Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

miércoles, 28 de marzo de 2018

Puto es sedentario

La prostitución, como pro-estatumento, como pro-estatismo, es sedentaria. El sedentarismo es la estatización de la residencia. La primera parte de la palabra “sedentarioˮ viene de “sedeˮ, por “sitioˮ, los cuales son quedos. Entiendo al sedentarismo como la residencia estable. El sedentarismo es estatal, pero el nomadismo tampoco fue siempre aestatal, ya que parte de la migración fue interestatal: se viajó de un estado a otro. La promiscuidad sexual requiere del estatismo, aunque no siempre, porque ejercerla migrando sería más difícil, de lo que está bien asociarlos, pero esa asociación no es necesaria, ni necesariamente buena. La prostitución mujeril abarca a un conjunto de significados, referidos a la poligamia, el servicio sexual pago y la traición, y la varonera a aquéllas y a la homosexualidad. La homosexualidad de las mujeres rara vez es tomada por puta, pero el concepto le cabe en falso, porque el orden dominante castiga al ejercicio libre de la sexualidad, confundiendo al sexo con el estatismo, y sin asumir su propia prostitución, su mal carácter ni la participación predominante que tuvo en la promoción que se hizo para que la sexualidad sea lo patológica que es. La de la prostitución es una palabra mal utilizada, porque se le dieron sentidos que no se corresponden a su forma.

La confianza en la economía. Fe y crisis

La confianza en el futuro afecta a la economía porque las personas actuamos económicamente según la perspectiva que nos hagamos de la realidad, en la que incidió lo que se creía que iba a pasar. Entonces, el fideísmo causa que la historia sea crítica, porque se confía, se actúa sin saber lo suficiente y luego se fracasa, de lo que se reanaliza la situación.

La inflación alta debe ser estructural a la periferia

En los debates periodísticos de Argentina se le da mucha importancia a la inflación alta, pero se trata al tema como si en el resto de los países sometidos a los imperantes hubiera poca inflación. Los países que reciben grandes transferencias de recursos pueden sostener tasas inflacionarias bajas, pero los que los brindan deben tener un problema general para equiparar su moneda a la principal, el dólar, como el yuan en Oriente y en medida menor, de un tercio del intercambio internacional. Habría que investigar si los demás países, los del tercer y del segundo mundos, tuvieron tasas inflacionarias altas, en la modernidad, el medioevo y la antigüedad, durante lo cual el sistema imperialista se transformó hasta ser el que es hoy. Me falta conocimiento de historia inflacionaria. Debe haber habido más inflación crónica en la periferia que en el centro.

La inflación es un modo de extracción del plusvalor desde el sector público al privado, y afecta más al asalariaje y al lumpenproletariado. El sector privado es el capitalista, que ejerce una producción sofisticada fideísticamente, pero superior a la del fideísmo menor, que admira sus fabricaciones y quiere adquirirlas, por lo que se genera la exportación de productos sofisticados desde el centro a la periferia, generándose el déficit fiscal en esta última, agravado por el pago de la deuda de la toma de préstamos. En esas condiciones los precios suben, porque persiguen el nivel de los países más adelantados, cuyos montos son de nivel superior. Así como los centros imperiales predominan geopolíticamente, sus monedas son las más valuadas y los precios de los productos principales, que se administran y fabrican más en ellos, son los más altos. El tema con eso es que algunos de esos productos son malos, o hacen mal, lo que ocasiona que puedan convertirse en malas adquisiciones. De allí que la periferia deba razonar bien sus importaciones, lo que depende principalmente de la crítica popular, porque son los miembros de los pueblos periféricos los que deciden las compras que hacen, o mismo quienes se las exigen a sus gobiernos, lo que los torna reacios a la restricción de las importaciones de los objetos de tecnología de punta, aunque el tema es distinto para el caso de las compras gubernamentales, como las de armamento militar, o mismo para el equipamiento industrial, agrícola y servicial. La frivolidad popular también existe, y es influenciada por el ludismo de los pueblos, que aplica para el consumo masivo, de lo que son reorganizables por lo que tienen de malo. La cuestión es que esa reorganización tiene que ser social. No se la podría manejar desde arriba, lo que precisa de que la compresión humana acerca de la realidad sea exacta.

La fidencia pesa mal

Es lógico que en un sistema cognitivo en el que la relación entre el significado y el significante está algo mediada por la fe el uso del dinero, como representante abstracto de los bienes, funcione mal. Así como la fe falsea la representación mental, también hace fracasar al intento social de tener éxito en usar valores monetarios para intercambiar las propiedades, entre las cuales están las dinerarias. La economía requiere que las personas moderen bien su apetito financiero, lo que a su vez precisa de conocer bien al sentido de la vida, cosa dificultada por el pietismo, porque éste prohibió a algunas formas buenas del disfrute, igual que el capitalismo las impide de facto por el orden de la práctica que dispuso.

lunes, 26 de marzo de 2018

Un posible error etimológico sobre la indolencia

Los diccionarios comunes de internet dicen que la indolencia viene de una expresión latina referida a la falta de dolor ante un suceso, como la indiferencia, la actitud de aquél o de aquélla a quien algo no le importa. La indolencia tiene ese significado, pero el otro grupo de sentidos que se le da se refiere a la falta de colaboración. De hecho, la forma del término se corresponde con las expresiones de los dos grupos semánticos, tanto el relativo a in dolens como el de la no acrecencia, provenido del vocablo alo. Como el lenguaje es histórico, las definiciones oficiales no siempre son obligatorias, porque pueden estar equivocadas y porque los yerros lingüísticos tienen una validez particular, válida para el momento en que existieron si se les entendió bien el sentido, lo que depende entre otras causas de que se haya entendido la intención de quienes los cometieron. La comunicación exitosa depende de que se comprendan las intenciones de los participantes, de que éstas sean buenas y de que se consiga bien lo que se propuso, pero a su vez eso obedece a la ideología con la que se decidan los planes. Que la ideología humana sea buena es necesario para la buena convivencia, así que ahí hay un problema serio, porque la religiosa no lo es tanto como debe, lo mismo que la atea tiene su mal. De igual manera, la buena ideología tiene que estar bien plasmada en la ley, cosa difícil de lograr porque para eso la humanidad tendría que tener la buena sabiduría suficiente. Es un problema que la humanidad tendrá mientras que exista, y que definirá a los que la gente no querrá tener para sentirse bien. Que las personas tengan actitudes contrarias a sí mismas seguirá siendo un tema serio para la ciencia.

Otra palabra derivada de alo es la de deletéreo, sinónima de la decadencia.

El debate sobre la base y la superestructura está mal dicotomizado

En las ciencias sociales existe la discusión sobre si lo que prima para determinar la práctica social es la base económica o la superestructura jurídica, política y religiosa, a la que habría que agregarle la periodística, cosa que ya Althusser hubo resuelto bien, aunque haya estado loco y equivocado con otros de sus planteos, con la idea de la sobredeterminación. En verdad es un debate insensato, ya que ambas son instancias materiales, la más abstracta subsiguiente a la primera. Históricamente, en la historia humana, se dio así. El universo que conocemos hasta ahora comenzó con elementos livianos, que compusieron después a los más macizos, pero en la historia biológica terráquea la determinación pasó de lo más concreto a lo más ligero, lo que luego incidió en lo más concreto. Tuvieron una co-determinación iniciada por lo nutritivo y seguida por lo ideal, a lo que se usó para decidir cómo actuar para la supervivencia, algo de mala forma porque al debate sobre la práctica se le metieron malas ideas, que causaron muchos accidentes y enfrentamientos innecesarios, así como malos intereses, con las estratagemas de dominación que aparejaron. El idealismo vigente no es todo fideísta. Es un idealismo confuso porque en cierta medida fue forjado mediante la creencia, que obnubiló al discernimiento y que justificara a los relatos místicos, que con la institucionalización se tornaron en piadosos, a través del uso de templos y de libros, y que impulsaron al orden del comportamiento sacerdotal, en sociedades estamentales, desde que se hicieran sedentarias, con distintos modos de sometimiento de la clase más trabajadora, primero esclava, luego sierva y después asalariada, en modos que todavía coexisten, pero con predominio capitalista. Como el sacerdocio fue consustancial al gobierno, la ley del orden social fue diosera, acorde con el clero, así como tuvo una concordancia crítica con los mayores propietarios económicos. La clase privada aúna al clero alto con las altas finanzas y empresas y el gobierno, en una alianza inestable que a su vez es pujada desde abajo, con las contradicciones internas que tiene la base y la conciliación repugnada entre ambas partes.

Esto aplica bien para Occidente y puede que requiera de retoques para el resto del mundo, pero en general fue así.

De la generación del capital más abstracto efectuada por los capitalistas

Una falla del marxismo es que omitió reconocer al valor más abstracto, el financiero, creado por los capitalistas. Los empresarios, sean capitalistas o no, generan valor de cambio, porque al efectuar sus tareas comerciales le agregan precio a los productos que venden. Los empresarios capitalistas, a diferencia de los comunes, se enriquecen mucho más de la extracción del plusvalor causado por sus empleados. Los empresarios comunes se enriquecen con la plusvalía de sus trabajadores contratados de un modo que no es capitalista, porque se trata de montos menores de capital, que también tienen su importancia. Luego, dentro de los empresarios capitalistas, existe la acumulación salarial, que es la de la plusvalía de muchos empleados, la del gran empresariado laboral, y después la financiera, que se basa en aquélla y cuyos montos son mucho mayores. Si bien la especulación financiera se basa en la economía salarial, el acrecentamiento del valor que realiza es obra de los capitalistas del sector, y su creación es muchísimo más grande que la de los obreros: un grupo relativamente pequeño de personas hace mucho más valor abstracto que el grueso de la población. No obstante, el valor que genera es malo, es econópata, una patología económica grave, peor que la del fetichismo de la mercancía laboral, que se expande entre la especulación bursátil y la defraudación gubernamental, compuesta por el robo del tesoro público, el otorgamiento de malos subsidios, la exención impositiva a las grandes propiedades y la estafa de la deuda tomada por los gobiernos, a cuya plata se la queda la clase privada y que se la cobra al común de las naciones. El fetichismo de la mercancía va de simple a hipercomplejo, según se corresponde con los distintos niveles del empresariado y del comercio simple, como el de la venta de la fuerza de trabajo.

¿Podría existir un buen sistema de intercambio dinerario? Pienso que sí. Ya el vigente es bastante efectivo, incluso con todos los males que tiene. Lo que es seguro es que para que sea mejor que el de ahora tendría que dejar de ser fideísta y pasar a ser verador, porque eso permitiría precisar las mediciones.

jueves, 22 de marzo de 2018

El credismo es seudocientífico

Es mal cientificante. Todo el credismo. Desde la ortodoxia a la heterodoxia. El verismo también puede fallar, pero es más tendiente a la ciencia. La veracidad es más próxima a la ciencia y la creencia lo es a la poesía. La creencia es más dada a los relatos figurativos que la ciencia, que es más cercana a la exactitud. La poesía tiene su valor, y puede equipararse y superar a la ciencia, pero para eso tiene que ser de buen cientificismo. La poesía crédica es inferior a la ciencia verdadera, pero a su vez existe la ciencia crédica, que falla por depender de su adecuación al teísmo y por sostener las hipótesis en base a la apariencia, a lo que el empirismo no resolvió bien porque siguió sosteniendo a la hipótesis teísta, que a su vez es procapitalista.

martes, 20 de marzo de 2018

Para la buena lógica

En la universidad se debatió mucho a la lógica, porque brinda los modos de entender a las cosas, sin llegar tanto a buenos resultados por el trasfondo fideísta del asunto, que se recontra falseó cuando a su aplicación concreta se le agregaron las ambiciones mal acumulantes del capitalismo, sucesoras a las del esclavismo y el feudalismo, este último de los cuales también fue fideico. No obstante, la lógica hizo sus progresos, y la dialéctica marxista fue uno de ellos, aunque haya sido insuficiente para abarcar a los temas más complejos, los que tienen más que dos factores confluyentes, que quedaron sujetos a una poliléctica implícita inspirada en aquélla: se hizo el avance conceptual sin formalizarlo en una palabra bien definida, así como la ciencia liberal entendió mejor a la pluralidad de las causas, pero en los términos del fideísmo capitalista. La buena lógica sigue siendo la socialista, que es materialista atea, porque no tiene el error elemental de dar por cierta a la hipótesis teísta y porque es igualitaria, pero puede falsearse en sí misma y pierde por la falta de su adopción por parte de la sociedad.

lunes, 19 de marzo de 2018

De la posibilidad de la relección presidencial indefinida

Mientras que rija el sistema sufragista la relección indefinida no debiera ser un problema en sí misma, porque serían los votantes los que la decidirían. El recambio de autoridades no garantiza que el proceso sea democrático, así como fuera autoritario. El recambio entre gobernantes procapitalistas es autoritario porque implica el mantenimiento del capitalismo, e incluso los presidentes socialistas no pueden establecer una legalidad anticapitalista porque están sometidos a la constitución liberal, que es procapitalista. El carácter procapitalista de los gobiernos socialistas no se debe a su ideología, que es socialista, sino a su subordinación constitucional, porque las constituciones son procapitalistas. En tanto que no haya una reforma constitucional pro-socialista, los gobiernos socialdemócratas se verán obligados a ejecutar políticas progresistas enmarcadas en el capitalismo.

Del Grupo de los 20

El G20 no es el grupo de las 20 regiones soberanas más desarrolladas del planeta, 19 países y la Unión Europea. No es un grupo de 20 territorios nacionales unificados, así nomás, sino que depende del Instituto de Finanza Internacional, cuya sigla inglesa es IIF y que tiene sede en Washington. El IFI es una entidad compuesta por miembros de las mayores empresas, con predominio bancario, que impulsa al orden financiero global. La reunión de delegados de los gobiernos de la veintena de países más desarrollados es una convocatoria que esta organización del capital financiero le hace a los mandatarios para disponer sus negocios y su ley. Por eso el encuentro de hoy en Buenos Aires se titula “2018 IIF G20 Conferenceˮ, o sea, “Conferencia de 2018 del Grupo del los 20 del Instituto de Finanza Internacionalˮ. El IFI es la entidad suprema de las altas finanzas globales, o una de ellas, del nivel del Banco Mundial y del FMI, y regula tanto a la liquidez monetaria como a la economía salarial, por medio de su relación con los gobiernos. Es una entidad financiera monoteística.

miércoles, 14 de marzo de 2018

Bloques socialista y comunista

La segunda internacional gobernó efímera y cambiante al menos en Europa y América, cambiando su conformación según eligieron los votantes de las naciones liberales en que compitieron con los partidos conservadores y de progresismo religioso de centro, los que no llegan a ser socialdemócratas ateos, a la vez que el maoísmo gobierna constantemente junto a los restos de la tercera internacional, también instaurados como gobierno en la constitución, los de sistemas de partido único. Los gobiernos comunistas y los socialdemócratas coexisten en crisis, sin establecer siempre una relación concordante, lo que es un problema para la evolución histórica socialista, objetivo que ambos comparten. A la vez, deberán correlacionarse con los de progresismo procapitalista, que suelen ser los de religiosidad popular. La promoción del capitalismo hecha por los gobiernos comunistas y socialdemócratas se debe más a la hegemonía capitalista internacional que a sí mismos, y el capitalismo al que promovieron fue más gubernamental que privado, y menos especulativo en las finanzas que el fideísta de las grandes empresas. La primera internacional atraviesa a todos los bloques políticos gobernantes, igual que la cuarta, y el liberalismo predomina, tanto en su variante ortodoxa como en la alterna, que es la proteccionista, de progresismo crédico.

Fe y saber

El fideísmo se diferencia de la sabiduría en que ésta no se permite la apariencia, sino que se exige conocer bien a las cosas, que tienen superficie. A cada humano se le puede demandar que reemplace a la fe por el saber.

De la falsedad de la izquierda

Todo el arco progresista pierde, desde el centro a la ultraizquierda. La religión progresista no consigue superar la crisis histórica liberal capitalista. La socialdemocracia apenas puede sostener gobiernos intermitentes y débiles. La izquierda no consigue gobernar en el poder ejecutivo, o lo hace poco, excepto en el bloque comunista, en que gobierna algo mal. La ultraizquierda no gobierna nunca más que fuera de las sedes de gobierno, o está sumida en un pesimismo seudorreaccionario, el ultraísmo de la decepción fuerte de las ilusiones paternales para el desarrollo humano. El foucaultismo es un progresismo negado, inasumido y aparentador de reacción, porque es muy falso, llegó hasta a ser misántropo, pero en verdad tiene un fondo oculto de progresismo, tapado por el misticismo raro, denegador por la sucesión de derrotas, que se le traspasaron de la política árquica a la intimidad de las relaciones sexuales, que replicaron al esclavismo, celebraron la esclavitud, y proponiéndola como una forma de liberación, hasta ese punto le llegó la hipocresía. La izquierda, que es revolucionaria sea en la variante que sea, porque tiene aspiraciones de cambio social para mejor, existe fallada, es algo falsa, entre otras causas porque el cuestionamiento a la deificación dominante es minoritario, pero también porque su planteo no deja de ser teísta, así como tiene males políticos y económicos. La izquierda cree en versiones populares de los dioses principales, o en sus sucedáneos, como el Gauchito Gil, y en una serie de dioses raros, como el diablo, Zaratustra, Jah, Ogum, que se le entrecruzan al ateísmo, así como no puede lograr el buen orden propietario. La buena propietarización depende de toda la humanidad, por lo que los gobiernos socialistas no la podrían lograr, aunque se le acercaran. Entonces, además de gobiernos socialistas tendría que existir la autocrítica popular internacional, así como la privada, y ser suficiente, de lo que distamos mucho. Para que el socialismo funcione bien toda la humanidad debiera haber asumido bien al agnosticismo y al socialismo, pero en tanto eso no pase igual puede andar algo bien, aunque no todo lo deseado, que tampoco se satisfacería nunca por completo, no obstante lo cual pueda existir la satisfacción plena intermitente. Parte del programa socialista está siendo desarrollado por el liberalismo, de mala manera, como lo fue el establecimiento de repúblicas democráticas, o los derechos individuales y sociales, lo que le abre el paso a la crítica materialista. El problema ahí es el proletariado, sin cuya co-dirección bien concientizada la evolución histórica fracasa. Un índice de la aspiración evolutiva es la cientificidad proletaria, ligada directo a los relatos sacros, pero otro importante es el de la conciencia de la clase privada.

martes, 13 de marzo de 2018

Autocorrección sobre la sororidad

Acá en Argentina, y tal vez en otros países cristianos de habla hispana, está asociada la sororidad a la hermandad de las monjas, porque se tratan de “sorasˮ entre sí, pero la palabra también tiene uso popular en Italia, proveniente del vocablo “sorellaˮ, que significa “hermanaˮ, por lo cual cabe para hablar de la hermandad femenina, aunque en su acepción laica habría que despojarla de sus connotaciones clericales.

miércoles, 7 de marzo de 2018

La hegemonía creedora en la retórica política, con conclusión sobre la economía y otras cosas

Que la creencia arrastra a la oratoria política se nota en los debates televisados, en los que hasta los socialistas optaron por el modo creedor para sostener los argumentos. El materialismo debe impugnar al método de la argumentación creyente, porque supone saber sin estar seguro de hacerlo, de lo que se equivoca muchas veces. La creencia es próxima a la opinión, por lo que la opinión pública tiene mucho de crédica, y causa a la mala interpretación social de los asuntos comunes, porque permite el autoengaño de tomar por verdad a lo que son las propias ideas, mal entremezcladas con intereses seudoegoístas, deseos mezquinos, malevolencia, intenciones oscuras, nociones poco elaboradas y así, a la vez que a los fieles se les dificulta más expresar sus cuestiones naturales reprimidas por los cleros, y viven examinándose a sí mismos según los relatos sagrados a los que profesan y que se intersectan con algunas de las ideologías políticas, pero además porque los humanos nos diferenciamos en bandos conceptuales que están en una lucha histórica por la asunción social de la verdad, coextensiva con la de la definición de nuestra práctica, en la cual resalta la de la propiedad económica, que es la más necesaria para la subsistencia. La economía está directamente ligada a la alimentación, la vestimenta y la vivienda, por lo que es bastante agrícola e industrial, así como servicial, pero es incidida por las finanzas y la religión, en una determinación secundaria a las más básicas de las acciones voluntarias. Más natural que la economía es el parto y la lactancia, iniciando la crianza, pero ambas dependen de la provisión de los bienes necesarios para vivir. La economía es posterior a la generación espontánea de los seres vivos. Podría pensarse en una economía vegetal, la de las plantas, si se tomara al territorio ocupado como casa en el sentido de lugar de existencia, el metafórico de la morada. Que la economía es animal es indudable, ya que hasta los insectos se hacen de un lugar para residir. La apropiación es tanto animal como vegetal. Entonces, la vida es precondición de la economía. La economía no es el nivel más bajo de la práctica social humana, ni el de la de ninguna otra especie viviente, sino que se yergue sobre la existencia natural, de generación espontánea. Se combinó materia inerte de casualidad y se formaron las primeras células en el agua. Esa casualidad respondió a un conjunto de causas que no sabemos que respondieran a la intención divina de que se generara la vida.

La respiración es un acto previo a la economía, más fisiológico que voluntario, porque es regulado inconcientemente, pero se la puede controlar según las decisiones individuales.

La contemporánea es una época degenerativa

Tras quebrarse las ilusiones liberales sobre el progreso, con las dos guerras mundiales, rematadas a bombas nucleares en Hiroshima y Nagasaki, la degeneración moderna y fea adquirió peor carácter. El liberalismo se sostiene de facto, con sus ilusiones destruidas, los llamados corazones rotos de la esperanza sacerdotal, la mojigatería, durante la crisis del capitalismo, en cuyas finanzas el valor del producto abstraído en moneda que se obtuvo con la especulación es muchísimo más grande que el laboral, lo que da cuenta del desfasaje entre la condición social popular y la privada, en el que la maldad se estableció como principio central en el ordenamiento de la práctica social, y el tema es todavía peor. La degeneración social, promovida desde varios discursos, de todo el espectro político, está muy extendida, aunque sea en crisis porque las personas hacemos el balance de nuestra propia experiencia, que fue influida por nuestra actuación. La testarudez humana es un problema serio para la especie, porque impide asumir lo necesario para resolver los conflictos. Cada persona se las verá en el problema de admitir sus errores para reponer su vida, colectivamente, según las identidades, que se articulan de hecho: hacen a una composición caótica de identificaciones.

La corrupción del sistema social vigente es un síntoma de su crisis, por lo que permite entrever la posibilidad de su caída y su eventual reemplazo por un modo superior.

Del sentido común dominante y la corrupción capitalista

La clase capitalista logró instalar la idea de que el gobierno es ineficiente y corrupto mientras que las grandes empresas son honestas y responsables, de lo que el común de la gente tiene cierta culpa, por haberse dejado convencer de semejantes disparates, y por repetirlos, los que ahora pueden ser más cuestionados que antes porque el nivel de fraudulencia capitalista llegó a una intensidad inocultable. No obstante, lo que se conoce de esta corrupción es muy poco respecto del total, y tampoco se asumió que la extracción de plusvalía también es inmoral, aunque sea legal. La malicia capitalista atraviesa tanto a los negocios gubernamentales como a los privados.

El derecho al aborto y el particularismo

Con la prédica de lo particular a los movimientos sociales se les dificulta concretar sus aspiraciones, porque les falta el buen correlato partidario y gubernamental que se los permita. En Argentina se está por votar en la cámara de diputados la legalización de este derecho, pero, incluso si ganara en dicho recinto, tendría además que ser aprobada en el senado, lo que sería menos probable, y luego el presidente podría vetarla, o demorar su promulgación, no sin cierto costo político, que implicaría que el aborto se mantuviera prohibido. La recaída en los particularismos segmentó a los reclamos progresivos y obstaculiza la solidaridad entre los demandantes de las distintas causas, que deben presentarlas para que se las sintetice en los partidos políticos y sensibilizarse con las reivindicaciones ajenas que lo merezcan. Mientras que cada movimiento siga acotado a sus propias reivindicaciones las victorias específicas se le dificultarán, y más aún el progreso conjunto, que depende de la ley, por lo que requiere del gobierno y de los partidos. Más importante todavía es la calidad política de la base social, que es la más determinante porque es la mayoritaria. Las cuestiones intermedias, y las superficiales en particular, suelen atraer más la atención de la opinión pública, por lo que se les dedica más esmero, pero la base social es lo más importante para la sociedad, por lo que cabe que se la cuestione, lo mismo que a las clases de arriba, por los defectos que tiene, que repercuten en el conjunto y que pueden provenir tanto de sí misma como de las instancias superiores.

lunes, 5 de marzo de 2018

La Unión Europea y los partidos socialdemócratas

Los partidos socialdemócratas están sufriendo desprestigio en Europa a consecuencia de su apoyo a la unión continental, cuyo orden es liberal ortodoxo. El progresismo aceptó la creación del bloque de naciones, por haber sido internacionalista, pero entonces convalidó al modo de gobierno de la troika, que es privatizador, por lo cual ahora, que el modelo europeo persiste fracasado, los pueblos decepcionados se vuelcan bastante por alternativas nacionalistas, o de unionismo negativo, como el Brexit, el Partido Cinco Estrellas y los brotes xenófobos en Alemania, Austria y Polonia. La unidad europea es deseable para la izquierda, pero habría que evaluar si el marco legal y político permite la adopción de un buen modelo, o si no es necesario el desmantelamiento de ese gobierno plurinacional para replantear al buen internacionalismo. El modelo europeo parece conducir a una crisis irresoluble en sus propios términos, por lo que cabe analizar si merece apoyo, pero también hay que pensar a las naciones de Europa, que son bastante religiosas y procapitalistas, lo que hace a la base firme de la derecha continental, que se transforma lento, a mediano plazo, lo que le da una plataforma vigorosa a los partidos conservadores, que hace a las limitaciones del progresismo moderado y a la minoridad de la izquierda. Hasta que no haya una autocrítica de las naciones a sus propias malas decisiones políticas a la izquierda se le dificultará conseguir sus objetivos. Es necesario reconocer la proporción de la clase asalariada que tiene posturas reaccionarias y conservadoras, como la relativa a los migrantes, o mismo la asunción obrera del lugar de los gobiernos europeos en la destrucción imperialista en Medio Oriente y el África mediterráneo, de la que aquéllos huyeron, y además no se debe acotar la crítica al asalariaje, sino completarla con la de las otras clases. El establecimiento de una estrategia política exitosa requiere por un lado de un buen análisis social y político, pero además de un complemento crítico entre las fuerzas progresistas, coartado por la debilidad coyuntural, eso como base a mediano y largo plazo, que podría avanzar en la transformación, más lento o más drástico, de acuerdo a la predisposición contradictoria del conjunto social. No se puede revolucionar mucho más rápido de lo que quiera el proletariado progresista, y en épocas de reflujo la magnitud del retroceso también en mucho se debe a su politicidad, ligada directo a la conciencia masiva, que es manipulable porque los grandes medios comunicativos son privados y porque el hábito creyente instaló la lógica de tomar a los argumentos como verdaderos ignorando que lo sean, al desincentivar la crítica, de lo que la sabiduría social es algo confusa y falsa.

viernes, 2 de marzo de 2018

El bocha espinada se agrandó mal

Cuando Jesús pensó que dios lo envió para redimir a la humanidad se consideró a sí mismo como superior al común de la gente, en lo que se equivocó. Jesús fue un miembro de la especie humana como cualquier otro, con sus características particulares. Fue un ser humano, animal como todos, con su maldad y su bondad, quizás ésta mayor que la de muchos, o no, pero no es aseverable con certeza plena que dios le haya asignado la misión de salvarnos.

Lo salvaje

Es lo propio de la selva. Luego a la palabra se le dieron más definiciones, alegóricas a la proveniencia selvática pero también equivocadas en parte. Los pueblos salvajes son los de la selva, así como los primitivos son los más apegados a la cultura simple. Los pueblos bárbaros, de cultura intermedia, y los más civilizados, son superiores a los salvajes, por su mejor armamento, pero eso no quiere decir que sean más buenos. Nada más implica que los pueden dominar. Falta distinguir a la buena superioridad de la mala. Las tribus salvajes pueden ser mejores en algunas cosas que las naciones sedentarias, a lo que habría que saber en concreto, y eso no quita la necesidad de corregir los males de las estatales.

jueves, 1 de marzo de 2018

Teísmo estricto y acumulación de capital

El fideísmo capitalista precedió al idealismo actual. A iniciarse el capitalismo fue del todo fideísta, ya que no hubo entonces ninguna nación de gobierno ateo, lo que sucedería recién a partir de 1917, desde cuando se generaron los gobiernos ateos en el mundo, incluso en naciones fieles. La nación china, la india, la coreana y la cubana, e igual las de gobiernos ateos sufragados en sistemas pluripartidarios, son muy creyentes en grandes relatos religiosos. El ateísmo, a su vez, se propuso el socialismo, y sigue siendo socialista aunque no lo concrete y sea contradictorio, cosa que pasa en todo el bloque socialista, con los cambios que vino teniendo y que tendrá. Entonces, la condena a los gobiernos ateos por no lograr sus pretensiones máximas es inefectiva, porque si bien señala la falta política, no sirve bien para resolverla, porque la socialización no depende únicamente de los gobiernos, que son sólo una de las instancias mayores de poder social y que son minoritarios respecto de la base social. Aún así, la crítica algo vale, pero es injusta también en parte. Debe ser una crítica justa, para tener sentido ganador.

Cabe postular que existe una relación esencial entre el fideísmo y el capitalismo, así como otra entre el ateísmo y el socialismo. En concreto, los socialistas ejercieron una acumulación más de carácter gubernamental que privado, y menor en general que la de los capitalistas liberales. La economía de la que hablamos es sedentaria por ser agrícola. El ateísmo podría ser capitalista, por lo que no basta para prevenir la mala acumulación vigente, sino que ésta requiere de una atención en particular, que tal vez sea poco necesaria, en el caso de que cierta deificación laica sea un factor de hiper-capitalización, lo que es factible porque entre los capitalistas cundió mucho la prédica del esfuerzo individual como motor del enriquecimiento, sin reconocer el lugar de la extracción de plusvalía en el asunto, así como la idea de la misión civilizatoria, sucesora de la evangelización pero en términos del fideísmo laico de la reforma protestante, que se propuso no la conversión al cristianismo de los infieles sino la imposición de la democracia liberal como credo político de monoteísmo tolerante con las diferencias religiosas, pero suponiente de que su propia fe es la verdadera. Habría que estimar, en proporciones, qué porcentaje de los magnates del mundo pertenece a cada religión, lo que daría que la mayor parte son cristianos, protestantes en primer lugar, luego católicos y ortodoxos, y tras ellos estarían los musulmanes, hinduistas y demás, pero esto no agota al tema, porque hubo sobrepropietarización en todas las concepciones y porque la mayor parte de los fieles no son capitalistas. La adopción del modo de vida capitalista puede soler estar dada por una combinación de ascética religiosa estricta con ambiciones personales desmedidas y empoderamiento a través de la capacitación científica y tecnológica, sumadas a la obtención de medios económicos mayores y al favorecimiento gubernamental. La clase capitalista atraviesa a los sectores público y privado, predominando en este último, pero gran parte de su desarrollo se debe a los gobiernos.

En particular, habría que ver si el porcentaje de ateos en el mundo es mayor o menor al de los que además son capitalistas.