A medida que la humanidad evolucione, cambiará sus modelos políticos de acuerdo a lo que decida. Es claro que la meta final es una forma asamblearia más horizontal que verticalista, pero el pueblo está poco predispuesto para ello, por lo que, mientras que se prepare, habrá que optar a veces por modelos transitorios, dependiendo de la voluntad política que prime en cada país cuando se instauren los tipos de gobierno nuevos, la cual, en parte, responderá a su contexto. Tampoco la democracia directa sería un idilio en que estaría todo bien resuelto, sino que tendría sus problemas e injusticias, de los que se ocuparían las personas, o sea, que seguiría evolucionando, pero a partir de un nivel mejor que el actual.