Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

martes, 3 de mayo de 2016

Inclusión y exclusión pietistas y materialistas

En tanto que las piedades tienen distintas morales, falsas pero morales en fin, establecen preceptos sobre lo que debe ser el carácter y la conducta de los seres humanos, en base a lo que erigen un sistema de inclusiones y exclusiones jerárquizadas, según el cual a los individuos les corresponde un lugar de acuerdo a su obediencia a los mandatos fideístas, lo que atraviesa a toda la escala social, desde el gran capital hasta el lumpenproletariado, pero históricamente, o sea, sin que esa pretensión se imponga tal como el pietismo busca, sino como lo hace de hecho, crítica y contrariadamente, porque la práctica humana tiene otros determinantes a los que aquél no responde. Para que un orden social sea fluido tiene que responder a la verdad de las cosas, por lo que tiene que tener razón suficiente.

Los preceptos capitalistas operan en el seno de órdenes fideístas, como parte de ellos, porque el capitalismo surgió como pietista, y también en los órdenes socialistas capitalistas, que no son fideístas pero que tampoco tienen razón suficiente, aunque están más cerca de ella: son de un desarrollismo idealista, porque priorizan las metas del desarrollo por sobre los aspectos de la realidad social que lo conflictúan, desarrollismo cuyo objetivismo es incompleto, y tienen errores debidos a sí mismos, por un lado, y por otro a provenir y ser violentados por el pietismo capitalista.

Los socialismos capitalistas son aquellos que, basados en el materialismo histórico, aplican una política de acumulación de capital centrada en el estado, o en regímenes mixtos, estatales y privados, como es el caso chino al que se pliega el cubano con la reforma reciente. En realidad son sistemas estatistas de partidos únicos con ideología socialista que imponen un modelo autoritario a sus sociedades, que puede ser más democrático en algunos aspectos que la democracia liberal, y que apunta al socialismo, pero eso no los exime de maldades, debidas a sí mismos y a la opresión de las potencias imperiales fideístas. Son gobiernos materialistas corregibles a los que se debe criticar de buen modo.