Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

lunes, 2 de enero de 2023

Del pluralismo liberal y su dictadura

 El liberalismo acusa al comunismo de gobierno unipartidario de dictatorial, no sin alguna buena razón, pero no admite su propia dictadura, ni en el sentido del dictado, ni en el gubernamental, ni en el presidencial. En el primero, dicta lo que dicta, no siempre mal, en lo que conlleva las faltas de suponer que la dictadura es necesariamente mala y la de ignorar la propia. En el segundo, hay un dictado constitucional, que en los países liberales es plural, pero de un pluralismo que, si bien permite participar al socialismo en el gobierno, lo hace de forma prohibitiva, relegando la socialización extensa de la gran propiedad privada a una reforma constitucional. Es un pluralismo restringido, que se reconoce poco como tal pero que se presenta a sí mismo como bueno sin admitir su maldad. En el tercero, hay un dictado presidencial republicano y con cambios regulares, pero que fue suplantado por dictaduras militares cuando el reformismo progresista creció medianamente y cuando el socialismo se acercó a concretar la revolución, perpetrando grandes masacres algunas veces, mucho mayores que las guerrilleras.

 A veces los liberales acusaron de dictadores a presidentes que fueron y van a elecciones abiertas reprobadas por ellos, en las que se negaron o niegan a participar, sin haber demostrado bien los fraudes que señalaron, pero tampoco del todo carentes de razones válidas. Acusan dictaduras uni y polipartidarias sin admitir que la suya también lo es.

 Para que una dictadura, en el sentido del dictado social, sea buena, la concepción del mundo de la sociedad tiene que ser muy verdadera. Luego, está el problema del gobierno republicano, de representación muy excluyente, para resolver bien el cual el pueblo debe ser conciente del asunto y saber cómo tratarlo. Mientras tanto, es inevitable la vía del gobierno cerrado, que es más o menos estrecho según quiénes lo ocupen y su contexto.

 Una dictadura, en sí, es un régimen en que hay quienes escriben lo que otros dicen. El concepto resume al decir y al escribir.