Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

jueves, 3 de julio de 2014

Crítica a los nietzscheanos

Ya recibí tantos maltratos de los nietzscheanos anarquistas, que tengo que criticarlos. Nietzsche habrá acertado en algunos de sus planteos, no puedo explayarme al respecto porque no conozco mucho de su obra, pero cometió unos errores terribles: fue mitero, es decir, dado a los mitos, y elogió a la aristocracia. Al deleitarse con la exhuberancia del derroche aristócrata, que le pareció tan rico en comparación al ascetismo de la burguesía protestante, tal vez sin saberlo convalidó la opresión de los pueblos de Oceanía, parte de Asia, África y América, ya que a las riquezas prodigadas la aristocracia las obtuvo a causa del imperialismo colonial que conquistó, subordinó y explotó a aquellos. También convalidó esa vida de engaños sexuales que hizo la aristocracia. Por supuesto, la solución a la cuestión no es el ascetismo burgués, y la sexualidad, para ser buena, debe ser verdadera.

Tal vez Nietzsche haya ignorado lo que fue la conquista de esos tres continentes y medio, pero hoy en día, los nietzscheanos anarquistas, y otros de izquierda, la conocen, por lo cual no pueden ser acríticos con eso. Y también deben dejar de reprimir a los ricos, ya que así no solucionan nada, sino que empeoran las cosas. Lo único que obtienen de eso es envanecerse de luchar mal, y por eso no se los quiere.

Otra cosa en que se equivocó Nietzsche es en haber hecho la apología de Dionisios y de Baco, ya que ellos fueron creaciones imaginarias humanas en tanto que dioses, y por ende son parte de la piedad y del capital.

Distinto a eso es vivir según la necesidad, ya que la Tierra y la naturaleza son exuberantes en sí, pero para que la humanidad la viva a pleno debe ordenar bien lo que toma para vivir. La exacerbación del derroche de explotación que hace el capitalismo no terminará la pobreza, ni aunque se decuplique el producto bruto mundial, ya que la alegría -que es una condición para salir de la pobreza- depende de que estén bien la naturaleza y la sociedad, y para ser requiere de que la humanidad sea verdadera. A la humanidad verdadera le alcanzaría con poco para ser feliz: techo, comida y ropa, y comunidad. Por más producto bruto que haya, no se puede ser feliz plenamente en la miseria, por lo cual no debe haber misas, ni mentira. Por eso es que es correcto el planteo del decrecer. El objetivo es lograr una economía del tamaño de lo que sea necesario, no más, y la humanidad verdadera.

Y la gaya ciencia es maliciosa, y por eso mala.

Y Nietzsche fue antisocialista y contrario al vulgo. En vez que plantear qué hubo de malo en el vulgo que conoció, para corregirlo, se le puso en contra. Por eso los nietzscheanos tienen algo de elitismo y se las dan de superiores a los socialistas, aunque a veces, en ciertas cosas, nos superaron bien, por el dejo de libertad que hay en la obra de Nietzsche y que no lo hubo en el inicio de transición al socialismo comenzado en la URSS, por causa del desarrollismo competidor con los EEUU y sus aliados: para alcanzar a la gran potencia capitalista, el gobierno soviético disciplinó mucho al proletariado ruso, igual que los partidos comunistas impulsaron una disciplina severa de los cuadros y militantes, lo que terminó mal porque los subordinó a su ley, en una lógica equiparable a la de la religión y los fieles. No fue una ley verdadera del todo, pero más que nada por causa de la lógica capitalista contra la que se hizo.

En rigor, Nietzsche no fue un filósofo. Fue un hombre que pensó y escribió una mezcla compuesta de filosofía, mitología y misticismo, y por eso fue retomado por el nazismo -que buscó justificarse bajo un conglomerado de mitos religiosos distinto del cristianismo de las potencias aliadas-. A Nietzsche no se lo debe elogiar así nomás. Por lo menos hay que hacerle un balance crítico que señale sus aciertos y también sus errores, que los tuvo graves, ya que no hizo una propuesta política para que la humanidad resolviera sus problemas, cosa que sí plantea el socialismo. La propuesta implícita en su obra, la de irse a las montañas, no sirve para toda la humanidad, y es aisladora, aunque es comprensible que haya respondido furiosamente ante las injusticias constantes del protestantismo. Pero aún así hay que ahondar mucho más en la crítica, porque no se debe concluir el juicio de la vida ajena en pocas palabras, a no ser que sean comprobadas, no sólo pero también por el dolor que sintió. Entre otras cosas, muchas y muy importantes, las que hacen al maltrato propietario protestante, vivió con el secreto de haber tenido relaciones sexuales con su hermana, y murió de sífilis por haber tenido sexo sin preservativos con mujeres promiscuas, por lo cual a sus últimas obras las escribió en la locura.

En lo que hace a la moral, Nietzsche confundió a la moral verdadera con la moral falsa de los protestantes de su época, por lo cual tuvo una noción equivocada de lo que es la moral. La moral es el buen comportarse, entendido sensatamente, es decir, el comportarse que es bueno para quien lo hace y para con los demás a quienes se lo hace. Entender a la moral como aquella conducta que cumple con los preceptos religiosos es falso, y por eso perjudicial.