Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

miércoles, 6 de mayo de 2015

Qué es la virtud

La virtud, etimológicamente, viene de la verdad. Es como decir “veritud”. La virtud es la cualidad de los actos verdaderos. Los capitalistas, que niegan o ignoran esto, la comprenden como la sujeción a los cánones de las iglesias, o a sus versiones inferiores, cuando reniegan mal de aquellos, que generalmente son esos mismos cánones, pero a la inversa o degradadamente, como en la concepción diabólica. En otros casos la entienden como los sucedáneos laicos de aquella acepción. De allí que mucha gente hace según una idea equivocada de lo que debe hacerse. Ser virtuoso es ser verdadero y hacer en consecuencia. Hasta que los capitalistas entiendan esto harán mal, porque siguen un precepto de vida mal entendido. Por eso para el socialismo es importante hacerles comprender la verdad a los capitalistas.

Es necesario que la humanidad sea verdadera para que sepa qué hacer y qué no, lo que se requiere para que la convivencia sea buena. Para saber si un acto es bueno o no, sirve averiguar qué hace sentir. El sentir permite medir la bondad y la maldad de nuestros actos.


Lectura

Terry Eagleton, Después de la teoría, Barcelona, Random House Mondadori, 2005.


Anexo

En algunas cosas, Terry Eagleton se equivoca. No tiene del todo bien resuelta la cuestión de la diferencia entre el hombre y los demás animales, de los que desconoce su lenguaje y cultura, y pensó que los humanos nos caracterizamos por tener un vacío, que es cierto que lo tenemos, pero en la plenitud con faltas que es nuestra humanidad. Pienso que la posición correcta sobre el carácter animal de los humanos es la naturista, pero no aquella que él describe en el libro sino una que incorpore la cultura. La naturaleza humana es cultural, o sea, creadora de cultura. Por otro lado, no es verdad que los humanos carezcamos de fundamento luego de la así llamada “muerte de dios”, en principio porque mucha gente cree en él, aunque sea un fundamento falso, en segundo lugar porque nunca estuvo vivo, y luego porque somos seres universales, terráqueos, naturales, sociales e históricos. Ese es nuestro fundamento, al que toda la humanidad debe reconocer.

Los animales y los insectos también son culturales: se comunican entre sí y con otras especies mediante los gestos y el lenguaje y construyen casas en algunos casos, como los panales de las abejas, los nidos de los pájaros, las cuevas de los roedores, etc., aparte de jugar, bailar y cantar, lo que implica que tienen capacidad para simbolizar. Eso de que la congnición de los animales que no son humanos es innata, heredada genéticamente, no es verdad: puede que haya parte del saber que se herede así, pero los insectos y animales también se transmiten sus saberes de generación en generación. Habría que saber de los vegetales.