martes, 8 de enero de 2019

De la crisis en las relaciones sexuales

Desde que el libertinaje posterior al mayo francés promoviera el hedonismo antisocialista, de cuestionamiento libertario despolitizado, la liberación sexual se topó con el orden dominante, con lo que ambos colapsaron, en una liberación bruta y maltrecha, en que no se resolvieron bien los problemas económicos, políticos e ideológicos, esos entre los otros. De allí que la socialidad sexual emancipatoria esté en crisis, porque no puede suceder bien sin la emancipación. El predominio de la mitología diabólica en el imaginario sexual da cuenta de eso, pero también lo hace la existencia del negocio sexual mafioso, la industria del sexo, que es capitalista.

lunes, 7 de enero de 2019

La deuda como falta económica

La deuda es una falta económica, dada por la falta de cumplimiento del compromiso asumido al tomarla. La magnitud de la deuda internacional da cuenta de que el capitalismo genera una falta económica macro, al endeudarse mucho las entidades jurídicas que pidieron préstamos, sean empresas, gobiernos y particulares. Cuando la deuda se torne impagable se notará la inviabilidad del capitalismo, pero aún así la van a seguir negando, y la pagarán de mala forma hasta que se termine este sistema. El hecho de que la economía tenga altos niveles de deuda remite a la falta de solidaridad en la economía internacional, es decir, a un sistema de mala lógica.

Del origen de la palabra "bebé"

La palabra "bebé" suena como los latidos del corazón de los fetos durante el embarazo, por lo que las madres los deben haber escuchado algunas veces. Es una de las palabras más universales, como las de "má" y "pá", dichas las cuatro con variantes de acento, consonantes y vocalización al pronunciárselas, lo que da cuenta de la naturalidad del lenguaje, además del hecho de que las lenguas son corporales: son órganos bucales de animales linguales, así como sus emisiones e idiomas. Que después la humanidad artificie algo mal su lenguaje es otro tema. La mala artificiosidad del lenguaje es conexa a la contaminación del entorno, pero aún así es natural, en el sentido de realizada por seres nacidos. Es una de las tantas malas prácticas humanas.

Esta hipótesis etimológica es, por supuesto, especulativa. Podría ser que esta palabra devenga del acto de beber, muy importante para los humanos recién nacidos, así como que tenga un origen bicausal, lo que no sería contradictorio, ya que los bebés se caracterizan tanto por tener corazones que laten como por mamar. La creación de las palabras es más fáctica que lógica, pero eso no basta para demostrar que esta hipótesis sea verdadera.

El funcionalismo de izquierda puede ser bueno

Nada garantiza que la izquierda sea buena, pero puede serlo. A la derecha le cuesta más por su sujeción a los dogmas religiosos, lo que en la izquierda se repite en menor medida con los dogmas científicos equivocados. El dogmatismo no es necesariamente malo, pero debe ser bueno, lo que depende de la asunción franca de la realidad. La derecha supera a la izquierda porque universaliza, en tanto que la izquierda es proletarista de un modo que a veces es de maltrato al empresariado. La reprensión justa al empresariado es una exigencia revolucionaria, ya que la mala es contraproducente. Facilitaría el desarrollo de la evolución histórica, por lo que es obligatoria. El universalismo negativo liberal puede ser superado con uno positivo, pero para serlo tiene que ser bueno, a lo que no hay que entender en los términos de la caridad cristiana, pero sí con sus elementos rescatables.

El funcionalismo socialista sería el que estudia el funcionamiento social de acuerdo al buen hedonismo, al que habría que definir, pero cuya definición debe ser social. El buen hedonismo social requiere que la sociedad esté bien, lo que a su vez depende de cómo sea el resto de la naturaleza, en el sentido de el conjunto de los seres vivos, e incluso su entorno. La evaluación del estado de la naturaleza inmediata a la humanidad debe ser efectuada por el conjunto de la humanidad, pero para eso éste tiene que tener buen juicio.

El empresariado es más de comprender y el proletariado de entender

El empresariado es más de comprender, noción propia del aprendizaje, en el que a las cosas se las prende, en el sentido de ligarlas. El empresariado suele tener un nivel educativo superior al del proletariado, que en general es asalariado. La forma de saber del entendimiento, que es la más proletaria porque el proletariado tiene mucho de las maneras más comunes, es de tender, la de lo tendencial. Es un método de conocimiento más universal, dicho en relativo, porque los asalariados comprenden, y algunos hasta superan a la parte inferior de la clase empresaria, y hasta la media y con más detalle más en concreto, lo que es conocido por cada quien en la sociedad, pero con algo de falsedad que la atraviesa, no sólo por las falsedades ideológicas sino también por los malos intereses propietarios y dominantes. Como la práctica humana es social, el éxito y el fracaso individual son sociales también.

La educación responde a la ideología, que es inestable y contractiva, y tampoco es homogénea, pero tiene una forma compatible con el dominio social, también de manera algo discordante, más o menos de acuerdo a la historia. La ideología es una, pero es caótica y coherente, tiene una coherencia cuestionada que se sostiene con mucho esfuerzo.

La ideología humana en primer lugar se vincula al monoteísmo, antes que al bi y al politeísmo, porque el liberalismo, la cosmovisión originaria del capital, es monoteísta.

Lo de prender puede que esté relacionado con los prendedores de colgar la ropa, así como la tendencia con el manejo de las telas. De ser así ambos modos de idear se habrían inspirado en prácticas laborales, lo que de alguna manera pasó seguro. Otra opción es que el entendimiento provenga de la tenencia, ya que para tener cosas hay que entenderlas con la inteligencia. En todo caso el conocimiento empresarial supera relativamente al proletario, porque es más sofisticado, pero de una sofisticación cuya calidad deja qué desear, debido a las consecuencias de sus ejes cognitivos.

sábado, 5 de enero de 2019

La lógica del sistema capitalista

La de sostenerse mal en base a la confianza.

A proletariado subordinado, socialismo capitalista

Los gobiernos socialistas terminaron siendo capitalistas porque el capitalismo es el líder de esta época moderna. Los gobiernos socialistas no pueden concretar el socialismo mientras que haya predominio capitalista y salariazgo generalizado, por lo que ejercieron capitalismos progresistas, con aberraciones equiparables a las del imperialismo liberal y conquistas de magnitud similar. El socialismo tampoco podrá ser en tanto que el proletariado esté sometido, pero que mandara mal resolvería mal el tema, y para hacerlo bien tendría, entre otras cosas, que igualarse al empresariado, incluso el capitalista, clase, como todas, formada de un núcleo con límites difusos, compuesta también por sus mujeres, de las distintas edades. Debiera ser una buena dictadura fraterna, pero la humanidad dista mucho de haber asumido lo necesario para eso, por lo que el socialismo, de llegar a concretarse, tardará, quizás no tanto o tal vez sí, en parte dependiendo de lo que hagamos ahora, lo que exige que la política sea bien sensata, esto es, que ajuste bien sus pretensiones emancipatorias al contexto histórico y las posibilidades e impedimentos dados por la correlación de las fuerzas sociales.

La dictadura, en sí misma, es el dictado, el hecho de dictar, que es decir. Por eso los dictadores son los que hablan mucho, le dictan a sus súbditos qué hacer, lo que más en complejo sucede en mayor grupo, pero la socialización del gobierno implicaría un modo de dictadura en que el decir social coincidiría con el gobierno, el autogobierno social, mucho más horizontal que vertical, que tampoco necesariamente sería bueno, ya que para serlo la humanidad tendría que actuar según buena razón, a lo que quiere poco. Ya si la razón tiene mucha mala prensa, más lo tiene la buena, que hasta es considerable de mojigata, por lo que para que la especie entera la adoptara tendría que darse un cambio muy grande. El orden empresarial implica una liviandad, que es el liberalismo, que promueve tanto la irracionalidad como la mala razón, y hasta la buena, de manera marginal, mientras que ella no lo deponga. Entonces, hay una relación entre la jerarquía y la superioridad empresarial por sobre el proletariado, vinculada a la fidelidad matrimonial porque el mantenimiento del prestigio, necesario para el empresariado, se relaciona con el cumplimiento y la transgresión de los vínculos maritales, que así se tornan algo aparentes. De allí que el empresariado sea el más casto, así como se las da más de divino bien, como el proletariado es más de lo cuernero, cosa que en la ideología monoteísta se repite como la superioridad de lo celestial por sobre lo terreno, con sus tópicos subsiguientes sobre el abajo y el arriba.

Del juicio y el gusto

Alguna relación cercana entre el juicio y el gusto tiene que haber, ya que el juicio es la sensibilidad más abstracta, la del pensamiento, que piensa según lo que se hubo sentido entre otras causas. La sensación es el juicio primario, no efectuado en palabras hasta que se la piensa, lo que ocurrió algo de acuerdo a las emisiones del aparato fonatorio, que es el que permite la pronunciación de las letras. La sensibilidad responde a la ideología, porque ella busca determinarla desde el deseo conciente, el formulado expresamente entre la gente, y algo lo logró, aunque fuera perversamente acaso, en tanto que el orden principal impuso su manera de pensar y de actuar, tampoco siempre mal. A la vez, existe la presión de abajo hacia arriba, que es la buena y se da un poco arriba también, la de la sensibilidad dañada que padece el dominio, lo sabe y quiere cambiarlo, o a veces no lo sabe pero lo presiente. La cuestión está mal resuelta por lo malo de las ideologías actuales, muy permeadas por el hábito de la creencia equivocada, al habérsela tomado como criterio para la validación social de los conceptos, de lo que algunos pasaron a ser leyes, de cumplimiento obligatorio, que persisten aunque se las transgreda, ordenando mal al comportamiento social. El debate entre la creencia y el saber viene por lo menos de la Grecia antigua, hace como 2500 años, y dista mucho de estar bien resuelto, e incluso de que la especie lo haya asumido bien, cuestión necesaria para el buen orden social, por lo que primará la crisis por mucho tiempo, la debida a nuestra mala práctica. En órdenes explotadores el buen juicio es excepcional porque el buen sentimiento también lo es, a consecuencia de los padecimientos corporales aparejados por la misma explotación, aparte del tema ideológico, que incide, pero el deseo natural de vivir bien, de gozar bien la vida, es ínsito a las especies vivas, por lo que tampoco se lo puede eliminar. La explotación capitalista está mal dispuesta desde una ideología que es algo diosera, tanto como para figurar en los billetes. El hecho de que los billetes tengan inscripciones de creencia en los dioses da cuenta del nivel de asunción de la realidad que hizo la especie.

viernes, 4 de enero de 2019

Del mal uso de los prefijos

A los prefijos se los usa con significados ambiguos, lo que da lugar a malos entendidos. Por ejemplo: a la palabra "desinformación" a veces se la usa en el sentido de la falta de información, otras en el de la mala información y en terceras como una mezcla de ambas. El prefijo "des" no se refiere a la maldad sino a la falta. En ciertos casos se puede hacer difícil precisar tanto al expresarse, pero de podérselo es mejor. El problema es que en ocasiones son los mismos prefijos los que tienen un uso impreciso, como en el caso de "per", que suele aplicar como aumentativo, como en el caso de "perspectiva", que es la mirada amplia, pero que admite el sentido de malo, como en "perverso", que es lo mal versado o lo mal vertido.

miércoles, 2 de enero de 2019

La humanidad, ¿no debiera morir menos vieja?

Es para plantearse si para armonizar bien con el medio ambiente la humanidad no tenga que morir a edad menor que los 80 años de esperanza de vida actual, ya que mantener la vida hasta esa edad muy avanzada precisa de una transformación ambiental intensa, lo mismo que el monto actual de la población. Quizás el equilibrio ecológico requiera de una población joven y reducida, pero a ello habría que llegar mediante su aceptación justa y socialmente conciente.

Con el uso de electricidad pasa igual, que se usa mucho más que lo necesario para sobrevivir, es decir, que está mal ordenado, de acuerdo al desorden del capital.

La esencia, lo que es en sí

¿Qué quiere decir el sufijo "encia" de "esencia"? La palabra "esencia" puede estar mal conformada, o ser mal usada, debido a lo errático de la filosofía humana, para decidir lo cual habría que analizar si su forma se corresponde bien con su significado, pero para eso hay que saber qué quiere decir "encia", la desinencia de la palabra, presente en muchas otras. En El pensante. Educación dice que "encia" es un sufijo de cualidad, esto es, que asentada la raíz del concepto se lo sustancia con la cualidad: no basta con saber que algo es, sino que se debe saber cómo es. La cualidad de lo que es es el modo de ser de lo que existe. No se pregunta por el ser mismo, sino por su modo de existir. Cuando se piensa en la esencia se reconoce que algo es, que la realidad es algo, compuesta de cosas que son de cierto modo, y se interroga sobre cómo es eso, para conocerlo y poder interactuarle con éxito para sobrevivir. Pensar en lo que es es una necesidad viviente, para ejercer una práctica efectiva para el propio beneficio. Ese es un deseo natural, de los seres nacidos. El pensamiento también se da en los otros animales, hasta en los insectos, que tienen cerebro con el cual pensar para escoger sus prácticas, y en los vegetales debe darse de otro modo, ya que al sentir la luz ordenaron la dirección de su crecimiento y de sus hojas, a fin de recibirla más, entre otras de las decisiones que tomaron y ejecutaron las plantas, como lo fuera la de comerse a las moscas. El instinto humano es más versátil que el de las especies inferiores, así como puede no serlo y el género ser el peor para el conjunto de los reinos vivientes. En todo caso la pulsión sería un instinto refinado, pero instinto en fin, el modo de ser del instinto de los animales humanos. El instinto es lo tenido en sí mismo por cada quien, en tanto que la pulsión es su impulso, más sereno y más detallado según los reinos y sus ramificaciones.

La palabra "esencia" podría ser una forma fácil de nombrar a la idea del "en sí" de los debates científicos, tanto de los más teológicos como de los más materialistas. Lo cierto es que las ideas de la esencia y la mismidad son próximas: la primera se refiere más al ser abstracto y la segunda más al concreto, sin haberse establecido bien que lo abstracto también es macizo, de materia liviana, más procesada, al igual que tiene consecuencias. Cuando se pregunta por la esencia de las cosas hay dos grandes modos de responderlo, dependientes de la postura gnóstica, la de la gnosis, la notación, del conocimiento científico, que se vincula a las posturas individuales y sociales relativas a los dioses. De allí que a la esencia se la entienda como la abstracción mental de las características puras de las cosas o como a sus rasgos formales pensados en abstracto, algo mal representados, la ideación pura de las formas de la realidad objetiva, muy de extracción conceptual y alto teísmo, así como se la piensa por otro lado, desde el materialismo, como conjunto corpuscular activo, a veces en sumisión conflictiva a las doctrinas teológicas, con su considerado mandato divino, y otras como ser en sí mismo de origen remoto algo ignorado. Si nos atenemos a la forma de las palabras en relación con su significado, a la esencia habría que definirla como el ser mismo de las cosas, lo que las cosas son en sí mismas, lo que es y su cualidad corporal, no sólo sus rasgos abstractos. Esa costumbre de ligar mal a los significantes con sus significados, la de representar mal, es un mal hábito humano, medido en primer lugar según sus consecuencias para la humanidad y su entorno más próximo. El movimiento de las cosas es parte de lo que es, o sea, que el mundo se compone de los cuerpos y de sus movimientos, ya que el movimiento es parte de la realidad, y llega a ser voluntario en los seres vivos. De que haya una voluntad suprema al universo que haga ser a las cosas que existen en él no tenemos pruebas suficientes, por lo que cabe asentarlo como hipótesis, pero tampoco comprobamos bien que no haya la voluntad divina. Lo que es seguro es que tomar por verdad a lo que se cree que lo es hace a un mal método de investigación y de conducta.

Para referirse a los rasgos abstractos de las cosas se debiera hablar de "abstrancia", ya que si no se comete una falta lingüística.