Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

lunes, 7 de enero de 2019

El empresariado es más de comprender y el proletariado de entender

El empresariado es más de comprender, noción propia del aprendizaje, en el que a las cosas se las prende, en el sentido de ligarlas. El empresariado suele tener un nivel educativo superior al del proletariado, que en general es asalariado. La forma de saber del entendimiento, que es la más proletaria porque el proletariado tiene mucho de las maneras más comunes, es de tender, la de lo tendencial. Es un método de conocimiento más universal, dicho en relativo, porque los asalariados comprenden, y algunos hasta superan a la parte inferior de la clase empresaria, y hasta la media y con más detalle más en concreto, lo que es conocido por cada quien en la sociedad, pero con algo de falsedad que la atraviesa, no sólo por las falsedades ideológicas sino también por los malos intereses propietarios y dominantes. Como la práctica humana es social, el éxito y el fracaso individual son sociales también.

La educación responde a la ideología, que es inestable y contractiva, y tampoco es homogénea, pero tiene una forma compatible con el dominio social, también de manera algo discordante, más o menos de acuerdo a la historia. La ideología es una, pero es caótica y coherente, tiene una coherencia cuestionada que se sostiene con mucho esfuerzo.

La ideología humana en primer lugar se vincula al monoteísmo, antes que al bi y al politeísmo, porque el liberalismo, la cosmovisión originaria del capital, es monoteísta.

Lo de prender puede que esté relacionado con los prendedores de colgar la ropa, así como la tendencia con el manejo de las telas. De ser así ambos modos de idear se habrían inspirado en prácticas laborales, lo que de alguna manera pasó seguro. Otra opción es que el entendimiento provenga de la tenencia, ya que para tener cosas hay que entenderlas con la inteligencia. En todo caso el conocimiento empresarial supera relativamente al proletario, porque es más sofisticado, pero de una sofisticación cuya calidad deja qué desear, debido a las consecuencias de sus ejes cognitivos.