Cuando Jesús escuchó la supuesta voz de dios asignándole la misión de redimir a la humanidad tuvo una alucinación. Quizás haya comido centeno podrido, ya que fue un carpintero pobre. Los hongos que le salen a las semillas de centeno cuando se pudren son los del ácido lisérgico, que causa alucinaciones. Quizás un contemporáneo suyo le haya susurrado a la distancia ese mensaje imaginario. De haber sido así, ¿quién fue el bromista?
Anexo
Muchas veces, en las expediciones en barco, se llevó centeno, en que se habría creado ese hongo, lo que explicaría los cantos de sirena que escucharon los marineros. Un chico me contó que, cuando llegaron las carabelas de Colón a América, las tripulaciones estaban embriagadas de ácido lisérgico. A esto hay que confirmarlo.