Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

lunes, 4 de junio de 2018

El yo negado en la enunciación

La mala recusación al egoísmo causó que a la gente se le prohibiese adoptar a su propio yo como lugar enunciativo, lo que la condujo a presentarse con tipologías (como Maradona cuando, para nombrarse a sí mismo, dijo su nombre -en vez de decir "yo hice tal cosa", dijo "Maradona hizo tal cosa"-), o a expresarse adjudicándole al interlocutor las acciones que le ocurrieron al narrador (como cuando se dice "vas al cine y te estafan", para referirse que a quien habla se le hizo cara la entrada, siendo que quien oye la frase capaz que ni va al cine: la frase correcta sería la de "fui al cine y me estafaron"). Es necesario, para hacer justicia, legitimar que cada quien pueda expresarse usando al yo como posición enunciativa, si corresponde, cosa que debe hacerse de buen modo. El nosotros y el ellos no perderían por esto. Uno de los objetivos del socialismo científico debe ser el de certificar la gramática necesaria para la subsistencia. La poética más libre es secundaria a ésta, porque para jugar liviano hay que vivir. En la subsistencia se juega, porque cada actividad implica conjugar cosas, pero es un juego menos grato porque su margen de error es menor, dado que su éxito es necesario para vivir y su fracaso peligroso, aparte de porque el trabajo está mal organizado. En una sociedad bien ordenada, el ludismo más libre se integraría bien a las tareas básicas.