Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

lunes, 19 de octubre de 2015

Del carácter mónido de la humanidad y de su primacía especista

Al parecer, el planteo de Darwin de que la humanidad es una especie descendiente de los monos, ha sido superado por el de que es una especie primate superior. Para sostener esa idea no puedo más que decir que es lo que dijo Gayatri Chakravorty Spivak en una conferencia titulada “Saberes, instituciones y epistemologías”, dada en la Universidad Nacional de San Martín, en la ciudad argentina de Buenos Aires, el 26 de noviembre de 2013, y que lo dijo el locutor de un documental sobre monos emitido en el canal Encuentro, cuyos nombres ignoro. También que según los estudios genómicos la igualdad genética entre los humanos y algunos monos es del 98%, cosa que sostuvo mi padre, Carlos Javier Chaves, quien es médico veterinario.

Esa idea, según lo que sé, todavía precisa de confirmaciones, aunque debe haber gente que ya lo sepa con certeza.

Una cuestión a debatirse en el futuro es la del carácter de esa supuesta superioridad, de los humanos por sobre los monos, o los otros monos, y las demás especies. Como sucede con los órdenes imperiales, a los que se considera superiores por imponerse a las demás naciones, la superioridad humana reside en que es capaz de dominar bastante a las otras especies, pero eso no significa que su modo de vida sea mejor, sino sólo que se ha impuesto, y se impuso por la fuerza de las armas y demás técnicas humanas. A la humanidad le quedará pendiente la cuestión de hacer que su órden social sea placentero, para consigo misma y para con las demás especies, ya que el bienestar ajeno hace al nuestro, y también hay que decir que los humanos, por nuestro crecimiento y depredación, somos una plaga terráquea, por más que eso hiera a la autoestima falsa, ya que nosotros denominamos plagas a las otras especies que se expanden mucho y a costa ajena. Ahora bien, que seamos una plaga no quita que valga que disfrutemos de la vida y de nuestra superioridad: nada más señala un problema que merece atención y una respuesta resolutiva.