Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

martes, 28 de junio de 2022

El valor de la moneda y el aprecio internacional

 El valor de la moneda de cada país depende del aprecio internacional que se le tenga, por lo que se debe buscar que los países se aprecien bien entre sí, lo que demanda que sus habitantes reconozcan bien la historia. El comercio internacional valora la exportación de cada cual de distintas formas, primando los servicios, en particular los financieros, por sobre la industria y el agro, con entrecruzamientos, complejizándose el esquema con terminaciones geopolíticas. Cuando a un país se lo desprecia, el valor de su producto cae, en especial su moneda respecto al dólar, aunque no del todo por su utilidad y porque la importancia del dólar no es absoluta, por lo que hay que lograr buena apreciación internacional, un objetivo de largo plazo por la irracionalidad humana. En una cultura tan despectiva como la actual, las monedas nacionales se deprecian mucho, en general, apreciándose de más algunas pocas, lo que también perjudica a sus naciones porque el aprecio sobrepasado les daña, cosa que redunda en penuria para las de valor medio: el mal aprecio conjunto las perjudica a todas, pero eso responde a la veracidad religiosa y a la ideología política y económica.

 Los países más agrícolas podrían reapreciar sus productos con una entidad internacional que ordene su venta, pero sin el desarme relativo del empresariado dominante no se daría bien. La cuestión precisa de verdad religiosa porque el empresariado le da significado a la vida según las ideas religiosas, pero un castigo injusto a las faltas crédicas haría fracasar la revolución.