jueves, 31 de octubre de 2024

Del patetismo

 Al patetismo se lo condena mucho, acaso sin aclarar bien qué es, por lo que hubo gente que escuchó que se lo critique sin entender de qué se trata. Se le acusa el patetismo a los hombres como si la salud de cada cual dependiera sólo de sí mismo, y entonces tenerla o perderla fuera resultado de las elecciones que cada quien toma sobre sus actos, pero, si bien es verdad que cada uno es algo responsable de lo que hace y de las consecuencias de eso en su cuerpo, también es cierto, por un lado, que las decisiones individuales son afectadas por las exigencias ajenas y los traumas, y, por otro, que no conocemos bien toda la realidad, por lo que dirimimos las cuestiones a veces sin buena razón no por mala voluntad o desidia, sino porque la realidad es más compleja de lo que podemos representarnos, porque la ciencia no está muy elaborada y por las restricciones cognoscitivas dadas por el orden vigente, que impide estudiar y expresar algunas cosas, aunque también hay temas que son muy intrincados para nuestra capacidad mental y de inquiria.

 Lo patético, descrito en el DRAE como muy conmovedor, lamentable, penoso y ridículo, es lo enfermizo. Su raíz semántica es la griega de pathos, referida a la pasión pero también a la enfermedad, como en "patología".

 El patetismo es un rasgo del ser humano, porque la humanidad se enferma, así que debe ser bien concebido. Hay una crítica demasiado cultora de la salud en su condena extrema, al menos en general. Respecto de sus acepciones referidas a los sentimientos, es distinto pero no del todo, porque se lo desprecia con poca misericordia, ultrajando a hombres tristes, y se lo concibe sólo en formas reprobantes, como si la pasión nunca fuera buena. Las pasiones alegres también son pasiones, y a veces sanas, así como el pesar del arrepentimiento, que es patético, sirve para examinar las faltas propias y enmendarlas, o aprender para no repetirlas. Ser bien feliz también es patético, porque es apasionado y porque, cuando se lo es, se está en relación con enfermedades, cuando no se es directamente insano, ya que la insanía es frecuente, si no perpetua, en los seres vivos, aunque algunos de sus modos son livianos, que es lo que consideramos como saludable, en ocasiones con buena razón porque al ser sano también se es un poco enfermo, así sea por las enfermedades ajenas, que influyen en uno mismo, pero también porque siempre, o seguido, se padece alguna propia. Ya el hecho de extrañar a gente lejana implica un pesar anímico, o sea, que es una enfermedad, pero no tan grave como otras, y así como ese hay muchos otros. La pesadumbre de no compartir un espacio cercano con seres queridos es muy recurrente hoy en día debido a la explotación laboral, es decir, que el capitalismo actual es bastante patético, pero vivimos gracias a él y por eso podemos cambiarlo, aunque sea difícil por la fuerza de las malas razones.

domingo, 27 de octubre de 2024

En defensa del sionismo

 Con la guerra palestino-israelí se condena mucho al sionismo, pero el sionismo es una postura judía que proclama la existencia del estado de Israel, lo que en sí mismo no es malo, aunque sí su política actual y siempre tiene el problema del credo judío y su desprecio por el islamismo, que es recíproco. No obstante, los judíos tienen porqué tener un estado, aunque debe ser bien tolerante con las otras religiones (salvo excepciones, de la menor guerra que sea posible de buen modo, no como la actual, en que cerca de mil 200 muertos israelíes, total o mayormente judíos, justificaron como 40 mil palestinos, en general, al menos, musulmanes, esto sin mencionar a los libaneses y cisjordanos, que no son los únicos), entablar relaciones dignas con sus vecinos y debatir y reformar bien su práctica y doctrina propias, y las ajenas, como cada pueblo.

Había que aceptarla condicionada...

 Venezuela quedó afuera de los BRICS+ por el veto de Brasil, fundamentado en que su gobierno, compuesto de tres poderes (presidencia, parlamento y tribunales), no probó bien que Nicolás Maduro ganara las elecciones del último 28 de julio. El presidente Maduro le prometió a algunos gobernantes brasileros que les mandaría la información de las actas del comicio pero no lo hizo, con lo que les causó desconfianza antes de la cumbre del bloque de BRICS+. La decisión ya se tomó y no tiene vuelta atrás, así que Venezuela tendrá que esperar por otra oportunidad en la siguiente cumbre del grupo, salvo excepción. Una buena opción hubiera sido que ingresara de forma provisoria y que se ratificase su participación si se demostrara bien que el PSUV ganó las elecciones de este año, un tema aún ignorado, o se la descalificase si hubo fraude oficialista.

31-10: Atilio Boron dijo que ese veto brasilero es suicida, lo que es cierto en el sentido de ser autoperjudicante en lo inmediato, pero no toda la culpa es del gobierno brasilero, porque el de Maduro, o podría haber probado bien su triunfo, o podría haber explicado bien las razones por las que no lo hiciera, y no hizo ni lo uno ni lo otro, pretendiendo que el resto del mundo nos conformemos con que el TSJ venezolano sentenció que el recuento del CNE es verídico. La honradez electoral venezolana no es sólo asunto de interés interno, sino que importa en todos los países, y por eso se debe demostrar bien quién ganó, con la exposición pública de los datos del caso. También hay que tener en cuenta que, si hubo fraude, sería peor avalarlo que reprobarlo, por sus consecuencias a mediano plazo, y que si no lo hubo sería muy útil que se descubra la maniobra de la PUD con el peso de sus pruebas.

7-11: Respecto al fraude en el conteo electoral, es un tema cuestionable porque hay mucho fraude que se tolera, como las mentiras de campaña, que se dijeron muchas sin que fueran enjuiciadas en tribunales, o la desigualdad presupuestaria del sistema de donaciones a los partidos políticos, que le da ventaja a los conservadores porque reciben muchos más aportes de las grandes empresas que el resto, pero, no obstante, si se va a elecciones defendiendo la voluntad popular y después se la desprecia alegando que se trata de la democracia burguesa hay un tema por tratar. No digo que sea el caso de estas elecciones venezolanas, porque no sé si hubo el fraude denunciado por la PUD. Puede haber habido el señalado por el madurismo, de ciberataque a los servidores del CNE. De ambos modos, la izquierda, en particular la inspirada en el leninismo, tiene que revaluar su postura ante las elecciones polipartidarias, aunque también las de partido único, porque, si se dice que se va a participar, está mal después impugnar el modelo y hacer trampa, así sea por justificaciones revolucionarias, ya que eso perjudica a la revolución a largo plazo porque debilita a la izquierda y le da un argumento a la derecha para golpearla, que se torna más fuerte si se descubre el engaño, con el retraso histórico que eso apareja. Si la participación en elecciones polipartidarias se va a hacer con crítica al modelo liberal de origen cristiano, se la tiene que explicitar bien de antemano, para que la traición no sorprenda, o, mejor, someterla bien a debate previo y ver bien qué sale de ello. Esta cuestión responde a que falta una buena crítica al pueblo, que permanece poco cuestionado, y por eso, cuando se equivoca, es difícil responder como se debe, en particular en lo que respecta al sistema político en que se lo erige como soberano. En general, el sistema tiene que ser demócrata, pero, si el pueblo se deshonra, no corresponde bien que sea así, y entonces el antidemocratismo tiene que pugnar bien para dignificar al pueblo y volver por la senda demócrata.

11-11: Ahora Lula dijo que no tiene derecho a cuestionar a la justicia venezolana que ratificó el triunfo de Nicolás Maduro, lo que resuelve una tensión del bloque BRICS+ y entre Brasil y Venezuela, pero no es cierto que él no tenga derecho a eso, y se querrá saber si el resultado dado por el CNE es verdadero o no.

martes, 22 de octubre de 2024

Sobre hacer lo posible

 A veces se habla de hacer lo posible, el menor mal posible y otras frases así, que instan a actuar de acuerdo a lo que se puede pero sin señalar el modo, lo que es equívoco porque lo que se debe es hacer según lo que se pueda de buena forma, no de mala, y si no se lo aclara el mandato puede llevar a que se haga lo que se puede pero de mala forma, lo cual es malo en total. Cuando para hacer algo hay que hacerlo de mal modo, hay que ver bien si cabe hacerlo, porque puede que el mal modo justifique que al acto no se lo emprenda. No se deben hacer mal las cosas, salvo excepciones quizás.

 También hay que evaluar bien si lo que se va a hacer es bueno o no, es decir, si vivifica o mortifica.

viernes, 18 de octubre de 2024

El producto reconocido por la estadística no es cualquiera

 Cuando en los análisis estadísticos se habla del producto de las naciones humanas no se refiere a todos los bienes creados en ellas, sino a los remunerados, con lo cual los bienes a los que no se les pone precio quedan afuera del recuento y no son considerados como tales, lo que implica que los modelos económicos menos mercantilistas sean menoscabados, porque producen bienes que no se tienen en cuenta como parte de su PBI medido en pesos. El indicador del PBI suma el precio de todos los bienes hechos en los países en cierto período, principalmente anual, pero, como ese monto incluye la ganancia empresarial, que hace a una parte del precio nacional, si se la reduce, los bienes se crean igual, o parecido, pero en el cómputo figura una reducción del PBI mayor, con lo que la interpretación de la evolución económica de los países algo se falsea, y más aún porque no tiene en cuenta a los bienes que no se comercian. Este falseamiento es relativo, es decir que, aún a pesar suyo, el índice del PBI mantiene cierto valor, pero explica mal algunas cosas. 

 Si se reducen las ganancias del gran capital hay una parte de la inversión benéfica que se pierde, pero la que más se anula es la del ahorro ocioso, que en general es nociva, y también hay que tener en cuenta que los grandes capitalistas padecen abuso laboral al asumir más negocios de los que pueden desempeñar a gusto, por lo que se vuelven reticentes a tramitar algunas demandas y se deshonran más o menos.

 Cuando se deposita dinero en una cuenta bancaria, se lo vierte ahí, por lo que se trata de una inversión, pero no en actividad agrícola, o industrial, o de servicios no bancarios, y dan o no intereses según el tipo de depósito que sea. Por otro lado, a las inversiones llamadas "productivas", de denominación en falta porque las de ahorro también producen algo, sean intereses, reaseguro o tranquilidad, hay que analizarles bien el beneficio, porque pueden ser buenas a corto plazo pero a la larga implicar modelos económicos peores que otros, a los que impiden, como pasó con las del gran capital durante el menemismo y en menor grado con las kirchneristas.

domingo, 13 de octubre de 2024

Vuelta sobre las razas humanas

 A propósito de un nuevo 12 de octubre, llamado "día de la raza" por algunos hombres, pienso en la idea de la raza humana. No es una idea clara. En el DECEL se le señalan varios orígenes, sin que se sepa cuál es cierto. Es seguro que se refiere a rasgos externos de animales sanguíneos, como los perros, gatos y caballos. Si cabe hablar de razas de perros, según sus características a primera vista ¿porqué no de hombres? En principio, en la humanidad no es tan fácil identificar grupos raciales como entre perros, pero eso puede deberse a que el mestizaje humano es mayor. En perros, los grupos raciales no se definen por el color, sino por la forma del cuerpo, cosa que entre humanos no se hace; se nos clasifica por el color de la piel, como negras, marrones, amarillos y blancas, lo que es algo inexacto, ya que hay tonos intermedios entre cada cual de esos y no suelen darse de forma pura, si es que se dan así a veces. Somos negros o negruzcas, morochos los más amarronados, amarillentas las menos, tendientes al blanco, y, los llamados "blancos", son blanquecinos, ya que no son de piel de color blanco puro, al menos en general, y esto con pelos de colores distintos y cuerpos de formas variadas. Sin embargo, no sé si es correcto abandonar del todo a la idea de las razas humanas, porque con otros animales no lo hacemos y porque el color de nuestra piel nos distingue, pero no en el sentido de que unos sean mejores que otros, aunque sí para los distintos climas: el negro es mejor para el muy cálido, el marrón y el amarillo para los intermedios y el blanco para el más frío. Sin embargo, no se sabe a qué remite el concepto de la raza en sí mismo, por lo que no se puede evaluar si es bien utilizado. Para saldar bien el debate hace falta aclarar bien la etimología del concepto y ver si está bien compuesto. Si es cierto que "raza" proviene de "haras" y de "gris", como dice en el DECEL, el concepto se inadecuó a su significado, y por ende le dio lugar a tantos debates fallados. No obstante, se puede clasificar bien a la humanidad según su color de piel, pero, para hacerlo así, a cada cual se lo debe concebir como equivalente al resto, aunque cada uno se adapte mejor a cierto clima y peor a los otros. En ese caso, se cataloga por subtipo cutáneo, a lo que la idea de "raza" no remite adecuadamente, salvo en el sentido del rasgo cromático de la piel, pero aún así la noción no es del todo ecuánime con su significado. La de "raza" es una idea que puede describir bien a su objeto, pero debe ser bien precisada. Aunque antes no fuera definida por los rasgos de la subespecie descrita, es una definición bien creable, porque la idea de la raza se refiere a los rasgos de subespecies vivas, pero también las especies completas se definen por rasgos, así que la idea de la raza no aplicaría sólo para los subgrupos homogéneos de las especies vivas, sino también para los macro.

jueves, 10 de octubre de 2024

La protesta universitaria argentina es reformista

 En Argentina hay una movilización universitaria, en defensa de la educación superior pública, a la que la presidencia le recortó el presupuesto, con la izquierda muy involucrada para que los asalariados del sector no pierdan tanto poder adquisitivo por este ajuste ultraliberal, pero, aún con todo el empuje que la izquierda le pone a la lucha, no llega a expresar bien que se trata de una política reformista por sus prejuicios mal radicalizados, lo cual le dificulta articularse con el espacio de centro, compuesto por muchos trabajadores, y componer bien el reformismo con la revolución. Da alguna repugnancia verla reivindicar con vehemencia los reclamos universitarios a sabiendas del desprecio que le van a dar a algunos de sus impulsores, con quienes establece una alianza de traidores, de corto plazo, entre personas que se juntan por una demanda puntual pero que saben que luego se abandonarán, con lo que no se puede entablar una relación política duradera, que es necesaria para las transformaciones maximalistas. Es una pérdida dada por seguir una teoría aún insuficiente y quizás reforzada por la intervención de infiltrados en los partidos revolucionarios, que puedan usar sus defectos doctrinarios y enconos individuales para potenciar las divisiones externas e internas, lo cual redunda en malas peleas entre militantes, familiares, amigos y amantes que suman para la derrota de las luchas particulares y de la completa, una cuestión que habrá que saldar de buen modo.

 La idea de la traición está sobrecargada de emotividad y de connotaciones reprobantes. Refiere a la interacción con personas externas al propio grupo, lo cual no es malo en sí mismo. Se compone del prefijo "trans", que remite al atravesar, y del núcleo "dar" (Cf. DECEL). Con la noción de la repugnancia es parecido, porque se refiere a la pugna fuerte, que no es mala en sí, pero siempre es pesada hasta que termina.

 El pueblo vota según lo que cree que es mejor, pero, como la política y la economía son temas muy complejos, cuyas cuestiones no están muy bien saldadas ni entre los científicos más especializados en ellas, al momento de votar la gente empadronada hace una elección algo intuitiva y de alguna inteligencia equivocada, atravesada por el fraude proselitista, que es cuando los candidatos al gobierno prometen cosas que no van a cumplir pero que son creidas por algunos de sus oyentes, y por la deshonra publicitaria y periodística, cuando en las campañas políticas se le dan ventajas a los partidos que reciben más aportes financieros y que tienen más aprobación de los dueños de los mayores medios de prensa, con lo que obtienen favores comunicativos desproporcionados, que benefician a los candidatos que postulan modelos económicos ultraelitistas porque son respaldados por el capital más enriquecido. Entonces, a veces se vota mal, y cuando se lo hace bien no se lo hace sin faltas, lo cual llevó a que la izquierda tuviera que adoptar posiciones reformistas moderadas y minimalistas, a fin de lograr conquistas que no se hubieran dado sin su apoyo y por ser menoscabada por el conservadurismo del pueblo, o por la falta de adhesión al maximalismo socialista debida a la ignorancia popular, que en parte se justifica por los errores socialistas, que espantaron para mal a algunas personas. Entonces, cierto reformismo liviano es necesario, pero hay que decidir cómo complementarlo con el maximalismo, que es el más revolucionario. La dicotomía entre la reforma y la revolución discurre en falso, porque una revolución implica una forma nueva, por lo que a este tema hay que replantearlo bien.

 A corto plazo, el problema se puede resolver con un impuesto progresivo y con el recorte de los subsidios oficiales nocivos que se le dan al gran capital privado, pero a largo plazo el pueblo deberá hacerse cargo de buena forma de la injusticia distributiva que promovió hasta ahora, una cuestión vinculada a la irracionalidad crédica y que no se debe sólo a la maldad de los hombres más poderosos, que deben atenderse bien operando bien sus causas, que no son muy bien reconocidas, así como aplicándole bien buenas sanciones, algo difícil de definir y concretar pero necesario para sortear bien la crisis mundial. Sin embargo, sin que se resuelva bien la maldad inferior, la de la base social, importante, por ejemplo, en lo que es la negligencia política, aquello no bastaría, así que hay dos grandes condiciones que deben darse, y no son las únicas.

martes, 8 de octubre de 2024

Refexión polémica para la izquierda

 Creo que, en total, más allá de todos los crímenes horrendos que se le pueden reprochar, el capitalismo actual no es un mal sistema, porque permitió el mayor desarrollo de la humanidad habido en la historia, al menos la reconocida, lo que explica que la clase asalariada lo apoyara tanto como para que se sostenga en su confrontación contra el socialismo (en combinación con la coerción militar, la irracionalidad de buscar salvar el alma tras la muerte y la manipulación ideológica de los más poderosos, entre otros temas). Lo que pasa es que, al capitalismo liberal vigente, ser bueno no le quita sus males, y es, en general, de tipo mediocre, una bondad, en una escala del 1 al 10, que está por entre 5 y 7 puntos, siendo que el comunismo aspira a que el sistema humano sea mejor aún.

 El criterio que uso es que entre 0 y 3,33 es una nota baja, entre 3,34 y 6,66 una mediana (mediocre) y entre 6,67 y 10 una alta. De 0 a 4,99 es mala nota, y de 5 a 10 buena., es decir, que una parte de la franja mediana es de mala nota y otra de buena.