Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

sábado, 8 de octubre de 2022

Ser y ente

 La palabra que menciona al ente es más compleja que la del ser, tiene una letra más, cuatro en vez de tres, y ene y te a cambio de ese y ere. Las letras tienen historia, por lo que inicio. Entonces, se puede rastrear el primer significado de las palabras según cuándo se haya podido pronunciar sus letras, aunque con distorsiones y motivos previos: lo onomatopéyico es una dimensión, entre otras, de la expresión bucal, siendo que el significado responde tanto al sonido externo como a las otras cosas sentidas. El lenguaje es gestual y algo imitativo. Se habla gesticulando, lo que empieza con gritos y expresiones cortas, de una a pocas letras, cada una de las cuales demanda aprendizaje, antes que su combinación hasta en discursos muy largos. Para decir las letras hace falta un cuerpo fonante, que se desarrolló a lo largo de la evolución que concluyera en la especie humana y es el que permite imitar el sonido objetivo y señalar de forma no imitante, para lo cual se crean fonemas, los sonidos del habla, representados por escrito desde hace poco. La idea del ser parece previa a la del ente, el cual se asocia al sentarse, una acción que requiere patas, o sea, que no se dio hasta que se poblara la superficie terrestre, salvo por insectos acuáticos y otras excepciones. Si el linaje humano proviniera de peces, recién se habría sentado a partir de desarrollar patas como las de anfibios, pero ya desde antes habría pensado en su realidad, y emitido sonidos bucales para comunicarse. La idea del ente quizás no se vincule tanto con la del sentarse, algo que no le hace justicia al hecho de que hay un grupo de acepciones para este término referidas a las sedes urbanas, en que hay sillas, pero seguro que es más compleja que la del ser, porque, aunque trate de unidades, a las entidades se las toma como colectivas, es decir, como compuestas de partes menores. Por eso la ontología tiene una dificultad para aprehender a los cuerpos más chicos de todos, y a los más pequeños de entre los conocidos, aparte de horrores teóricos, pero es una ciencia enmendable.

Cf. "ser" en el DECEL, ob. cit., y "ente" y "entidad" en el diccionario de la RAE, AALE, Madrid.