martes, 30 de abril de 2024

Notas del debate de la "ley Bases" en el congreso argentino

 Ayer y hoy se debatió el proyecto de ley "Bases y puntos de partida para la libertad de los argentinos" en la cámara de diputados, quienes buscan una salida para la crisis del país desde distintas posturas. Una cuestión muy señalada fue la corrupción kirchnerista, que fue exagerada porque no hubo mucho enriquecimiento individual y constitucionalmente delictivo entre los gobernantes kirchneristas, que en parte se enriquecieron de forma legal -el robo por coimas en la obra pública se debe haber usado más para financiar sus campañas electorales, en que los partidos de derecha ortodoxa tienen ventaja porque reciben aportes mayores de las grandes empresas-, pero además porque las denuncias se centraron mucho en quienes las cobraron y muy poco en quienes las pagaron -como lo debe haber sido, entre otras, SOCMA, dados los millones de dólares de los bolsos de José López que pasaron por Finansur-, esto por una alianza de clases entre sus empresas licitatarias y el periodismo más conservador, temas que resta esclarecer porque no se los conoce bien a fondo y entonces son difíciles de dimensionar, pero aparte no se considera corrupto al régimen de plusvalorización legal, que es una fuente constante y grande de pérdida nacional de recursos financieros. La apuesta mileísta apunta a resolver la crisis sin afectar este régimen a la baja, por lo que es insuficiente, pero además empeora porque le sacaría más capitales a la base social y se los daría a su altura, con la pretensión de que unos pocos oligarcas ya muy sobreatareados se encarguen de reinvertir millones de pesos para reactivar la economía, lo cual no pueden hacer mucho porque no les da el cuerpo de tantos negocios que manejan. La creación de puestos de trabajo tiene que darse por una reinversión masiva, para lo que tiene que tener más plata la mayoría del pueblo, pero tendría que ser decreciente para resolver bien la sobreproductividad. Se le echó la culpa al kirchnerismo por aumentar mucho el empleo pagado por el gobierno, sin decir que redujo el desempleo causado por el ingreso del capital más privado durante el menemismo, que quebró a muchas pymes e implicó despidos de trabajadores públicos, así como se lo acusó por la inflación, que fue más por culpa de los oligopolios y de la especulación con el dólar que de la emisión monetaria de la presidencia de Alberto Fernández. No se reconoció que Argentina es un país liberal debido a su Constitución, por lo que se insiste con recetas ultraliberales para tratar de resolver la miseria causada por el liberalismo reconstituido con la reforma del ´94, tradicional en el país desde su creación en 1810, ni se señaló mucho del lugar de la corrupción judicial y debitaria, en particular la del préstamo inconstitucional del FMI a Mauricio Macri, como grandes fuentes suyas. La corrupción, como rotura compuesta, no es mala en sí misma, aunque en general sí lo es y debe ser bien impedida, pero a la gubernamental se la debe condenar en buena correlación con la sanción a la del pueblo, porque, si no, se encarniza de más con el gobierno y de menos con su pueblo, por lo que la crítica se desproporciona.

 La idea de que el período de prueba por un año implicaría despidos sistemáticos, al cumplírseles este plazo a los trabajadores nuevos, para que sus patrones paguen menos por ellos, no es del todo cierta, porque algunos empleadores necesitan que sus obreros estén capacitados, así como conocerles, lo que se da con el tiempo de trabajo en la empresa, pero es verdad que esta modificación facilita los despidos y amplía el período de contratación barata. A algunas pymes esta diferencia les implica existir o cerrar, pero a muchas empresas les apareja mayores o menores ganancias netas, que suelen ser superiores a las de los trabajadores a sueldo. Entonces, debiera ser un régimen especial, sólo para empresas de ganancias netas nulas, o algo por el estilo. El argumento de cambiar el período de prueba para beneficiar a las pymes tiene la contra de que la política de apertura de importaciones y de privilegio al capital trasnacional y reaccionario va a golpearlas duro, así como la contracción del mercado interno dada por la inflación y el ajuste regresivo del sector más público, lo que da cuenta de que es una excusa para aprobar esta contrarreforma.

 La dictadura es contínua en el republicanismo, porque se maneja con dictámenes gubernamentales y dictados periodísticos. Las dictaduras militares antidemocráticas (los gobiernos democráticos también son militares, porque tienen ejércitos, comandados por los presidentes) fueron, en total, más de derecha que los gobiernos votados en sufragio universal, pero algunos de los gobiernos votados en masa fueron tan de derecha como esas dictaduras militares, e incluso más que las moderadas, como la presidencia de Milei, que en algunos aspectos es tan de ultraderecha como la dictadura de 1976-83, aunque mucho menos represivo, y es más de derecha que la dictadura militar de 1943-46, de Ramírez y Farrell. Quizás se parezca más a las dictaduras de Uriburu (1930-32), Lonardi y Aramburu (1955-58), Guido (1962) y Onganía, Levingston y Lanusse (1966-73), que fueron de liberalismo aristocrático pero no reprimieron tanto como la del ´76.

 La idea de que la inclusión jubilatoria fue abusiva por igualar a quienes no aportaron 30 años con quienes sí lo hicieron no tiene en cuenta que las amas de casas trabajaron sin cobrar, por lo que no podrían haber aportado, al igual que quienes trabajaron en negro y los más enfermos, que rara vez accedieron al mercado laboral más formalizado por el esfuerzo que demanda, como el educativo, de trámites y de tareas de manejo de plata, que es poco apto para quienes son más débiles. La injusticia jubilatoria se da más por las jubilaciones de privilegio, tanto las del "sector público" como las del "privado", pero la desfinanciación del gobierno se debe más a las ganancias capitalistas "privadas", tanto las legales como las ilegales para la justicia constituida, que a las jubilaciones más caras. No siempre está bien suponer que quien más aporta debe cobrar más, porque el esfuerzo individual depende de la salud personal, que no es del todo controlable por los sujetos, es decir, que así se convalidan diferencias sanitarias, además de que quienes comparten el credo constitucional cuentan con ventaja jurídica para desempeñar sus negocios y obtener pagos, pero es cierto que la igualdad jubilatoria no debe ser absoluta: sucede que la desigualdad actual es demasiada, pero anularla por completo tampoco serviría bien. La motivación remunerativa para el esfuerzo individual vale bien en cierta medida, pero no más allá suyo.

 Un tema mencionado por izquierda y por derecha es el del parasitismo. Cada cual señaló a distintos grupos humanos, respectivamente unos magnates y la militancia kirchnerista que accedió a cargos oficiales, como parásitos, lo que se debe a que el parasitismo describe a la conducta de quien rodea a la comida, o sea, que se aplica a toda la gente en algún momento, así como sus acepciones más específicas también se adecúan a muchos hombres en diferentes ocasiones. Otro tema es el de la "casta", que también es definida de distintas maneras y aplicada a distintos grupos humanos de acuerdo a la interpretación y los objetivos de cada cuerpo político que la nombró. El vocablo latino "castus" significa "puro", pero se lo usó para describir a la clase alta india, a la que se pertenecía por herencia de nacimiento, como la nobleza monárquica europea, antes de definirla como grupo social cerrado, lo cual habilita a que se use a esta palabra para nombrar a distintos objetos, pero entonces se lo debe hacer indicando bien el alcance de la expresión, ya que hay muchos grupos humanos cerrados, además de que ninguno lo es del todo. 

 El parlamentarismo actual tiene el defecto de que decide por mayoría, lo cual le quita importancia al contenido de sus debates: los temas se discuten, cada parte presenta su postura y un poco adoptan buenas razones entre sí, pero algunos quedan sin buen saldo, con afirmaciones sin cotejar, o poco cotejadas, faltas interpretativas y desinteligencias, entre otros vicios legislantes, a pesar de lo cual se los decide por voto, con lo que, si la puesta en común fue insuficiente, se toman malas decisiones que tienen malas consecuencias, y la puesta en común dista de ser suficiente, porque hay varias concepciones en pugna que no explican del todo bien la realidad, en particular por la adhesión de clase, que está lejos de alcanzar una buena síntesis completa, que se vincula distorsionadamente a los credos teológicos y más directo con las ideologías políticas y científicas.

 El salario es una ganancia porque se lo gana, pero es una que no suele exceder por encima al monto preciso para el buen equilibrio social, o que lo excede por poco, con salvedades (el defecto que tiene se da sobre todo por ser inferior al límite deseable, peca más por mengua que por sobra, como el satanismo, que es demasiado partidario de la inferioridad). De todas formas, el impuesto a las ganancias en cuestión es injusto porque no se grava en proporción a las ganancias mayores, que son las del gran capital. El esfuerzo más grande que los titulares de las empresas pueden hacer respecto a sus trabajadores asalariados por un lado es relativo, porque estos obreros pueden trabajar más horas diarias que ellos algunas veces, y por otro, si bien justifica un pago superior, no lo hace en cualquier medida, sino en una que se debe definir bien y que es menor a la acostumbrada, lo mismo que pasa con la adquisición de calificaciones y capacidades profesionales y técnicas. Cuando una clase humana cree que merece más de lo que merece comete una falta, pero también cuando una cree que merece de menos, a lo que se justifica con ideas como que el reino de los cielos será de los pobres, asunto que se debe enmendar bien porque el buen reclamo ganancial de clase es necesario para ajustar bien el pago internacional. A la vez, la reducción de las ganancias sobrantes debe ser acompañada de una disminución de la sobrecarga y de las responsabilidades laborales de los empresarios, cuestiones vinculadas al juicio sobre sí mismo y el otro, y sobre la conducta propia y ajena, que dependen de las interpretaciones religiosas, incluso las alternas, como las ateas y agnósticas.

 El crecimiento económico que traería el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), aparte de habilitar el lavado de dinero de negocios clandestinos, sería excluyente, o sea, que la economía argentina aumentaría dejando al margen a grandes sectores del pueblo, como en el menemismo. Lo que hace falta es un buen decrecimiento inclusivo, pero eso depende del voto del pueblo, por lo que hay que abrirse a opciones preparatorias, que sean de mediocridad benigna.

 La privatización minoritaria de empresas del gobierno debiera ser bien tomada en cuenta, pero, bajo gobiernos supra-conservadores, tendría que ser muy bien condicionada.

 El sistema de gobernantes a sueldo atenta contra la democracia, porque, al especializarse tanto las funciones de mando, a la mayoría de la humanidad se le hace imposible seguir bien a fondo los debates, que en este caso se basan en un texto muy complejo de cerca de 350 páginas, al que pocos pueden leer entero y deteniéndose a estudiar las partes difíciles para entenderlo bien y por completo. La extensión y refinamiento de este proyecto de ley da cuenta de un hipercriticismo, que es maligno por ser tan largo y sofisticado, porque así es para conocimiento de pocos, en tanto que la ley, para ser bien armónica, debe ser bien comprendida y aceptada por el conjunto de la sociedad. La aceptación de la ley actual es ficticia, porque se supone que los legisladores representan el mandato de sus votantes, pero eso no es así del todo, y entonces el sistema tiene fallas legislativas recurrentes, además de que el pueblo, sujeto de la soberanía, a veces elige malas opciones. Después de presentarse en diciembre la primer versión de este proyecto de ley, se la redujo, haciéndola menos larga y complicada, de 232 artículos en 182 páginas muy poco leídas por el pueblo argentino, y si el senado lo aprueba con modificaciones volvería a cambiar y a ser discutido por las diputadas, de quienes hay quienes dicen que no trabajan, como si leer tanto y debatirlo no requisiera esfuerzo. ¡Así es la razón popular a veces!

lunes, 29 de abril de 2024

De la transexualidad humana

 En los hombres hay transexualidad, más allá de las operaciones de cambio de sexo y del uso de hormonas exógenas, porque algunas personas adoptan características corporales del sexo opuesto más de lo normal, como las mujeres que más se masculinizan y los varones más feminizados, a quienes no sólo les cambia la actitud sino también un poco el cuerpo. El cambio corporal en parte se da por la segregación hormonal, pero también por la realización de actividades nuevas, que antes el sujeto no hacía, debida al cambio de género y que, por ejemplo, afecta a la musculación, y hay otras modificaciones en juego, como las psíquicas y cerebrales.

 El uso de hormonas artificiales y prótesis me parece injusto mientras que no se hayan resuelto bien las necesidades más básicas de la población, e incluso así debiera ser bien analizado por sus consecuencias a largo plazo en quienes lo recurren y por respeto a los fabricantes de sus implementos y médicos, quienes tienen trabajos pesados que no debieran ser sobrecargados y lo son, entre otros temas como los de la gerencia hospitalaria, que es afectada por las tareas que le demanda su clientela.

De los juicios del "Me too" y la sexualidad entre adultos y adolescentes y niñas

 En estos juicios, que trascendieron el espacio estadounidense y se dieron en varios países, la defensa extrema de la privacidad opera en contra de la justicia y de la reparación de las víctimas, porque, al mantenerse los datos de fondo en secreto, el público que se entera de los casos por medio del periodismo no puede juzgar por sí mismo las acusaciones, y entonces no sabe si se cometieron los delitos denunciados: queda a la merced de que los jueces instituidos hagan bien su tarea, sin poderla evaluar con pruebas suficientes, lo que termina en que, en los debates sociales sobre los delitos, se apela a las sentencias como fuente de autoridad para convalidar las opiniones propias, cuestión que lleva a equivocarse cuando las sentencias no son ciertas y que es improcedente porque, para saber si la sentencia es buena o no, hay que haberla evaluado bien, y a veces ni siquiera así se lo puede discernir.

 La reparación de las víctimas de ofensas sexuales es impedida por las razones equivocadas en materia sexual, que como se cree que son verdaderas permanecen operando para mal en el tratamiento social de esta violencia, que entonces no es del todo bien esclarecida, dejando puntos oscuros en que las víctimas no encuentran motivos verdaderos para comprender bien lo que les pasó, así como a los victimarios se les condena algo mal, porque como la sexualidad es tabú no se la concibe con la razón verdadera suficiente y entonces se la tematiza y obra mal. Falta entender que las opiniones equivocadas sobre el sexo tienen incidencia en las violaciones porque pervierten la práctica sexual de quienes terminan haciéndola delictiva, además de concebir un modelo que considera como delictivas a algunas que no debieran ser tomadas así, como la sexualidad de la primera adolescencia, que no necesariamente es abusiva y que es deseada con fervor por los adolescentes primerizos, que entonces padecen la pena de tener un deseo sexual muy pronunciado sin poder concretarlo tal como lo quieren casi nunca, y si lo hacen con adultas es de forma clandestina, lo cual les acarrea una serie de persecusiones, secretos y mentiras que les apesadumbran a ellos y a sus compañeros sexuales adultos (del género que sean), quienes directamente son tratados de pedófilos y quedan al margen de la ley, o muy condenados y presos, donde pueden haber sufrido violaciones carcelarias consideradas como justicieras por algunas personas. Esto se agrava en la sexualidad infantil, sobre la que pesa una prohibición absoluta que le causa a los niños una castidad extrema, hasta en caricias y besos, cuyas consecuencias psicológicas y sociales están poco estudiadas, pero que no se resuelve bien con cualquier permiso. La sexualidad infantil y adolescente deberá ser bien analizada y debatida para resolver bien sus injusticias y permitirla de una manera que sea sana, de forma parecida que la adulta, porque la castidad absolutizada no es una buena solución, ya que conlleva abstinencias exageradas que entristecen, como también apesadumbran las transgresiones sexuales malignas, que responden mal al exceso de represión sexual y dependen de la concepción social de la historia y del orden productivo internacional.

 Esta es una postura permisiva respecto a la sexualidad de adultos con adolescentes, incluso primerizas, en ciertas circunstancias de al menos consentimiento mutuo, sino también con alguna licencia social, quizás entre otras como la justicia económica, y prohibitiva para niños, de todo género y sexo, pero que promueve una investigación y debate, esto dentro del marco de la obediencia a la ley instaurada, o sea, que mientras que la ley dicte la prohibición se la debe respetar. No es un impedimento necesariamente eterno, sino temporal, pero puede que lo mejor sea hacerlo eterno, de acuerdo a la realidad del asunto.

 Creo que, con la de problemas que hay, dedicarle tanto esfuerzo a la cuestión sexual no conviene bien: hay que tematizarla en su medida justa.

sábado, 27 de abril de 2024

Al final, ¿viven o no?

 Terminó la pandemia de coronavirus espigado y empezó una epidemia de dengue en Argentina, y seguimos sin habernos puesto de acuerdo sobre si los viruses son seres vivos o no. También me da la duda de si las palabras "pandemia" y "epidemia" son adecuadas a su objeto. De una revisión rápida por el DECEL me da que no lo son, porque en sí mismas significan "todo el pueblo" y "sobre el pueblo", en tanto que sus definiciones son las de la peste internacional y la nacional. Ninguna de las dos tiene una referencia explícita a la enfermedad, e incluso en el DECEL dice que "pandemia" viene de la expresión griega "pandemon nosema", es decir, que la expresión original sí nombraba al padecimiento, con el vocablo "nosema", presente en "nosología". 

 La palabra "dengue" viene del idioma suajili y quiere decir "convulsiones" y "calambre". El suajili se habla en el este africano, pero no en Egipto, de donde viene el mosquito que lo transmite, sino desde Somalia hasta Mozambique. El nombre del suajili viene del árabe y quiere decir "costero", porque se lo habla en la costa de océano Índico, pero no es lo único costero que hay, ni el único idioma de orilla. Con los nombres de los idiomas debe pasar como con los otros, que están bastante desacertados. El castellano se define así por ser de Castilla, una región llamada así por sus castillos, que no los hubo sólo en ella.

 También habría que renombrar a los viruses, ya que ni siquiera todos nos envenenan, y, los que sí lo hacen, no se caracterizan sólo por eso, sino que tienen rasgos propios aparte de ese efecto suyo en nosotros. Son microrganismos menores que las bacterias (que tampoco tienen todas forma de bastón), no recuerdo si en general de núcleo de ARN, que es un ácido nucleico más chico que el ADN, que quizás sea más frecuente en las mal llamadas "bacterias".

jueves, 25 de abril de 2024

El significado del nombre "Karl Heinrich Marx"

 "Carlos" significa "hombre", "hombre libre" u "hombre viril, fuerte o guerrero". Las etimólogas no se ponen de acuerdo. "Enrique" es "rector de casa", y "Marx", "martillo", y tal vez "límite o frontera", no entiendo porqué la ambivalencia. En la entrada de "martillo" del DECEL dice que no hay que confundir al vocablo latino "marcus" con el germano de "mark", usado para hablar de los bordes, así que el sentido del límite no es seguro. En todo caso, el significado de este nombre es el del hombre que dirige un hogar y que martilla, lo cual no describe bien al Karl Marx más famoso, cuestión que es normal en los nombres oficiales de hoy en día y que da cuenta de la falsedad humana, correlativa de la crisis de nuestra especie. Para que la humanidad se comporte bien sus nombres deben ser verdaderos, salvo en joda u otras excepciones.

domingo, 21 de abril de 2024

¿Porqué algunos zombies compran cerebelo?

 Porque trabajan en el sector público (o en negro).

Rusia es liberal

 Aunque no parezca, porque se enfrenta al bloque de la OTAN, Rusia es una república de gobierno tripartito, ecumenismo religioso con primacía cristiana, libremercado, salariazgo y elecciones polipartidarias. Sucede que Vladimir Putin es un ex comunista aliado con el PCCh, por lo que quizás su liberalismo sea moderado, como en el keynesianismo, aunque retrasado en derechos de diversidad de género y sexual. Habría que estudiarlo, junto con otros muchos subtemas de su historia política, algunos de los cuales no fueron bien saldados, como la muerte de Alekséi Navalny. 

 A partir de la caída de la URSS, el gobierno ruso no centralizó la economía tanto como el chino, aunque se aproximó a ello con su guerra contra Ucrania, que requirió de un manejo de recursos nacionales por parte de la presidencia mayor al previo. Con las privatizaciones de las empresas soviéticas hecha desde el mandato de Boris Yelstin se formó la oligarquía rusa, que pactó con Vladimir Putin un acuerdo para mantener al país en orden. Es probable, pero no seguro, que el capital del empresariado más alto, y mal llamado "privado" (como si los gobernantes principales no emprendieran ni se apartaran para desempeñar ese rol), sea mayor que el de los gobernantes reconocidos como tales. El ruso es un liberalismo muy cuestionado por el bloque estadounidense y europeo, por buenos y malos motivos, pero que cumple con las condiciones de las repúblicas llamadas "liberales", cuyas atrocidades no son muy distintas a las de sus detractores de la OTAN. Hasta puede que sean menores, lo que no les quita importancia. Desde que la URSS dejó de ser, Rusia adoptó un modelo de Constitución liberal, que fue reconocido en el mundo como capitalista, pero antes también tuvo un sistema de captura en gran escala, aunque algo diferente del capitalismo más considerado como tal, cuestión que se expresó en debates sobre la riqueza de los gobernantes comunistas y que aún persiste en los referidos al modelo de consumo chino, que puede ser concebido como capitalista porque depende de la captura, encima de gran sofisticación, pero que no es del todo como el capitalismo de liderazgo monoteísta, que también conlleva asociacionismo: las palabras con que se dicotomiza la polaridad política (como "capitalismo" y "comunismo", y "socialismo" y "liberalismo") son empleadas con falta semántica, lo cual causa defectos argumentales e interpretativos que algo impiden su buena resolución.

 De modo parecido, la confusión que hay con lo libertario, que puede designar a posturas de izquierda y de derecha, responde a que no está bien resuelta la cuestión simbólica, porque el término "libertario" remite al lugar de la libertad, lo cual es reivindicado por casi toda la humanidad, aunque de diferentes maneras, sin que se haya establecido bien el significado de la libertad y habiendo la palabra "liberal" para nombrar a lo mismo, aunque con una connnotación en general de derecha, salvo para el progresismo liberal, que a veces es de centroizquierda. Las palabras "libertario" y "liberal", en sí, refieren a lo que libera, y sus adherentes están a favor de la libertad, pero no siempre la consiguen bien: a veces la logran de mala forma y otras no la logran, así que la humanidad debe evaluar bien si la adscripción a la libertad es buena y verdadera o si no lo es, para lo cual debe descubrir bien el significado de la libertad, que puede ser el de lo leve, que no es bueno de cualquier forma. Si la libertad es la liviandad del carácter y del acto, concordante con la máxima de dejar hacer y pasar, la conducta frívola sería la meta a alcanzar, pero la frivolidad en general es maltratante, así que es un mal objetivo. La frivolidad benigna, difícil de concebir, surgiría de una liviandad bien definida, que dependería del orden social, la idiosincrasia y la práctica del pueblo y sus miembros, pero resta dilucidar bien el significado de lo libre.

domingo, 14 de abril de 2024

¿Qué significa Bashar al Asad?

 El león portador de buenas noticias. El presidente sirio no es un león, ni siempre trae buenas nuevas.

Lo masculino y lo femenino son relativos no sólo por la intersexualidad

 Lo masculino se llama así por la protuberancia sexual, y lo femenino se caracteriza por su hendidura (aunque la etimología estableció, hipotéticamente, que su raíz semántica es la del amamantar), pero en machos y hembras humanos hay tanto unas como otras, aunque de diferentes formas, por ejemplo, porque el clítoris es una excrecencia, una protuberancia chica, y el orificio del pene es cóncavo. Cf. "macho", "hembra" y "fémina" en el DECEL, y "macho" en el DRAE. 

 También sucede que los hombres de sexo masculino pueden dar de mamar con biberones.

 Si bien la raíz indoeuropea de "fémina" es hipotética, su significado de "amamantadora" tiene sentido por el modo griego antiguo de tematizar lo femenino, que está explicado en el DECEL. De ser así, se habría definido a lo femenino por el dar de mamar y a lo masculino por el pene, pero creo que habría que estudiarlo mejor para despejar la duda, en particular por el debate que se armó sobre la procedencia árabe de esta palabra. Un problema que tiene esta definición es que excluye a las mujeres que no hayan amamantado: lleva a concluir que las mujeres que murieron sin amamantar no fueron hembras, y que no lo son las que no lo hicieron aún.  

 Las acepciones de "gineceo" son de tipo habitacional y botánico. En botánica, se lo define por ser floral y de sexo femenino, es decir, que esta definición se basa en el sexo, no en el amamantar.

jueves, 11 de abril de 2024

Y el más psicoanalista Lacán-dona

 Una cocinera le dice a una politóloga:

- ¿Cuál es el estado más vaporoso?

- ¿El hervor?

- No. Aguascalientes.

miércoles, 10 de abril de 2024

Proporción sexual y de género humanos

 En términos humanos, ¿cuán machista se debe ser, cuán feminista y cuán intersexista? Depende de la cantidad de especímenes que haya de cada sexo. A modo grosero, que habría que precisar, habría que ser 50% feminista, 49% machista y 1% intersexista. Respecto de la mención de género, hecha con las letras e, a y o, es parecido, aunque quizás la medida de intergéneros sea mayor que la de intersexuales. Habría que definir los términos generizables referidos a humanos en proporción a la cantidad de hombres que sean de cada género, esto sin precisión absoluta porque no se sabe exacto cuantas mujeres, varones e intermedios hay, y con variantes debidas a la situación expresiva concreta.

La omisión del sexo en tres palabras que lo nombran

 Las palabras "coito", "coger" y "cópula", en sí mismas, refieren al irse juntos, al agarrar y al acople, que no son necesariamente sexuales. Al decírselas en sentido sexual se omite explicitar al sexo, que entonces es aludido sin nombrárselo, lo que es una falta semántica.

lunes, 8 de abril de 2024

De una ostentación publicitaria

 Un aspecto reprobable de la publicidad es la exposición de bienes a los hombres que los desean honradamente y no pueden comprarlos.

De la degeneración y la depravación

 Ante la generación deshonrada, la corrección benigna requiere degeneración, que debe ser buena, lo mismo que pasa con la depravación, que en sí es un destorcimiento. Lo torcido es bueno. Mucho de lo natural es torcido. Lo recto de creación humana es reciente, desde que la humanidad trazó su primera línea recta. Lo retorcido es posterior al primer torcimiento y en general de torcida mala (puede haber buen retorcimiento como salvedad). "Depravado" significa, en primer lugar, "des-torcido", o sea, que una de sus acepciones es la de lo recto, pero otras son las de lo mal torcido, según el significado que se le otorgue al prefijo "de-" (cf. DECEL). La depravación y la degeneración malignas son reprobables.

De la dictadura

 Dictar no es sólo enunciar un discurso para que otros lo escriban, sino también emitir leyes, decretos, fallos y preceptos, inspirar y sugerir y dar clases o conferencias, por lo que todos los sistemas de gobierno son dictadores (cf. DRAE). La cuestión, entonces, es la calidad de la dictadura, que depende de la veracidad de la ideología social.