Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

miércoles, 10 de septiembre de 2014

Contraversión de “Es la vida que me alcanza”

Cuando me levanto temprano a la mañana
es porque mi vieja me rajó de la cama.
Tomo el desayuno con tostadas quemadas
y no digo nada porque me rajan la cara.

Es la vida, que me agarra, de una pata.
Es la vida, que me agarra.

Vuelvo del colegio y me saqué un cero.
Llego a mi casa y me rompen los huevos.
Vuelvo del colegio y me saque un uno
llego a mi casa y me rompen el culo.

Es la vida, que me agarra, de una pata.
Es la vida, que me agarra.


Me la cantó Leonardo Coronel, hijo de los caseros de la quinta de al lado a la que viví, cuando era chico, a mediados de los ochenta, en Villa Udaondo, ahora Parque Leloir, un día que nos juntamos a jugar. Hoy él es jardinero. Me lo encontré esta mañana y me dijo que está jodido por el consumismo y el exceso de trabajo. Tiene tres automotores -dos camionetas y un automóvil-, y sabe que le bastaría con una camioneta con cuatro asientos.