miércoles, 5 de junio de 2024

Una respuesta a Jorge Alemán

 En "Frente al nihilismo de las encuestas, el deseo de Justicia", publicado hoy en Página 12, Jorge Alemán se pregunta por la adhesión de gran parte del pueblo argentino al mileísmo gobernante, que depende de su creencia política: los habitantes de este país se hacen una idea de las causas de la miseria reciente de acuerdo a distintos factores, entre los que priman su vida inmediata y las explicaciones de la prensa, y así evalúan a las opciones gubernamentales, en general sin tener en cuenta que el sistema es liberal por el espíritu constitucional y sin saber de los malos crímenes ocultos, que fueron poco o nada investigados por la justicia instituida ni por el periodismo. Entonces, se hacen una idea algo equivocada del kirchnerismo, el macrismo y el mileísmo, y algunos apuestan al mileísmo con la esperanza de que les servirá bien, le confían, tienen fe en que les ayudará, y lo apoyarán mientras que les dure ese anhelo.

 El juicio argentino sobre la corrupción gubernamental es un factor determinante de este apoyo. Como se entiende a la corrupción como delito constitucional, transgresión a la ley sancionada por el gobierno nacional instituido en representación del pueblo, porque Argentina es un país sedentario, y el periodismo macrista y mileísta insistió mucho en perseguir a esta corrupción kirchnerista, dándole más importancia de la que tiene sin que su público se percatara de la exageración debido a los prejuicios vigentes que suponen que la ley en curso es justa y por ocultarse la complicidad de un empresariado, que fue más grave porque pagó los sobornos, se descalificó al kirchnerismo más de lo que corresponde, a la vez que se reprobó de menos al macrismo, muy responsable por abonar las coimas que cobraron algunos kirchneristas para asignarle las licitaciones de obras públicas, que recibieron SOCMA en particular pero también varias otras empresas grandes, y después se acusó al albertismo por la inflación, que fue más culpa de los oligopolios que de su gobierno, sin que el pueblo respondiera mucho en contra de esta tesis. Entonces, una parte de la adhesión popular al mileísmo se funda en la ignorancia y el engaño del pueblo, pero no hay que atribuirle al kirchnerismo más bondad de la que tiene, porque sería un mal error, como debe ser para cada doctrina, incluso las marxistas.

 Equiparar el nihilismo a la desazón no es del todo correcto, porque el nihilismo, entendido como ideario inclinado a estudiar el origen de las cosas, no es necesariamente malo, lo cual depende de su veracidad. La idea de la nada tiene una acepción referida al vacío, pero otra al nacimiento.

 Una acepción de la nada que no figura en el DECEL pero que se deduce, en significante y significado, es la del inicio, por lo que habrá que indagarla.