Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

jueves, 22 de diciembre de 2022

Lo marital de la lucha de clases

 Primero, que a veces hay que explicitar de qué lucha de clases se trata, porque clases hay de varios tipos, como los géneros actitudinales, que son clases, o mismo los sexos, que definen clases de cuerpos vivos, y después, a la lucha de clases económicas, verle la dimensión marital, para que no quede solapada, lo mismo que la cuestión familiar, que siempre opera en la lucha política, para mal de forma subconciente, y así las otras, algunas demasiado discutidas. Afinar bien la llamada "lucha de clases", concepto que omite referirse al subtipo de clase al que apunta, requiere balancearla bien con las otras luchas, para que la lucha salga bien. En la lucha económica, el desagrado ante el sistema matrimonial vigente, y el marital, que no es el mismo, persisten como motivos de crítica poco expresos, y así lo será hasta que se les tematice bien, pero, sin que se los resuelva como se debe, persistirán como fuente de angustia, por lo que, cuanto antes se los resuelva, mejor, y no suplen la necesidad de arreglar los otros males, ya que los ámbitos humanos existen asociados, por lo que se afectan entre sí.

 Lo matrimonial es el dominio materno, mientras que lo marital lo amarrante, cuestiones semejantes pero no del todo iguales.

 La cuestión familiar tiene errores por subsanar. Al cuñado, que es "co-nacido", se lo asume como marido de la hermana, pero también se refiere a otros parientes, así como no se sabe el significado central de la idea de la suegra (pareciera significar "asociada", pero no lo sé). A los yernos se les define como generadores, igual que por generarse a la hermandad. A la maternidad se la liga a lo mamario, pero a la paternidad poco con el alimento sólido, y casi siempre en sistemas biparentales y de fecundación acorde al modelo oficial de casamiento. "Tía" y "tío" vienen del griego "theios", con el significado de lo divino, o sea, que esa palabra no remite al parentesco que le atribuimos. Cf. el DECEL, ob. cit. A la nada y a la idea de "nadie" se les vincula al inicio, así que, cuando se les equipara a lo vacío, no se debiera tratar de un vacío absoluto, a no ser que se trate del inicio de todo, que no se sabe bien cómo fue.

 "Hijo" es "afiliado", pero sobre todo se le da el significado de la descendencia embrionaria más directa, y el de la adopción oficial en segundo, que es de constitución clerical: hay una relación entre el clero y el modelo familiar legislado por el gobierno nacional, por la forma en que los libros religiosos pautan los vínculos menos mediados, pero también por su interpretación sacerdotal y laica, que es firme y variable por ser debatida a partir de una definición escrita, que es conservada en libros y grabaciones magnéticas. El empresariado más privado participa en ello por su carácter religioso y su incidencia en la ley. Es una clase que tiene un modelo familiar bastante acorde con el de la iglesia, aunque menos de lo que se aparenta, porque su falsedad lleva a que no se lo cumpla del todo, pero sus clases inferiores también lo sostienen mucho. Es un modelo algo bueno, algo desmontable y que puede ser tanto más complejo como más simple.

 Errores como estos se repiten en el derecho, como en el principio que supone que cada hombre conoce toda la ley, lo que no se da, pero se procede como si ocurriera, una falla legal extensa, señalada y vigente, que hace que el gobierno funcione mal. Otro principio que anda mal es el que autoriza todo lo que no se prohíbe, lo que habilita a la mala conducta que no fuera sancionada de oficio, así como supone que lo prohibido lo fue del todo bien: es un derecho que confía demasiado en sí mismo y en su bondad, así como la teoría política es poco propensa a indicar que el pueblo se equivoca, lo que redunda en que se sobrestime a la democracia, que así tiene problemas serios para corregir sus faltas. ¿Qué hacer con los errores del pueblo? La democracia, como gobierno del pueblo, tiene los delitos del gobierno, pero también los del pueblo, que entonces también debe reglarse, de un modo particular.