Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

martes, 31 de enero de 2017

Del argumento deslactosero de García Linera

Miren si habrá decaído el nivel del debate progresista que llegamos a tener que discutir esto. Cuando García Linera se refirió a la “izquierda deslactosada” no sé bien de qué habló. ¿Fue de una “izquierda liviana”, dada a la dieta? La dieta y el adelgazamiento pueden ser buenos, y son necesarios en ocasiones, por la obesidad dada por lo malo de nuestro modelo alimentario, aunque a veces son exagerados, así como hay gente que es intolerante a la lactosa, y por eso no la puede comer. El argumento de Linera fue insensible para con estas cuestiones, y no expresó bien lo que quiso decir, en lo que debe tener sus razones, así como otras le faltan. Lo que pasa es que con seudoargumentos el asunto queda implícito, y entonces a la cuestión no se la entiende tanto. Pienso que lo válido del razonamiento puede haber sido el disgusto de García Linera ante la adopción por parte de la izquierda contraria al ciclo gubernamental progresista de elementos de la cultura aristocrática, de carácter alimenticio y en consonancia con el favorecimiento a la derecha de las críticas socialistas que no se preocuparon por llamar a mantener al progresismo maldesarrollista en los gobiernos. El maldesarrollo no es tanto responsabilidad de los gobiernos como del orden social mundial, en que los gobiernos progresistas son actores importantes pero no son los únicos, y están subordinados al imperialismo capitalista y a la cultura liberal, por lo que se los tiene que apoyar críticamente y mediante un análisis de las naciones, que también participan en la hechura del orden aquél.

Las abejas de Marx

Marx dijo que las abejas no prefiguran la construcción de los panales en sus cerebros antes de fabricarlos, sin saber si eso era cierto, porque en ese entonces no había estudios sobre el comportamiento mental de las abejas. Las abejas tienen cerebro, o sea que piensan, y entre otras cosas piensan en la fabricación de los panales, a la que conocen por experiencia intergeneracional. Lo que nos diferencia de las abejas es que nosotros somos humanos, y las abejas son abejas. Las abejas no hacen planos, pero no sabemos exactamente qué piensan para hacer los panales.

La relicología

Es la ciencia que estudia las religiones.

lunes, 30 de enero de 2017

Autocorrección sobre la sofística y la retórica

En ocasiones las reprobé del todo, en tanto que lo que merecen es la corrección de sus males. La sofística en sí misma era la enseñanza de los sabios, que eran los maestros, porque a la sabiduría los griegos le decían sofía, y la retórica es la oratoria, en tanto que rethor quiere decir orador.

De los videoclips de ludismo utópico, con crítica al grafismo

Hay un montón de videoclips de ludismo utópico. Son esos que presentan a personas jugando alegremente, en medio de objetos nuevos o bien mantenidos, de un romanticismo liviano. Tienen la ropa limpia y planchada, los autos lustrados, al igual que los pisos de los interiores de los edificios. Tienen los tragos coloridos y con los vasos llenos, y así, pero a los trabajadores cansados y a los utensillos sucios los mostraron poco. En general el juego que practican es el baile. Bailan y cantan, y, si bien a veces son parejas, en otros casos la socialidad se agranda, abarcando a grupos de más personas: pequeños, medianos y hasta grandes, lo que brinda la ilusión de la socialización del baile. Es un socialismo utópico lúdico, preconciente y romantiquero. La amargura de la historia se cuela en estos videoclips, en su cariz penoso, lo que les da autenticidad, y sus canciones son bailadas en las fiestas que se hacen en el planeta. Hay muchas de la arsonia, el arte sonoro, tropical. A muchos de sus videoclips los difunde la empresa Vevo, una de las más famosas del ramo. Esa aspiración insinuada, y concretada en las fiestas, es atacada de superficial y de frívola por el idealismo dominante, que en general es religioso y productivista, por el antigocismo del sistema, que induce a algunos mientras que a otros los prohíbe, y, aunque es tolerada, por el comercio que genera y por su legitimidad entredicha, la ilusión se termina; pero su anhelo persiste, y es uno de los motores que empujan a la lucha revolucionaria. El tema es que para que ese deseo se concrete bien, o sea, para que se socialice la festividad de buena manera, los videoclips no deben existir, o algo así, porque atarean de más a quienes los producen y porque la gente no es toda joven y bella, ni se puede jugar eternamente, y estaría mal hacerlo sin rotar posiciones con los que ejecutan las prácticas básicas. La superación de la división social de la práctica, y la mejora de la socialidad de su desempeño, requiere que la prescindible sea prescindida, porque dejar de sobreatarearse permitiría dedicar las energías a la socialidad libre. La grabación la obstaculiza, y privatiza porque requiere de aparatos electrónicos, cuyo funcionamiento precisa de explotar a la naturaleza, disciplinar a los obreros y meterse en lugares cerrados, aparte de que contamina, y a esto lo digo mediante este blogspot, al que le cabe la misma crítica. Lo que pasa es que a lo cuestionable se lo debe superar históricamente, lo que es una superación justa. La sofisticación instrumental excesiva traba a la gaicidad, aumenta la especialización laboral y tergiversa la ludización de las prácticas más necesarias.

Las grabaciones, a la vez que son disfrutadas, apenan, por lo que se las criticará, porque la gente querrá disfrutar más. Cabría circunscribirlas a lo necesario, para favorecer a la socialidad presencial y al juego más activo, en vez que priorizar al más espectante, que es el del consumo espectacular, e incluso la práctica activa mal instrumentada es reprobable en lo que tiene de malo.

Esta nota tendría que haber priorizado la crítica al grafismo por sobre la de los videoclips. Habrá quienes la centren.

martes, 24 de enero de 2017

Reivindicación crítica del seudocomunismo

Es difícil decirlo para mí, pero tengo que hacerlo. El seudocomunismo es el modelo social de las repúblicas comunistas actuales: China, Cuba, Vietnam, Corea del Norte y no sé si alguna otra, y es un comunismo retenido porque no socializaron los medios productivos, sean los económicos, los gubernamentales, los comunicativos y demás. Lo que pasa es que la humanidad está bastante atrasada, y aún aunque ese comunismo no lo sea del todo en verdad, sino que aspira a él ideológicamente mientras que gobierna jerárquicamente, y explota a las poblaciones, tiene sus méritos, porque es progresivo, en lo que hace al mantenimiento de la vida de las personas, y aparte sus clases dominantes también son oprimidas, por la violencia histórica y por la de índole política en particular, y esas no son las únicas: padecen penas amorosas, rencillas palaciegas, preocupaciones bélicas, y así, además de tener que atender a los reclamos sociales, y esto es un esbozo. Atender a la opresión sufrida por la clase dominante no implica desistir de la aspiración al socialismo correcto, sino que es preciso para ello, al igual que lo es criticarle sus injusticias de buena manera.

En tanto que el socialismo no puede ser en un sólo país, ni en un grupo, porque las clases ideocapitalistas internacionales lo impiden, mediante el sabotaje y la agresión política, que obligan al armamentismo innecesario, entre otras taras, los gobiernos socialistas son retenidos por aquellos impedimentos, a lo que se agregan sus propias faltas, ya que sus miembros también fueron influidos por el sistema dominante durante su crianza, y más aún por la maldad humana en general, a parte de la cual recrean, a la vez que hacen bien otras cosas.

Del revanchismo popular

Si los miembros del pueblo se van a dedicar a vengarse de sus opresores, la resolución de los problemas quedará pospuesta, porque la pelea ruda no los enfrenta bien. Por un lado hay que reconocer que si bien la opresión más importante va de arriba hacia abajo, también hay opresiones inversas, y que la violencia histórica es transclasista y no responde solamente a los conflictos entre las clases sociales, pero además la lucha democrática tiene que concentrarse en resolver bien los problemas, lo que implica politizarse y propulsar el reformismo legal, entre otros temas. La bronca popular no está del todo bien planteada, porque no reconoce a la opresión religiosa, y entonces ni la enfrenta ni deja de reproducirla, pero además puede ser mal conducida, porque la violencia dominante aumenta la irracionalidad popular. El enfrentamiento de las injusticias tiene que solucionar tanto a la cuestión propietaria como a la religiosa, y asimismo las del poder político y social.

Azucena 2:16

Y ante una turba de borrachas agraviadas, el Juanete dijo: “vengan los limones con papá”. Y los limones fueron hacia él.

Una murga clásica

La cortina sonora de Diálogos Transatlánticos, un programa de entrevistas a científicos sociales del canal Encuentro, del ministerio de educación argentino, es una murga arabesca.

¿Qué proteccionismo debe ser?

En tanto que las relaciones internacionales adquirieron escala planetaria, el proteccionismo es relativo: es el proteccionismo de la mundialización capitalista. El internacionalismo, como sistema de naciones articuladas de facto, en colaboración y competencia simultáneas, persistirá, así que el tema es el de definir qué proteccionismo debieran adoptar los estados nacionales para que la competencia no arruine a las empresas menores, sean medianamente o poco capitalistas, o sean de subsistencia, ya que de ellas depende la mayor parte de sus economías. El gran capital concentra los negocios más rentables y sofisticados, pero genera pocos empleos, y mucha corrupción e inmoralidad, tanto como golpismo, así que bien cabría deponerlo según fuera posible desde las políticas gubernamentales. El proteccionismo latinoamericano reciente no lo hizo, sino que se centró en cobijarlo y cobrarle impuestos para la redistribución, con el resultado destituyente en vistas, así que es necesario buscar otro modelo. El proteccionismo no debe ser el mismo para todos los países, por las asimetrías imperialistas y las diferencias coyunturales entre los periféricos, entre otras cuestiones, que son muchas, y además los países imperialistas fueron proteccionistas en general, hacia dentro de sus fronteras, mientras que fomentaban el aperturismo para exportar su producción excedente y sus capitales, a la vez que la importación de bienes primarios, pero hubo excepciones y variantes a esto. Fue un liberalismo proteccionista para con el capital imperialista y relativamente destructivo y sometedor de la economía popular de las naciones, tanto de las centrales como de las sometidas: protegió al capital alto, que es imperialista sin importar en qué naciones esté, en desmedro de las clases populares internacionales, aunque algo las contuvo como respuesta a las luchas sociales. El proteccionismo de los gobiernos progresistas no debe ser capitalista, o debe aminorar al capitalismo, es decir, que debe propender al decrecimiento económico y de las ganancias empresariales, pero de un modo tal que la población esté incluida en la economía, al menos para garantizar la subsistencia, y luego para mejorar la calidad de la vida, porque si se adopta la meta de acrecentar el producto bruto la calidad de vida se degrada, porque queda sujeta a la consecución de aquel objetivo, que en realidad esconde propósitos capitalistas: el modelo de desarrollo proviene de la teoría liberal heterodoxa. Hay que tener en cuenta que gran parte del acrecentamiento productivo no va a parar al beneficio de las naciones, sino a las cuentas bancarias de los capitalistas grandes, que son imperialistas. Por ende, si se aminoran las ganacias capitalistas, el producto se reduce, y eso no aparejaría perjuicios a las naciones, ya que ese capital es vano: no se lo destina a la solución de los problemas sociales, sino a la acumulación, que es fatua. Su carácter positivo es frívolo. A parte de las ganancias capitalistas se la podría mantener, o sería imposible de suprimir en un primer momento, y para las inversiones grandes podría recurrirse al estado, a los préstamos internacionales o a las grandes empresas, pero más que a eso habría que atender a los reclamos sociales sobre los proyectos productivos, y desistir de la producción compleja que pudiera ser compensada mediante la organización social y la economía simple. Si los estados periféricos se desembarazaran del problema de la deuda ilegítima, y ordenaran bien su administración fiscal, alcanzaría para desplegar un programa de apoyo a la economía popular que permitiría mantener a las personas. En particular, se debiera atender a las empresas medianas y pequeñas, y a las cooperativas, y con eso bastaría, pero hay mucho más para analizar al respecto, y mientras tanto socializar los medios socializables, y del modo permitido por las circunstancias, a la vez que se buscara el modo de superarlas, que requiere de la reforma constitucional. Para eso serviría complementarse con las potencias emergentes, según cómo fuera eso, y críticamente, porque tienen grandes males que deben ser reconocidos, y más aún con las naciones menores y del mismo modo. En tanto persistan las identidades nacionales su articulación será crítica, porque cada cual busca beneficiarse a costa de las otras, lo que causa una puja internacional que es una desgracia que debe ser reemplazada por la colaboración, pero para eso los miembros de las naciones tienen que saber medir sus aspiraciones, sobre todo los dominantes, y además porque al errar en eso se perjudican a sí mismos. Es necesaria la autocrítica de la clase dominante, a la que se debe forzar desde la crítica social.

domingo, 22 de enero de 2017

De la política científica del desarrollismo argentino reciente

A partir de los estudios de la CEPAL y del CLACSO, en el progresismo latinoamericano se impuso un modelo de desarrollo que le da importancia relevante a la investigación y a la aplicación de tecnologías científicas, porque el despliegue del capitalismo requiere de la sofisticación productiva para incrementar la generación de capitales y porque, inmersos en esa lógica, los empresarios que no innovan quedan relegados en la competencia, o quiebran, por la falta de protección estatal ante los mayores capitalistas. De allí que el kirchnerismo implementara una política científica destacada, incluso con un ministerio, el de ciencia, tecnología e innovación productiva, que entre otras cosas promovió un sistema de becas de posgrado desde el CONICET y creó al canal televisivo TEC TV. En el relato kirchnerista, la ciencia recibió los más altos galardones, pero no cualquier ciencia, sino la dedicada a la optimización de la producción capitalista y la obsecuente para con el gobierno, en tanto que la crítica fue relegada a los márgenes y encorsetada en investigaciones específicas. Los científicos tenían que ser propensores del modelo, meterse en rutinas académicas muy exigentes, meritocráticas, silenciar sus disensos y celebrar los privilegios que les daban desde el gobierno, bastante caros en términos del sometimiento que implicaban, así como les estaba vedado el involucrarse en los conflictos efectuados por los perjudicados por el modelo, y hasta nos reprimieron en algunos casos. Yo lamento que ahora el macrismo los esté echando de sus puestos de trabajo, pero me permito criticarlos porque cuando los kirchneristas me mandaron a “lavar los platos” no apareció casi ninguno de ellos para solidarizarse conmigo, y hasta hubo quienes lo festejaron, y me fui solo y enfermo hace tres años. Así que soy quien para hacerles este reproche, aunque sea en un momento duro para ellos. El modelo científico kirchnerista tuvo falencias graves, porque la ciencia que promovió, en general, fue para el capitalismo proteccionista, y acrítica para con la religiosidad, y asimismo tuvo sus aciertos, pero falta definir bien el sentido de la política científica, su meta, porque centrarse en la productividad, como si ella fuera el remedio para todos los males sociales, no es correcto, tiene resabios de pensamiento mágico, por lo que no logrará plenamente sus propósitos, y mientras tanto se sufrirá de más.

El sometimiento de los científicos argentinos es parte del planteo universitario del Banco Mundial, y no sé qué lugar tiene la ONU en esto, que en este país se plasmó en el llamado Fondo para el Mejoramiento de la Calidad Universitaria (FOMEC). Después de la última ola de dictaduras las instituciones rectoras de la educación superior implementaron un plan de sobreatareamiento estudiantil y docente, a sabiendas de la importancia de la militancia de este actor social en los movimientos de liberación de la segunda posguerra, pero esta cuestión coexiste con la compulsión productiva de las políticas desarrollistas de las instituciones internacionales, que no está mal intencionada a veces, cuando es de buena fe, lo que no le impide tener males.

jueves, 19 de enero de 2017

La etimología de examen y de exigir

“Examen” viene de “exigir”, que a su vez viene de la expresión latina “ex agere”, en la que “agere” es “obrar”. Lo consulté en el Wikcionario. En portugués y en francés “agir” es “acto”, o sea que los exámenes y las exigencias hacen actuar, u obrar, a quienes los padecen, pero los hay buenos y necesarios.

miércoles, 18 de enero de 2017

De una falsedad en los debates académicos

Los académicos dependen de su salario para vivir, por lo que su labor intelectual es coartada por los condicionamientos institucionales, pero a veces, en los debates políticos intelectuales, esto no es reconocido, por lo que se les atribuye a los disertantes posturas políticas que ellos sostienen bajo sometimiento como si fuesen sus opiniones libres. En los debates políticos, la izquierda demuestra cierta hipocresía, porque en general a los asalariados les perdona que cometan malas obras, porque entiende que necesitan sus sueldos para vivir, pero con los asalariados intelectuales procede distinto, y les reprocha una producción científica fallida a veces como si ella dependiera de sus elecciones libres. Esto pasa cuando se confrontan los militantes con los intelectuales asalariados, y a la mayor razón la suelen tener los primeros, pero no basta con ella para cambiar el régimen, lo que requiere de una política democrática concertada de largo plazo, ni para convivir en crisis fraternalmente.

La crítica a las maldades en las obras de los intelectuales profesionales debiera ser justa, y coherente con la de las de los obreros de las otras ramas productivas, y con las de empresarios, políticos y demás, según nos corresponda a cada quien.

viernes, 13 de enero de 2017

Una reiteración más sobre la verdad universal

La verdad universal existe: es la que se compone de las ideas verdaderas de cada quien. Lo que sucede es que los animales pensantes no siempre sabemos cuándo nuestras ideas son verdaderas y cuándo falsas, por lo que nuestra conciencia mezcla ideas de distinta calidad, entre verdaderas y falsas, lo que torna a nuestra práctica en más o menos buena o mala, y según cada quien, porque la práctica que es buena para algunos es mala para otros. El asunto es el de que la humanidad sea verdadera para que ordenemos bien nuestra práctica, lo que no estaría exento de injusticias, ya que la justicia absoluta es imposible, pero la injusticia podría ser menor de lo que es. La verdad universal no es propiedad de nadie en particular, sino que se compone de las verdades de cada quien, pero la verdad de cada quien sí es propiedad de cada quien, y además la conciencia se compone socialmente, aparte de que la verdad individual no existe en estado puro, sino que se difunde en la conciencia mezclada con las falsedades.

La veración, o sea, la creación de ideas adecuadas a sus objetos, es histórica, es una invención humana a la que hacemos de facto mientras que vivimos y, a la vez que es subjetiva, porque es hecha por sujetos que pensamos según nuestras concepciones sobre la realidad, también es objetiva, porque se refiere a objetos de la realidad, sean éstos internos o externos a nuestra psiquis. Un problema es el de diferenciar lo que es verdad de lo que es mentira, ya que nuestras concepciones albergan a ideas de ambos tipos, y mezcladas, pero también está el de acertar la concepción de acuerdo al análisis de los hechos, ya que al estudiarlos descubrimos que algo de lo que pensábamos no era así como lo pensábamos, al igual que en otras ocasiones confirmamos lo que teníamos por cierto. Asimismo, está la cuestión de la asunción de la socialidad de la ciencia, entendida como saber, ya que la ciencia en sí misma es la práctica congnitiva para el entendimiento de la realidad, que no requiere necesariamente de las formalidades académicas.

El problema de la verdad contiene al de que la gente sea verdadera, lo que requiere de una transformación social, porque en el régimen jerarquizado vigente, y que disciplina a la sociedad coactivamente, las personas muchas veces no podemos decir la verdad, por las penalidades que sufriríamos en caso de hacerlo y por los impedimentos prácticos que lo dificultan, y otras no queremos decirla, porque estamos mal predispuestos para ello por la bronca causada por padecer la violencia, pero el tema es más amplio. La verdad no es un problema sólo para los científicos profesionales, sino que es de toda la humanidad, y hay verdades de distinta índole: particulares, generales, intermedias; cotidianas, políticas, económicas, artísticas; caducas, provisorias, definitivas, probables, inhalladas y así.

Cuestionamiento a Wikipedia

Ya van dos veces que me borran comentarios en Wikipedia con el argumento de que no es un foro para dar opiniones personales. De la primer censura ya no me acuerdo, pero en la última, era una crítica socialista a Nietzsche. Que el argumento es excusativo lo deduzco de haber leido varios que contenían opiniones personales, y políticas, pero a esos los dejaron.

martes, 10 de enero de 2017

Decoración difusa


A las cerámicas de colores claros las hizo mi hermana Lucía Chaves cuando era chica, cerca de la crisis hiperinflacionaria del alfonsinismo. Ahora es artesana ceramista y tiene una empresa chica llamada Ser Tera. El tapiz indígena se lo regaló mi tío abuelo Blas Guichandut a mi madre hará como hace 30 años. A esto lo digo en los términos de la seudofamiliaridad vigente.

lunes, 9 de enero de 2017

La contraparte de la manipulación mediática comunicativa

La manipulación de los medios de comunicación no surtiría efecto si los receptores los juzgaran críticamente, por lo que el progresismo tiene que estimular la adopción de la crítica por parte de las naciones, crítica que fue prohibida o reducida por las iglesias, porque el pietismo se sostiene por la creencia, y entonces la crítica de la realidad lo desmonta, pero que más alto en la escala social es rechazada por la clase dominante, de últimas por su estupidez, porque se resisten a comportarse del modo necesario para ser felices. Los que se dejan manipular también son cuestionables, porque para la emancipación social es preciso que luchen, pero ese cuestionamiento tiene que ser justo, como los demás, o al menos intentar serlo.

sábado, 7 de enero de 2017

Para la generación de puestos de trabajo buenos

Es necesario superar la dependencia de los megaemprendimientos para la generación de puestos de trabajo, porque ellos tienen varias contras: requieren de una alianza con el capital alto, traen mucha corrupción, violentan a las localidades en que se emplazan, son antiecológicos, inmorales, explotadores y así. En ocasiones, si no se pudiera resolver la necesidad social de una obra grande mediante otra forma, cabría asociarla a este capital, pero tendría que ser con participación y control social. Así se le reduciría su mala influencia política y social. Para crear puestos de trabajo útiles, y los de los megaemprendimientos no siempre lo son, ya que los hubo vanos, y sustituibles mediante alternativas, hay toda una serie de tareas necesarias que fueron desatendidas por el ciclo progresista actual, y que son las de la urbanización de las clases precarizadas, que necesitan o bien la instalación o bien la reparación de bienes básicos, como las viviendas, los muebles y los electrodomésticos, y además están los del espacio público, como las calles y veredas, y los automotores, y el control de las plagas. Atender a cosas así permitiría generar empresas cooperativas de los gremios de la construcción a las que las personas pobres podrían acudir para conseguir albañiles, plomeros, gasistas, electricistas, pintores, carpinteros, técnicos en electrónica, poceros, cloaqueros, herreros, vidrieros, techistas, mecánicos y demás, lo que podría ser financiado en parte por el estado y en parte por los contratantes particulares, y según lo que pudieran pagarles, y eso podría ser gestionado bien por empresas sociales o bien por organizaciones movimientistas, para lo que habría que vencer el prejuicio que supone que adjudicarle una obra a una empresa privada es bueno, pero no a una organización política, adjudicación que también tendría que tener control social, como una auditoría, si hubiera interesados en participar en ella.

Otra cosa importante para tener en cuenta es que los subsidios a los desocupados no mantienen a gente que no trabaja, sino a alguna que realiza tareas domésticas, y otras labores no remuneradas.

Emprendimientos así tal vez serían más lentos que los de las empresas privadas, pero hay que tener en cuenta que el capitalismo es ineficiente en materia social, por lo que concentra sus energías en la producción de capital, en lo que no se lo puede superar, porque es experto, pero también estaría mal superarlo, ya que esa lógica desestima la socialidad del trabajo, que nos es útil a las personas porque nos sirve para superar la soledad, y así como aquellas tareas hay muchas otras tantas, de esas y otras índoles, como las de jardinería, recolección de basura, cuidado de niños y ancianos, vigilancia vecinal, ayuda a conflictuados y así. Más a la larga eso tendría que ser superado con la autorganización social, pero por ahora eso está impedido por la forma de gobierno pautada en las constituciones.

Para estos trabajos se tendrían que utilizar los métodos y elementos ecológicos, y propender al uso de herramientas simples, salvo que no fuese posible, aunque la labor se haga más larga. Habría que valorizar la ralentización de las tareas, y criticar la contaminación sonora de la maquinaria, entre otras cosas.

Hay otros tipos de tareas que se podrían incluir en políticas públicas así, como lo son las del apoyo escolar, la enseñanza de informática, la reparación de las prendas de vestir, la cocina y el lavado de viviendas, utensillos de cocina y ropa. El asunto podría resolverse con una combinación de subsidios a las tareas domésticas y contratación de empresas pequeñas, ligadas a las organizaciones políticas o no, para realizar tareas vecinales que no estuvieran cubiertas por los municipios.

Por otro lado, está la cuestión de la reducción de la jornada laboral, que incrementaría la cantidad de puestos de trabajo, y que se puede lograr mediante una reforma legal subconstitucional, aunque los empresarios se resistieran, cosa que harían no sólo porque les mermaría sus ganancias, sino porque el régimen de la propiedad privada de los medios productivos mayores les acarrea jornadas laborales muy extensas, desde que se levantan hasta la noche, por lo que les resultaría injusto que sus empleados trabajaran más o menos la mitad del tiempo de lo que lo hacen ellos, aunque ellos se queden con el plusvalor, y algo de razón tienen, aunque sea parcial: lo que pasa es que para solucionarles su problema habría que reformar las constituciones, que son las que establecieron al régimen de la propiedad privada de las empresas, y ni ellos quieren socializarlas, salvo excepciones. O sea, que habría que combinar al reformismo que permiten las constituciones con una crítica social que sume fuerzas para la reforma constitucional. La reducción de las ganancias empresariales aparejaría una disminución en la inversión trabajista, pero no tanta, porque el grueso de las ganancias se aplica a la especulación financiera y a la fuga de capitales, así que podría ser suplida con el control de los capitales, los impuestos a la especulación y a las ganancias y riquezas altas, y con subsidios estatales al empresariado: eso puede hacerse dentro del marco legal vigente.

Una cosa más. Yo me pongo insistente con que la crítica a la religiosidad tiene que ser socializada, porque los actores económicos, a los que se les dice que son pecadores, que tienen la culpa de esto o de aquello, que tienen que reprimir sus impulsos naturales, y tantas otras cosas así, y cuando no lo hacen los castigan, quedan frustrados, y mal predispuestos para la actividad económica, y eso, más en general, se replica en toda la práctica humana, que queda degradada por el malestar dado por las malas categorizaciones religiosas, y lo mismo vale para las maldades socialistas.

jueves, 5 de enero de 2017

De la figura de la base y la superestructura

La figura marxiana de la base y la superestructura puede ser exacta si es entendida bien. Ya sabemos que la determinación de abajo hacia arriba no es unilineal, por existir la sobredeterminación. Cabe añadir que las determinaciones no son siempre concientes. Las que suelen serlo más son las de arriba hacia abajo, porque la superestructura contiene más a las prácticas intelectuales, aunque las básicas también lo son, a la vez que hay determinaciones inconcientes, como el hecho de que el sedentarismo y la civilización son consecuencia de la agricultura. Fue una determinación de hecho, no fue planificada, y además, como las relaciones sociales son históricas, hay que saber en concreto qué formas adoptan en cada caso, que pueden contradecir o excepcionarse de las reglas mayores.

Las metáforas, y esta figura lo es, tienen cierto valor científico, según sean, porque sirven para entender, y son criticables en lo que lo son.

Disertación sobre la onda

Algo que le importa a la gente es la onda. Tener onda, ser de buena onda, o de mala onda, son preocupaciones recurrentes en las conversaciones, pero no se sabe bien qué es la onda. A veces es sinónimo de estilo, de encanto, de buen comportamiento o de estar bien vestido. Otras de ser simpático, o de tener buena actitud. La onda es la pasión, el estado de ánimo, el humor y el carácter, pero la cultura de la onda es frívola a veces, porque entonces pretende que las personas seamos agradables sin que importe cómo estamos en verdad, por lo que lleva a impostaciones de buen talante que son fingidas, lo que se nota cuando no se es hipócrita. La cultura hipócrita pretende corregir al mal carácter sin modificar a las causas que lo tornan malo, como si el humor dependiera nada más que de la voluntad individual, lo que lleva al fracaso de su empresa. Es como la corrección de la conducta pautada por la ley, que busca que las personas se comporten bien en el seno de un sistema malo, cosa que es incumplible lo que debiera ser cumplida.

Sobre la postura kirchnerista ante Ángelo Calcaterra

Una cosa que me fastidia de los kirchneristas es que todavía no asumieron que se equivocaron al asociarse con Ángelo Calcaterra en la privatización del Paseo de la Costa de Vicente López, por esa idiotez de generar trabajo de cualquier manera, que les costó más que si directamente hubieran dado un subsidio a los desocupados, o trabajos menores como barrer la calle, mirar la vereda u otras cosas locales necesarias pero subestimadas, aunque algo de eso hicieron. La ex presidenta Cristina Fernández salió a decir en aquel entonces que la obra del vial costero era una preciosidad, y que había que ser un energúmeno para oponerse, o algo así, y Calcaterra, al que ahora critican tanto desde C5N y Página 12, fue uno de los contratistas para la obra, porque dirigía IECSA, una de las empresas involucradas en la privatización. Entonces, lo critican ahora pero no dicen nada de que antes se asociaron con él, y lo mismo les pasó con tantos otros capitalistas que se mandaron obras millonarias con presupuesto del estado y para las cuales violentaron a las poblaciones locales. El problema más grande es que si no lo reconocen lo van a volver a hacer.

En el caso del presunto pago de sobornos de Odebrecht, socia de IECSA en el soterramiento del ferrocarril Sarmiento, para obtener la adjudicación de esta otra obra, la nota de hoy en Página 12 denuncia el tema, pero no explicita que las autoridades que se la dieron a la Unión Transitoria de Empresas, compuesta por aquellas dos y otras dos más, fueron las del gobierno kirchnerista, o sea que les encubren un posible delito grave y su mala administración. A la licitación la impulsaron Julio De Vido y Néstor Kirchner, pero después el tema continuó no sé bien cómo.

miércoles, 4 de enero de 2017

Locura, religión y capitalismo

La locura es definida históricamente, y supone una definición de cordura, de normalidad y de razón, se la define de acuerdo a un patrón de salud psíquica y mental, pero como la definición de la salud está hecha desde el orden dominante, funciona mal en algunos aspectos, por lo que no siempre se la comprende bien. A ciertas alucinaciones se las considera como trastornos, pero a otras se las acepta como sanas, como cuando los sacerdotes alucinaron lo que estimaron como palabras de los dioses, lo que les valió reconocimiento y prestigio, y gozaron de la aceptación social en sus comunidades, aunque no siempre, porque hubo casos de sacerdotes a los que no les creyeron sus relatos de revelaciones divinas, por las pujas intraeclesiásticas. Las alucinaciones son bastante normales, los sueños son algunas de ellas, pero en ciertos casos pueden hacer mal. Algo similar sucede con los comportamientos desviados de la norma, a los que a veces se tomó por locos, sin que siempre hiciesen daño, y sin cuestionar a la conducta normal perniciosa. Insisto en que la acumulación de capital es una práctica loca, y de locura mala, porque es perjudicial, pero la psiquiatría ordinaria no la considera así, porque está a favor del sistema vigente, y así como eso hay muchas prácticas malas más que no son tomadas por insanas, como los rezos, que son verbalizaciones imaginarias hechas para seres tomados por divinos en cuya existencia se confía, no se sabe que haya alguien oyéndolas, y la verdad es que no lo hay, y luego los rezantes buscan señales de que sus oraciones fueron escuchadas por los dioses.

La locura, desde una perspectiva materialista, tiene que ser evaluada según el funcionamiento fisiológico y psíquico y según las consecuencias de la práctica individual y social, pero de acuerdo al paradigma del disfrute de la convivencia humana, porque si se pone como meta vital a otros objetivos, como salvar el alma, acumular propiedades o cumplir con las normas, la definición se tergiversa, porque lleva a una convivencia ingrata.

lunes, 2 de enero de 2017

La depresión económica es influenciada por el rechazo social a la valorización abstracta

Como el capital tiene la manía obsesiva de acrecentar la producción de valor abstracto, subsume a la sociedad en actividades laborales mercantilizantes, como las de la fabricación y el consumo, pero como esa es una lógica violenta, las personas la retacean, desistiendo en parte de participar en ella, lo que, sumado a los factores recesivos más conocidos, como la financiarización de las ganancias, el deterioro de los mercados internos, la degradación del empresariado y las políticas liberales ortodoxas, causan la depresión económica. La depresión económica usualmente es mal considerada, porque a la hegemonía discursiva en la materia la tienen los capitalistas y porque, como son los capitalistas los que dominan en los sistemas sociales, sólo aceptan la inclusión económica de las poblaciones en términos capitalistas, para lo que apelan al liberalismo heterodoxo, pero en realidad la depresión no es mala en sí misma: marca por un lado una respuesta social de rechazo a la mercantilización, y por otro aporta a la crisis capitalista. El problema que tiene es la pauperización y el desempleo, pero pretender resolverlos capitalistamente, que es lo que se suele intentar, tampoco tiene sentido.

Los trabajadores en general contribuyen al estancamiento económico cuando desisten de convertirse en empresarios, y cuando inmovilizan sus ahorros, y los empresarios cuando omiten engrandecer su capital laborista, sea relajando su actividad o sea invirtiendo en las finanzas, lo que también es comprensible, porque la tasa de ganancia merma y la actividad empresarial fabril es desgastante, y está mal pretender que los empresarios se superexploten a sí mismos invirtiendo más y más en la economía básica, aunque la especulación financiera sea reprobable. Con la política socialista el problema se resolvería, pero las naciones se rehúsan a adoptarla, o lo hicieron algo de mala forma.

¿Porqué las autoridades pocas veces dicen que no saben?

Siempre que se les pregunta a las autoridades sobre los temas de los que son responsables se da por supuesto que ellos tienen que saber, y que tienen que dar una respuesta correcta, pero los temas históricos más importantes en general son difíciles de entender, incluso para los especialistas, que se dedican casi exclusivamente a ellos, o sea que las autoridades, que tienen que abarcar un montón de cuestiones, no pueden hacerlo durante mucho tiempo, por lo que terminan aseverando sobre temas de los que no saben lo suficiente, y si no lo hacen los acusan de ignorantes, de negligentes, de pusilánimes, de incompetentes y otros más, lo que termina muchas veces medidas políticas fallidas y en la reprobación de quienes las tomaron, sin que las sociedades asuman su responsabilidad en el asunto. Las autoridades debieran poder decir que no saben de lo que no sepan, y la gente común aceptarlo, y participar en la dilucidación social de la cuestión, en la toma de decisiones y en la práctica que la aborde.

La hipocresía de la izquierda

Aunque la izquierda sea científica, o tienda al cientificismo, y a veces decayó en el misticismo, todavía es hipócrita, o sea, que para decidir la práctica para ciertas cuestiones nos falta analizar más, pero el asunto no es de nuestra incumbencia exclusiva, porque la práctica humana es social, y entonces los materialistas no podemos abstraernos mucho de lo que hacen los creyentes, no obstante lo cual podemos superar nuestra hipocresía relativamente, a la vez que reclamarle a los creyentes que analicen lo que queramos.

De la responsabilidad ecológica

La responsabilidad ecológica es tanto individual como grupal y social, por lo que, a la vez que se debe buscar un reordenamiento político que legalice al económico, se debe buscar reducir la contaminación en las actividades individuales y grupales, sean fabriles, consumidoras, transportistas, descartantes de residuos y demás. La contaminación requiere un abordaje responsabilizante pero no punitivo ni acusatorio, salvo para casos graves y siempre que la respuesta intente solucionar el problema en vez que obtener venganza, y, a la vez que una modificación de las prácticas cotidianas, una reforma de la producción económica. El asunto no sólo está trabado por los intereses capitalistas, sino también por los traumas religiosos, dados por la cultura castigadora, que le restan capacidad a las personas para pensar en calma y reordenarse.

La ley debiera fomentar a la producción ecologista, pero no siempre hacerla obligatoria, porque la ecología no es lo único a tener en cuenta, y además las personas tenemos que considerar cosas que no estuvieron contempladas al crearse la ley, por lo que el asunto también debe depender de la razón y de la responsabilidad de cada quien, que debiera poder ser debatida localmente, o con mayor extensión si el caso lo ameritara, pero con el sistema vigente, que desestima a las prácticas que no generan valor de cambio, no se puede en cierto grado, y además por las otras sujeciones idiotas.

La semana fuera del tiempo

Entre el nacimiento de Jesús y el año nuevo de ese entonces, hubo una semana, la de entre el 25 y el 31 de diciembre, pero, ¿a qué año perteneció? No pudo ser del año 0 después de Cristo, porque éste empezó después del 31 de diciembre, pero tampoco del año 0 antes de Cristo, porque Cristo ya había nacido.

Las fiestas cristianas de fin de año están naturalizadas, por lo que en vez que llamárselas así se las llama fiestas, a secas.