Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

viernes, 25 de noviembre de 2022

¿Cómo es el imperialismo ruso?

 Tanto Rusia como Ucrania son países liberales, de república dividida en tres poderes de gobierno y constitución ecuménica, con la defensa de la propiedad privada llevada al extremo y elecciones polipartidarias sesgadas. Ucrania es un país inferior a Rusia, con un presidente de ultraderecha judía, mientras que Rusia es mayor y tiene un presidente de centro cristiano que fue marxista. Es una superpotencia que anexionó territorios desde 2014, en los que habitaban rusos y ucranianos, en guerra en el Dombás desde ese mismo año y con una rivalidad previa. En el Dombás un ejército de ultraderecha pagana masacró rusos desde 2014, no sólo progresistas y de izquierda, así como el ejército ruso, de milicias externas a Rusia, mató a ucranianos de distintas líneas políticas, en menor cantidad por ser una armada menor, esto hasta 2022, cuando el ejército del gobierno ruso invadió Ucrania. Entonces, el imperialismo ruso no es muy expansionista, opera más por exportación de capitales, entre los cuales las mercancías, como el imperialismo internacional actual pero siendo una superpotencia, cuyo presidente está a la izquierda de su enemigo directo (que no es el principal porque Zelensky no encabeza la OTAN, enfrentada al bloque de los BRICS sin Brasil ni Sudáfrica, que es neutral), lo que no implica que no deba cambiar de forma de buena manera. Ucrania, en cierto sentido, es un imperio, en tanto que impera, pero es chica al lado de Rusia. Los que la igualan y sobrepasan son los aliados de Ucrania: Estados Unidos, Gran Bretaña, Alemania, Francia, España e Italia, que en conjunto son un cuerpo mucho más poderoso, parecido al de Rusia con China y la India, que no intervienen tanto en esta guerra, y hay muchas potencias menores en juego. El conflicto entre Oriente y Occidente, con eje en Jerusalén, que en sus centros más poderosos opone el liberalismo monoteísta al ateísmo maoísta, se expresa con series de contradicciones, pero con actores principales, secundarios y terciarios, todos los cuales deciden su curso, quienes tienen conflictos entre sí incluso hacia adentro de los dos conglomerados mayores. La lucha de clases ocurre en él de forma desfasada, porque un bloque es filocomunista, aún con sus deformaciones de subalterno, y el otro liberal, aunque con el liberalismo ruso opuesto, como así el indio, que combina al modelo salarial y republicano con un ecumenismo de preponderancia hinduísta, mientras que en África se da sobre todo en países mahometanos y cristianos, con zonas de presencia hinduísta y credos previos. Así como China deberá socializar sus empresas privadas y su gobierno, ambas regiones terráqueas tendrán que reformarse de buen modo para salir de la crisis, que, si no, persistirá muy grave, llevando a los hombres a la necesidad de remediar muchas penas muy amargas.

 Una condición para el comunismo es la socialización extensa de las empresas, que es incipiente hoy en día, y otra es la de los gobiernos, más lejana aún, restando la del clero, que es todavía menos posible, es decir, que se dista mucho de concretar el comunismo incluso en su bloque de países, como no concreta el socialismo el grupo de países con presidencias socialistas. El anarquismo tampoco concreta el comunismo en su país debido a la guerra, ni el trotskismo en el orbe por diversas causas. Las empresas privadas y las públicas, y el clero, son de grandes capitales, porque requieren de la acumulación de muchas propiedades. Como la apropiación es social, depende de cada individuo, según su lugar en la sociedad, cuyo ejército responde a la ley, y se da por sus vínculos, que cambian con el tiempo según cómo se sea y son distintos para cada quién, aunque no del todo. También hay un orden dentro del caos humano, orden que tiene su bondad y su maldad y que se destruirá y reconstruirá mientras que exista nuestra especie.