Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

miércoles, 22 de febrero de 2023

Nombres mal puestos

 El origen de algunos de nuestros apellidos es el del trabajo: a veces se apellidó a la gente según su tarea. Para hablarle a un carpintero se le decía algo así como "¡eh!... ¡vos!... ¡carpintero!", y así, quien era carpintero, sabía que se le estaba llamando. Con los otros oficios era parecido. El apellido es una palabra usada para apelar a alguien, en el sentido de llamarle. Con los nombres es parecido, porque tienen un significado que describe características que en algún momento fueron las de sus portadores, pero de alguna forma la relación entre los nombres, apellidos inclusive, y los rasgos de aquellos a quienes designan, se perdió bastante, por lo que la denominación es muy arbitraria e implica tener que recordar el de cada quien mediante una convención que se refiere poco a sus cualidades, lo que dificulta recordarles. En vez de llamar a una kiosquera como kiosquera, por ejemplo, hay que usar palabras que remiten a otras cosas, lo que complica la comunicación porque la llena de datos absurdos.