Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

viernes, 27 de septiembre de 2019

Reforma, revolución y progreso

Quintándoles sus significados connotativos, es decir, cinéndose a la denotación, las palabras remiten a lo mismo. La reforma es una forma nueva y la revolución una nueva vuelta. Entonces, la dicotomía entre ambas está mal planteada, porque se basa en sus significados secundarios, que son los de las medidas sujetas a la ley suprema y los de aquéllas que la trascienden. Con el progreso pasa igual. En sí mismo, es un cambio de grado, al que se suele tomar como acotado al marco general del sistema pero que también puede entenderse como cambio mayor. Este problema semántico traba la comprensión del debate político y hace confusas e inciertas a las discusiones. Habría que hablar de reformas, revoluciones y progresos grandes y chicos, o medianos si hiciera falta.

La dicotomía entre la calidad y la cantidad también es forzada, porque la cantidad es una cualidad, una característica de las cosas.

De esto no debe deducirse que las connotaciones sean malas, sino que deben corresponderse bien con las denotaciones. De no ser así las definiciones se tornan defectuosas, dificultando la buena solución de los problemas.