿es realmente necesario?

Pienso en el chupete en sí mismo, como un objeto para que lo chupen bebés y nenes, no como excusa para la creación de puestos de trabajo, a los que habría que generar de buena manera. Hubo el argumento de que si la bebé se chupaba su dedo gordo se le podría deformar el paladar, que no sé si es verdad, pero me parece que se podría reemplazar al chupete por el dedo. Habría que averiguarlo.

El cese del pago de la deuda estatal y la financiación de las políticas sociales

En tanto que el pago de la deuda estatal es tan grande, con su cesación se podrían financiar fácilmente las políticas sociales. El monto destinado a esta deuda es tan enorme que ameritaría incluso que se soportaran las penalidades extorsivas hechas por las potencias mundiales y los especuladores, y también hay que tener en cuenta que la historia de la deuda de los estados está repleta de mala práctica financiera, haya sido delictiva, negligente, accidental y así. Lo que fue a inversión trabajista es muy poco, e incluso cabría criticarlo, porque fueron megaemprendimientos socialmente dañinos. El democratismo tolerante con el capitalismo, dentro del cual está el kirchnerismo, es responsable de lo que hoy esté pensando para que se haga con la deuda estatal cuando reasuma el gobierno, lo que es muy probable que haga, por lo que se lo tiene que alertar desde ahora: cabe exigirle la cesación, pero más habría que enseñar del tema al resto de la gente común, en general desinformada, que padece las consecuencias del pago lesivo, por lo que reforzaría mucho al reclamo por su enjuiciamiento.

Al respecto cabe estudiar el material elaborado por la FISyP y los planteos del FIT, de lo que conozco de Argentina.

Todas las pilas que se fabrican contaminarán la tierra al degradarse

Es tema de las pilas da cuenta bastante bien de lo irracional del sistema productivo, incluso del considerado necesario, ya que no se puede decir que haber utilizado walkmans y discmans haya sido necesario en realidad, y para las otras cosas, las necesarias de acuerdo a los imperativos del orden social vigente, la solución es reformularlos bien, ya que se podría vivir sin muchas de nuestras sofisticaciones y ya que hacerlo es preciso para vivir bien. Esto cabe en particular para la telefonía celular y la informática, cuyas cantidades y utilizaciones son excesivas, lo mismo que para los electrodomésticos en general, y habría que saber mejor de los bienes de capital y de los de consumo extradoméstico, como los automóviles, cuya existencia también es demasiada.

A los anarquistas les tengo que recordar que para ordenar la producción es precisa la reforma legal, a la que sólo pueden hacer los miembros del gobierno, que son electos desde los partidos políticos, porque su política para con el gobierno está equivocada, aunque tengan sus razones.

sábado, 5 de noviembre de 2016

La regresividad progresista

El progresismo, en tanto que es histórico, se falseó muchas veces, tornándose degradante, como en el liberalismo demócrata y socialcristiano, y en el socialdemócrata, pero como la política democrática necesita apoyo masivo, es mala solución acusarlo injustamente. Habrá que encontrar una política que le rescate sus elementos rescatables, en tanto que sus integrantes no quisieran replantear sus males, que insista en señalarle las críticas pertinentes y que comprenda el porqué de sus faltas, ya que eso permitiría operar bien al tema.

El desarrollo humano y el idealismo capitalista

La mala práctica desarrollista proviene de que, como la cultura capitalista es idealista, el modelo de desarrollo también lo es, por lo que se intenta resolver las cuestiones sociales no tanto desde su atención concreta y directa, sino más desde el idealismo de los índices de desarrollo humano de la ONU, de los que se supone que cuando estén nivelados la realidad humana concreta será óptima, cosa que no pasa porque, por una parte, los índices no llegan a estar nivelados, porque la humanidad comete prácticas sociópatas a consecuencia de su mala educación, y porque además aunque llegaran a estarlo aquella no la sería, en tanto que los índices no la representan del todo bien, y aparte porque las entidades que realizan las mediciones deben terminar truchándolas con exageraciones malintencionadas, para que les den bien los números en los informes, que se suman a las deficiencias metodológicas de las variables, como lo sería si le dijeran “tasa de capitalización neta” al índice sobre la cantidad de extracción de plusvalía trabajista. La elaboración de los índices también es ideológica, de la ideología capitalista, y que lo sea no es malo necesariamente.

La energía es una cosa

La energía no será materia, sé poco de física, pero es material, o sea, relativa a la materia, y es una cosa. Es parte de la realidad sin ser materia ella misma, según lo que sé, que es provisorio, es decir que capaz que esto está mal.

viernes, 4 de noviembre de 2016

El engaño está generalizado entre humanos

Es así. La humanidad miente mucho, y omite decir la verdad, o la dice a medias, y aparte están las verdades falsas, o sea, aquellas ideas que, aunque son verdaderas, se basan en otras ideas falsas, como las relaciones de parentezco establecidas, las que aunque se las exprese verdaderamente igual aparejan la falsedad de reproducir a los modelos familiares restringidos, los que no son universales. De eso hay un tocazo, que se repite todos los días en los siete continentes, de igual modo que se es sincero también todos los días y en los mismos lugares, y que también se miente, o tergiversa, sin mala intención. La sinceridad y la verdad hacen a la riqueza humana, incluso aunque tengan sus fallas, en tanto que la mentira causa pobreza comunicativa, pero no siempre, porque hubo mentiras agradables, las inocentes, y así.

Entendiendo mal, si te gustó Serena Williams fuiste re luser porque no la pudiste amar sexualmente

Amar sexualmente es garchar. Lo digo así por las feministas represoras sexuales. Hoy me topé con una que me insultó por mirar lascivamente a una de sus acompañantes.

El basurero atómico de Zárate, con deriva

¡Miren a qué llegó la hipocresía kirchnerista! ¡Celebraron la inauguración de la central atómica de Atucha! Con unos de la CTA  Autónoma fuimos en el micro Che Pibe desde Unidos por el Rio, convocados por la Unión de Asambleas Ciudadanas, a la central de Atucha, donde se inauguraron generadores, el Atucha dos, o tres, algo así, y el uno en pocos años va a dejar de funcionar, si es que ya no lo dejó, y el metal radioactivo, ya degradado después de su uso, quedó o quedará ahí. Esas generadoras eléctricas, que proveen menos de un décimo de la electricidad consumida en Argentina, tienen la característica de que una vez que se venció el metal, lo dejan radioactivo ahí puesto, porque su ubicación es bajo tierra, o por lo menos eso recuerdo, y su radioactividad persiste por como 200 mil años. Y si no lo dejan ahí lo sacan y lo tiran en otro lado, donde contamina lo mismo. ¡Y esa es sólo una de las centrales atómicas que hay! ¡Hay muchas más! Todas dan poca electricidad, y como al medio siglo el metal, que no me acuerdo si es uranio, plutonio o cuál, queda radioactivo en algún lado de la Tierra como por 200 mil años. Ya se tiró bastante material radioactivo, no sólo de las centrales atómicas eléctricas, y se va a seguir tirando más y crecientemente si al capitalismo no se lo termina, por su compulsión propietarizante, al asignársele al trabajo una cualidad conforme al mandato religioso, de trabajar excesiva y rutinariamente, que se mezcla con los intereses autoritarios de los patrones, mal acostumbrados a ser obedecidos. El calendario es un invento de un tal Gregorio, que debe haber sido un cura, y los conventos instituyeron la rutina como ciclo de la práctica, repitiéndose anualmente en meses, semanas, días y horas.

La cosa es que el progresismo latinoamericano del desarrollismo capitalista, y el peronismo en la Argentina reciente, celebró la inauguración de centrales atómicas. Como la propietarización humana en general, el uso de la electricidad es compulsivo, o sea que se podría vivir utilizando muchísima menos electricidad de la que se usa actualmente, pero sin racionalizar la producción no se lo puede hacer. A eso se lo digo a los románticos populistas, sean anarquistas o peronistas, que están en contra de la razón sin diferenciar la razón pía, que es rescatable críticamente, de la razón materialista, que también lo es. Omitida por el desarrollismo hubo toda una movida en contra de la explotación nuclear en torno de Javier Rodríguez Pardo, un gordo con pinta de trolo del movimiento antinuclear que nos habló desesperado de aquello de los 200 mil años, otro día, desde un escenario en la Plaza de Mayo, mientras que mucha atención no le dábamos, y éramos pocas personas.

La religión va junto con el afán de dominio, es otro de los motivos capitalistas. El capitalismo es un sistema de dominio y religioso, aunque haya capitalistas ateos, cuyo materialismo es pragmático, no es un materialismo de verdad, como no lo es lo malo de su ciencia. El liberalismo, que es la filosofía política del capitalismo, tuvo origen protestante, pero habría que saber cómo se articuló con las religiones y las ciencias periféricas al expandirse por fuera del cristianismo. En China hay un materialismo idealista posterior a Confucio, y en India un capitalismo plegado a sus religiones también. El capitalismo se articuló con las religiones, modernas y primitivas, de manera violenta, porque las prácticas humanas dominantes son violentas, y desde la modernidad violentas con una técnica moderna. Las religiones terráqueas deben estar articuladas con el capitalismo por medio del purismo, en tanto que las religiones exaltan al purismo y el valor abstracto es puro. Es una abstracción que requiere de mucha explotación, humana, animal, natural y terráquea, debida entre otras causas a que los religiosos no aceptan la lascivia más que desordenadamente, porque la ejecutan prohibida, o autorizada en privado, y a su vez el purismo del valor abstracto es propietarizante, porque el privatismo reside en propiedades, además de promover ilimitadamente la creación de capital mediante el pago de los salarios y la especulación. El privatismo se caracteriza por detentar las finanzas, entre los otros medios propietarizantes, es la clase divinizada, pero su felicidad es falsa, porque la humanidad es sociópata. No vive en una orgía bien hecha, que eso sería la comunidad buena. Así que envidiarles no tiene caso. En realidad la capitalesía es patética.

El iluminismo positivista sintoniza con el liberalismo, son afines, y tendría que saber si Hume fue protestante en su niñez. Lo que es seguro es que el protestantismo influenció en su crianza. Este iluminismo es materialista, pero estudió la materia a fin de inventar una técnica para eficientizar la producción propietaria, con un sentido comunitarista intuitivo, y muchas veces incumplido. El positivismo es una creación posterior al inicio del capitalismo, pero las primeras técnicas capitalistas, como la máquina de vapor, surgieron a partir del materialismo protestante proveniente del Renacimiento, que reconoció a la materia para apropiársela religiosamente, aunque con conflictos entre el cientificismo y el pietismo, y conflictos sociales interclasistas. El inicio del capitalismo tuvo una propietarización de ciencia religiosa, un materialismo pietista, en tanto que el materialismo tiene que ser festivo, pero de festejar bien. Eso no puede ser con religión, porque la religión ordena a la práctica social, hasta la extrapropietaria, parcialmente pero en general, aunque se le desobedezca, y cuando no manda el capitalismo hace desastres por su propia cuenta, pero ambos son fallutos porque su objetivo para la vida no es el de gozar de la vida bien. Hasta que los creyentes no acepten eso van a padecer sufrimientos que no debieran ser, y a ocasionárnoslos a los otros, y la especulación es afín a la confianza, aunque se replique en las concepciones infidentes, las infieles, que son menos especulativas pero especulan también, y haya que recordar que la especulación no es mala en sí misma, depende de cómo sea, así como que la confianza a veces acierta la práctica, cosa que hace incertidumbrosamente, por lo que cuando yerra hace mal. La misma ignorancia para ordenar la propia práctica social hay entre capitalistas que entre creyentes, pero no es lo mismo la clase creyente autoritaria que la obediente. Cada cual es responsable de sus maldades y de sus bondades, como lo somos los materialistas. El tema es que para que no haya mala práctica la humanidad tiene que entender bien la realidad, y legalizar esa comprensión en los estados.

A mí me podrían acusar de muchas faltas, porque cometo los llamados pecados por los fieles, y cometí otras maldades, pero no critico desde el lugar de quien se piensa que lo que les reprocha a los demás no lo tenga él. Es que la práctica humana individual es conjunta, porque los humanos somos sociales, y eso no quita que haya responsabilidad individual por la práctica propia y por la ajena.

El gerente y el solipsista

¡¿Se imaginará la gente de los pensamientos internos de los solipsistas ante sus gerentes?! Y que fueran suyos unos de otros es un garrón no sólo para quienes son solipsistas, sino también para los gerentes, que son tenidos de patrones por sus empleados. ¡Pero imagínense un solipsista! ¿Pensará que su gerente es un invento de su imaginación? En algún momento, algún solipsista, habrá pensado, en caso de tener gerente, en que él era un objeto de su imaginación, porque los solipsistas tienen el egoísmo mal planteado, al suponer que ellos crean a la realidad objetiva, piensan que la conciencia crea al universo exterior, y así habrán creído que sus gerentes eran producto de su imaginación. Pero esa teoría no se sostuvo. Los solipsistas pueden seguir siendo solipsistas, pero muchas personas no les aceptamos la postura, porque está equivocada, y tienen que dejar de serlo, aparte de que en su vida práctica ya la tuvieron que deponer varias veces. ¡Y lo mismo tendrán que dejar de ser todas las otras estupideces de los que no somos solipsistas!

Idea precisable

A partir del Renacimiento, y con la Ilustración, el materialismo se expandió sobre todo entre las ciencias físicas y naturales, en tanto que en las ciencias sociales quedó más contrariado por las tendencias religiosas reformuladas en términos idealistas, existencialistas, fenomenológicos, místicos y demás, porque en materia de las sociedades humanas la cuestión religiosa se presenta más directamente, en tanto que en las ciencias naturales se podía evadir la contradicción entre el materialismo y el teismo con el argumento de que la profesión investigativa materialista podía separarse de la creencia de los investigadores, ese razonamiento de compromiso de que el culto privado no impide al materialismo laboral, adoptado por el profesionalismo, que es del laicismo religioso. En las ciencias sociales, ese argumento era más difícil de sostener, porque la religiosidad y sus consecuencias políticas, económicas y culturales son un tema que desacraliza al credo, al tornarlo un objeto de estudio, por lo cual se omitió bastante la investigación objetiva de la religiosidad, y se relegó la comprensión de la influencia religiosa en los otros ámbitos de la vida social; pero además, como las religiones se ocupan de ordenar la práctica social humana de acuerdo a los credos, el socialismo, que pretende lo mismo pero de acuerdo a la ciencia, adoptó algunas veces un carácter profético, o mesiánico, lo que se nota tanto en algunos pasajes teatrales de Marx como en parte de la obra de Walter Benjamin, y lo que es explícito en la teología de la liberación y en el socialcristianismo. Las ciencias sociales necesitan dar el paso de su desacralización, ya que la sacralidad está muy presente en ellas, en gran medida porque la filosofía está muy influenciada por la teología, en tanto que muchas de las universidades privadas son religiosas y que las estatales también están permeadas por el pietismo, aunque en menor medida.

En las ciencias naturales, y en su aplicación técnica, el tema se repite, por las restricciones a la práctica científica hechas por las iglesias, como las relativas a la prohibición del aborto y a la de la legalización de la marihuana, e indirectamente por las coerciones de la industria capitalista, la farmacéutica en particular, que es especulativa y parte de cuyas autoridades son fieles laicos, por lo cual los preceptos eclesiásticos le influyen, y el análisis de la cuestión es ampliable. Esto está trabando la socialización de las recetas médicas naturistas, algunas de las cuales ya fueron comprobadas científicamente, pero el saber para su elaboración casera no se socializa, en algunos casos porque no se las podría fabricar caseramente, por lo que tiene que persistir la fabricación industrial, que podría adoptar otro modo, pero en otros sí se podría fabricar los remedios en las casas, o en artesanatos, o en empresas medianas y chicas, que podrían ser de propiedad social, incluso con jerarquías internas consensuales, que no estarían exentas de conflictos criticados por la comunidad, o sea que la lucha continuaría. La cuestión es cómo evitar los progresos fallidos, que son retardatarios de la liberación, o que la logran de a poco y con penas, duras y suaves. Es un tema del ordenamiento conciente de la evolución humana. La ciencia social es para eso, y ya falló, pero el reclamo social para el progreso persistirá.

jueves, 3 de noviembre de 2016

Del desarrollo económico decresivo y el desarrollo en general, y de su medición

El progresismo está entrampado por la lógica capitalista en el punto referido al crecimiento económico. El capitalismo depende del crecimiento porque su lógica es la de la acumulación de capital, la de su aumento, que no sería sin crecimiento productivo, pero esa lógica es mala, primero porque, después de cerca de dos siglos y medio, no pudo solucionar el problema de la pobreza existencial, y ni siquiera el de la pobreza medida en términos capitalistas, o sea, el de la carencia de la renta individual necesaria para comprar los bienes para mantenerse bien. En realidad, la superación de la pobreza, entendida integralmente, es decir, de acuerdo a todos sus aspectos, entre los cuales, además del económico, están el social, el afectivo, el medioambiental, el gubernativo, que es el de la capacidad para influenciar bien en el gobierno, el libertario, referido a la libertad, y los otros, precisa que el desarrollo económico sea acotado a las necesidades concretas de las naciones, atender los problemas reales de la gente, en vez que dar el rodeo de cumplir con los índices de desarrollo humano, a los que se toma como representantes del nivel de riqueza de las naciones sin que lo sean del todo, porque representan mal al desarrollo humano, en tanto que ignoran lo relativo al consensualismo, los sentimientos, la socialidad y demás, y en eso a los males de los modelos económicos, como lo es la explotación, el abuso laboral y así. El desarrollo económico verdadero deberá darle una forma al modelo social que acote la práctica económica a lo necesario, lo que requiere de la distribución justa de la riqueza, distribución que a su vez precisa que los medios productivos económicos sean sociales, aunque la redistribución de las políticas estatales sirva, y más en general todos los medios productivos tendrán que ser sociales, y la humanidad buena, porque, si no, no bastará para que el desarrollo sea suficiente. Este problema del progresismo está originado en la cultura idealista y capitalista.

Los modelos de desarrollo económico creciente causan pobreza social, ambiental, política, familiar, amatoria, amical, la relativa a la amistad, y sentimental, entre otras, porque para que las naciones acrecienten el producto bruto tienen que relegar a los otros temas, y tampoco pueden resolver el problema de la pobreza económica, aunque algo al respecto lograron, y a eso hay que valorarlo. La superación del modelo capitalista requiere de la superación de sus modelos de desarrollo, que aparejaría una simplificación de las malas complejizaciones y el refinamiento de la vida social, y asimismo habrá que criticar a los modelos sucesivos, porque la evolución humana seguirá teniendo faltas. Un tema importante es que, mientras que las personas le dediquen tiempo a actividades frívolas, como lo son los mitos, le causarán pobreza a quienes necesiten de su atención para cuestiones importantes, y otro que el desarrollo precisa del autogobierno, porque para satisfacer las necesidades de las personas el gobierno tiene que ser integrado por ellas, ya que, si no, no las atiende, o las atiende tergiversadamente, lo que sucede en el gobierno representativo.

También hay que tener en cuenta que la medición del desarrollo tendría que ser definida socialmente, porque los científicos sociales diplomados podemos elaborar modelos insuficientes, en tanto que el resto de la gente sabe de las cuestiones que le afectan y que no están contempladas en ellos, como por ejemplo la pobreza superpropietaria, que es la causada por la tenencia excesiva de bienes, porque ellos aparejan responsabilidades cuyo cumplimiento puede ser desgraciado, o la falta de bienes específicos mientras que a los generales se los tiene, y asimismo habría que hacer una crítica de las necesidades sociales, porque a veces las personas decimos necesitar cosas que en realidad no nos son necesarias, o que son necesarias pero no son imprescindibles.

La verdad es la representación exacta de las cosas

Hay un debate de qué es la verdad, bastante tarado, debo decirlo, porque las posturas idealistas a veces niegan que exista el mundo objetivo, cuando son constructivistas, subjetivistas, solipsistas y otras así, y las relativistas confunden a la verdad con la creencia, por lo que terminan postulando que las ideas falsas de cada quien valen lo mismo que las ideas verdaderas, al proponer la tolerancia de las diferencias sin plantear que no todas las diferencias son buenas. Las materialistas, por su parte, también tuvieron sus idioteces, pero pueden llegar a entender bien al tema.

Que la idea sea buena no sólo requiere de que el discurso replique más o menos exactamente a las cosas de las que trate, sean éstas subjetivas u objetivas, o sea, que la representación de las cosas sea verdadera, sino que además precisa de la buena intencionalidad, porque se pueden decir cosas ciertas con malos propósitos, es la manipulación de la verdad, y aparte es necesario que se evalúen sus consecuencias prácticas, porque las verdades pueden conducir a malas prácticas, por estar incompletas, o ser aparentes, u asá. El criterio para evaluar las representaciones tiene que ser el de su calidad y el de la de sus consecuencias.

martes, 1 de noviembre de 2016

El capital y su sistema de gobierno como derivados del teismo, el cambio de régimen estipulado por el papado y la tarea socialista

La creación de valor abstracto es como las supuestas creaciones divinas, porque la humanidad, al trabajar la materia al modo mercantilizante, hace una forma relativamente pura, el valor abstracto, que a su vez, mediante la especulación y las maniobras financieras, condiciona a las naciones endeudadas, sea la deuda pública o privada, por lo que las personas se preocupan y atemorizan al estar en falta financiera, o quiebran, y las naciones están algo mal y sobreatareadas, y empobrecidas. Es una desgracia hecha y reproducida por la humanidad, no sólo por sus organismos dirigentes, aunque les quepa la mayor responsabilidad, según sean, y es algo análogo a cuando la gente se asusta por el castigo de los dioses, o a cuando se hace la guerra sin necesidad.

El sistema monárquico suponía que el rey era la encarnación terrenal de dios, al menos en Europa, no sé del islamismo y demás religiones, exceptuando la incaica, y en el capitalismo, surgido luego de que el protestantismo autorizara el culto individual y la libre interpretación de la Biblia, fueron las burguesías protestantes, primero, y católicas después, y habría que averiguar del resto del mundo, las que se erigieron en representantes de dios, a la vez que su actividad económica se centró en la creación de formas puras, el valor abstracto, que pasó a dominar la lógica económica, en tanto que la política fue adaptada al cristianismo reformado mediante la inclusión de algunas de sus formas pias en las constituciones, cuando no fueron proclamadas directamente como pietistas, como en el sistema de la democracia representativa, que se basa en la votación, siendo que el voto tiene origen religioso: es una proclama de confianza, que en vez de dirigirse al supuesto dios lo hace a los candidatos. La democracia representativa permitió que las burguesías, que eran cristianas en general, suplantaran al rey y a la nobleza en el gobierno, en un movimiento análogo a lo que había pasado con la representacón divina, que pasó de ser patrimonio de los monarcas y eclesiátiscos a socializarse entre los fieles burgueses. Luego de las revoluciones burguesas, la clase capitalista quedó compuesta en general por los fieles altos, o sea, los burgueses, los nobles y el alto clero, la clase llamada divina desde entonces, con sus excepciones y variantes. El cambio actualmente operado en el papado, con la tesitura del capitalismo humanista de la opción por los pobres, puede que opere una modificación en el sistema político y económico acorde con la democratización religiosa, pero que sería insuficiente, dado que sería religiosa y capitalista. El socialismo tendría que apoyar a esa democratización críticamente, y buscar superarla en los aspectos puntuales en que haya consenso social para eso, porque no tiene fuerzas suficientes para rebasarla en general en lo inmediato, y si pudiera hacerlo sería mejor que lo hiciera de buena manera, en tanto que las malas fracasan más. La política gubernamental socialdemócrata tendría que impulsar la adopción del paradigma científico y ateo por parte de las naciones, a la vez que acompañar los movimientos reivindicativos proletarios, incluso aunque se los hicieran a los gobiernos socialistas, pero también críticamente, porque no siempre los reclamos proletarios son justos o se los puede satisfacer del todo. La crítica a la religión no debiera aparejar el maltrato a los religiosos, sean laicos o sacerdotes, que bastante problema tendrían con el hecho de descubrir que sus concepciones son falsas, y con el cambio en el modo de vida que eso conllevaría.

En el imperio incaico, el Tahuantisuyo, iniciado en 1438 y terminado en 1533 cuando Francisco Pizarro hizo descuartizar a Atahualpa, también hubo una teomonarquía, porque los incas creyeron que su primer rey, Pachacútec, era una prolongación de dios, un hijo del sol en particular, y no sé qué pensaron de sus sucesores.

La conceptividad y las otras prácticas sociales

Como lo siguiente es una idea exploratoria, que debe ser cierta, habrá que seguir investigándola, además porque no sé mucho de la materia.

La humanidad, desde antes de civilizarse, ya venía conociendo la realidad y elaborando teorías sobre ella, que indujeron a las diversas formas en que se la concibe y a las prácticas que se les corresponden, histórica e incoherentemente, pero con cierta influencia desde el pensamiento al obrar más activo, y viceversa. La crisis mundial que hoy atravesamos, entonces, es consecuencia de que, en tanto que la humanidad no sabe bien qué es la realidad y cómo se la conoce, no puede ordenar bien su práctica. En consecuencia, le cabe la responsabilidad por las penas sufridas a las maldades de la filosofía, por la mala práctica que aparejaron, así como el mérito por sus aciertos, que hicieron bien, pero por filosofía no hay que entender exclusivamente al saber institucionalizado, sino a todo el saber, y aún así habría que decir que la crisis es inevitable, dada la lucha por la supervivencia natural y los conflictos entre humanos, pero podría ser menor.

¿Qué socialdemocracia debiera ser? ¿Y qué democracia?

Cuando dije que habría que ser socialdemócrata no quise decir que haya que meterse en un partido socialista, ganar las elecciones y ejecutar un plan de gobierno proteccionista tal como los que fueron hasta ahora, o someterse al mandato del capital financiero, como se lo hizo desde el neoliberalismo privado. Aquella es la versión de la socialdemocracia posterior a la segunda guerra mundial, pero no es la única posible, y estuvo coercionada por el orden social capitalista. Por una parte, el modelo que propongo tiene que ser decrecentativo del producto bruto, o sea, disminuirlo, porque, si no, no se puede salir del capitalismo, en tanto que el capitalismo se caracteriza por la acumulación de capital, gran parte de la cual hace a los productos brutos nacionales. Los modelos que postulan superar al capitalismo, o a sus crisis económicas, mediante la creación de más producto, como el proteccionista keynesiano, el comunismo soviético y chino y lo que plantean a veces los trotskistas, llevan a perfeccionar al capitalismo, porque aumentan la producción de capital, aunque sea bajo modelos de propiedad estatal, mixta o social de los medios productivos económicos. En segundo lugar, la socialdemocracia tiene que ser ecologista, y en tercero libertaria. El gobierno socialdemócrata tendría que favorecer las políticas de ayuda estatal a la autogestión social, lo que sería una cogestión sociogubernamental y transitoria de los asuntos comunes, y, además, impulsar una reforma constitucional que habilite a la socialización del gobierno, con las formas intermedias que habría que aceptar debido al peso de las fuerzas conservadoras, algunas de las cuales son proletarias, porque el proletariado naturalizó al sistema de gobierno representativo vigente y porque a veces es conservador. A eso me parece que se lo puede hacer, aunque sea incipientemente, incluso dentro del marco legal vigente, habrá que averiguarlo, y se lo debiera combinar con un proteccionismo reformulado, que incluya a las naciones en sistemas productivos decrecientes pero suficientes para garantizar la seguridad social, uno de cuyos aspectos es la sanidad ambiental, y otro, el consensualismo gubernativo. Ninguno de los dos acrecienta el producto bruto, pero ambos son necesarios para la calidad de la vida social. En particular, el presupuesto estatal destinado a la obra pública tendría que ser dirigido a la ejecución de obras necesarias y que sean reclamadas por los pobladores, ya que las organizaciones que efectuaran los reclamos podrían ser un interlocutor válido para su implementación, que también debiera incluir a otros actores que estuvieran interesados. Las obras industriales, asimismo, tendrían que disminuir el uso de maquinaria pesada y suplirlo por el de maquinaria liviana, aunque las obras tardaran más en terminarse y según fuese posible, porque eso acrecentaría la cantidad de puestos de trabajo y porque la producción liviana es menos contaminante, en el uso de combustible, en la cantidad de ruido, y demás, aparte de que su socialidad es más agradable para los trabajadores, y también habría que contemplar a los reclamos de los habitantes de las inmediaciones de las obras, que son afectados por ellas y que mitigarían la corrupción. Cuanto más privado es un emprendimiento, más riesgo hay de que se corrompa, porque tiene menos control social. El principal problema presupuestario de los estados es el capitalismo alto, porque los grandes capitalistas son los principales evasores, los mayores fugadores de capital, los que propenden a la utilización de maquinaria compleja, que causa el déficit del comercio estatal, y quienes reciben los más grandes subsidios, y encima para industrias con poca mano de obra, contaminantes, concentradoras de la actividad económica, propensas a la peor prostitución sexual y corruptoras del entramado social y gobernante. Un aspecto que tampoco aumentaría el producto bruto, pero que es necesario para la calidad de la vida, es la participación de los obreros y residentes en la elección de las tareas a realizar y en la del modo de implementarlas.

Ordenar bien la práctica de gobierno requerirá reducir la soberbia gobernante, aparejada por la forma del sistema representativo, que supone que los elegidos para el gobierno tienen un voto de confianza del pueblo que los autoriza para ser prepotentes, cosa que también responde a las presiones que tienen encima, dada la violencia política, por lo cual esa soberbia es la consecuencia del modelo de gobierno y de su existencia histórica, pero puede ser aminorada incluso mientras que éste rija, por el estilo personal de los gobernantes, aunque también se deberá modificar al sistema.

Esto, que vale para la socialdemocracia, vale igual para la democracia religiosa y el socialismo creyente, aunque ambos sean menos propensos a la política materialista, por ser teistas, y habrá que aceptarlos en frentes políticos dada la influencia electoral de las iglesias, cuyos fieles suman muchos votos, y en todas las clases sociales.

El sentido imaginario

En tanto que los sentidos son las facultades anímicas mediante las que sentimos, podría ser que la imaginación fuera un sentido, ya que a nuestras fantasías las sentimos. Cuando imaginamos, nos hacemos una idea dentro de nuestra subjetividad, a la que percibimos mentalmente, y, si bien esa idea se corresponde con cosas del mundo exterior, el sentido imaginario no lo percibe directamente, sino que lo recrea en la mente, incluso inventando cosas inexistentes hasta entonces, como las figuras míticas, que son relaboraciones fantasiosas de elementos objetivos. Hay algo que sentimos al pensar, por lo que el pensamiento también es sensitivo, no sólo porque a las ideas las percibamos, sino porque según sean nos inducen a otros sentimientos, como el miedo o la alegría.

Al pensamiento lo sentimos en la cabeza, porque es cerebral.