Las opiniones de los encuestados tienen cierta firmeza, pero también son algo volátiles, mudan en parte según las campañas publicitarias y la coyuntura política y económica, lo que da cuenta de que la gente a veces opina a la ligera, pero además pasa que las respuestas, aún las pesadas, se fundamentan mucho en pareceres, sin que se note lo arriesgado de ese método.