jueves, 15 de agosto de 2024

No a la ludopatía publicitaria

 Las propagandas son demasiado lúdicas. En vez de informar bien, de forma serena y pausada para que se entienda, de las características de los productos, y alertar de sus riesgos y sugerir un precio, u otras cosas así, le dedican mucho espacio a los juegos expresivos desubicados, lo que redunda en que se los compra sin saber cosas importantes, y por eso a veces se los consume mal. El juego más libre tiene que ser bien acotado, para que tenga mucho y poco espacio donde corresponda bien.

 A veces los datos más importantes, obligados por ley, aparecen durante muy poco tiempo y en letra muy chica, lo que los hace imposibles o difíciles de leer, cosa que es una estafa comunicativa porque se cumple la ley pero de forma deshonrada.