Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

sábado, 23 de mayo de 2015

De los piropos

En Argentina hay una campaña contra el acoso sexual que es saludable, pero no en todos sus aspectos, ya que hay cuestiones que no asume y otras que tiene mal resueltas. Por una parte no asume que a veces a la gente nos gusta que nos digan groserías sexuales. Es más, a veces nos es necesario, no sólo las guarradas, sino también los piropos educados, porque así nos sabemos atractivos. Aparte, también nos es necesario expresar nuestros deseos sexuales, y es bueno que lo hagamos bien. Prohibir los piropos puede llevar a la depresión, porque ocasiona una forma de represión sexual. Pero tampoco es solución permitirlos así nomás, ya que hay personas a quienes les molestan. Lo que sí es prohibible es el acoso sexual, pero también hay que asumir que, en tanto que seres naturales, los humanos somos sexuales, y que tenemos deseo sexual casi todo el tiempo, o muchas veces. La solución sería encontrar una forma de socialidad que permita las expresiones sexuales buenas, y que enseñe a la gente a encausar sus deseos por medio de ellas. Pero eso no se puede hacer del todo en el capitalismo. Mientras tanto, habrá problemas irresueltos.