El patriarcado debe caer para equipararse con el orden materno, pero, si cae demasiado, queda por debajo del matriarcado, lo cual es injusto, y además ambos deben componerse por igual con el orden de quienes no son madres ni padres directos, aunque no sea una igualdad absoluta. El matriarcado excesivo le haría mal hasta a las madres, mal supuestas como sus beneficiarias, porque serían tiranas, así que no se lo debe permitir.