Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

miércoles, 13 de diciembre de 2023

Merced, marca, mérito y comercio

 La merced y el mercado comparten el núcleo semántico de forma reconocida. En el DECEL no se señala que haya una relación simbólica nuclear de ambas con el mérito, al que no obstante se describe como ganancia y merecimiento, que son bastante propios del comercio. Tampoco con la marca, muy intrínseca al mercado porque para vender bienes hay que haber demarcado un terreno como propio, así como para fabricarlos, aparte de porque las empresas mercantiles son de marcas ficticias. En lo ficticio de los nombres de las empresas se nota lo fingiente del comercio, que es reprobado por algunos hombres por el mal que hace, que no debe ser suprimido del todo, porque la humanidad tiene que hacer algunos males para vivir y los tendría que hacer para convivir bien incluso en un modelo ideal. Entonces, la transformación empresarial deberá ser honrada, para lograrse tanto como corresponde al planteo revolucionario, lo cual depende de que la crítica al sector privado sea justa. La crítica injusta al llamado "sector privado", según se lo suele entender, frustra a la revolución porque la predispone de forma perdedora, por basarla en una idea inadecuada a su realidad expresa, lo cual le pervierte el método.

 Si el mercado, como sistema de compraventa, se ordenara bien, sería aceptable, aún con la contra de que mantener al monetarismo requiere tareas prescindibles, pero en una etapa de transición es mejor opción que exista bien ordenado a la de abolirlo del todo, porque no hay el consenso social necesario para esto, y, en la búsqueda de ese buen orden, es preferible menos desorden que más, lo cual es un dilema de corto y mediano plazo por la irracionalidad humana.

 Según el diccionario de Segura Munguía, una raíz de "merced" es el vocablo latino "mereo", que a su vez proviene del griego "moira", que significa "parte" en el sentido del reparto, o sea, que el mercado es un sitio de reparto, pero así como él hay otros que no se nombran así, y su nombre no designa al dinero, es decir, que no lo describe del todo bien. Entonces, el mercado no es un problema en sí mismo, pero sí su desmesura.