miércoles, 7 de agosto de 2024

Nota sobre la acusación de Fabiola Yáñez

 Más allá del caso mismo, del que se conoce poco, ¿cómo accedió Claudio Savoia al chateo entre Fabiola Yáñez y María Cantero que dio a conocer la denuncia por violencia de esta Yáñez contra Alberto Fernández? Se supone que era información reservada en el marco de un juicio, pero de algún modo le llegó al periodista. Ahora se condena al ex presidente sin cuestionar la filtración informativa. La cuestión importa porque los datos judiciales no deben trascender al periodismo, salvo que se lo autorice bien (algo que la ley vigente considera con defectos al menos porque el resguardo de la privacidad sancionado atenta contra el esclarecimiento de causas de interés público), porque, dada la reiterancia extraña de acceso periodístico a información clave, como la de la "causa cuadernos", puede haber un sistema montado de difusión clandestina de datos, y porque Fabiola Yáñez decidió enjuiciar a Alberto Fernández a consecuencia de la publicación de ese chateo en el diario Clarín, en una nota de Claudio Savoia. No me meto en la agresión denunciada por Fabiola Yáñez porque es pronto para que la conozca bien y porque sé que se la va a investigar. Se trataría de un delito grave, pero particular, y que está siendo usado por el conservadurismo para su campaña política, lo cual implica una solidaridad abusiva con la víctima, así como un feminismo peronista condena al agresor sin conocer en profundidad los motivos de su falta ni la falta misma.

9 de agosto: En un chateo con Luis D´Elia, Alberto Fernández siguió negando que le pegara a Fabiola Yáñez, incluso después de que se conocieran unas fotos con su ojo y uno de sus brazos amoretonados. ¿Son fotos trucadas? No lo parecen, pero con la tecnología que hay ahora hace falta despejarlo, lo mismo que con dos videos publicados de Tamara Pettinato.

10 de agosto: Unas declaraciones de Fabiola Yáñez a Infobae confirman la veracidad de sus fotos con moretones y la de los videos de Tamara Pettinato. 

11-8: Parece que Alberto Fernández le echó demasiado la culpa a Fabiola Yáñez por la derrota electoral del peronismo en las elecciones legislativas de 2022 y que por eso terminó pegándole. Fabiola Yáñez festejó su cumpleaños en la quinta presidencial durante la cuarentena covideana, lo cual estaba prohibido, y luego se lo supo porque se difundieron fotos de la reunión, a las que el conservadurismo usó mucho para golpear simbólicamente al peronismo, pero esa derrota electoral también se debió a otras causas, que no fueron bien reconocidas, como la irracionalidad popular y la pobreza debida al modelo constitucional, que es democrático, así como a las demás faltas del gobierno kirchnerista, como el llamado "vacunatorio VIP", el cual respondió a que a sus involucrados les ganó la desesperación por el miedo a morir a falta de vacuna, cuestión que se puede haber replicado en el macrismo, con una cantidad de vacunas mayor, cuando al gobierno de Horacio Rodríguez Larreta le desapareció una de las primeras partidas que obtuvo, si no la primera. Al peronismo, su exceso de adoración por el pueblo le impidió visibilizar bien la maldad popular, en particular la de las clases bajas, que hace a las injusticias sociales y se subdivide en varios tipos que atañen a todas las clases humanas, aunque se perfeccionen más en la alta, que tuvo una campaña periodística y judicial muy sofisticada y tramposa, reforzada por servicios de inteligencia, por lo que se culpó mal a Fabiola Yáñez, pero además deben haber incidido otros factores en los golpes que le habría dado Alberto Fernández, como los de índole fisio y psicológica, que coinciden con los socio y politológicos. En verdad, los cuerpos analizados por las distintas ciencias son los mismos, por lo que las ciencias, a fin de cuentas, hacen a una. Alberto Fernández insistió con que no le pegó a Fabiola Yáñez aún después de publicadas esas fotos, así que hay que estudiar mejor el tema para saldar bien el entredicho.

 Acá hay una versión de A. F.: OJO NEGRO - El Cohete a la Luna

13-8: El tema va a demandar mucho tiempo de investigación. Si Alberto Fernández le pegó a Fabiola Yáñez, tendrá que pagarlo, igual que si cometió los otros delitos que se le imputan (acoso y hostilidad celante excesivos, forzamiento extremo al aborto, gritos en demasía, cachetadas hirientes y demás), pero su enjuiciamiento contiene una serie de injusticias que no están siendo consideradas: por un lado, se lo da por culpable de todas las acusaciones sin que se lo haya probado bien, se lo acusa por una filtración de fotos y videos que fueron expuestos violando la ley del secreto jurídico sin que la prensa conservadora, ni la progresista, haga ningún escándalo, se lo persigue con fines de venganza política, es decir, que se usa a la denuncia para escarmentarlo por motivos ajenos a los delitos señalados y se busca condenarlo, con éxito, mientras que otros grandes crímenes permanecen impunes, como el del préstamo gigante del FMI, que fue inconstitucional pero no fue impugnado por ningún juez, y luego fue convalidado por una parte amplia del pueblo, que volvió a votar de a millones por las fuerzas políticas que lo tomaron (y otros promovieron el pago sin criticarlo bien), o el asesinato de Santiago Maldonado, que sigue en litigio a pesar de un peritaje que lo declaró ahogado, debido a sus inconsistencias, y a que se exculpó a los gendarmes acusados de matarlo sin explicar bien, con un argumento honesto (el que se dio, de que fue para cumplir el reglamento, no justificó el desacato a un juez) porqué lavaron una camioneta que debía ser inspeccionada, incluso violando una faja judicial, a pedido de Pablo Noceti, un funcionario del ministerio de seguridad de Patricia Bullrich, ni qué había en su montacarga (se vio, por una foto, un bulto cubierto por una bolsa negra del tamaño de un ser humano), y así como esos otros varios, como la llamada "reunión de Lago Escondido", en que jueces y un fiscal transgredieron el deber de independencia al reunirse en secreto con gobernantes y un empresario -uno es Julián Ercolini, el juez a cargo de esta causa de Fabiola Yáñez-, o mismo los atropellos de la "causa cuadernos", las denuncias por la corrupción de la corte suprema, el intento de asesinato a Cristina Fernández, que no fue bien juzgado, perdiéndose pistas que estaban aseguradas por la policía y despreciándose otras sin buena razón, la desaparición de un nene llamado Loan, que descubrió una trama de secuestro de niños, violencia y corrupción gubernamental y policial en la provincia de Corrientes, todo esto dicho a la ligera, es decir, que hay muchos más casos así, que no recibieron sanciones institucionales y se dan por una corrupción gubernamental y periodística y una deshonra popular de terror, en línea con la hegemonía del capital más poderoso y con la ideas equivocadas sobre la realidad de los credos humanos, de las que se dice que son verdaderas aunque no lo sean y se pretende que se las obedezca.

 Si Alberto Fernández es culpable, deberá recibir una condena justa, pero hasta ahora hay bastante de linchamiento simbólico e impiadoso, sobre todo por parte de la derecha extrema, pero también, aunque en menor medida, por un sector amplio del progresismo feminista.

14-8: Salieron dos videos de Alberto Fernández con Tamara Petinatto, tomados del teléfono celular de María Cantero, una ex secretaria de este Fernández sospechada de delinquir con unos contratos de seguros durante su presidencia, en la misma pericia que descubrió los chateos de Fabiola Yáñez denunciando los golpes y sus fotos amoretonada, videos en los cuales estos Pettinato y Fernández se declararon su amor en la quinta presidencial, lo que dio lugar a rumores sobre la infidelidad marital de Alberto Fernández, después señalada por Fabiola Yáñez, en lo que se da por sentado el deber monógamo y no se señaló la injusticia de ese modelo marital, al que se debiera transgredir con un buen sinceramiento previo. También Fabiola Yáñez lo acusó a Alberto Fernández de forzarla a abortar en contra de su voluntad, y eso abrió un debate en el que no se dijo que obligar a la paternidad no querida está mal, o sea, que se priorizó demasiado al lugar de la mujer en la crianza de hijos, en desmedro del paterno, siendo que se les debe equiparar y que se debe contemplar la posibilidad de la crianza poliparental, porque el modelo biparental no debe ser el único posible, pero rige como tal de acuerdo a la ley constituida, que no considera al maridaje múltiple, y se sigue suponiendo a la infidelidad monógama con el paradigma de los cuernos, lo cual es falso porque el cráneo superior humano no deja de ser redondeado al sufrirse el adulterio sexual del marido o la esposa. Otra cuestión es que entre declararse el amor y copular sexualmente hay una diferencia, por lo que inferir una cosa de la otra hace mal porque puede equivocar. Si Alberto Fernández fue sexualmente adúltero en secreto, está mal pero no debe ser mal sancionado, porque la concepción marital vigente es errada, al no reconocer que el enamoramiento polívoco es natural y frecuente.

 Fabiola Yáñez amplió la denuncia al señalar que A.F. le pateó la panza cuando ella podía estar embarazada y la ahorcó, entre otros temas. Voy a dejar que se investigue el caso sin describirlo en su núcleo porque es muy pesado y abstruso. Ayelén Mazzina, ex ministra de la mujer de A.F., denegó la acusación que le hizo F.Y., nombrando a testigos para que les pregunten. Ayelén Mazzina se presentó en la Justicia para desmentir a Fabiola Yañez y dio detalles de sus encuentros con la ex primera dama - Infobae

16-8: Más allá de si este Fernández es culpable o no (que parece que lo es), hay un vicio jurídico y periodístico que es poco denunciado, porque Julián Ercolini participó en la reunión de Lago Escondido que fue impugnada por el kichnerismo y por Alberto Fernández durante su mandato, es decir, que hay una enemistad manifiesta entre el juez y el acusado, y además en ese encuentro hubo dos miembros del Grupo Clarín, al que pertenece el diario que publicó los primeros chateos de María Cantero, por lo que puede haber habido un tráfico de información reservada a instancias de un plan clandestino, cuestión que también es poco tenida en cuenta. La divulgación de datos de la vida privada de la acusadora y el acusado principal puede ser ilegal y denota un defecto del republicanismo, porque al concentrarse tanto el poder del gobierno la vida privada de los mayores gobernantes y sus familiares cercanos se torna muy pública, a diferencia de lo que le pasa a los más gobernados, cuyas causas judiciales no son tan expuestas por la prensa cuando ocurren. La justicia argentina instituida exculpó a los participantes de la reunión de Lago Escondido porque consideró que las pruebas fueron obtenidas ilegalmente, no porque el delito no haya ocurrido, y además de Julián Ercolini acudieron Jorge Rendo, que era presidente del directorio del Grupo Clarín, y Pablo Casey, sobrino de Héctor Magnetto (el dueño principal del grupo) y entonces director de sus asuntos legales e institucionales.

 Pienso que, además de que hay que averiguar bien qué pasó, que parece claro pero no lo es del todo, en el caso de que se confirme la acusación habría que indagar en porqué Alberto Fernández habría hecho eso, porque es importante entender las causas de la violencia para sancionarla y prevenirla bien. Si no, se la sanciona mal y previene poco, lo que está pasando bastante con los femicidios, que no fueron muy erradicados a pesar de las condenas a sus perpetradores (se les aplica un punitivismo poco aprehensivo para con los victimarios, cuyas razones se conocen poco o nada, aunque tenerlas en cuenta serviría para resolver el problema). También se debe evitar el encarnizamiento excesivo con Alberto Fernández, que está muy en boga. Al feminismo le cuesta abordar bien el tema porque es demasiado antimachista, y entonces desprecia mucho a las cuestiones masculinas, pero al machismo también, porque suele ser extremo mientras que la población humana se reparte en mitades aproximadas de machos y hembras y una cantidad mínima de intersexuales (calculada en el 1,7% por el ACNUDH). Un tema es que la averiguación de las causas de la violencia tiene límite, porque no podemos saberlas a todas, ya que hay las que escapan a nuestra inteligencia.

 Myriam Bregman acusó duramente a Alberto Fernández, pero no dijo que los trabajadores muchas veces ejercieron violencias sobre sus parejas similares a la que se le sospecha a él. Entonces, hizo una crítica desproporcionada. También acusó al kirchnerismo de institucionalizar al feminismo, como si institucionalizarse fuera malo en sí, pero es lógico que una fuerza política que gana la presidencia le dé lugar en ella a quienes la apoyaron, y ella fue diputada, o sea, que también estuvo institucionalizada, y por suerte, porque la lucha que dio en estos años se potenció para bien por su cargo gubernamental.

 Que Alberto Fernández le pegara a Fabiola Yáñez lo haría traicionar al feminismo que propugnó, pero eso no es tan raro: el socialismo explotó trabajadores cuando gobernó, los ecologistas consumimos productos innecesarios para vivir y que requisieron ecocidio macro, el liberalismo apesadumbró a sus sociedades y así otras tantas cuestiones. No hay que soslayar la contradicción pero tampoco darle más entidad de la que tendría, que todavía no es del todo seguro que la tenga.

17-8: El modelo republicano muestra su mal funcionamiento en cómo le fue a los presidentes argentinos. Haciendo un recuento rápido, Videla terminó preso por instigar la muerte de miles de militantes, Alfonsín concluyó su mandato antes de tiempo, entre otras cosas por golpes inflacionarios, Menem no fue preso por los fueros parlamentarios que tuvo hasta morir, De La Rúa renunció por la protesta de 2001, cuya represión dejó 39 muertos, Néstor Kirchner y Cristina Fernández fueron muy cuestionados por las coimas en las licitaciones para la obra pública, por las que se acusó poco al empresariado sobornante y que puede que se hayan usado para financiar la campaña electoral kirchnerista, muy desaventajada en presupuesto respecto al conservasurismo porque el gran capital le aportó mucho (una disparidad tramposa permitida por la ley y tolerada por la sociedad), Macri se debe haber comprado y extorsionado a varios jueces para seguir libre y de Alberto Fernández se indaga lo sabido. El trasfondo electoral de esto es una abstención cercana al 20% del padrón, a la que no se tiene en cuenta para designar los puestos de gobierno y que no se salda bien porque se la trata con indiferencia, pero el tema es más complejo, tiene más asuntos qué enfrentar.

18-8: La investigación de la sospecha de corrupción al adjudicar seguros la presidencia de Alberto Fernández, para la cual se peritó el teléfono celular de María Cantero donde estaban los mensajes de Fabiola Yáñez que denunciaron las golpizas, padece el mismo vicio jurídico que el juicio por esos golpes, el de ser motorizado por Julián Ercolini, quien se enfrentó con Alberto Fernández por la reunión de Lago Escondido, que fue indagada en tribunales, pero no obstante tomó un caso en el que estaría implicada su ex secretaria, que también parece cierto, aunque no se sabe si Alberto Fernández estuvo involucrado. También se da acá el delito periodístico del caso de Fabiola Yáñez, porque se le dio a algunos periodistas información del teléfono celular de María Cantero que fue secuestrado y peritado por orden judicial, por lo que debía mantenerse en secreto. Quizás la ley más instalada permita esa divulgación de datos privados y en juicio, pero quizás no, habría que estudiarlo, y aún así estaría mal, o sea, que se trataría de un acto legal pero deshonesto, si es que no transgrede la ley más constituida.

27-8: El caso es tratado como de "violencia de género", lo cual es un error porque supone que ésta siempre es de varones contra mujeres, sin reconocer la inversa, además de que es un concepto que confunde al género con el sexo y la orientación sexual, y que da por sentado que la agresión se dio por la identidad de género de la agredida. Alberto Fernández no le habría pegado a Fabiola Yáñez por ser mujer, sino por un conjunto de causas, entre las cuales estarían la difusión de la foto de su cumpleaños en la casa presidencial, fiesta ilegal por el encierro covideano cuya divulgación causó muchas críticas contra el mandato kirchnerista, y cierta insatisfacción marital. Un testigo del juicio dijo que los moretones de ella pudieron deberse a una caída en el baño, lo que es poco creíble pero aún no fue bien despejado. Lo que se describe como "violencia de género" es violencia contra una mujer.

30-8: El 27 de agosto violé una regla que puse, al mencionar lo de la caída en el baño. Es que creo que las reglas no son de duración eterna y deben ser bien transgredidas cuando lo merecen.