viernes, 13 de septiembre de 2024

Filiación interhumana desproporcionada

 En abstracto, cada hombre es quien para vincularse con cada otro, pero en concreto eso no ocurre por una serie de causas, algunas claramente físicas, como la distancia y la incapacidad para recordarse, pero otras, que también son físicas aunque no lo parezcan, se deben a las injusticias de la práctica humana, como los rencores de la desigualdad social y de la lucha de clases, y las distorsiones ideológicas, o las coerciones laborales y estudiantiles, con lo que las relaciones interhumanas se desproporcionan, al entablarse vínculos muy fuertes con algunos hombres y muy débiles con otros, lo cual sobrecarga a los primeros y se desentiende mucho de los segundos, por lo que ambos existen en crisis, los primeros por hartazgo filiar, lo cual sucede, por ejemplo, entre familiares y amigos próximos, y los segundos por añoranza insatisfecha. El transporte y el lugar en que se duerme son determinantes muy importantes en esto, es decir, que debe haber alguna desproporción, pero no cualquiera. La desproporción justa puede ser una proporción, porque sería desproporcionada respecto a la igualdad absoluta, pero acaso un buen reparto.