Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

sábado, 7 de septiembre de 2019

Del apoyo obrero al capitalismo

El apoyo obrero al capital es contradictorio, no se da en forma pura, sino mezclado con repudio y luchas para superarlo. Yo me pregunto, ¿cómo es que las y los obreros soportan al capitalismo? ¿Porqué opinaron en favor suyo en las reuniones, o votaron por sus partidos y sus dirigentes sindicales? Bueno, existe la posibilidad de actuar en contra de sí mismo. Es frecuente equivocarse, sobre todo cuando no se tiene mucha buena conciencia de las cosas. A la clase dominante también le pasa: muchas veces es exitosa para imponer sus planes, pero estos, como están mal orientados, le complican la vida para mal. Para dilucidar el tema serviría saber cómo fue el apoyo proletario a la clase de mando en la edad media y en la antigüedad, apoyo que no estuvo fundado en exclusivo sobre la fuerza de las armas, de lo que da cuenta el hecho de que ahora, cuando hay voto secreto, se vota mucho en favor de los partidos favorables al sistema vigente, así sea a sus opciones moderadas. Ya el hecho de que las y los pobres adhieran a las religiones sagradas da cuenta de que favorecen la jerarquización social, porque éstas suponen un orden que prioriza a un grupo selecto de personas al que aquéllos no pertenecen, personas a quienes se considera divinas y superiores al común de la gente, grupo que desde la antigüedad tuvo la propiedad de gran parte de los mayores medios productivos, si bien de forma más estrecha que en las edades media y moderna, en que se diera una complejización de la clase, menor en la primera y mayor en la segunda, cuando el empresariado burgués ocupó el lugar prevaleciente junto a los señores feudales, que tuvieron que reconvertirse en empresarios agrícolas para no perecer, pero aquél empresariado urbano ya venía ejerciendo el rol de autoridad en sus dominios, ya que sus integrantes eran los jefes de las empresas urbanas, menos importantes que los jefes de los feudos, que eran empresas rurales, hasta las revoluciones liberales.

Así como la clase obrera sostuvo la jerarquización clerical, también lo hizo con la económica, que es una variante laica de aquélla, ya que el empresariado forma parte de la jerarquía como clase alta divinizada positivamente, por adecuarse más, aunque bastante en apariencia, a los cánones imperantes, que principalmente son teístas. El proletariado les es más desobediente, pero no depone del todo la deificación equivocada, por lo que existe más como grupo de divinización negativa, el más tratado de diabólico.

Marx explicó al actuar en contra de sí mismo como consecuencia de la alienación, pero en verdad, al hacer así, definió mal el tema, porque la alienación es la acción de incorporar patrones de otro, lo que no sería malo si el otro ordenara bien. La socialización es alienante en que los individuos, al crecer y aprender a comportarse, lo hacen, en parte, siguiendo pautas ajenas, pero cabe la posibilidad de que las pautas sean buenas, por lo que podría haber buena alienación. De hecho, la alienación actual no es del todo mala, sino que mezcla buenos y malos elementos.