Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

sábado, 21 de mayo de 2022

Reflexión para la socialización de las empresas privadas

 Como los intentos de socialización comunista fracasaron en todos los países de constitución de izquierda, hace falta un buen modelo para implementarla. Por ahora, se pasó de un sistema de empresas gubernamentales comandado por partidos únicos a un sistema mixto, de empresas públicas y privadas con el cooperativismo y el gobierno polipartidario restringido en su exterior, y algún cooperativismo interno. El capital privado tiene su mérito por su aporte para la vida humana, o sea, que reformarlo mal pierde al intento. Entonces, en un sistema de ley suprema socialista, habría que definir bien el modo de expropiación y socialización. Como es necesario que las empresas funcionen para aprovisionar a las naciones, se les debe mantener en actividad, aunque no a todas ni de cualquier manera. Mientras que no haya la fuerza suficiente para socializarlas en masa, ni la razón para hacerlo bien, se podría empezar por los casos más conflictivos, que son los de las empresas corruptas, fáciles de sancionar por su delincuencia, y habría que decidir si corresponde ministerializarlas o cooperativizarlas, según condiciones que no se puede prever del todo. Como este conjunto de empresas es amplio, terminaría habiendo de las unas y de las otras, que servirían de ejemplo para las socializaciones futuras. Mientras tanto, tendría que haber una ley de pago que lleve la tasa de plusvalor al mínimo, que se debiera aplicar con controles sobre las ganancias netas de las grandes y de algunas medianas. Así, en una etapa de transición, los grandes empresarios honestos podrían seguir trabajando sin tanta ganancia, pero habría que incentivarles para que reduzcan sus obligaciones, lo que serviría para que acepten su igualación con los obreros pobres, que obtendrían aumentos salariales.

 Para que los grandes empresarios acepten la socialización de sus empresas, se les debe ofrecer un acuerdo que les convenga bien, y la socialización les conviene si es bien implementada, para trabajar menos y disfrutar más, pero eso, sin la verdad religiosa necesaria, no es posible porque la religión condena demasiado la lascivia, por lo que la veracidad crédica hace falta para la liberación social, hasta la de las y los sacerdotes, que están sometidos a su idea de los dioses. La emancipación de los trabajadores depende de la de los clérigos, y ésta de la verdad doctrinaria. A su vez, al clero le gustaría participar en el ordenamiento social de forma dichosa, por lo que es una clase conservable, pero que se tendría que organizar de un modo específico. La crisis humana demanda una reforma integral, de todas sus clases y con distintas particularidades.

 El sacerdocio es lo que se relaciona con lo sagrado, y lo sagrado es lo desangrado, por los sacrificios rituales de brujos, en que, al ofrecerse animales a los dioses, se les degolló para tirar su sangre en ritual teológico. El resto de los desangres, sean de savia o sangre roja, es mucho mayor, pero no se dirige a dioses, salvo que se les haga por las estrellas, lo cual tampoco los justifica, como son injustos algunos de los desangramientos económicos, porque la economía es mayor de lo que debe, y entonces se cortan vivientes de sobra. Hay un problema con la necesidad vital, porque es relativa, por lo que la hay prescindible e imprescindible: tiene grados de acuerdo a sus condiciones, que hacen que para vivir hagan falta cosas o no según distintas causas.

 Como la especie humana es muy numerosa, mientras que no se reduzca, al menos, debe ser de pobreza calificada, para no explotar demasiado a las otras. La pobreza calificada se caracterizaría por ser de poquedad benigna, un caso extraordinario de pobreza, porque, si bien se viviría con poco, ese poco alcanzaría para la felicidad honrada, lo cual depende del funcionamiento social, por lo que de los credos.