Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

martes, 6 de octubre de 2020

Muchos patrones...

 La manera usual en que se entiende al patronazgo tiene el defecto grave de que no reconoce al minorista, es decir, al ejercido por los compradores simples. El patronazgo se caracteriza por contratar servicios, y en general lo entendemos como la contratación de fuerza de trabajo que hacen las autoridades de las empresas, pero al comprarse los bienes de subsistencia, como los de los mercados, también se contrata: mediante un pago se le encarga a los vendedores la provisión de un producto, que tiene que cumplir ciertos estándares de calidad, lo que implica que los proveedores de los comerciantes también deben alcanzar esos estándares, con el esfuerzo que eso conlleva. Los consumidores finales se convierten en patrones de los vendedores intermediarios, los llamados comerciantes, y ellos en patrones de los grandes productores. Es un patronazgo a la inversa del más reconocido, pero existente, en el que mucha gente manda a alguna y alguna a unos pocos. 

 El hecho de que haya un contrapatronazgo desde abajo no implica que el principal deje de ser injusto, por lo que la transformación del sistema sigue siendo necesaria.