El librecomercio, como comercio desprovisto de impedimentos gubernamentales, puede adoptar varias formas, no todas las cuales son buenas, así que debe ser bien definido. El preponderante ya causó muchas bancarrotas, pero tampoco su escasez serviría bien. Un problema es que, como es una actividad social, su calidad depende de la ideología de los individuos, que hace a su práctica conjunta. Tendría que ser bien delimitado a mediano plazo, ya que la humanidad dista mucho de estar lista para reemplazarlo por un método de intercambio más liviano.