jueves, 11 de diciembre de 2025

Del llamado "caso Cuadernos"

 Parece ser que hubo tanto lo que acusa el conservadurismo, un sistema de coimas para acceder a licitaciones de obras públicas, como lo que plantea el kirchnerismo, extorsiones jurídicas para que se las denuncie, lo que invalidaría su juzgamiento sin reparar el daño por el delito cometido. También parece que el motivo principal para cobrarlas no fue el enriquecimiento individual, sino la financiación de las campañas políticas kirchneristas, que contaron con desventaja respecto a las listas de la derecha dura porque éstas recibieron más aportes del capital privado. 

 Los cuadernos de Centeno que señalan estos crímenes serían un armado de servicios de inteligencia, que se los habrían dictado al chofer basados en sobornos reales, algo famosos en la obra pública oficial, al menos para sus participantes más directos, esto según algunos testimonios recabados durante su investigación. 

 La lección a sacar es que más vale perder las elecciones de buena forma que ganar de mala, ya que a la larga las consecuencias de estas coimas son devastadoras para el kirchnerismo, y ya desde lo inmediato le hicieron mal, llevándolo a sostener políticas antipopulares que recibieron repudio social por parte de las asambleas ambientalistas y sus simpatizantes, así como a una trama de secretos y ocultamientos que deterioró la salud de los kirchneristas involucrados en ella, como luego al descrédito de sus seguidores y demás perjuicios. Quizás fuera difícil que no ocurriera esta serie de sobornos, si es que eran una costumbre enraizada en la obra pública tal como se dijo.