Hace unos días Gustavo Cordera dio dos entrevistas, una en el programa Gelatina, de Pedro Rosemblat, y otra en Otro día perdido, de Mario Pergolini, así como se publicó una declaración suya sobre los asesinatos de Ricardo Barreda para el documental Barreda, el odontólogo femicida, las cuales reavivaron el debate sobre su persona y unos dichos suyos de 2016 en una charla de periodismo para las escuela TEA que le granjearon una condena pública y una probation dispuesta por un juez oficial. Estaban hablando del cantante de El otro yo (y según unas notas del de otra banda de rock), quienes tenían denuncias de abuso sexual por copular con adolescentes primerizas o medianas, no queda claro en la entrevista, y ahí este Cordera dijo que esos llamados "abusos" eran "aberraciones de la ley". Le preguntaron cuál era la aberración y él respondió que "la aberración es que una pendeja de 16 años con la concha caliente quiera coger con vos y vos no te la cojas", a lo que empeoró agregando que hay mujeres histéricas que para tener sexo necesitan ser violadas porque tienen culpa y no quieren tener sexo libremente. Al expresarse, Gustavo Cordera se refirió de forma bruta a jóvenes excitadas y al coito, una muy coloquial para el contexto de la charla, y luego lo remató con la idea de la violación sexual. Un tema es que este Cordera no llamó a violar mujeres, de lo que se lo acusó, sino que trató el caso de las que quieren tener la relación sexual y no se animan, es decir, que en ese caso habría el deseo pero no el asentimiento, lo que no se debe resolver mediante el coito violatorio, salvo alguna excepción rara en que hubiera una aprobación de lenguaje corporal y la violencia sexual fuera benigna para los amantes. Luego de eso, fue condenado y sancionado. Desapareció relativamente de la escena pública y retornó para aquéllas entrevistas, que enardecieron más aún el ánimo feminista, en especial por lo que dijo de Ricardo Barreda, que volvió a situarlo del lado de la violencia machista después de que pidiera disculpas por sus dichos sobre la violación sexual a mujeres, cuestión que puso en duda la autenticidad de su arrepentimiento. ¿Fueron sinceras su admisión de haberse equivocado y su pedido de disculpas? De hecho, los hizo, pero sus declaraciones sobre Ricardo Barreda dan cuenta de que le falta profundizar en el tema, por lo que son sancionables, aunque la pena tiene que ser justa. También, a consecuencia de esta contradicción, falta ver cuán sincero es su arrepentimiento. Parece que el afán de franqueza de este Cordera es excesivo y que lo llevó a hacer declaraciones que mejor no hubiera hecho. Puede que le falte reconocer que la sinceridad, ni la autenticidad, son buenas en sí mismas, por lo que se les debe evaluar la calidad para no caer en sus malas versiones. ¿Es anarquista? Por sus actos y postura lo asemeja, pero no fue explicitado en estas entrevistas.
Las críticas contra Pedro Rosemblat por hacerle la entrevista me parecen malas porque en el periodismo se entrevistó a gente que hizo mucho más daño que Gustavo Cordera sin que se lo repudiara tanto, cuando algo. Al ocurrir esta entrevista no se habían difundido las declaraciones sobre el Barreda antedicho, expuestas después.
El artículo 119 del código penal argentino, reformado en 2017, condena las relaciones sexuales con menores de 13 años y las no consentidas, así como a las consentidas con manipulación por parte del mayor, pero los dichos en cuestión son de 2016, cuando la edad del estupro creo que era hasta los 15 años inclusive, sin ceñirse a los 16. De haber sido así, el debate giró en falso desde el principio, pero eso no le quita todo valor porque se refiere a cuestiones importantes.
Se puede ver la entrevista de 2016 (aunque esté incompleta) y la de Gelatina en https://urgente24.com/medios/gustavo-cordera-hablo-su-cancelacion-y-volvio-desatar-las-criticas-feministas-n609514. También leer https://www.pagina12.com.ar/860989-gustavo-cordera-justifico-a-barreda-yo-tambien-me-puedo-equi.