domingo, 14 de abril de 2024

Lo masculino y lo femenino son relativos no sólo por la intersexualidad

 Lo masculino se llama así por la protuberancia sexual, y lo femenino se caracteriza por su hendidura (aunque la etimología estableció, hipotéticamente, que su raíz semántica es la del amamantar), pero en machos y hembras humanos hay tanto unas como otras, aunque de diferentes formas, por ejemplo, porque el clítoris es una excrecencia, una protuberancia chica, y el orificio del pene es cóncavo. Cf. "macho", "hembra" y "fémina" en el DECEL, y "macho" en el DRAE. 

 También sucede que los hombres de sexo masculino pueden dar de mamar con biberones.

 Si bien la raíz indoeuropea de "fémina" es hipotética, su significado de "amamantadora" tiene sentido por el modo griego antiguo de tematizar lo femenino, que está explicado en el DECEL. De ser así, se habría definido a lo femenino por el dar de mamar y a lo masculino por el pene, pero creo que habría que estudiarlo mejor para despejar la duda, en particular por el debate que se armó sobre la procedencia árabe de esta palabra. Un problema que tiene esta definición es que excluye a las mujeres que no hayan amamantado: lleva a concluir que las mujeres que murieron sin amamantar no fueron hembras, y que no lo son las que no lo hicieron aún.  

 Las acepciones de "gineceo" son de tipo habitacional y botánico. En botánica, se lo define por ser floral y de sexo femenino, es decir, que esta definición se basa en el sexo, no en el amamantar.