Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

jueves, 28 de diciembre de 2017

Otro rasgo posmoderno del macrismo

Su tendencia a la simulación. Esta nota está algo mal, porque el simulacro no es sólo un rasgo posmoderno, sino que hace a la doble moral de las concepciones falsas. Las concepciones falsas generan a la doble moral porque, al no entender bien a la realidad, postulan una ética a veces incumplible, que termina generando que se la sostenga algo en apariencia. La posmodernidad, en cambio, va más allá de la moral aparente, y llega por expreso a exacerbar la impostura. Hace una demostración de la falsedad ordinaria mediante su promoción explícita, y sin sentido crítico: defiende al mal a propósito. Este es un rasgo cínico, que a lo largo de la historia tuvo distintos carices. En el caso de Sade, la exacerbación de la violencia tuvo un carácter denunciante de la que se cometía entonces, que a la vez la replicaba. Fue una denuncia subconsciente, que no sostuvo a la crítica directo y con un llamado explícito a que no se la cometa. La posmodernidad oscila entre la crítica expresa a la violencia, con actitudes que la recrean, y su celebración impune. En el caso del macrismo, hay la celebración íntima, mantenida en secreto, a la vez que la apariencia de bondad. Es una doble moral de trasfondo malvado, más pronunciada que en el pietismo popular, cuyo mal trasfondo al menos es vivido con más culpa, y con más dicha porque tiene mayor anhelo de bondad, pero sin que eso sea suficiente para el ejercicio de una política buena de veras. Pretenderle al pietismo que sea bueno de verdad es ilógico, porque no puede llegar a serlo, porque al ser creyente la bondad a la que aspira es crédica, y por ende algo aparente. Puede acercársele, e incluso lograrlo intermitentemente, pero no de manera constante, y el pietismo es responsabilidad de las sociedades en su conjunto, por lo que éstas persistirán en crisis, que les obligarán a lidiar con el problema de asumir la realidad. No obstante, al ateísmo esto le sucede de otra forma, porque sus concepciones también son algo falsas, pero pueden dejar de serlo, o serlo menos que las teístas, porque éste no tiene la obligación de sostener a la idea de dios, ni a sus derivados, aunque de hecho lo haga con el capitalismo, porque adoptó una noción de la buena productividad pergeñada desde una crítica a aquél insuficiente, que confunde al buen desarrollo con el crecimiento económico, lo que no sucede así en ocasiones.

En vez que en el tamaño de la economía hay que pensar en su forma, que tiene tamaño. La forma es concreta, por lo que es material y tiene tamaño. La forma abstracta, que es la imaginaria, o la de materia objetiva más elaborada, se compone de materia, sea imaginaria o tomable, y la materia tiene tamaño, incluso la imaginaria, que se da en el cerebro. Es el tamaño imaginado, que es formal. La forma es el modo en que se ordena la materia.

martes, 26 de diciembre de 2017

La buena moral como aspiración individual y social

Individualmente puede haber acercamientos al buen comportamiento, e incluso su ejercicio temporal, pero, en el seno de concepciones crédicas, no se lo puede sostener mucho, porque a la conducta se la pauta socialmente, de lo cual el condicionamiento social influye en la práctica individual, en una relación histórica en la que la reflexión personal puede repensarlo y reordenarlo, según la crítica de sí mismo y la de sus resultados, lo que sucede socialmente en crisis, en tanto que los humanos convivimos comunicándonos, sin que sepamos tan bien lo que debiéramos ser. Además, las personas comparamos al discurso moral con la conducta efectiva, por lo que descubrimos, a lo largo de la vida, la falsedad del condicionamiento, lo que puede orientar a nuestra práctica hacia el ejercicio de comportamientos corruptos, replicantes de la falta moral, y a diversas formas de la crítica social. Suele suceder algo de uno y otro tanto del siguiente, y más importa la actitud general de la sociedad internacional, que depende de su conceptividad, la cual es bastante errática, tanto en sus formas más veritativas como en las más crédicas, siendo que las primeras son más propensas al buen actuar, aunque muchas veces son de verdad insuficiente. La veritatividad del materialismo no basta para que la práctica a la que ordene sea buena, porque debe ser social para ser suficiente, e incluso así podría fallar, pero menos de lo que sería si no existiera.

Definición del pietismo y del fideísmo

Cabe aclararlas porque las más aceptadas no son las que manejo. La del primero es la del movimiento religioso del siglo XVII, al que adscribiera Kant, en tanto que yo entiendo por éste al conjunto de las piedades, es decir, a la religión. La del segundo es la de la doctrina que estipula que a dios sólo se lo puede conocer mediante la fe, siendo que lo que entiendo por éste es la práctica a la que se opera siguiéndola.

La fe, como acto formalizado en esta palabra, es posterior al descubrimiento de la técnica para dominar al fuego, en tanto que el término viene del vocablo griego “phaoˮ, que remitía al fuego. En cambio, la palabra “creenciaˮ se supone que resulta de las voces protoindoeuropeas “kretˮ y “dheˮ, que significan “corazónˮ y “ponerˮ, y se conjugaron en la védica “craddadhatiˮ, que quiso decir “poner el corazónˮ. De allí que se la entienda como corazonada. Sea o no cierta esta explicación etimológica, la creencia es parecida al presentimiento, es decir, que es intuitiva y aparente, y es probable que sea anterior a la fe, porque las lenguas protoindoeuropeas preceden al griego antiguo, pero esto tal vez no sea así. Para dilucidarlo habría que investigar la historia de ambas palabras, que representaron actitudes místicas. La fe sería una manera, nueva para el momento en que surgió, de llamar a la creencia, a la que se toma como más elaborada que aquélla.

A la averiguación sobre el origen del vocablo de la creencia la hice en el diccionario de Segura Munguía, el Wikcionario y el blogspot Desideria.

sábado, 23 de diciembre de 2017

La doble moral amatoria en las canciones populares

Las canciones populares, pienso en muchas de las cumbias y reggaetones, replican a la doble moral, lo que da cuenta de que ésta no es sólo capitalista. La lógica que repiten es la de las promesas de amor eterno quebradas por infidelidades sexuales, lo que proviene del imperativo monogámico, alentado por la religión, que se contrapone a la naturaleza del deseo amatorio, que es plural y cambiante: su lealtad es múltiple y olvidadiza, de lo que la responsabilidad amatoria sólo puede existir comprometiéndose libremente, lo que se torna más exigente cuando se tienen hijos. En tanto que las aspiraciones parentales dominantes ignoren a la naturaleza del deseo humano, que es poligámico, los discursos ordinarios sobre el modo legítimo de establecer las relaciones de parentesco existirán en crisis y fallando, lo mismo que las relaciones consideradas ejemplares, pero tampoco la solución es la de la poligamia forzada, sino que pasa por persistir con el sistema en crisis mientras que se le denuncian los males y se le reclama y opera su reordenamiento.

El establecimiento de relaciones amorosas francas requiere de la veracidad social, dentro de lo cual figura la deposición del mito cuernista y la aceptación de la poligamia, pero asimismo precisa de la una igualdad social relativa.

viernes, 22 de diciembre de 2017

El capitalismo es el modo de acumulación del fideísmo moderno

La humanidad, al menos desde su asentamiento en las ciudades y el agro, es fideísta. Ya desde antes venía manejándose algo según las creencias, pero desde el estatismo agrícola éstas adoptaron la modalidad sedentaria, que implicó el traspaso desde la deificación primitiva al politeísmo mitológico, y luego al monoteísmo, proceso durante el cual la divinización pasó de esclavista a feudal, antes de serlo capitalista. La modernidad, vista a largo plazo, implicó la remodelación del fideísmo, que pasó de feudal a capitalista porque el orden social se sofisticó mediante la ciencia del idealismo objetivo, que se empezó a gestar desde antes de que Hegel la sintetizara, permitiendo la fabricación de capitales más abstractos que las monedas y las joyas, a la vez que la complejización de la industria, que adoptó al salariazgo porque se hubieron impreso los billetes.

La acumulación es la formación de cúmulos, de montones de cosas puestas juntas por medio de la práctica. La capitalista abarca a todas las propiedades humanas y la dispone con el interés de la valorización abstracta, que es fideísta. El fideísmo es sinónimo del fetichismo, pero tiene un sentido más primigenio, ya que el fetichismo tiene connotaciones de la ritualidad primitiva, el animismo, al que se supone superado por la fe moderna, pero que persiste en el sistema social actual. El fideísmo, como acto de fe, precede al fetichismo, que supuso, además de a la fe, a la divinización de la naturaleza, con ritos, o sea, con procedimientos féicos más desarrollados que la creencia simple, ya con relatos largos sobre los elementos naturales, como los ríos, las estrellas, los animales y las plantas. El fetichismo implica la asignación de propiedades mágicas a las cosas, lo que quiere decir que le antecede el método ideativo creyente, el que se explica la realidad según los pareceres. La creencia permitió al fetichismo, y éste le cedió paso a la mitología, de carácter politeísta, lo que luego fue reformulado, a lo largo de alrededor de 20 siglos, en términos monoteístas, lapso en el cual el politeísmo y el ateísmo permanecieron marginados, a izquierda y a derecha del liberalismo, e incluso así hay rasgos superiores al monoteísmo capitalista en el politeísmo, como el del cuidado de la naturaleza del animismo primitivo, porque el progreso liberal es algo falso, y en particular en lo que hace a la ecología. Al surgir el liberalismo, como síntesis filosófica monoteísta, fue revolucionario, pero ahora es de derecha, con una variante alternativa centrista, que es la del capitalismo proteccionista.

¿Porqué los capitalistas son capitalistas?

Para entender el origen de la capitopatía, es decir, de la manía de acumular capitales, habría que estudiar la biografía de los capitalistas, y sin sacarse el tema de encima con el argumento fácil de que quieren al dinero porque les brinda poder, ya que el poder mal obtenido no los hace felices de verdad. Esa no es una razón suficiente para explicarlo bien.

La planta de la que echaron a 35 personas se llama Fray Luis Beltrán

Luis Beltrán fue un fraile franciscano que fabricó y organizó la artillería del Ejército de Los Andes durante la guerra de la independencia de España. Su nombre inspiró al de la localidad de la provincia argentina de Santa Fe, a su vez tributaria de la fe pía, provincia en la que se emplazó la planta de Fabricaciones Militares, la empresa pública de armamentos, de la que el macrismo despidió a 35 obreros por el recorte presupuestario del modelo privatizador, que le da más capital al alto mundo de las finanzas, el de los especuladores de letras de cambio. El liberalismo ortodoxo privilegia a los capitalistas más altos, los que manejan más a los capitales más abstractos, en tanto que el heterodoxo lo hace con los laboristas, pero ambos facultan a la acumulación en dinero basada en el salariazgo, a lo que respalda en crisis el grueso de la sociedad y la ley. La superación del capitalismo debe ser anhelada por la fuerza mayor de la sociedad. En tanto que no sea así, el reclamo socialista debe aceptar la persistencia de este sistema y ordenar lo que pueda dentro de su marco. Es la retaguardia la que tiene que operar la transformación general del sistema, porque es la mayoría. La vanguardia puede señalar cuestiones y hacer cambios particulares, pero para los intermedios y los mayores necesita de su aceptación por agrupamientos más grandes que los de los grupos de avanzada, para lo que sus exigencias deben ser buenas y estar bien explicadas, porque si no la gente las relega.

Un aspecto del mal desarrollo urbano

La profusión excesiva de minerales rocosos en el suelo y las edificaciones. Las generaciones próximas heredarán un ambiente vital propenso a lesionar las articulaciones esqueléticas, porque es más duro de lo que fuera el suelo en el que éstas se forjaron a lo largo de la evolución de lo que ahora es la humanidad. Desde la generación de los primeros simios, proveniente de sus animales antecesores, el cuerpo de los nuestros hubo evolucionado sobre piso terrestre y plantas, los árboles en particular, lo mismo que la humanidad primitiva, pero desde la creación de las primeras urbes los humanos civilizados pisamos más al suelo pedregoso, menos hace 9 mil años que hoy, porque las ciudades están enrocadas de sobra por la compulsión productiva capitalista, que fabrica demasiado porque al interés de fabricar para vivir le agrega el de la acumulación dineraria, y porque los gobiernos, coartados por el constitucionalismo, apelaron a la obra pública para crear puestos de trabajo, en vez que repartir bien al existente, que es la verdadera solución. Hasta que el desarrollismo capitalista no asuma que debe primar el buen socialismo, y el verismo en vez que el fideísmo, la humanidad padecerá dramas de los que podría desprenderse. En particular, están los problemas artríticos, que cunden entre ancianos y ancianas de las urbes, pero a los que también tienen muchos trabajadores, lesionados por la explotación laboral, que es concomitante a la transeúntica, la de los transeúntes que se lastimaron en accidentes vehiculares, porque el sistema de transporte actual implica la circulación de automotores, vehículos pesados de metal impulsados a gran velocidad, entremedio de peatones y de usuarios de vehículos de tracción a sangre, lo que terminó en choques muchas veces, con caídas en suelo duro, y parecido les pasó a viejas y viejos que se tropezaron dentro de los edificios, o mismo en la calle. Que la ciencia hospitalaria pueda curar muchos de los males de la vida moderna no justifica que se abandone la exigencia para prevenirlos, incluso aunque eso requisiera de una modificación en el ordenamiento social y en el ambiente. La praxiología social es una ciencia a la que los humanos deberán atender como a cualquier otra, pero para eso tendrán que sacarse los malos impedimentos ocasionados por el pietismo y su derivado económico actual, lo que dependerá de sí mismos, porque la adopción de los credos debe ser una opción individual, a la que cabe criticar y reclamar responsabilidad, lo mismo que cabe criticar bien a la práctica que fuere, y demandarle correcciones si se tiene buena razón. La superación del pietismo precisa de ser aceptada por las iglesias y por las instituciones que se les allegan, por lo que tomaría mucho tiempo, durante el que se deberá concientizar de la cuestión a la sociedad.

jueves, 21 de diciembre de 2017

De la presidencia atea en Argentina

A consecuencia de un debate en privado con Guillo Pistonesi, dirigente del PTS, revisé la idea de que el artículo 2 de la constitución de este país prohíba que el gobierno sea ateo. El artículo establece que el gobierno federal sostiene al culto católico, pero no aclara qué quiere decir con eso. Puede significar que es católico en sí mismo o que le permite la existencia a esta religión, financiándole sus instituciones entre otras cosas. Esto implica que un gobierno federal ateo sería enjuiciable por anticonstitucional, a lo que debería decidir la corte suprema, sin que su fallo esté predeterminado de antemano, por lo que quizás la legislación argentina admita la posibilidad de que el gobierno no sea católico. No sé si hay jurisprudencia al respecto. Más importante es el interés político de esta nación, que es el que determina los resultados electorales, interés relacionado al catolicismo, aunque no definido del todo por éste, y que cambia con el tiempo, pero al que hay que responder en lo inmediato para precisar la política socialista. En términos sufragistas es casi imposible que un gobierno socialista no fuera obligado a adoptar una variante del liberalismo, en el caso remoto de que ganara las elecciones federales, porque éste está pautado en la constitución, es decir que habría que definir qué modelo liberal heterodoxo debiera aceptar la izquierda, incluso aunque no lo presidiera, lo que es casi seguro a corto plazo. Debiera tratarse de un liberalismo democrático crítico, ya que para más no da la conformación nacional, que alivie la vida de las personas y prepare escenarios más favorables al socialismo a mediano plazo. La crítica a las masas permite ajustar las expectativas emancipadoras a la realidad social y atenuar la sobrecarga de responsabilidad política asumida por la izquierda.

De acuerdo a Wikipedia la población atea de este país es cercana al 4 por ciento del total, un poco menos lo que suelen sacar los partidos de izquierda en las elecciones, cosa difícil de medir porque varios se presentaron secundando en el frente Unidad Ciudadana, que es encabezado por el catolicismo progresista.

miércoles, 20 de diciembre de 2017

Sobre las condiciones laborales de los trotskistas en la contrarreforma argentina

Al siguiente comentario lo escribo a modo de ejemplo, porque lo estuve pensando, de la lógica auto-perjudicante que persiste en el ateísmo como sucedáneo del sacrificio religioso. Es una lógica en la que los ideales priman por sobre la calidad de la propia existencia, por lo que es de mal idealismo, ya que el bueno es el que sirve para vivir. La izquierda suele caer en el mal idealismo cuando se torna fanática.

De aprobarse la reforma laboral macrista el año que viene los trotskistas asalariados, al igual que resto, tendrán empeoradas sus condiciones laborales, lo que habría ocurrido de menor manera si hubiera ganado Scioli, porque su ajuste hubiera sido heterodoxo. Como las masas están retrasadas por su religiosidad, y son engañables porque son crédulas, la izquierda debiera priorizar el avance conseguible, o mismo el detenimiento cuando hubiere peligro de retroceso, pero no sólo por la transformación histórica en abstracto, sino que, más en concreto, y con mayor relevancia, por nuestras propias condiciones de vida. La política socialista debe ser bien pragmática. Las masas pietistas son fáciles de manipular cuando se les simula aplicando los modales tomados por buenos por las concepciones religiosas, con sus demostraciones de buenas intenciones, de deseos candorosos, de sanas esperanzas, de comportamientos adecuados y demás, que ocultan a su contracara inmoral, por lo que, cuando ésta se descubre, aquéllas reaccionan furiosas, sin cuestionarse tanto que hubieron aceptado formalidades mal intencionadas, es decir, que se dejaron manejar mal.

La izquierda debiera adoptar una política de vanguardia que se base en la predisposición gubernativa de las masas, para lo que, a la vez que criticarle bien las faltas a la gente más simple, y exigirle lo que pueda de lo que sepa que cabe, la apoye en su progresividad limitada. Es la única forma de forzar bien la transformación social. Dentro de ese marco hay muchas variantes a adoptar, que dependen de la calidad de la coordinación de las fuerzas populares y de la crisis de la elite, es decir, de las clases nacionales en relación con las extranjeras. Eso le facilitaría la vida a las y los trotskistas, y a sus aliados potenciales, a la vez que les permitiría triunfar más y ordenar la lucha de acuerdo a las características de las naciones y de sus fuerzas políticas. Implicaría tener que soportar muchos disgustos por parte de los aliados, a lo que se mal denomina “tragar saposˮ, cosa que igual habría que soportar, y de peor manera, si no se aliaran, por lo que debiera operarse una tolerancia crítica a los aliados retrasados, que estarían en posición de superioridad porque representan a la base popular, que es preponderantemente religiosa. El problema de la conciliatoriedad de la dirigencia de las organizaciones populares religiosas debe ser abordado mediante la crítica de las bases que las sostienen, con la política que le corresponda a nivel superestructural.

Seria crítica chuchi

Un problema de la izquierda urbana no es que sea burguesa, en el sentido de que reside en la urbe, sino que no asume su aburguesamiento, al haber confundido a la burguesidad con la capitalidad, con la adopción del modo de vida capitalista, lo que son dos cosas distintas, aunque bastante coincidentes, las de los capitalistas urbanos. La superioridad social de parte de la izquierda, aunque no sea capitalista, es un problema que debe ser abordado de buen modo, ya que implica un padecimiento. Es un seudo-privilegio agraviante porque, al ser tomado como un privilegio verdadero, apareja maltrato clasial desde las clases inferiores, aparte de que es impuesto históricamente, a la vez que adoptado a voluntad por las personas a veces, cuando éstas eligen ponerse por encima de sus semejantes, lo que no debiera reprenderse de mala manera porque eso es contraproducente.

Masas y pueblo

Como categorías políticas son sinónimos, por lo que el socialismo argentino demuestra su inmadurez cuando se rehúsa a hablar del pueblo porque la noción tiene connotaciones peronistas. Cabe hablar del pueblo y criticarlo bien.

lunes, 18 de diciembre de 2017

Conjetura de nombres religiosos

Pedro, que es Pietro en italiano, puede que venga de piero. Fedor, como Dostoievski, de fiador.

Caos descolorido


De la táctica de la confrontación policial

Una parte de la dirigencia de las organizaciones socialistas falla al promover la táctica del enfrentamiento con las fuerzas armadas, en particular porque sus miembros se precaven de padecer pocas posibilidades de recibir impactos de balas de plomo, y porque sería insensato que se arriesgaran a eso, lo que no sucede con la vanguardia bélica, pero más en general porque esa medida no cuenta con la aprobación de la mayoría de las personas. Desprestigia al socialismo ante las masas, buena parte de las cuales es de la burguesía mediana. Las masas se componen en su mayoría de fieles laicos, por lo que son bastante prudentes, y a veces con buena razón.

El apedreo es una táctica anti-política porque desagrupa a las personas, aunque tenga su legitimidad. Es de una estrategia algo rudimentaria, medianamente inteligente. El de ahora en Argentina sucede a la reprobación socialista a la candidatura liberal heterodoxa de Daniel Scioli, que era bastante indefendible pero uno de los dos de mayor intención de voto. Algunos de los partidos socialistas, y los anarquistas, en vez que politizar a la sociedad durante un ajuste menos duro, se dan de piedrazos contra la policía para impedir la mala reforma del macrismo al sistema jubilatorio. Aparte, están infiltrados por agentes policiales, lo que no será denunciado socialmente lo suficiente, sino que los medios comunicativos privatistas usarán a la violencia como motivo para reprobarlos, y no exentos de buena razón, por lo que su prédica tendrá algo de éxito. Cabe añadir que el uso de las balas de goma obedece a la correlación de fuerzas sociales, porque la mayoría de la población reprendería que les dispararan con las de plomo, pero las fuerzas armadas podrían apelar a ellas si así lo decidieran, o sea que tienen una superioridad militar suficiente para ganar la batalla, que es entre una milicia común y otra profesional, de armamento de fabricación industrial y sofisticada. La de los jóvenes manifestantes es una vanguardia consecuente con una mala estrategia electoral y movimientista, de democratismo quebrado, que no concientiza socialmente al problema de la politicidad de la fidencia. El cascoteo es una medida popular a consecuencia de la fractura política de los partidos y demás organizaciones democráticas, que está muy dada por la operatoria capitalista y por la dificultad social para procesar el cuestionamiento al pietismo, y tiene otros desencadenantes, como las peleas personales entre sus dirigentes, o las traiciones a las bases. Para el socialismo es una derrota porque no es muy sabio, incluso aunque lograra su propósito, porque así sólo frenaría por un tiempo al ajuste, pero que puede colaborar en la ruptura del macrismo. La confrontación policial es un acto al que hay que aceptar porque no se lo puede impedir, pero al que le cabe la exigencia para una mejor politización futura, sobre todo por el herido con una bala de plomo, que puede morirse, por quienes perdieron uno de sus ojos y por los heridos menores y los detenidos, como la mujer a la que le tocaron el orto mientras que la detenían, así como hubo otros cuantos perjudicados de manera menos grave. En términos políticos es reprobable porque impide una coordinación más o menos buena entre las organizaciones democráticas.

La contrarreforma no avanzaría tanto si la izquierda hubiera llamado al voto crítico en las elecciones presidenciales de 2015, y hasta muchos de los propios jubilados votaron por el frente partidario que la impulsa. El socialismo deberá convocar al voto crítico cuando no pueda ganar, e incluso aunque pudiera, a la vez que exigirle a la sociedad un modelo político de buena representatividad, al que habrá que definir a mediano plazo. El problema de la representación política está atravesado por la creencia, porque la falla representativa causada por creer se replica en aquélla, aunque no sólo se da por eso. La izquierda debiera criticar bien y abiertamente a la opción electoral efectuada por las masas, que se inclinó mucho por el macrismo, y otro tanto por el fernandezismo, porque para impedir los retrocesos y avanzar deben votar bien. No puede establecer una buena estrategia política idealizándolas.

La de enfrentarse mal a las fuerzas armadas estatales es una táctica más perdedora que ganadora. Hace a una demostración de intereses revolucionarios que no se plasman en una estrategia política suficiente, porque le falta la crítica de la infra y de la mesoestructura social, o sea, la crítica de las masas. A eso lo escribo para el trotskismo. Para los anarquistas, u otros apedreantes sueltos, el asunto es más el de la falsedad de la representación política, dada por el fideísmo capitalista, al que no criticaron explícitamente, por lo que no verbalizaron el repudio, sino que lo expresaron tirando las piedras, por lo que aquél permanecerá poco concientizado en la sociedad.

El democratismo anarquista se contraría a sí mismo

Cuando los anarquistas sostienen una postura democrática lo hacen con poca fuerza porque al hacerlo se auto-contrarían, porque la democracia es arquista. Es una postura saludable pero poco grata, porque no asume la necesidad de que el gobierno sea progresista, por lo que no lo faculta abiertamente, lo que disgrega más a la política de la gente común, ya de por sí fragmentada por otras cuantas causas. El anarquismo debiera adoptar al progresismo crítico, porque eso le permitiría demandar el buen progreso y exigirle la corrección de sus males.

De la inferioridad del socialismo respecto del liberalismo

El socialismo puede superar al liberalismo porque el ateísmo igualitario es mejor que la religiosidad capitalista, pero, a diferencia de esta última, que cuenta con un soporte institucional mayor, compuesto por iglesias, universidades eclesiásticas y por su predominio en las entidades estatales, a nivel internacional, al socialismo se le dificulta construir una concepción integral, porque carece de los recursos financieros e institucionales que le son necesarios para eso. El liberalismo es una concepción integral fidente, alimentada por muchas personas monoteístas y procapitalistas, en tanto que el socialismo aspira al holismo verista sin haberlo completado de forma exhaustiva, y en algunos aspectos no lo puede hacer por las taras del marxismo, como lo son los malos juicios sobre la clase dominante, o mismo el acriticismo para con el proletariado asalariado. El socialismo deberá enfrentar sus propios males para conseguir una comprensión superior de la historia, a la vez que obtener una mayor presencia institucional, lo que dependerá bastante de la predisposición de las masas, que si bien son bastante religiosas no son capitalistas, aún cuando favorezcan al sistema dominante: toleran al capitalismo confundidas por la manipulación comunicativa, sometidas al modelo de la representación política y coartadas por las fuerzas militares, a la vez que son bastante creyentes y proclives a la barbarie. Para ganarse el apoyo de las masas, el socialismo deberá entender y responder bien a las exigencias buenas de la religión, a las que aquéllas adoptaron para sobrevivir, y plantear una lucha justa, que no les implique demasiados riesgos de morir, de sufrir, de ser detenidas, o apaleadas. Debe ser una lucha adoptable para personas muy explotadas laboral y psicológicamente, que hasta pueden temer que dios los castigue si le faltan a sus patrones, porque la versión aristocrática del clero es propatronal, y la dominante es de crítica resignataria, así como las amedrenta el recuerdo de la represión militar y policial, y tampoco tienen la facilidad para acceder a la buena atención hospitalaria y psicológica, y a la defensa judicial, que varios de los militantes socialistas. Como las masas se encuentran en estado mayor de precarización, la lucha debe intentar carecer de peligro, para tenerlo lo menos posible.

jueves, 14 de diciembre de 2017

Las puntas florecidas del pelo y el marxismo

Como ciencia holista, el materialismo histórico debiera poder abordar bien cada asunto necesario para la buena convivencia humana, a lo que a veces no logra por centrarse en la política y en la economía, y demás, y otras por hacerlo rudamente, con juicios condenatorios en vez que bien resolutivos.

Las manías estéticas son un problema serio, consecuencia de violencias profundas que responden a la ideología dominante, al que la ciencia verdadera deberá enfrentar bien.

Las figuras en la ciencia y en el arte

La ciencia y el arte son figurativos, son instancias generadoras de cosas figuradas, y que a su vez remiten a otras cosas. Son ideativas, por lo que representadoras. En tanto que tales, son expresivas. Entonces, además de su calidad veritativa, que no siempre es un criterio suficiente, ni necesario, se las evalúa por sus consecuencias, que dependen, entre otros factores, de la intención de sus autores.

Incluso la lógica más abstracta se funda en figuras no del todo exactas, es algo arbitraria, pero eso no la convierte en poesía ni en literatura, ya que mantiene el principio de adecuación de la idea a su objeto, y el de la coherencia interna, aunque esas aspiraciones no puedan lograrse siempre ni del todo, lo que tampoco es necesario porque la buena lógica apunta a entender bien a la realidad para ordenar bien la práctica, no a representar exacto como fin en sí mismo. El discurso artístico puede pretender que se logre la buena convivencia, pero no siempre lo hizo, al igual que la lógica tampoco en ocasiones. Son géneros discursivos diferentes, basados en diferentes criterios, y que además variaron históricamente, pero no son del todo distintos, y ambos pueden ser tanto perdedores como exitosos.

martes, 12 de diciembre de 2017

La teología atea

Es el estudio de la deificación desde una postura atea, que no acepta la existencia objetiva de los dioses. El agnosticismo la cuestiona manifestándole ignorancia.

Idea sobre los individuos y la sociedad humana

Una tara derivada del protestantismo hegeliano es que, como presupone que lo absoluto determina a lo particular, al haber aceptado que dios creó al universo, tiene una lógica que lleva a pensar que la sociedad conforma a los individuos, pero, en verdad, somos los individuos los que componemos a la sociedad. La sociedad es el conjunto de los individuos, por lo que es lo individual lo que determina a lo social. No obstante, como los individuos existimos en relación, nuestra socialidad nos afecta. Hace a nuestra historia y a nuestra educación personales. Lo social contiene a lo individual porque se compone de éste. Pretender que la sociedad educa a los individuos es lógicamente incorrecto porque los individuos supuestamente educados son parte de la sociedad. No se puede separar a la sociedad de los individuos, porque éstos son sus elementos integrantes. Los individuos componemos a la sociedad, y a su vez ésta se forma a sí misma a través de nosotros, sus miembros, quienes con nuestras acciones hacemos a nuestra historia.

La sociedad humana es el conjunto de los especímenes de esta especie primate, pero que a su vez estamos relacionados entre nosotros, por lo que las relaciones, y sus prácticas, individuales y colectivas, inciden en la sociedad. La historia individual requiere, para persistir, del establecimiento de relaciones grupales y de prácticas de supervivencia con algunas de las otras especies vivientes e inertes, así como existen prácticas ajenas a la necesidad.

Una cuestión grave de la crítica al idealismo objetivo de Hegel es que haya omitido señalarle su carácter protestante, que hizo a su fetichidad, a su pietismo y a su procapitalez. Lo que define al capitalismo no es tanto la propiedad privada de los mayores medios de producción, que ya existía desde antes, aunque no al modo de la industria moderna, sino la acumulación en lingotes y capitales impresos, fueren los billetes o las letras del tesoro, las acciones y demás, a los que se agregarían los electrónicos después, todos los cuales provienen del sistema salarial y sus derivados, como la especulación financiera y los fraudes presupuestarios de los gobiernos. La tierra y la industria artesanal, así como los ejércitos y los grandes medios de comunicación, ya eran detentados privadamente desde el medioevo, y lo hubieron sido en la antigüedad.

La Tierra y la naturaleza no son laboratorios cerrados

El que para algunas investigaciones científicas se hayan usado los laboratorios no debiera haber habilitado a que se propusiera al método experimental como único modelo. Para el caso de las ciencias humanas esa aspiración es bastante inconcretable, porque poco se puede llevar a las personas a lugares cerrados en los que controlar las variables ambientales, y usar a los hechos de nuestra historia como casos de experimento sería insensible. Entonces, hay que proceder de otras formas, y sin pretender estipular leyes absolutas del todo, porque las relaciones entre los objetos de la sociopraxiología humana no son siempre regulares, sino que varían. La sociopraxiología humana es la ciencia que enfatiza en la práctica social de la especie humana, y pretende el tratamiento conjunto de la mala práctica social, para lo que necesita de la buena predisposición actitudinal de la gente, cosa difícil de lograr.

Los métodos científicos deben ser plurales y abiertos a que se los critique, además de amoldarse a las características concretas de la investigación que vaya a hacerse y tener sentido político. El objetivo que deben alcanzar es el de brindar explicaciones verdaderas de los hechos que tematizaran, pero en el marco de una cientificidad orientada a la felicidad social humana, que requiere de cierto bienestar natural. Es el del saber al servicio de la buena convivencia, que a su vez precisa del buen socialismo, porque aquélla necesita que haya una igualdad social relativa, en la que las diferenciaciones entre las personas sean de las buenas, lo que es definible y debatible. No se lo puede prestipular mucho.

Una muestra de la ignorancia actual en la filosofía de la sociedad humana

Al entrar en crisis mayor la modernidad, los posmodernos postularon la era del fin de los grandes relatos, como si el pietismo y el ateísmo, con sus sucedáneos, el liberalismo y el socialismo, hubieran dejado de existir. Tanto las religiones como los socialismos siguen existiendo, pero están en crisis, lo que ya sucedía desde antes de la segunda posguerra, aunque de otra manera.

Los que se identificaron como posmodernos querían que los grandes relatos se extinguieran, por lo que proclamaron su fin, creyendo que así se concretaría este propósito, pero aquéllos persisten cuestionados, lo que es necesario porque tienen fallas importantes.

domingo, 10 de diciembre de 2017

La izquierda rechaza la identidad de clase de algunos de sus miembros

Al ser de mal clasismo, porque tiene una comprensión esquemática de la cuestión clasial, a la que le falta integralidad, la izquierda ejerció el acoso de clase, que le trajo problemas a algunos de sus miembros, dificultándoles la participación en el socialismo e impidiéndoles obtener la solidaridad de sus compañeros para sus problemas personales con sus propiedades fabricadas, mayormente dados por su excesiva tenencia.

Hay excepciones e intentos de reformulaciones para el seudoclasismo socialista, que tiene sus razones, buenas y malas, y al que le faltan otras.

La discriminación clasial es equiparable a la racial, a la sexual o a otras tantas. No obstante, hay que discriminar bien, porque no hacerlo puede llevar a relacionarse mal con gente malvada.

sábado, 9 de diciembre de 2017

Reiterancia sobre la explotación

La explotación es la práctica que explota, pero explotar puede ser varias cosas. Hay distintas maneras de explotar, no todas las cuales son malas. Explotar puede ser quedar muy cansado después de la actividad física, a lo que a veces se hace mal y otras bien, porque quienes la desempeñan no pueden decidir su práctica por sí mismos todo lo que debiera ser, de lo que, en los peores casos, se causan lesiones, que pueden ser de pasajeras a permanentes, e incluso mortales.

La explotación es el desgaste efectuado por medio de la práctica. En cambio, la extracción del plusvalor es un derivado suyo, al que se podría nombrar como la desvalorización salarial, ya que en ella lo que se opera es la quita de parte del valor monetario creado por las y los asalariados.

miércoles, 6 de diciembre de 2017

Sobre la última propaganda de Sprite

La crítica publicitaria da para un género propio, con subgéneros, teoría, concursos docentes y más. Lo llamativo es que esté tan poco desarrollada formalmente: transcurre en forma de bromas, de pensamientos secretos, de denuncias y otros relatos menores, que distan de haber legalizado al control propagandístico. Como el empresariado capitalista es más numeroso que el personal estatal, el control que el gobierno pueda hacerle siempre será insuficiente, porque no alcanzaría la cantidad de buenos vigilantes que requiere la sana atención del maltrato publicitario, y de las otras maldades ocasionadas por la capitalesía. De allí que el reclamo por la socialización de los medios privados vaya a persistir. La mala privatización de los medios productivos es una sociopatía en sí misma, y genera a otras tantas, por lo que la gente se seguirá quejando de ella hasta que esté resuelta, y perjudica hasta a los mismos privatizadores.

Dos elementos retóricos me llamaron la atención de la propaganda de Sprite, que es una limonada azucarada con gas, a la que tranquilamente se debiera fabricar casera, aunque no tenga gas en ese caso. Una resistencia que habría que vencer para eso es la pereza de la gente, que no está lista para hacerla en su casa, y que además apela a que ésta no tiene gas, lo que es bastante gastable. Hablo del spot en el que el abuelo no sabe usar la heladera supermoderna pero sí para qué sirve esta gaseosa. El primer elemento es que, a lo largo de la narración, se plantea la idea de que aunque la tecnología evolucione rápido lo que más importa es lo que permanece, que es la bebida en este caso. Este motivo argumental por una parte equipara la evolución a la evolución acelerada de las nuevas tecnologías electrónicas, atenazada por la tendencia decreciente de la tasa de ganancia, o sea que entiende a la evolución tecnológica de mala forma, no sólo de manera conservadora, lo que podría estar bien, ya que la tecnología avanza demasiado rápido, e innecesariamente a veces, pero además puede que se sostenga en la prédica anti-evolucionista de los creacionistas protestantes. Es obvio decirlo, pero hace falta porque se reconoce poco que la publicidad es tanto ideológica como política, lo que no estaría mal si fuera bien hecho. El otro elemento es que en un momento aparece una mujer con la cara rara. Pasa como si nada, sin que se explique cómo ni porqué está esa mujer con esa cara tan rara, con los pómulos deformes y la nariz para adentro. Es una cara muy rara, que mira sensual a los televidentes por un breve instante, a la que se la muestra sin ninguna explicación de para qué la pusieron los publicistas. Me temo que se trata de un tipo de manipulación psicológica subliminal a la que los procapitalistas estadounidenses son tan adeptos. La cara se parece a la de algunos de los cocainómanos más graves, por lo que tal vez remita al problema de la Coca Cola, que se fabrica con nuez moscada y hojas de coca, o bien al de la cocaína, pero no lo sé. Tal vez la hayan puesto por otro motivo, lo que persiste sin que se lo haya explicado.

El imperialismo independencial

Con el pasaje del feudalismo a la modernidad, de republicanismo liberal, el imperialismo también adoptó una nueva forma: dejó de ser colonial, en gran medida, y pasó a someter en base al predominio capitalista sobre países independientes, asentado no sólo por las empresas trasnacionales, que giraron gran parte de sus ganancias desde la periferia a las potencias dominantes, sino también por el endeudamiento internacional, que también implicó la transferencia de recursos financieros desde los países sometidos a los centrales, y así hubo otros modos, como el del abaratamiento de las materias primas y el de la mano de obra, y el del quiebre, o la subsistencia aminorada, de los empresariados de los países dependientes. Esto sucedió mediante la juridicidad internacional de las posguerras mundiales y por las fuerzas militares imperiales y regionales, todo en el marco de la preponderancia monoteísta.

Al pasaje del medioevo a la modernidad, con sus instancias política y económica respectivas, hay que verlo como un proceso de temporalidades desfasadas. El inicio de la modernidad ocurrió en el Renacimiento, a la vez que el imperialismo colonial. La caída de Constantinopla fue en 1453, el principal descubrimiento europeo de América en 1492 y la imprenta de Gutenberg fue inventada en 1440. Pasarían cerca de dos siglos y medio hasta la revolución industrial, de 1750, y las revoluciones estadounidense y francesa, de 1776 y 1789, durante los cuales hubieron otros acontecimientos importantes. El imperialismo colonial comenzó siendo feudal pero luego viró en capitalista, y pasó de ser monárquico a republicano, pero no fue sólo europeo, porque Rusia, China y Japón fueron potencias imperiales desde la edad antigua, y a ellas se plegarían, la India y Brasil como pares menores, y entre otros países, como México, Egipto, Australia o Sudáfrica, o Turquía, Irán y Arabia Saudita, o mismo Canadá. El tema es mucho más complejo.

La contraccionariedad política

Así como existe el progresismo y la reacción, también hay la contracción política, que es cuando la política se estanca, por estar influenciada por tendencias opuestas de pesos similares, que la pueden mover un poco hacia un lado o hacia el otro.

viernes, 1 de diciembre de 2017

Hipótesis sobre el origen del materialismo universitario

El materialismo surgió en la universidad griega y como filosofía que le adjudicó a lo más concreto primacía sobre lo abstracto, a la vez que se nominó a sí mismo según la idea de la matriz, que es maternal. Las filosofías académicas respondieron a los teísmos, y las oficiales al politeísmo dominante de Zeus. En Roma esto se transformaría de acuerdo a su paganismo y luego según el cristianismo, lo que proseguiría en la edad media, a la vez que hubo la historia de la ciencia extraoccidental, bastante atravesada por la deificación. El materialismo, al enfocarse en lo concreto del entorno cercano, en lo concreto tangible, remite de una manera que es afín a la divinización de la naturaleza de los credos africanos, que eran los de los esclavos que sirvieron a los ciudadanos griegos privilegiados. La afinidad entre las religiones de los esclavos y el materialismo explicaría por un lado su carácter emancipatorio, y por otro su inclinación a las cuestiones de subsistencia, y a la necesidad. No obstante, el materialismo no es tanto negro como chango, es más del proletariado bajo. El animismo primitivo de la naturaleza es similar al pachamamismo, que tiende al materialismo porque se concentra en la Tierra y los seres vivientes, y entendiéndola como una madre. Ambos se diferencian en que este último es monoteísta, en tanto que el primero fue politeísta. Tenía al dios del trueno, a la diosa del mar, a la del río, al dios de la guerra, y así otros varios, y les inventaban historias de peleas personales a las que relataron en las canciones. Fue un politeísmo cantado y enseñado mediante el habla por chamanes, que tuvo ultraísmos terroríficos, como el vudú, uno de los cultos a los que se consideró como de magia negra, politeísmo que habrá participado en las pujas por el mando social de las tribus africanas antiguas, que fue patriarcal.

Más allá de si esta proposición es verdadera o no, el materialismo debe ser transclasista a la vez que favorecer más al proletariado inferior.

Conjugación de prolar en modo indicativo

Una apócrifa de Juan de Mairena, cuyo nombre quiere decir «“lleno de la gracia de Diosˮ de Mairena» para el librito de nombres de la revista Para Ti. No se admiten chistes.

Yo prolo.
Tu prolas.
Ella prola.
Nosotras prolamos.
Ustedes prolan.
Ellas prolan.

Prolen bien o se las verán con sus coledaños. Prolar es laburar. Entonces, los proletarios son los laburantes, pero la definición marxista falla al no admitir que la elaboración es transclasial, no se acota a las tareas asalariadas. Hace falta la crítica del trabajo, porque lo hay malo.

jueves, 30 de noviembre de 2017

El contractualismo liberal es fidente

El federalismo que constituye a las naciones estatales es fidente porque el pacto establecido por estas sociedades, que gestó a su ordenamiento territorial, es un acuerdo de fe. Por eso el federalismo es designado con ese vocablo, que proviene del latino fido, que quiere decir “confíoˮ, “me fíoˮ.

El federacionismo de la democracia cristiana, o mismo el socialista, también se basan en la confianza. La confianza, como método para establecer relaciones sociales, no debiera ser eliminada del todo, porque hacerlo sería imposible, pero sí se la debiera reemplazar más por la veración.

miércoles, 29 de noviembre de 2017

Democracia consejista

Un paso importante en el proceso histórico sería la instauración de la democracia consejista, que podría incluir a los consejos obreros en el gobierno social. Sería una medida progresiva de socialización del gobierno. A los conflictos entre el gobierno central, los intermedios y los de los consejos se los debiera resolver en concreto, en vez que prepautarles un método.

Creencia y crisis

Al permitir la creencia la ejecución de la práctica según el parecer, ocasiona crisis porque al seguirse a la creencia se obra a tientas: se sostiene a la práctica así basada hasta que no se lo puede hacer más porque no se compone bien en la realidad.

La del convencimiento es una lógica similar a la de la fe en que funda a la práctica sin saber bien al asunto de que trate.

La lógica de la creencia es dubitativa, porque no implica saber bien al tema de debate, y a veces es tramposa porque se sabe íntimamente de algo pero se finge no hacerlo señalando que se cree en otra cosa. Entonces, las decisiones comunes tomadas creyentemente ocasionan mala práctica social, a la que quienes concordaron seguirla no detienen para averiguar lo que debieran, o lo hacen injusto.

La ceremonia de jura de senadores es sermónica

Es parecida a los sermones. El tono del habla es el de la solemnidad parroquial. Juran por la patria, dios y los santos evangelios. Se visten castamente. Asumen al federalismo. Es un gobierno féico. La patria que los demandaría si no cumplieran su juramento refiere más a los patrones que a todos los padres y que a las madres, fueren matronas o no. Dios no les demandará nada. Hasta ahora no lo hizo, desde 1862, y ya faltaron a su promesa varias veces. La patria lo hizo poco.

El patriciado romano antiguo provino del paternalismo, pero tampoco eran todos los padres, sino más bien los patrones, los padres dominadores. Patricios eran los padres que fueron autoridades, los del mando social.

La llamada doble moral burguesa en verdad es pietista, ya que en el campo también la hay: es pietocapitalista en particular, del pietismo capitalista. Los pobres también la ejercieron, cuando fingieron, lo que es normal en la cultura religiosa, que muchas veces no puede componer a los cánones con las necesidades concretas del momento, pero la atea tampoco está exenta de hacer trampa, y más cuando es procapitalista, porque la competencia capitalista requiere de la mala manipulación. La manipulación es el manejo, o sea que no es mala siempre.

En defensa de la privacidad

El privatismo no es todo malo. Hay buena privacidad. Depende de cómo sea.

La bondad social para la autoafirmación

La autoafirmación no basta porque la existencia humana es social. Debe ser la alterafirmación, para la que es imprescindible la veracidad social.

Del esclavismo sexual

La esclavización sexual es ultraderechista porque la esclavitud es ultraderechista. El sadomasoquismo foucaultiano dio cuenta de su ultraderechización secreta, que adoptó formas izquiérdicas y otras mortificantes. Los esclavistas sexuales de izquierda se sometieron a amos y amas de ultraderecha, entraron inocentemente en la esclavización sexual, cuya cumbre estaba copada por los esclavistas de siempre, que son de los ultraderechistas dominantes, en tanto que la derecha es hegemónica. Eso les pasó a los foucaultianos cuando entraron al nobiliarismo, donde los aristócratas se encontraron con ex izquierdistas a quienes golpear. Los identificaron y los traumaron, como a los esclavos de las salas de bondaje.

El esclavismo sexual representa lúdicamente al sometimiento antiguo, por lo que no le es igual, pero es malo para los sentimientos, porque no está predispuesto para que se los exprese bien, ni para ordenar a las relaciones de acuerdo con ellos.

Esta idea es bastante especulativa, o sea que debe ser inexacta.

Una corrección con párrafo después

En Página 12 dicen que los oficializados con la legislación obrera del liberalismo democrático no son movimientos sociales, cuando en verdad lo son, como los ajenos a la ley sindical peronista, que no son asalariados, ni del gobierno ni de las empresas privadas. El gobierno es una empresa, en el sentido de que es un emprendimiento, pero lo es de la sociedad estática, que es más pública o más privada según quién gane las elecciones. La confluencia popular contra el mal ajuste privado y fideísta da cuenta de que el gobierno capitalista efectúa un traspaso de fondos de las clases populares a la capitalesía, lo que el procapitalista anterior también hizo de distinta manera. El populismo deberá acertar su intervención gubernamental, a lo que no podrá hacer si no comprende bien a la privesía, pero para eso tendría que ser bien verdadero él mismo. El populismo podría ser un buen democratismo, que es lo que deberá, incluso porque la felicidad conjunta es un mandato monoteísta.

La idea original de la patria era la de la nación estatal gobernada por los padres más poderosos, que es lo que persiste en el actual patriotismo. Mientras que los gobernantes electos fideístamente juren por la patria la igualación de géneros sexuales humanos no será suficiente para deponer al patriarcado, porque éste existiría aún con equidad genérica árquica. El mandato fernandesista fue un patriarcado presidido por una mujer, pero éste está pautado por la constitución. Mientras que rija la Constitución patriarcal los gobiernos serán más o menos patriarcales. Los proyectos de la izquierda chocan contra la predisposición nacional establecida en la constitución, por lo que la izquierda la debe hacer transformar, pero, como la transformación sería hecha por los legisladores existentes, no bastará para cambiarla todo lo necesario, lo que precisa de un reclamo social para el que las masas no están listas. La izquierda no debe abandonar la exigencia de que las personas sean verdaderas, porque eso conlleva a que sean buenas. Es el único modo de enfrentar bien al asunto, ya que el bélico es catastrófico, no obstante cierto belicismo de izquierda deba haber, el de la autodefensa.

El socialismo es falluto

El socialismo existe porque la humanidad y la naturaleza son sociedades, como lo es lo que es, pero el humano existe falluto porque la humanidad cree y porque la institucionalidad es crédica y capitalista. La humanidad es socialista porque existe en sociedad, pero se trata de una sociedad medio mala, de relacionamiento algo malo, no obstante lo cual es una concreción del socialismo. Es la socialidad capitalista, que es injusta porque es de fe y porque es desigualante: guía a la producción feamente, y acumula en capitales féicos. Para que el socialismo sea verdadero la humanidad debe serlo, lo que requiere la deposición de la religión y la de la creencia, su reemplazo por la ciencia cierta, pero para operar a esa transformación la humanidad debe hacerlo a conciencia, para lo que se debe reconocer socialmente al planteo verista sobre la creencia. La asunción social de la verdad histórica exige la igualación social, lo que beneficiaría no sólo a las clases inferiores, porque la sobrecapitalización, la acumulación de capitales innecesarios, es ingrata hasta para quienes se los apropian, es un beneficio aparente.

El verdadero socialismo, que es cosista, tiene el problema de que sus intervenciones públicas son desacertadas por la lógica discursiva fidente y procapitalista, que aparte de manipular a la conciencia social desde malas intenciones perjudica a las sociedades al creenciarle los debates, lo que los mal predispone.

El materialismo es el cosismo denominado maternamente, porque materia viene de mater. Debe derivar de las creencias primitivas en la divinidad de la naturaleza, las de la madre naturaleza, lo que orientó la atención de sus adeptos al entorno cercano, el de los seres tangibles, tanto los inertes como los nacientes. La noción de la cosa es una figura más abstracta, igual que el serismo. En todos los casos se afirma bien que lo concreto determinó primero a lo abstracto, que es su subtipo superior, antes de que éste redeterminara a lo que le dio origen, y en poco, casi todo en el ámbito de la superficie terráquea. Eso es así porque la idea no existió sino hasta la autogeneración de las especies vivientes. Antes de ellas no hubo ideas, pero materia más concreta sí. El idealismo sostiene que antes de la materia hubo un dios, como ser inmaterial, lo que no es posible porque para haber sido tendría que haberlo de alguna materia, así hubiere sido liviana, y menos habría tenido voluntad y razón, porque éstas son atributos de los vivientes. En todo caso se lo sostiene en creencia, que es un sostén inválido porque es incierto. Es descalificable científicamente. El materialismo apunta a la vida en la Tierra, le dirige su atención para ordenar bien la convivencia humana. El monoteísmo busca la salvación de las almas. En eso sigue a un relato mítico, que enmarca a su objetivismo. Es un mito que construye una idea de un dios antropomórfico, aunque a veces se lo tomara como de supuesta forma pura, que en verdad tampoco puede ser, porque la idea de la forma pura tiene una contradicción lógica esencial: si tiene forma la tiene de algo.

Del primer cosmos, que fue más bien liviano, se condensaron luego las estrellas y los planetas, en algunos, o al menos uno de los cuales al cabo de mucho tiempo se engendraron los seres vivientes, que tendrían las ideas al ser cerebrales, sin que sepamos qué conceptualidad manejan los vegetales. La ideación es cerebral, por lo que la realizaron todos los animales, pero los vegetales han de haber ideado de otro modo, porque se representaron dentro de sí al mundo exterior. Entonces, la ideación es vital, y cerebral, aunque no sólo, en los animales, porque es todo nuestro cuerpo el que participa en la generación de las ideas.

El anarquismo reprime su politicidad gubernativa

Como persisten en ser anarquistas la politicidad gubernativa se les torna implícita. El anarquismo es reformista, porque las reivindicaciones de la protesta lo son, pero es de un reformismo anarquista, o sea que está contrariado por la mala caracterización hecha al gobierno. El anarquismo deberá admitir su reformismo y su arquismo mientras que exista. Tiene esa tara. El zapatismo es arquista, porque Emiliano Zapata fue gobernante.

El socialismo debe ser autocrítico y no creerse perfecto del todo, porque debe existir y porque puede hacerlo mal.

¿El nihilismo es vano?

La vanidad es la vacuidad, el vacío, y el nihilismo dice serlo, porque es nádico, pero la nada es un concepto pleno de la mente, que no tiene objeto porque todo es algo. No obstante, sirvió para postular al cero, que es una idea importante para las matemáticas, así como la idea de la nada sirve para expresar enunciados necesarios para convivir. El cero viene del álgebra arábigo. Que la idea de la nada no tenga objeto no le resta valor. El error sería adjudicarle nadidad a las cosas externas, que son materiales, lo mismo que suponer que el universo se creó de la nada, a lo que ignoramos. No sabemos que el universo se haya creado de la nada, esa es una idea hipotética, pero sí sabemos que las cosas dentro de él tienen origen material. En tanto que no se sepa de qué provino el universo no se lo debe postular: se debe admitir ignorancia, para no dejarse llevar por creencias, que condujeron a disputas científicas ineptas.

Nosotros los humanos podemos pensar en que al empezar el tiempo hubo materia cósmica que no era conocida por nadie, porque no hubo ser viviente alguno en aquél momento, durante el cual nadie lo supo, lo que recién sabemos desde hace algunos siglos, y sin saber tampoco que haya vida en otros planetas, lo que seguro debe ser así.

Ser capitalista requiere disciplina casta

martes, 28 de noviembre de 2017

El circuito de la soberanía sufragante

Durante el absolutismo monárquico europeo, y habría que saber de las monarquías islámicas, como del resto de los gobiernos de aquél entonces, las naciones absolutistas pensaban que el dios de los cristianos le delegaba al rey la potestad de mandar a los súbditos, lo que empezó a fracturarse con la revolución parlamentaria inglesa, la de 1688, y siguió haciéndolo con la francesa y las restantes parlamentarias, que lo que hicieron fue trastocar el falso circuito de la soberanía divina sin verar a los pueblos lo debido, sin hacerlos verdaderos lo suficiente. Al otorgarle la soberanía a las naciones, supusieron que ellas son las facultadas por dios para elegir al gobierno que las represente, y por medio del voto, que es parecido al rezo. Es un modo de representación eclesiástico, que se condice con las estatuas angélicas que hay en el techo del parlamento argentino, así como la constitución de este país asentó que ese dios es la fuente de la razón y de la justicia. De allí que el poder judicial también sea católico, lo mismo que la moral que aplican las instituciones oficiales, que es la que le demandan al resto de la sociedad. Es un catolicismo liberal, que acepta a la disidencia que le tolera su preponderancia en tanto que se mantenga subordinada, y es sostenido por la nación católica.

lunes, 27 de noviembre de 2017

Para responder a un procedimiento discursivo macrista

En los debates televisivos sobre los asesinatos de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel, muertos por la gendarmería argentina, los macristas afirmaron que a las cuestiones más importantes las tiene que determinar la justicia, lo que fue una maniobra retórica, porque sabían que la justicia es manipulable y que hasta que investigue transcurre el tiempo sin que se los penalice por sus delitos. A los macristas se les debe exponer su fraudulencia comunicativa señalándole a la audiencia que apelar a la justicia es una maniobra destinada a deslindarse de sus responsabilidades. Ellos dan por supuesto que la justicia es un ente perfecto que dirime bien los conflictos, cuando saben que no es así, por lo que a la audiencia se le debe hacer saber que la están manipulando con un argumento tramposo, basado en la idea falsa de que la justicia es imparcial.

Como el poder judicial es el más estable del privatismo, ya que no está sujeto al voto popular, la capitalesía apela a él y a la legalidad constitucional cuando el democratismo la amenaza.

domingo, 26 de noviembre de 2017

Son algunos de los privados los que deben socializarse

Lo que debe socializarse no son los medios de producción, ya que algunos persisten siendo sociales, como el dinero, o el habla, de propiedad social desigual, sino los que fueron privatizados, aunque esa privatización no fuere empresarial sino del gobierno, pero el predominio militar impone que los límites constitucionales no puedan ser traspasados ilegalmente, por lo que el materialismo debe contentarse con la transformación permitida por las circunstancias.

Hay medios productivos que deben ser privados, que está bien que su posesión sea individual, o de pocas personas, y otros deben ser públicos, utilizables por los que transitan los espacios públicos, así como otros deben ser sociales, y su socialidad sería precisable, pero la resocialización de los medios productivos efectuable desde el gobierno depende de muchos factores que interactúan entre sí a la vez que se van modificando. El gobierno no tiene mucha libertad para resocializar los medios productivos, y la posibilidad que tiene depende de la evolución de la lucha social y de su composición interna. Los medios productivos no son sólo los empresariales, sino también los estatales, los gubernamentales, los de la sociedad asalariada y los de la informal, por lo que incluso los democratismos limitados operan alguna resocialización progresiva, y los privatizadores hacen una degresiva. La sociedad humana es clasificable por el tipo de ingreso monetario, que es especulativo en las sociedades financieras, impositivo en el gobierno, vendedor en el empresariado fabril, salarial en el obreraje y misceláneo en el proletariado inferior, con sus complementos, fusiones y torsiones. La llamada sociedad civil gramsciana es inexacta, porque la sociedad civil es el conjunto de los residentes urbanos.

Todos los habitantes de las ciudades en torno de las fumigaciones sojeras tenemos glifosato en el organismo

El glifosato se transporta por el aire, mediante el viento y la lluvia, por lo que las ciudades en torno de las fumigaciones tienen resabios de glifosato en su territorio, que se suma al que llega mediante las inundaciones y los ríos, y que se deposita en las reservas de agua de las redes de agua potable, que son las que abastecen a la industria de la bebida, por lo que el glifosato está presente en mínima cantidad en el agua que se toma en estas ciudades, que se agrega a la de los vegetales, que tienen los restos volatilizados de las áreas periurbanas, o mismo a los de los cereales cultivados en los latifundios. Entonces, hasta los mismos capitalistas tienen glifosato en la sangre. Las dosis mínimas del glifosato puede que no causen cáncer, pero pueden aportar a la generación de enfermedades menores, como la diabetes o el asma, e igual a la de otros males menores. En grandes exposiciones causan cáncer, deformaciones fetales y leucemia infantil. La tasa de morbilidad notoria del glifosato alcanza a una porción pequeña de la población, pero aún así es inaceptable.

El uso de agrotóxicos, todos los cuales causan enfermedades, depende del latifundio, porque la producción en masa con poca mano de obra, en grandes extensiones de terreno, precisa de pesticidas eficientes, cuyas consecuencias para la actividad capitalista fueron estudiadas antes de que se supiera de sus efectos posteriores, por lo que los estudios que los justificaron fueron incompletos, porque omitieron investigar las consecuencias naturales de su objeto. Los agrotóxicos sojeros son de los peores para la salud humana, pero los otros tampoco son inocuos, y peor es el latifundismo, que no es reconocido como una patología social, cuya instauración y mantenimiento causó más muertos y pesares que los de la soja transgénica hasta ahora.

Los estudios médicos particularizados pueden sacar conclusiones verdaderas, pero pierden integralidad, por lo que no pueden entender a veces lo que excede a su tematización. La ciencia procapitalista es falsa no porque sea ilegítima dentro de sus términos, ya que cumple con su lógica interna, aunque no lo haga siempre, pero su mayor error es el de acotarse a ellos, lo que le impide representar a lo que no se condice con el interés capitalista. La coerción social dominante determina a la política científica por medio de la financiación pública y privada de las universidades, que les demanda objetivos investigativos, pero a su vez los reclamos sociales le interponen otros intereses a la ciencia, que entonces es conflictiva. La ciencia liberal no es sólo capitalista, sino que se compone en crisis con la piedad monoteísta.

La derecha es contraletaria

La derecha es el monoteísmo capitalista más privado, la concepción téica y productiva del liberalismo ortodoxo. Que sea teísta implica que su práctica es creyente en los dioses, y por ende que prima la lógica de la creencia en las hipótesis, que faculta a la acometida de prácticas indebidamente autorizadas, por lo que injustas acaso. La derecha destruye mal a la vez que opera porque la falsedad de su concepción le guía mal la práctica a sus miembros, induciéndola a la consecución de valores abstractos en desmedro de la naturaleza más concreta, la física menos elaborada. Tiene esa maniobra a la vez que su proletariedad, por lo que prola mal, engrandece mal a sus naciones, lo que a la izquierda gobernante le sucede de manera diferente.

El centroderecha, que es un monoteísmo capitalista liberal heterodoxo, es contraletario de otro modo, por ser más público, y como es centrista dificulta menos al rebasamiento del centro y de la izquierda. La izquierda debe favorecer al centroderecha cuando la predisposición de las masas dubite entre éste y la derecha, en un favorecimiento crítico, que responsabilice bien de su política al común de la gente. Así podría apoyar al progreso limitado mientras que le exija al proletariado procapitalista que se politice mejor, lo que facilitaría los triunfos posteriores de las opciones centroizquierdistas, que son necesarios para las izquierdistas. El izquierdismo está muy desfasado de la cultura proletaria mayoritaria, por lo que no puede gobernar. Falta asumir que es la predisposición de las naciones la que pone al gobierno, al menos en los países de democracia sufragista. El centrismo y el centroizquierdismo son etapas insalteables porque la historia es concreta. Un grupo de izquierda podría tomar el gobierno, pero se le haría imposible sostenerlo, porque gobernaría a una nación derechizada, en gran medida religiosa y procapitalista, por lo que tendría que reducarla mucho y drásticamente, lo que le agregaría una complicación muy poco sorteable a la competencia política y económica internacional, que sería conjunta al reordenamiento interno, con sus pujas con la clase dominante nacional y extranjera. Es lo que le sucedió a la URSS. Cayó porque avanzó muy rápido. El leninismo tiene ese problema, el de la falta de suficiencia social para la izquierdización pronta de la nación bajo su mando. Ni siquiera algunos de los más cercanos camaradas de Lenin estaban bien preparados para construir el socialismo, y en particular Stalin, que lo sucedió en la presidencia regional. La transformación social tiene que ser deseada a conciencia y sostenida por la base social, por lo que la vanguardia debe adaptarse bien a sus características, y priorizar la felicidad de la lucha por sobre la consecución del programa de máxima, porque éste es inconseguible a corto plazo. Los revolucionarios debemos ser felices para revolucionar bien. Si no somos felices, debemos ocuparnos de serlo antes de proseguir nuestro revolucionarismo, y para eso tenemos que relacionarnos bien con las otras personas comunes, que suelen ser religiosas democráticas.

El gradualismo es crítico, y su intensidad, o mismo su cambio cualitativo, depende de lo que quiera la fuerza social mayoritaria, por lo que la vanguardia es insuficiente para la revolución más drástica, porque la retaguardia no le obedece de inmediato, e incluso ya la traicionó varias veces a lo largo de la historia del socialismo, sin que los socialistas le hayan hecho la crítica debida al caso. La vanguardia no tiene que traccionar a la retaguardia, como quien carga con un lastre a sus espaldas, sino facultarla a la transformación conjunta, para lo que se necesita que elabore su predisposición emancipatoria.

El estado fue todo religioso

Hasta la revolución rusa, todos los gobiernos de los estados nacionales fueron dioseros, y muchos tienen religiones oficiales implantadas en su ley mayor: son naciones de legalidad eclesial, más potente en los gobiernos islámicos, que tienen un consejo permanente de la iglesia dentro en algunos casos, que en los cristianos, en los que la iglesia no suele tener una entidad propia en el gobierno, pero sí otros modos de injerencia, y no sé de los otros, el indio, los subsaharianos, Japón, Mongolia, y hay varios otros, en la región de Afganistán, y más. Las naciones soviéticas siguieron siendo religiosas incluso bajo el gobierno ateo comunista, lo mismo que lo es gran parte de la china, de la vietnamita, la coreana del norte y la cubana, donde el ateísmo coexiste con el catolicismo y las creencias animistas africanas. Los gobiernos ateos cometieron maldades inmensas, pero habría que compararlas bien con las de los religiosos, y mantener la crítica al socialismo, lo mismo que a las naciones de los gobiernos, porque la acción del gobierno es nacional. Los gobiernos terráqueos responden a sus naciones, entre otros factores. Las naciones son base para los gobiernos, que hacen una sobredeterminación ordinaria según la ley suprema y la iglesia, con los actores secundarios y la crisis del caso. La del llamado estado es una sobredeterminación eclesiástica y gubernamental. El estado no reprime a nadie, porque el estado es un modo de habitar la Tierra. Lo que reprime son algunas de las personas estatales, y los nómades también reprimieron de mala forma.

La crítica que se le hace a Corea del Norte y al bloque chino es muy ignorante, aunque éstos deban superarse a sí mismos, lo que no pueden hacer mucho sin la superación internacional. Lo que se sabe de éste en el bloque monoteísta no es tanto, y algo se lo sabe mal. La de que Corea sea dinástica y nuclear es una crítica superficial, que omite señalar que Estados Unidos y la Unión Europea son potencias nucleares mucho mayores, lo mismo que lo son Rusia y Japón. Lo de la dinastía no sé bien cómo es, y no sé si está bien definido, pero es cuestionable y no debe ser tanto peor que las atrocidades del capitalismo occidental. Es verdad que Corea del Norte no debiera ser dinástica ni nuclear, porque la energía nuclear causa un daño tremendo a la naturaleza y porque la dinastía es autoritaria, pero las democracias liberales ni son verdaderas democracias ni tampoco poco dañinas para las especies vivientes.

Este es un planteo para el radicalismo árquico bien moderado, al que habrá que redefinir.

La crítica de Nietzsche fue negativa y aparente

Como escéptico fenoménico, Nietzsche observó a su realidad siendo pesimista y aparente, porque el escepticismo desde la universidad griega antigua adquirió un carácter triste, al que no tiene siempre, ya que existe el observacionismo positivo, pero, en términos revolucionarios, el conservador es malo, pero menos dolido que el reaccionario, al que Nietzsche adoptó al adscribir a su propia mitología alterna, porque en vez que al monoteísmo predominante de su época, el protestante, adhirió a un oliteísmo, un misticismo raro de pocos dioses, así como fue pro nobiliario en la época de las revoluciones lideradas por el empresariado urbano europeo. Lo más revolucionario era el ateísmo en ese entonces, y el socialista en particular, al haber habido liberalismo ateo, que era marginal. El ateísmo, como era materialista, entendió mejor a la realidad, porque el materialismo no se queda en la apariencia de las cosas, que es lo que hicieron el fenomenismo y la fenomenología, aunque ambos hayan alcanzado profundidad, porque no cuestionaron a sus denominaciones para hacerlas verdaderas. Entonces, su esencia nominal fue la de estudiar la apariencia de las cosas. Pecaron de mal nombre. Ese es el problema principal de la fenomenología, cuya denominación la orienta más hacia la superficie que a la profundidad de las cosas. En eso el marxismo la supera, porque es materialista. La crítica de Habermas a la fenomenología la vence porque él adoptó al materialismo histórico, pero su idea debe ser criticada. El socialismo ejerce una política desde una conceptividad insuficiente, por lo que ésta pierde, aunque tenga razón. Tiene razón insuficiente porque la suficiente debe ser social, de la sociedad entera. No obstante, la ampliación de la buena conciencia atenuaría algo de lo atenuable de la crisis de la especie, que siempre será crítica porque la competencia entre vivientes es esencial a la naturaleza. La humanidad podría controlar mejor su práctica, pero eso depende de lo verdadera que sea.

“Fenómenoˮ quiere decir “la apariencia de la cosaˮ, en tanto que “feˮ deriva del griego “phaoˮ, que originalmente significó “fuegoˮ, y luego “luzˮ, pero más tarde fue utilizado para hablar del aspecto, y porque “noúmenoˮ quiere decir “cosaˮ. La fenomenología es la ciencia de la apariencia de las cosas.

sábado, 25 de noviembre de 2017

¿De qué género hablamos?

La teoría de género tiene mal definido su tema, porque el género en sí mismo quiere decir la clase. Género y clase son sinónimos, pero la teoría de género habla de un género en particular, que me parece que es el sociosexual humano. Habría que precisarlo. El género sociosexual es el de la identidad social ligada al sexo biológico.

Antes sostuve que la sexualidad tiene dos planos, el biológico y el cultural, pero no es así, porque lo biológico es cultural, en tanto que la crianza de seres vivientes es parte de la cultura. Existe la sexualidad de gestación, que es la de nacimiento, y la práctica ligada a esa sexualidad, que depende directamente de nuestra voluntad. La lucha libertaria apunta a liberar a las personas y a su práctica, coercionadas por los imperativos sociales, pero no toda liberación es buena.

Entonces, está el sexo de nacimiento, que es la base para la identidad social y para la práctica sexual, que pueden adoptar distintas formas, algunas de las cuales son buenas y otras no, dependiendo de varios factores cambiantes, pero la diversidad sexual y el transgenerismo identitario pueden valer, según cómo sean, lo mismo que la heterosexualidad. El planteo contra la heteronorma tiene su inconsistencia, al suponer que la heterosexualidad es mala en sí misma, por lo que es transformable.

Para rescatar privatizadores

Cuando yo era chico me mandaban a la escuela 6, de nombre French y Beruti, en Retiro, que está en una esquina de la diagonal que sale a la plaza del reloj, que no me acuerdo cómo se llama. Capaz que es Juncal. La escuela tiene ladrillos a la vista. Los menos de mis compañeros iban desde la villa 31. Terminé ahí porque a mis viejos se les ocurrió que la mejor manera de esconderse de los militares era meterse en pleno microcentro, donde mi abuela y sus hermanos tenían un edificio, en Florida entre la plaza San Martín y Paraguay. Me hicieron memorizar la dirección y el teléfono por si me perdía, en uno de esos hábitos de supervivencia de los perseguidos. Era Florida 930, 5to. piso b. Fuimos a parar a media cuadra del bar Florida Garden, que era una cueva de los servicios de inteligencia, adonde Joaquín Morales Solá lo cito dos veces a Marcos Taire, que había sido director del diario El Mundo, del PRT, con el argumento de ofrecerle trabajo y la supuesta intención de entregarlo a los militares. Lo deduzco porque en ambas ocasiones hubo operativos de requisa a la hora y en el lugar que hubieron acordado. Marcos zafó y después se asoció, o algo así, a la empresa discográfica Magenta. Una compañera de mi viejo secuestrada, del peronismo de base, no me acuerdo si en la ESMA, era llevada a la calle Florida para hacer las rondas de reconocimiento. Le decían “la Negritaˮ, y hace poco la vi en alguna reunión en la casa de él. Eso fue antes de que yo empezara a ir a la escuela, lo que sucedió durante el alfonsinismo. Antes, en el jardín de infantes, tuve a Pablo Moreno, hijo de Guillermo, el ex secretario de comercio, de mejor amigo. Al terrorismo mitológico ya debía de conocerlo de antes, por haber nacido en un país católico, pero en la escuela, uno de mis compañeros, que iba de la villa, cuyo nombre olvidé, me obligó a que le hiciera la tarea con el verso del lobizón. El lobizón es un lobo imaginario del que la leyenda dice que si te pasa entre las piernas te volvés invisible y tus padres no te ven más, y este pibe decía que él lo manejaba a su antojo, por lo que me amenazó con mandarme al lobizón si yo no le hacía la tarea. El asunto le habrá servido una o dos veces, hasta que lo hablé con mi madre.

El terrorismo mitológico es un problema social grave y atraviesa a todas las clases sociales, cuyos miembros religiosos padecen los tormentos de la preocupación por el destino de sus almas, por su presente y futuro, y por el de sus allegados, a los que entienden, entre otras tantas, según la sanata del infierno, el purgatorio y el cielo, por lo que, desde la política emancipatoria, cabe exigir la crítica a la mitología. Eso de que dios los va a castigar si no obedecen a las normas canónicas funciona igual, y termina causando que los que castigan a los presuntos pecadores son los fieles en vez que dios.

jueves, 23 de noviembre de 2017

Análisis breve de la pedosexia

La pedosexia es la relación sexual con infantes y niños mayores, la mal llamada pedofilia, que puede ser cometida tanto por adultos como adolescentes de ambos sexos, e intersexuales. Es considerada una perversión sin que la psicología lo pueda establecer absolutamente. Los humanos prepúberes pueden tener deseo sexual, por lo que podrían acceder, e incitar, a las relaciones sexuales, lo que no autoriza a que se las cometa pero sí a que se trate el tema. Socialmente debiera poder hablarse de la cuestión sin la reprimenda que existe hoy en día, e incluso se lo debe hacer para que esté mejor resuelta. Debiera poder hablársela libremente, con las críticas a las malas expresiones que hubiere, pero sin que se cometa la relación sexual.

Las tendencias pedófilas son comunes a la especie, porque amar a niñas y niños es natural y porque los sentimientos amorosos a veces se confunden con los sexuales, pero su sexualización debiera ser bien discutida. El hecho de que tanto niños como adolescentes y adultos tengan deseos pedoséxicos no habilita a que se ejecute este tipo de relación sexual, porque ella debiera ser permitida por el conjunto social, cuya negativa debe ser respetada incluso aunque no tuviera razón, pero no está demostrado que los conservadores estén equivocados sobre este asunto, aunque sí exageran en su tratamiento.

La pedofilia, en sí misma, es la afinidad con niñas y niños. En muy pocos casos es sexual, e incluso el relacionamiento asexual puede ser malo, porque la castidad no garantiza que el afecto sea bueno. El objetivo es el de que el relacionamiento con menores esté bien ordenado, pero para eso la moral tiene que ser verdadera en vez que religiosa, porque la religión tiene una dificultad para corregir sus errores, a los que sostiene en base a creencias y a dogmas. Mientras tanto, y tal vez por siempre, cabe respetar y hacer respetar la abstinencia para las relaciones pedosexuales.

Los posmodernos son moralistas estafantes

Los posmodernos son intratables. Hacen lo que se les da la gana basados en la lógica del más fuerte pero cuando pierden la acusan. Exigen el respeto a la ley según les conviene, y cuando no son ilegalistas. Dicen que están en contra de la razón arguyendo buenas razones, a las que no explicitan para no contradecirse. Exponen que no son moralistas, o que son antimoralistas, pero en verdad son seudoinmoralistas porque son ultraltermoralistas, o sea, predicadores de morales extremas, de derecha e izquierda, alternativas a la oficial y a la de la crítica común, que es la socialista árquica en sus distintas vertientes. Tienen moralidades místicas, de credos raros, a veces tendientes al diablismo, por lo que se aproximan al sociarquismo cuando éste se mistifica, pero acaban por traicionarlo. En verdad, los posmodernos sostienen morales duras, y fueron muy autoritarios. Se enojaron mucho cuando no se les hizo caso. Quisieron que se les obedeciera aún sin que tuvieran buena razón. Basaron su autoridad en una razón a la que ocultaron cuando se la quiso conocer. Hicieron una argumentación artimañera, porque objetaron a las maldades del sistema desde cierto juicio, pero después dijeron que juzgar era malo. Se hicieron los locos a sabiendas, no habiéndolo sido tanto, y sin reconocer lo insensato del pietismo, o mismo del socialismo cuando hace daño. A la locura de los sistemas vigentes le llamaron racionalidad. Son malvados disimulados, frustrados por la dominancia pero incapaces de relacionarse para enfrentarla. Exigen soluciones pero después las boicotean. Reclaman reformas siendo antipartidarios y antigubernativos. Elevan críticas políticas desde el antipoliticismo.

Los posmodernos suelen ser nihilistas, ese es su rasgo distintivo, y por eso son deshonestos, porque no les importa nada. Lo que quieren es molestar a los demás. Los argumentos que sostienen en sus debates políticos, o filosóficos, son excusas para ello. Pueden apelar a las grandes causas, o a la lucha contra la injusticia, e incluso con razón, pero en verdad lo que señalan no les importa tanto, lo tratan como tema de charla, o de levante, y para tener guita de la que vivir. Son chantas. Los salva el hecho de que como la historia es injusta necesitan de dinero para mantenerse, pero su irresponsabilidad debe ser denunciada socialmente. En ocasiones tienen cierta responsabilidad política, pero no la llevan a lo que debieran. Son justicieros quebrados devenidos en antijusticieros.

Los posmodernos también suelen ser anarquistas, aunque no lo hayan sido siempre y aunque haya anarquistas modernos, y no sólo lo son de ultraizquierda, como lo fueron antimodernistas como Foucault o Derrida, e incluso Bataille, sino incluso de ultraderecha, como Heidegger y Nietzsche, además de que los primeros adoptaron a los segundos, pervirtiéndose más aún. Estos seudofilósofos no fueron posmodernos ellos mismos, exceptuando quizás a Derrida, y a Foucault, pero sí fueron antimodernos, por lo que inspiraron a los posmodernos. El anarquismo, que ya tenía una tradición nihilista cuando empezó a gestarse en la Grecia antigua, terminó de perderse al seguir al nazismo disimulado de Heidegger y al aristocratismo de Nietzsche, pero tampoco sus versiones de izquierda son tan buenas, porque la resolución de los conflictos históricos requiere del gobierno y del reformismo, adopte éste la calidad que fuere.

Como el liberalismo estableció la idea de debatir los problemas para resolverlos, sin que se lo hiciera tan bien, los posmodernos adoptaron la postura de sabotear las discusiones, en vez que hacer una crítica franca. En algunas ocasiones, devinieron en microtiranos.

***

En la versión de 1984 de “¿Qué es la ilustración?ˮ, publicado en el libro homónimo de ediciones La Piqueta, Foucault readscribió a la ilustración desde un modernismo crítico, e incluso con cierto universalismo, aunque precario, sujeto a su afán particularizante, que debe existir siendo bien definido, como un particularismo bien inserto en la totalidad. Hizo un intento para conciliar el universalismo cristiano de Kant con una crítica concreta, pero sin llegar a formularlo bien del todo. El universalismo kantiano tenía que desprenderse del absolutismo teísta al que tuvo muy arraigado, porque Kant fue pietista, por lo que tiene una tendencia a abstraer mal, lo que no le quita valor a su buen propósito.

Cuando Foucault dejó el Partido Comunista Francés abandonó al materialismo y adoptó al nihilismo, en particular el nietzscheano, y por eso su comprensión se tornó bizarra, suplantando a la historia por la genealogía y concibiendo a la arqueología como una ciencia extraña, distinta de la que es en verdad, la de los científicos que van a las ruinas antiguas para investigar los restos de las culturas originarias. De ahí que sus explicaciones se convirtieran en confusas, a veces incomprensibles, pretendiendo validarse en la belleza estilística, pero con algo de legitimidad. Al final de su vida reivindicó a la ilustración señalándole algunos reparos con cierta justicia, aunque intentando rescatar a su arqueología y a su genealogía, y basó su prédica en su parecer, en su creencia y en lo que pensaba, sin haberlos cotejado lo suficiente como para corregir sus errores y darle firmeza. Por eso es que su reivindicación final del iluminismo fue de fe, fue una corrección a tientas de su antimodernismo previo. Su obra merece un balance crítico, que le señale las faltas y las virtudes, que también las tiene. En particular tuvo una dificultad para admitir sus yerros, lo que si bien es común debe ser mencionado, porque así se lo puede resolver. La arqueología y la genealogía foucaultianas tal vez merezcan persistir en los términos que les asignara su mentor, pero tal vez requieran ser reformuladas. A eso deberán señalarlo los especialistas en la materia.

El maximalismo societario valdrá porque aspira a resolver todo lo que sea necesario para la felicidad humana, pero se lo debe empalmar a las circunstancias actuales, en una estrategia social que articule el corto, el mediano y el largo plazo, y que asimismo retome nuestro pasado, de igual modo que tiene que contener bien al mini y al mesomalismo. El socialismo requiere que el materialismo sea bien autocrítico.

Un error de Kant es que no admitió que la humanidad es una especie zoológica, por lo que el humanismo liberal que lo siguió tuvo problemas para reconocerlo. Tuvo que decirlo Darwin, sin que todavía muchos teólogos lo aceptaran.

La arqueología del saber puede valer como el estudio histórico del saber previo al antiguo, el de los primeros milenios civilizados, e incluso el de los anteriores al civismo. El tema es que se equivocará si tiene mal nihilismo, un nihilismo mal concebido para la compresión social del entorno, la autoconciencia humana. La humanidad tiene una conciencia social, el conjunto de las conciencias de cada miembro de la especie, que está bastante desacertada en cuestiones importantes.

Bondad y maldad proletaria. La capitalesía como parte del proletariado

Hasta ahora vine manejando una noción del proletariado equiparada a la del pueblo y a la de las clases media y baja. Comprendí al lumpenproletariado, al asalariado común y al empresariado subsistente como el proletariado bajo, y la parte inferior del medio, y al asalariado calificado y al empresariado medio y al bajo alto como del proletariado medio. Al proletariado alto lo entendí como formado por personas de alto nivel social que no son grandes capitalistas. Es un clasismo aproximado. En verdad, si me atengo a la idea etimológica del proletariado, que es la de la gente que engrandece a la especie, la clase capitalista también es proletaria: es el proletariado capitalista. Estaría el proletariado de ingresos informales, el asalariado y el empresarial, que se subdiviría en común y capitalista, con una zona intermedia difusa. Entonces, el asunto no es sólo el de juzgar la acumulación mal medida de los capitales, sino la práctica social de la especie en su conjunto, la producción humana en su totalidad.

El socialismo científico equiparó el proletariado al changado, a los trabajadores, fueran asalariados o de cobro provisional, pero esa definición no se corresponde con la etimología del término, lo que causa problemas a la política revolucionaria.

Reflejo de ventana en planchuela de puerta


La mancha verde es la impresión del reflejo del toldo del alambrado de la vereda, y arriba suyo está la del tejado de la casa de enfrente. La más clara es el del cielo, y la intermedia la del reflejo de la cortina, al costado, o la del de un sillón, abajo. La mancha oscura es la de mi reflejo.

De la razón instrumental

La razón instrumental fue mal criticada, tanto por Horkheimer en la Crítica de la razón instrumental como por Habermas en El discurso filosófico de la modernidad. Le reprocharon su carácter cosificante, sin reparar en que los humanos no podemos no ser cosas, ya que cada ser es una cosa. Lo malo no es la cosificación, o sea, la consideración de las personas como cosas, sino la mala cosificación, aquella que desmerece nuestros sentimientos, o nuestra salud, u otros aspectos de la vida semejantes, como la libertad. Algo parecido sucedió cuando le reprobaron a la razón que tuviera objetivos. Cuando definieron a la razón instrumental como “razón con arreglo a finesˮ dieron por supuesto que los fines eran malos, o que subordinarles el pensamiento es necesariamente perjudicial.

Pensar para conseguir objetivos no es malo en sí mismo. Lo malo pueden ser los objetivos, que es lo que le tendrían que haber criticado a la razón capitalista, o mismo a las otras malas razones. El problema de la crítica libertaria es que como no asume bien a la cuestión religiosa, que está en la base de la razón instrumental capitalista, el planteo se le tergiversa. La religión indujo al capitalismo porque prohibió la dedicación al buen disfrute y distorsionó la convivencia con ideas equivocadas, porque tiene un carácter creyente y sacrificatorio, de lo que generó una actividad económica compulsiva, que es la de la producción de capitales, aunque el tema sea más complejo. En particular, cabe recriminarle al proletariado mundial que votara en masa por los partidos religiosos, que suelen ser procapitalistas, y así como ese tuvo otros comportamientos irresponsables, como el mal consumismo, el mal conservadurismo o la desidia política. Hasta que la izquierda no haya asumido este asunto la estrategia le fallará, y sus relaciones interpersonales permanecerán degradadas, porque sus facciones se pelean entre sí para representar a un sujeto que les responde poco y porque idealizar al proletariado genera mal clasismo, que hace a la culpabilización intraizquierdista porque gran parte de ella es de las clases medias y altas. La opresión histórica no es sólo la de las clases superiores, sino que las inferiores son opresivas también en lo que lo son, sean o no conscientes de eso. La religiosidad es muy opresiva, y es sostenida por las masas, lo mismo que fueron bastante procapitalistas, por la falsa conciencia o por lo que haya sido.

A la humanidad lo que le falta es tener razón verdadera la suficiente, ya que la que tiene es algo falsa, por creyente, y algo verdadera, por investigativa, y asimismo mezcla buenos con malos propósitos, porque su carácter está algo mal y algo bien predispuesto por nuestras ideas.

***

La noción de la razón comunicativa habermasiana supera el individualismo de la filosofía del sujeto, predominante desde Kant a Hegel y pasando por Husserl, Sartre y Merleau Ponty, entre otros, pero asimismo tiene sus defectos. En particular, idealiza al ámbito cotidiano, como si estuviera a salvo de la injerencia de la razón dominante, a cuya opresividad tiende a concebirla como absoluta, de lo que da una imagen como si lo económico y lo político fuesen instancias sociales totalmente controladas por ella, mientras que la cotidianeidad fuera un refugio seguro, cuando ni los primeros están tan mal ni la segunda tan bien. Por otro lado, la razón comunicativa atraviesa a todas las instancias sociales, y hace a la economía capitalista, porque para producirla los humanos nos comunicamos con nuestra razón: sucede que la razón capitalista ni es tan mala ni existe sin conflictos con otras racionalidades, que a su vez tienen sus defectos y sus virtudes, incluso en los ámbitos donde aquélla predomina más. La razón capitalista es una razón casta porque proviene de la religiosidad estricta, que hizo a la ciencia más sofisticada porque se asentó en las universidades privadas más elitistas.

miércoles, 22 de noviembre de 2017

La hetero y la homosexualidad son extremos absolutos

La heterosexualidad predomina porque la naturaleza humana es bastante más heterosexual que homosexual, pero ambos son formas sexuales extremas, que no siempre se dan en forma absoluta, ya que los humanos tenemos deseos sexuales que a lo largo de la vida se dirigen a ambos géneros, y de intensidades distintas. Los sentimientos amorosos se intersectan a veces con la excitación sexual.

Comunismo y liberalismo monoteísta

Estas son las concepciones humanas en pugna, en general, ya que hay excepciones, como el biteísmo católico y pachamámico de Bolivia, cuyos regímenes son capitalistas porque prima la propiedad privada y estatal de los medios de producción económica, aunque habría que precisar las diferencias que hay entre ellos en su modo histórico de capitalizar. Por ejemplo, cabría señalar que no es lo mismo el capitalismo mixto de Cuba que el estadounidense, que es más desigual.

La socialdemocracia es un modo intermedio, de gobierno ateo y socialista sometido a un predominio monoteísta y capitalista, plasmado en las constituciones liberales.

lunes, 20 de noviembre de 2017

Los de Página 12 todavía no asumieron que le dieron cabida al fraude de la deuda estatal

Por la simpatía crítica que siento por ellas y ellos, y ellis, insisto con que ahora los del diario Página 12 están como locos haciendo un escándalo con el superfraude financiero del macrismo sobre la toma de deuda gubernamental, pero sin haber asumido que la política kirchnerista habilitó a que pasara lo que pasa, y tampoco plantean lo suficiente la necesidad de la cesación del pago de esta estafa, porque son cabezas duras para admitir que se equivocaron y para no darnos la razón a los de izquierda.

A como están las cosas, si no cambian de postura los populistas argentinos pagarán de nuevo en el caso de que vuelvan a gobernar este país, o sea que seudobeneficiarían una vez más al privatismo internacional a costa de los pueblos del mundo, que en otros países también se la pasan trabajando de sobra para mantener a esta capitalización vana.

sábado, 18 de noviembre de 2017

Modernidad y modo

La palabra latina modernus viene de la de modus, que es “modoˮ, según el diccionario de Segura Munguía. A eso se deben agregar los análisis históricos del tema, que lo enriquecen. La modernidad es el período abierto con el Renacimiento, aunque Habermas haya detectado actitudes modernas anteriores, que fueron menos frecuentes de lo que lo serían desde entonces. La modernidad fue inaugurada subconscientemente en la Grecia y la Roma antiguas, aunque, más en rigor, la adopción de la medida científica para vivir ya venía de antes, e incluso es parte de la forma de ser de las otras especies biológicas, pero en Grecia se inventó a la Academia, que tuvo su correlato en las universidades del imperio romano, por lo que en la universidad antigua ya se empezó a estudiar más metódicamente a la realidad con el fin de decidir a la práctica de una mejor manera, lo que no quita que no se hayan cometido atrocidades tremendas, pero luego del declive de la ciencia antigua, con el oscurantismo medieval, la moderación científica institucional quedó relegada, eclosionando después recién en el Renacimiento, lo que sigue vigente hasta ahora, con la modernidad en crisis.

Este breve análisis no da cuenta de la ciencia extra occidental, por lo que está incompleto.

No es tan obvio como debiera que cunde bastante el mal saber y la mala moderación, por lo que, en verdad, la modernidad es crítica y tiene falsedades en su base que traerán pesadumbre hasta que se las haya resuelto, lo que depende de la capacidad humana para asumir sus errores.


Lectura

Jürgen Habermas, “Modernidad: un proyecto incompletoˮ, edición electrónica del Departamento de Literatura de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile.

viernes, 17 de noviembre de 2017

Sobre la deconstrucción de la identidad social

En el paradigma alteridentitario, el de mucho de la comunidad feminista y de la diversidad sexual, está la idea de que los miembros de la identidad dominante deben decontruírsela, en vez que reformársela, porque esta concepción está muy influenciada por el derridismo, sucesor del foucaultismo, que como es anarquista es principistamente destructivo y anti reformista, y tiene el interés de violentar a los más poderosos, en vez que exigirles que se transformen a sí mismos de buen modo, lo que causa que éstos recelen de lo que se pretende que hagan, y con algo de buena razón, ya que la propuesta anarquista les es maltratante.

jueves, 16 de noviembre de 2017

De la monoteización imperialista

Con el imperialismo europeo se impuso el monoteísmo a las naciones conquistadas, pero habría que hacer una buena crítica del politeísmo previo, para no idealizarlo como a una víctima inocente. La conquista colonial es cuestionable por sus maldades, pero asimismo habría que indagar en la historia de las naciones conquistadas, que tampoco habrán sido del todo justas. Un tema es el de porqué las naciones conquistadas, incluso habiendo sido sometidas por el imperialismo, adoptaron bastante a los credos de sus opresores, en vez que rechazarlos de cuajo. Habría que saber si no venían acumulando broncas ante las injusticias del politeísmo.

miércoles, 15 de noviembre de 2017

Del nacionalismo socialista

En “Sobre mitos nacionales y el nacionalismo en Panamáˮ, publicado en Sin Permiso el 7 de noviembre pasado, Olmedo Beluche dijo que no se puede ser nacionalista y socialista al mismo tiempo, lo que a los socialistas que quieren gobernar los pone en mala posición, porque ellos quieren gobernar a naciones, a agrupamientos humanos de la identidad nacional del constitucionalismo capitalista, opresora de las que lo anteceden. El socialismo árquico debe ser nacionalista, pero de un nacionalismo en particular, que debe ser internacionalista. Es un nacionalismo contradictorio y provisorio mientras que las naciones se identifican nacionalmente. El socialismo no debe intentar adelantarse mal, ni mucho, de la predisposición política mayor de las masas nacionales, incluso aunque ella sea mala, porque es mayoritaria. En ese momento debe hacer la crítica de las masas. El socialismo debe favorecer al desarrollo de las masas, porque el avance debe ser social. No cuadra mucho el vanguardismo sobre una base social falente. Entonces, primero se debe priorizar a la calidad de la vida proletaria, la de la subsistencia, y luego en ella al desarrollo científico y político. A ese orden hay que mantenerlo como pueda ser.

En rigor, a la crítica de las masas hay que hacerla siempre, pero más aún cuando se tornan degresivas, o retardatarias.

La seudo-razón

La llamada razón capitalista es una razón falsa. El debate de la modernidad tiene un error básico, que es el de confundir a la buena razón con la seudorrazón capitalista, que es algo buena y algo mala, ya que es algo creyente y obstinada, y seguidora en ocasiones de malos intereses, lo que torna a su éxito en pendular. Logra su propósito mal y bien, y cuando lo logra, y en otras falla, y bien y mal.

El racionalismo teísta no puede asumir a los aspectos de la realidad que son contrarios a los preceptos de sus credos, o lo hace con dificultad, lo que al ateísmo capitalista le sucede de otro modo con su ideología. La ideología del comunismo gobernante es analizable, igual que la de la socialdemocracia.

El idealismo capitalista, tanto el más creyente como el más verador, es fallido, porque su razón es insuficiente. En un caso más por la diosedad y el fideísmo y en el otro más por la capitalidad, que se sintetizan en el progresismo falseado de la ONU, que mide la evolución internacional según un modelo estadístico incompleto y equivocado en algunas cuestiones. El modelo chino, el de Vietnam y Corea del Norte, es afín al del liberalismo democrático, pero con disidencia téica y otro tipo de autoritarismo político, que es correlativo a la maldad de las naciones: no se debe hacer una crítica del gobierno condescendiente con la base social. Hace a un capitalismo mixto, como el del liberalismo, tanto el orto como el heterodoxo, desde un gobierno ateo y comunista, adorador del marxismo, y de su vertiente maoísta, cosa que también son formas de idolatría. La idealización idolatrante del marxismo es un derivado de la lógica crédica al que el socialismo debe terminar. La socialdemocracia, a su vez, se sitúa más entre el liberalismo heterodoxo y el comunismo capitalista, habiendo sido proclive al socioliberalismo, tanto al heterodoxo del estado de bienestar como al ortodoxo del Consenso de Washington. El modelo socialdemócrata del estado de bienestar también fue liberal, por haber sido del republicanismo democrático de las revoluciones burguesas, pero fue heterodoxo en materia económica. Al haber adoptado al método electoral como forma de obtención del gobierno, se subordinó al constitucionalismo liberal. El problema es qué liberalismo adoptar en el marco de una lucha legal. El izquierdismo radical, tanto el anarquismo como el trotskismo, criticaron a la socialdemocracia de manera idealista, exigiéndole un maximalismo programático que no se correspondía con las reivindicaciones populares, ni con las obreras, pero a su vez la socialdemocracia falló en cuestiones en las que podría no haberlo hecho. Habrá que adoptar una política paciente, ya que el desacierto es bastante frecuente.