miércoles, 5 de junio de 2024

Sobre predicar con el ejemplo

 Se habla de que hay que predicar con el ejemplo, refiriéndose a que se debe practicar el bien que se declama, pero, por un lado, lo ejemplar no es bueno en sí, sino que depende de la calidad del modelo que se adopte, e incluso los buenos modelos fracasan, porque existen en guerra contra sus opuestos, que les rompen desde abajo, el medio y arriba, hasta desde una posición bélica superior, de mayor institucionalidad y con la técnica para matar hombres mucho más perfeccionada que la propia. No obstante, se debe ser bueno y concordar bien el actuar voluntario con el propio discurso, aunque hay cuando es imposible porque la razón individual es social, porque el cerebro se enferma y porque la inferioridad militar obliga a violar ese mandato por la fuerza de sus armas. Es un precepto relativo, que no es bueno en sí mismo pero al que se toma como tal. Su buena concreción debe ser social, en general mayoritaria y guiada por una concepción de la historia verdadera, con un argumento irreprochable sobre el principio del espacio y el tiempo, que delimite bien lo que ignora y admita bien lo que sabe mal. El actuar contiene ideas, por lo que hay una ideología que subyace a la práctica y que puede ser expresada por ella, pero, por un lado, eso puede hacerse de mal modo, y por otro el hablar es una práctica, también pasible de ser mal efectuada.