Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

sábado, 8 de octubre de 2022

La inflación como castigo político y moral

 En términos de la lucha de clases por el patrimonio, la inflación funciona como castigo financiero, que permite e impide compras, en parte por la avaricia de pocos pero también como revancha política y moral, porque, quienes se disciplinaron mucho para ser muy virtuosos, la pueden aplicar como sanción a quienes, definido a lo grueso, no se comportaron de una forma tan estricta, de acuerdo a lo que creen que debe ser la conducta humana y a su ideología, pero también como descarga de furia por la lucha, que deja broncas por sus pérdidas y que oculta las faltas al deber declamado. La disciplina menos bélica crea inflación a la rastra de la superior, a veces menos de la debida, y tampoco goza de una concepción del todo bien ideada.

 La virtud, como cualidad guerrera, fue ejercida por monjes antiguos, que después se acotaron al clero, pero entonces pasó a ser entendida como orden exitoso de conducta, mientras que la ideología predominante, con que se la guía, supone que todo fue creado por un dios, es abrahámica, de lo que se desprenden preceptos sobre nuestra práctica, a los que se intenta imponer con violencia, como en toda fe, por lo que se debe definir bien qué violencia corresponde al momento histórico antes de implementarla, lo cual depende de la veracidad de la fe a que se adhiera. Entonces, para ejercer bien la violencia, hay que contar con una razón.